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‘Mobbing’, hostigamiento laboral de daños irreversibles
Cristina Pérez-Stadelmann

La OIT señala que entre 10% y 15% de los trabajadores sufre violencia moral, en su mayoría mujeres. Son personas destacadas, cumplidas y activas a quienes se les hace creer que son poco inteligentes, con baja productividad y conflictivas 

El Universal
Sábado 31 de mayo de 2008

Lorena Zárate dijo no. Lo dijo fuerte y claro. Y fue a partir de ese momento, que a su decir, comenzaron los conflictos para ella en el Instituto Politécnico Nacional IPN, lugar donde labora desde hace más de 10 años.

Según sus palabras, su jefe le exigió que salieran a tomar una copa fuera de la oficina, y ante su negativa, comenzó el acoso sicológico laboral, también conocido como mobbing, concepto que describe las formas severas de acoso en las organizaciones.
Continuamente humillada. Apartada de sus funciones. Sin contenido de trabajo. Desacreditada dentro y fuera de la empresa. Sola y circundada por rumores.

—¿Qué debo hacer para que este acoso cese? —se preguntaba Lorena.
En entrevista para EL UNIVERSAL recuerda que algo comenzó a no estar bien, cuando su jefe dejó de solicitarle que elaborara los reportes que le correspondía hacer diariamente.

“Había marginación en el lugar de trabajo; fui exhibida y enjuiciada ante el personal; más adelante mis compañeros dejaron de hablarme; ya no comían conmigo; me pedían que fuera a sacar fotocopias, (lo cual no me correspondía), o por el contrario sustraían mi material de trabajo; me indicaban que fuera por las tortas y los refrescos; me cambiaron tres veces de área, —bajo la misma jefatura— haciéndome creer que en cada una de ellas yo era ineficaz.

 “Había violencia moral en el trabajo, y el aniquilamiento sicológico duró más de seis meses, hasta que recurrí al área sindical y fue entonces cuando me asignaron definitivamente otro puesto laboral y un jefe distinto.

 “Fui agobiada, calumniada y atacada en el trabajo, me aislaron, me estigmatizaron y amenazaron. Perdí relaciones sociales y familiares; y me ha costado mucho continuar con una vida normal”.

Invisible en el trabajo

Confiesa Lorena que la excesiva preocupación le producía trastornos de sueño, e ideaciones recurrentes, que aún se presentan; y comenzaron a darse los primeros síntomas de ansiedad por lo que tuvo que tomar terapias sicológicas a las que aún asiste.
Para Mara Marisela Trujillo Flores, docente investigadora de la Escuela Superior de Comercio y Administración, ESCA, del Instituto Politécnico Nacional, IPN —quien desde hace varios años lleva a cabo un trabajo de investigación dirigido a analizar la problemática social del mobbing en México— el maltrato sicológico deja indefensas a las víctimas por el desconocimiento y la falta de estudios científicos que aún existe en la sociedad mexicana sobre los riesgos sicosociales de este tipo de acoso.

Se trata un fenómeno complejo, que contiene factores sicológicos, sociales, éticos, jurídicos, y que también puede desencadenarse cuando el trabajador no permite ser manipulado por uno o varios miembros del grupo, continúa.

 “Tal fue el caso de Lorena Zárate, que no permitió ser manipulada por su jefe”; comenta Mara Marisela Trujillo, quien está al tanto de este caso y ha diseñado un modelo que busca evaluar el fenómeno para prevenir el surgimiento del mobbing en las empresas mexicanas.

En este sentido la investigadora politécnica, tiene entre sus proyectos elaborar programas específicos, con personal femenino del IPN, en el contexto del estudio científico del comportamiento humano para la rehabilitación de las víctimas
Datos de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, indican que entre un 10%y 15% de trabajadores sufren acoso laboral.

Afecta a trabajadores brillantes

Padecido en su mayoría por mujeres que suelen ser trabajadoras brillantes, la mejor herramienta para evitar este tipo de violencia en el trabajo es la información, recomienda la OIT.

“Desafortunadamente en México, aún no existen estudios sobre las repercusiones económicas del mobbing, ni hay legislación laboral específica sobre el acoso sicológico que atienda y determine los derechos del afectado.

En la mayoría de los casos el acoso afecta a trabajadores brillantes, bien valorados, cumplidos y participativos; personas activas y con gran personalidad, a las que se intenta presentar como poco inteligentes, holgazanes o conflictivos.
El acoso sicológico dificulta y deteriora en forma irreversible el óptimo desempeño y la salud de los trabajadores, al originar daños físicos, emocionales y de productividad al interior de las empresas y organizaciones, agrega.

El fuerte abusa del débil, y provoca a la larga más daños que el puramente físico pues el hostigamiento laboral que se produce cuando un trabajador sufre críticas a su trabajo y es tratado con menosprecio por su jefe o compañeros de forma constante, acaba causando más daños que el acoso sexual.

Es un problema tan serio, que en países altamente industrializados, entre 12% y 15% de las personas que padecen esta situación llegan al suicidio”, advierte la catedrática del IPN.
Por último, Lorena Zárate asegura que cometió un error referente a dejar pasar más tiempo del adecuado para denunciar ante las autoridades el acoso psicológico al que fue sometida, y del que aún restan secuelas.

El Universal