(References examining assaults by women on their  spouses or male partners: an annotated bibliography). 
                                      
                                    Estudio  realizado por Martin S. Fiebert, profesor del Departamento de Psicología de la  Universidad del Estado de California, publicado por primera vez en 1997 y  actualizado en 2001.  En él se facilitan  los datos, las cifras y las conclusiones resultantes de 147 investigaciones  especializadas, 119 estudios empíricos y 28 exámenes o análisis que demuestran  que las mujeres son tan agresivas físicamente, o más, que los hombres en sus  relaciones conyugales o de pareja. El tamaño de la muestra global de los  estudios analizados sobrepasa los 106.000 casos, lo que unido a la disparidad  de su procedencia, dice bastante a favor de la fiabilidad de los resultados. 
                                    Los  estudios se agrupan en seis secciones: 
  ·  Estudios entre parejas no casadas  
  ·  Estudios entre parejas casadas  
  ·  Macroencuestas  
  ·  Estudios con variable racial  
  ·  Artículos  
  ·  Otros estudios y metodologías  
                                    Estudios  entre parejas no casadas   
                                    1.Aizenman, M., & Kelley, G. (1988. The incidence  of violence and acquaintance rape in dating relationships among college men and  women. Journal  of College Student Development, 29, 305-311. ). La incidencia de la violencia y  la violación reconocida en las citas entre universitarios y universitarias. Una  muestra de universitarios que salen habitualmente con su pareja constituída por  204 mujeres y 140 hombres respondieron a una investigación sobre la violencia  en los noviazgos. Los autores manifiestan no hallar diferencias significativas  por sexos en cuanto a haber reconocido perpetrar abusos físicos.  
                                    2. Archer, J., & Ray, N. (1989). Dating violence  in the United Kingdom: a preliminary study. Aggressive Behavior,  15, 337-343. - Violencia en los noviazgos en el Reino Unido: un estudio  preliminar. Comportamiento Agresivo. (Veintitrés parejas en noviazgo  cumplimentaron la Escala de Tácticas de Conflicto. Los resultados indican que  las mujeres son significativamente más propensas que sus compañeros a expresar  violencia física. Los autores también describen que las "dosis de  aceptación por parte de la pareja eran muy altas", así como que la  correlación entre la violencia pasada y presente era baja.  
                                    3. Arias, I., Samios,  M., & O´Leary, K. D. (1987). Prevalence  and correlates of physical aggression during courtship. Journal  of Interpersonal Violence, 2, 82-90. Prevalencia y correlación de la agresión  física durante el noviazgo. (Se empleó la Escala de Tácticas de Conflicto con  una muestra de 270 pregraduados, 95 hombres y 175 mujeres; y se verificó que el  30 % de los hombres y el 49 % de las mujeres manifestaron haber empleado alguna  forma de agresión en su vida de noviazgo, comprobándose un mayor porcentaje de  mujeres que de hombres como protagonistas de agresiones físicas graves).  
                                    4. Arias, I., & Johnson, P. (1989). Evaluations of  physical aggression among intimate dyads. Journal of  Interpersonal Violence, 4, 298-307. Evaluaciones de agresión física entre dyads  íntimos. (Se empleó la Escala de Tácticas de Conflicto - CTS - con una muestra  de 103 hombres y 99 mujeres pregraduados. Ambos habían tenido experiencias  similares de violencia en el noviazgo, admitiendo un 19 % de las mujeres y un  20 % de los hombres haber agredido físicamente a su pareja. Un porcentaje  significativamente superior de mujeres declararon que la auto-defensa era una  razón legítima para que los hombres fueran agresivos, en tanto un mayor  porcentaje de hombres opinaron que abofetear era una respuesta legítima para  una mujer o un hombre en caso de infidelidad sexual de la pareja).  
                                    5. Bernard, M. L., & Bernard, J. L. (1983). Violent  intimacy: The family as a model for love relationships. Family  Relations, 32, 283-286. Violencia íntima: La familia como modelo de las  relaciones amorosas. (Muestra investigada de 461 universitarios, 168 varones,  293 mujeres, en relación con la violencia en los noviazgos. Se demostró que el  15 % de los hombres frente a un 21 % de las mujeres admitieron haber abusado  físicamente de sus parejas Escala de Tácticas de Conflicto.)  
                                    6. Billingham, R. E., & Sack, A. R. (1986).  Courtship violence and the interactive status of the relationship. Journal  of Adolescent. Violencia en los noviazgos y el estatus interactivo de la  relación. Research, 1, 315-325. (Se empleó la CTS con 526 estudiantes  universitarios, 167 hombres, 359 mujeres, encontrándose tasas similares de  violencia mutua, pero arrojando las mujeres mayor tasa en cuanto a ser la  iniciadora de la violencia sin provocación previa de la pareja <9 % de  mujeres vs. 3 % de hombres>).  
                                    7. Bookwala, J., Frieze, I. H., Smith, C., & Ryan,  K. (1992). Predictors of dating violence: A multivariate analysis. Violence  and Victims, 7, 297-311. Predictores de la violencia en los noviazgos: un  análisis multivariable. (Se empleó la CTS con 305 universitarios –227 mujeres y  78 hombres–, detectándose que 133 mujeres y 43 hombres habían sufrido violencia  en una relación de noviazgo actual o reciente. Los autores manifestaron que  "las mujeres evidenciaban haber expresado tanta o más violencia en sus  relaciones como los hombres". En tanto la violencia en las relaciones  parece ser mayoritariamente mutua –36% declarada por mujeres y 38 % por  hombres–, las mujeres reconocen haber iniciado la violencia con sus parejas no  violentas más frecuentemente que los hombres –22 % frente a 17%–).  
                                    8. Burke, P. J., Stets, J. E., & Pirog-Good, M. A.  (1988). Gender identity, self-esteem, and physical and sexual abuse in dating  relationships. Social Psychology Quarterly, 51,  272-285. Identidad de género, autoestima y abusos físicos y sexuales en  relaciones de noviazgo. (Una muestra de 505 universitarios <298 mujeres y  207 hombres>. Completado el CTS, los autores declaran la "ausencia de  diferencias significativas entre hombres y mujeres en cuanto a haber reconocido  infligir o mantener abusos físicos". Específicamente, en el periodo de un  año descubrieron que el 14 % de los hombres y el 18% de las mujeres habían  declarado haber infligido abusos físicos, en tanto el 10 % de los hombres y el  18 % de las mujeres declararon haberlo hecho constantemente.  
                                    9. Carlson, B. E. (1987). Dating violence: a research  review and comparison with spouse abuse. Social Casework, 68,  16-23. Violencia en los noviazgos: una revisión de las investigaciones y  comparación con el abuso conyugal. (Revisa las investigaciones sobre violencia  en los noviazgos, concluyendo que tanto los hombres como las mujeres arrojan  las mismas posibilidades de agredir a sus parejas y que "la frecuencia de  las agresiones es inversamente proporcional a la probabilidad de causar heridas  físicas")  
                                    10. Caulfield, M. B., & Riggs, D. S. (1992). The  assessment of dating aggression: Empirical evaluation of the Conflict Tactics  Scale. Journal  of Interpersonal Violence, 4, 549-558. La investigación de la agresión en el  noviazgo: Evaluación empírica de la Escala de Tácticas de Conflicto. Se empleó  la CTS con una muestra de 667 universitarios solteros <268 hombres y 399  mujeres> obteniéndose un número de declaraciones positivas de violencia  física de los puntos de la Escala significativamente mayor por parte de las  mujeres. Por ejemplo, el 19 % de las mujeres habían abofeteado a su pareja, en  tanto lo habían hecho el 7 % de los hombres. El 13 % de las mujeres habían  asestado patadas, mordiscos o golpes a sus parejas, en tanto sólo un 3.1 % de  los hombres lo hicieron).  
                                    11. Deal, J. E., & Wampler, K. S. (1986). Dating  violence: The primacy of previous experience. Journal of  Social and Personal Relationships, 3, 457-471. Violencia en los noviazgos: La  primacía de experiencias previas. (De 410 universitarios <295 mujeres, 115  hombres> que habían respondido a la CTS y otros instrumentos, se reveló que  el 47% experimentaron alguna violencia en sus relaciones de noviazgo. La  mayoría de las experiencias eran recíprocas. Cuando no lo eran, los hombres  arrojaban tres veces más probabilidades de declarar haber sido víctimas. Las  experiencias violentas en relaciones previas era el factor que mejor predecía  la violencia en las relaciones actuales.)  
                                    12. Follingstad, D. R., Wright, S., & Sebastian,  J. A. (1991). Sex differences in motivations and effects in dating violence. Family  Relations, 40, 51-57. Diferencias entre sexos en cuanto a las motivaciones y  efectos en la violencia en los noviazgos. (Se empleó una muestra de 495  universitarios <207 hombres, 288 women> que completaron la CTS complementada  con otros instrumentos, incluyendo una "justificación de la violencia como  medida adoptada en la relación". El estudio comprobó que las mujeres  tenían el doble de posibilidades de reconocer haber ejercido violencia en el  noviazgo que los hombres. Las víctimas de sexo femenino atribuían la violencia  masculina al deseo de ganar control sobre ellas o de vengarse por haber sido  golpeados primero, en tanto que las de sexo masculino atribuían las agresiones  femeninas en base a su deseo de demostrarles "su indignación, y para  vengarse por haberse sentido emocionalmente heridas o maltratadas).  
                                    13. Henton, J., Cate, R., Koval, J., Lloyd, S., &  Christopher, S. (1983). Romance and violence in dating relationships. Journal  of Family Issues, 4, 467-482. Romance y violencia en las  relaciones de noviazgo. (Se investigó una muestra de 644 universitarios <351  hombres, 293 mujeres> y se concluyó que los abusos aparecían en 121 de cada  1000 casos, y eran normalmente recíprocos por parte de ambos miembros de la  pareja, que mostraban iniciar la violencia en tasas similares.)  
                                    14. Lane, K., & Gwartney-Gibbs, P.A. (1985).  Violence in the context of dating and sex. Journal of Family  Issues, 6, 45-49. Violencia en el contexto del noviazgo y las relaciones  sexuales. (Investigados 325 estudiantes <165 hombres, 160 mujeres> en  relación con la violencia en el noviazgo. Empleada la Escala de Tácticas de  Conflicto se obtuvieron tasas similares de violencia en hombres y en mujeres.)  
                                    15. Laner, M. R., & Thompson, J. (1982). Abuse and  aggression in courting couples. Deviant Behavior, 3,  229-244. Abuso y agresión entre novios. Desviaciones de comportamiento.  (Empleada la Escala Táctica de Conflictos en una muestra de 371 <129  hombres, 242 mujeres> se obtuvieron tasas similares de violencia en hombres  y mujeres en el curso de sus relaciones de noviazgo.  
                                    16. Lo, W. A., & Sporakowski, M. J. (1989). The  continuation of violent dating relationships among college students. Journal  of College Student Development, 30, 432-439. La persistencia de las relaciones  de noviazgo violentas entre universitarios. (Una muestra de 422 universitarios  completaron la Escala de Tácticas de Conflicto. Se verificó que "las  mujeres tienen más tendencia que los hombres a declararse como agresores y menos  proclives que ellos a declararse víctimas".)  
                                    17. Marshall, L. L., & Rose, P. (1987). Gender,  stress and violence in the adult relationships of a sample of college students.  Journal  of Social and Personal Relationships, 4, 299-316. Sexo, intensidad y violencia  de las relaciones adultas de una muestra de estudiantes universitarios. (Una  investigación de 308 pre-graduados <152 hombres, 156 mujeres> reveló que  el 52% expresó violencia y que el 62% la padeció en algún momento de sus  relaciones adultas. Globalmente, las mujeres declararon expresar más violencia  física que los hombres. Los abusos de la infancia emergieron como predictores  de la violencia en las relaciones adultas.  
                                    18. Marshall, L. L., & Rose, P. (1990). Premarital  violence: The impact of family of origin violence, stress and reciprocity. Violence  and Victims, 5, 51-64. Violencia prematrimonial: El impacto de la violencia en  el seno de la familia de origen, intensidad y reciprocidad. Violencia y  Víctimas. (454 parejas convivientes de universitarios <249 mujeres, 205  hombres> completaron la CTS y otras escalas. Globalmente, las mujeres  declararon expresar más violencia que los hombres, en tanto que los hombres  reportaron recibir más violencia que las mujeres. La violencia femenina se  asociaba igualmente a haber padecido abusos en la infancia).  
                                    19. Mason, A., & Blankenship, V. (1987). Power and  affiliation motivation, stress and abuse in intimate relationships. Journal  of Personality and Social Psychology, 52, 203-210. Motivación del poder y la  sumisión, intensidad y abuso en las relaciones íntimas. (Fueron investigados  156 universitarios <48 hombres, 107 mujeres> con el Test de Relación  Temática (TAT), Investigación de las Experiencias vitales y el CTS. Se concluyó  que no había diferencias significativas por razón del sexo en cuanto a infligir  abusos físicos. Los hombres con ansia de poder estaban más inclinados para  abusar físicamente, en tanto que las mujeres sometidas a gran presión con gran  ansia de sumisión y una baja actividad inhibitoria tenían más tendencia a  abusar físicamente. Los resultados indicaban que los abusos físicos se dan con  más frecuencia entre parejas comprometidas.  
                                    20. Matthews, W. J. (1984). Violence in college  couples. College Student Journal, 18, 150-158. Violencia  entre parejas universitarias. (Un estudio entre 351 universitarios, <123  hombres y 228 mujeres> revelo que 79 personas, el 22.8% de la muestra,  narraron al menos un incidente de violencia en el noviazgo. Las personas de  ambos sexos admitieron su responsabilidad conjunta en el comportamiento  violento y ambos sexos, tanto en su papel de receptores o de emisores de  agresiones interpretaron la violencia como una manifestación de  "amor".)  
                                    21. McKinney, K. (1986). Measures of verbal, physical  and sexual dating violence by gender. Free Inquiry in  Creative Sociology, 14, 55-60. Medición de violencia física y sexual en el  noviazgo por sexos. (Se sometieron a investigación 163 universitarios, 78  hombres y 85 mujeres, mediante un cuestionario diseñado para obtener  información sobre la implicación en la violencia en el noviazgo. El 38% de las  mujeres y el 47% de los hombres declaraban ser víctimas de abusos psíquicos en  sus relaciones de noviazgo. También se averiguó que el 26% de las mujeres y el  21% de los hombres reconocían haber agredido físicamente a sus novios/as.  
                                    22. Riggs, D. S., O´Leary, K. D., & Breslin, F. C.  (1990). Multiple correlates of physical aggression in dating couples. Journal  of Interpersonal Violence, 5, 61-73. Correlaciones múltiples de la agresión  física en las parejas de novios. (Se empleó la CTS y se estudiaron 408  estudiantes universitarios <125 hombres y 283 mujeres>. Se apreció que  había un número significativamente superior de mujeres <39%> que de  hombres <23%> que habían sido vistos involucrados en una agresión física  contra sus parejas actuales.)  
                                    23. Sack, A. R., Keller, J. F., & Howard, R. D.  (1982). Conflict tactics and violence in dating situations. International  Journal of Sociology of the Family, 12, 89-100. Tácticas de conflicto y  violencia en situaciones de noviazgo. (Se empleó la CTS en una muestra de 211  universitarios, 92 hombres y 119 mujeres. Los resultados indican que no hay  diferencias entre hombres y mujeres en cuanto a la expresión de violencia  física.)  
                                    24. Sigelman, C. K., Berry, C. J., & Wiles, K. A.  (1984). Violence in college students´ dating relationships. Journal  of Applied Social Psychology, 5, 530-548. La violencia en relaciones entre  universitarios. (Se investigaron 504 universitarios <116 hombres, 388  mujeres> con la Escala de Tácticas de Conflicto, y se halló que hombres y  mujeres arrojaban resultados similares en la violencia general que expresaban,  pero que los hombres declaraban haberla padecido en un grado significativamente  mayor que las mujeres.)  
                                    25. Stets, J. E., & Pirog-Good, M. A. (1987).  Violence in dating relationships, Social Psychology Quarterly, 50, 237-246. Violencia  en las relaciones de noviazgo. (Se examinó una muestra de 505 universitarios  blancos. Se encontró que hombres y mujeres eran semejantes en el uso por parte  de ambos y el padecimiento de la violencia. Los celos eran un factor  determinante que explicaban la violencia en el noviazgo por parte de las  mujeres.  
                                    26. Stets, J. E. & Pirog-Good, M. A. (1989).  Patterns of physical and sexual abuse for men and women in dating  relationships: A descriptive analysis, Journal of Family Violence, 4, 63-76. Patrones  del abuso físico y sexual para hombres y mujeres en sus relaciones de noviazgo.  (Fue examinada una muestra de 287 universitarios <118 hombres y 169  mujeres> hallándose tasas similares para hombres y mujeres de abusos físicos  leves en sus relaciones de pareja. Más mujeres que hombres resultaban empujadas  y recibían empellones <24% vs 10%> mientras que había más hombres que  mujeres que resultaban abofeteados <12% vs 8%>. En términos de contactos  sexuales no deseados, el 22% de los hombres y el 36% de las mujeres denunciaron  dicho comportamiento. La más frecuente declaración tanto para hombres <18%>  como para mujeres <19%> fue el verbatim, "contra mi deseo, mi pareja  inició la aproximación sexual".)  
                                    27. Straus, M. A., Hamby, S. L., Boney-McCoy, S.,  & Sugarman, D. B. (1996). The Revised Conflict Tactics Scales (CTS2).  Journal of Family Issues, 17, 283-316. .Las Escalas revisadas  de Tácticas de Conflicto. Desarrollo y datos psicométricos preliminares. (La  CTS revisada muestra una diferenciación más clara entre la violencia leve y la  grave, y nuevas escalas para medir la coerción y las heridas psíquicas. Se utilizó  la CTS2 con una muestra de 317 estudiantes <114 hombres, 203 mujeres> y  encontraron que: el 49% de los hombres y el 31% de las mujeres declararon haber  sido víctimas de un ataque físico por parte de su pareja; el 38% de hombres y  el 30% de las mujeres declararon haber sido víctimas de una coerción sexual por  parte de su pareja, y el 16% de los hombres y el 14% de las mujeres declararon  haber sido seriamente heridas por sus parejas.)  
                                    28. Thompson Jr., E. H. (1990). Courtship violence and  the male role. Men´s Studies Review, 7, (3) 1, 4-13.  Violencia en los noviazgos y el papel masculino. (La muestra fue de 336  pregraduados <167 hombres, 169 mujeres> que completaron una versión  modificada de la CTS. Se comprobó que el 24.6% de los hombres comparados con el  28.4% de las mujeres expresaron violencia física hacia sus parejas durante los  últimos dos años. Se verificó que las mujeres eran dos veces más propensas a la  hora de abofetear a sus parejas.)  
                                    29. White, J. W., & Koss, M. P. (1991). Courtship  violence: Incidence in a national sample of higher education students. Violence  and Victims, 6, 247-256.Violencia en los noviazgos: incidencia en una muestra  nacional de estudiantes de educación superior. (En una muestra representativa  de 6,603 mujeres y 2,105 hombres se demostró que el 37% de los hombres y el 35%  de las mujeres infligieron alguna forma de agresión física, mientras que el 39%  de los hombres y el 32% de las mujeres fueron víctimas de alguna forma de  agresión física). 
                                       
                                      
                                    Estudios  entre parejas casadas  
                                    1. Bland, R., & Orne, H. (1986). Family violence  and psychiatric disorder. Canadian Journal of Psychiatry, 31,  129-137. Violencia familiar y desórdenes psiquiátricos. (En el curso de las  entrevistas realizadas con sujetos canadienses elegidos al azar, 489 hombres y  711 mujeres, se evidenció que más mujeres que hombres, o bien iniciaban la  violencia o bien se implicaban en ella en mayor porcentaje que su pareja).  
                                    2. Brinkerhoff, M., & Lupri, E. (1988).  Interspousal violence. Canadian Journal of Sociology, 13, 407-434. Violencia  conyugal. (Se examinó la violencia conyugal en una muestra  representativa de 562 parejas en Calgary, Canadá. Se empleó la Escala de  Tácticas de Conflicto, comprobándose el doble de casos de violencia grave de  esposa a esposo que de esposo a esposa 10,7% vs 4,8%). La tasa global de  violencia por parte de los esposos era del 10.3 % en tanto que la de las  esposas era el 13.2 %. La violencia era significativamente mayor entre parejas  más jóvenes y sin hijos. Los resultados apuntan a un descenso de la violencia  masculina de la mano de una mayor cultura y educación, en tanto la violencia  femenina aumentaba).  
                                    3. Brush, L. D. (1990). Violent Acts and injurious  outcomes in married couples: Methodological issues in the National Survey of  Families and Households. Gender & Society, 4, 56-67. Actos  violentos y manifestaciones injuriosas en parejas casadas: temas metodológicos  en la Encuesta nacional de familias y hogares. (Se empleó la Escala de Tácticas  de Conflicto en una investigación de ámbito nacional, n=5,474, demostrándose  que las mujeres estaban implicadas en la misma proporción de violencia conyugal  que los hombres).  
                                    4. Brutz, J., &  Ingoldsby, B. B. (1984). Conflict  resolution in Quaker families. Journal of Marriage and the Family,  46, 21-26. Resolución de conflictos en familias cuáqueras. (Se empleó la Escala  de Tácticas de Conflicto con una muestra de 288 cuáqueros –130 hombre y 158  mujeres, hallándose una tasa ligeramente mayor de violencia femenina hacia el  hombre <15.2%> que de violencia masculina hacia la mujer <14.6%>.)  
                                    5. Goldberg, W. G., & Tomlanovich, M. C. (1984).  Domestic violence victims in the emergency department. JAMA,  251, 3259-3264. Víctimas de la violencia doméstica en el departamento de  emergencia. (Se consideró una muestra de 492 patients <275 mujeres, 217  hombres> que buscaron tratamiento en el departamento de emergencias de un  hospital de Detroit, sobre la cual investigaron su experiencia en relación con  la violencia doméstica. Los entrevistados eran en su mayoría Afroamericanos  (78%), de hábitat urbano (90%) y desempleados (60%). Se contabilizaron 107  víctimas de violencia doméstica (22%). Mientras que los resultados indicaron  que el 38 % de las víctimas eran hombres y el 62 % eran mujeres, esta  diferencia por sexos no alcanzó significación estadística).  
                                    6. Jouriles, E. N., & O´leary, K. D. (1985).  Interpersonal reliability of reports of marital violence. Journal  of Consulting and Clinical Psychology, 53, 419-421. Fiabilidad de los informes  sobre violencia doméstica. (Se empleó la CTS con una muestra de 65 parejas en  terapia matrimonial y 37 parejas de la comunidad. Se encontraron niveles  moderados de acuerdo sobre el abuso entre ambos miembros de la pareja, y  similares niveles de violencia manifestada entre ambos miembros).  
                                    7. Langhinrichsen-Rohling, J., & Vivian, D.  (1994). The correlates of spouses´ incongruent reports of marital aggression. Journal  of Family Violence, 9, 265-283. Correlaciones de las denuncias incongruentes de  las esposas sobre agresión conyugal. (En una muestra clínica de 97 parejas que  buscaban terapia de pareja, los autores encontraron, empleando una versión  modificada de la CTS, que el 61% de los esposos y el 64% de las esposas  quedaban clasificados como agresivos, el 25% de los esposos y el 11% de las  esposas como levemente agresivas y el 36% de los maridos y el 53% de las  esposas eran clasificadas como gravemente agresivas. El 68% de las parejas  estaban de acuerdo con el nivel de agresividad global declarado por los  esposos, y el 69% de las parejas lo estaban en cuanto al nivel global de  agresividad de las esposas. Los niveles de agresividad se clasificaban como: no  violentos, levemente violentos o gravemente violentos". Donde aparecían  las discrepancias era en los casos denunciados: el 65% de los esposos estaban  infra-denunciando las agresiones, y el 35% de los esposos estaban  sobre-denunciándolas; en tanto que el 57% de las esposas estaban  infra-denunciando las agresiones y el 43% de ellas las estaban sobre-denunciando.)  
                                    8. Malone, J., Tyree, A., & O´Leary, K. D. (1989).  Generalization and containment: Different effects of past aggression for wives  and husbands. Journal of Marriage and the Family, 51, 687-697.  Generalización y contención: Los diferentes efectos de agresiones pasadas para  esposas y esposos. (En una muestra de 328 se verificó que los hombres y las  mujeres estaban involucrados en similares proporciones de agresión física en el  seno de sus familias de origen y contra sus cónyuges. Sin embargo, los  resultados indican que las mujeres eran más agresivas hacia sus parejas que los  hombres. La agresión era más predecible en las mujeres, v.g., si las mujeres  observaban agresiones parentales o pegaban a sus hermanos, tenían más  probabilidades que los hombres de ser violentas con sus cónyuges.)  
                                    9. Margolin, G. (1987). The multiple forms of  aggressiveness between marital partners: how do we identify them? Journal  of Marital and Family Therapy, 13, 77-84. Las múltiples formas de agresividad  entre parejas casadas: ¿cómo identificarlas? (Se retribuyó a una muestra  voluntaria de 103 parejas por completar la Escala de Tácticas de Conflicto. Se  comprobó que los esposos y las esposas perpetraban niveles similares de  violencia. Específicamente, la incidencia de violencia, tal y como se declaraba  por cada esposo, era: marido contra mujer = 39; mujer contra marido = 41.)  
                                    10. Nisonoff, L., & Bitman, I. (1979). Spouse  abuse: Incidence and relationship to selected demographic variables. Victimology,  4, 131-140. Abusos conyugales: incidencia y su relación con variables  demográficas preseleccionadas. (En una muestra de 297 encuestas telefónicas  <112 hombres, 185 mujeres> se verificó que el 15.5% de los hombres y el  11.3% de las mujeres declaraban haber golpeado a su cónyuge, mientras que el  18.6% de hombres y el 12.7 % de mujeres declaraban haber sido golpeados por su  cónyuge.)  
                                    11. O´Leary, K. D., Barling, J., Arias, I., Rosenbaum,  A., Malone, J., & Tyree, A. (1989). Prevalence and stability of physical  aggression between spouses: A longitudinal analysis. Journal  of Consulting and Clinical Psychology, 57, 263-268. Prevalencia y estabilidad  de la agresión física entre esposos: un análisis longitudinal. (272 parejas  fueron consultadas en relación con las agresiones físicas. Más mujeres que  hombres reconocieron haber agredido físicamente a sus parejas en la fase  prematrimonial <44% vs 31%> y en el curso de los primeros 18 meses de  matrimonio <36% vs 27%>. En los 30 primeros meses de matrimonio la tasa  era superior en el caso de las mujeres, si bien no significativamente <32%  vs 25%>.)  
                                    12. Rollins, B. C., & Oheneba-Sakyi, Y. (1990).  Physical violence in Utah households. Journal of Family  Violence, 5, 301-309. La violencia física en los hogares de Utah. (En una  muestra al azar de 1,471 hogares de Utah, empleando la Escala de Tácticas de  Conflicto, se apreció que la tasa de violencia grave infligida por mujeres era  del 5.3% frente a la tasa del 3.4% de hombres.)  
                                    13. Russell, R. J. H., & Hulson, B. (1992).  Physical and psychological abuse of heterosexual partners. Personality  and Individual Differences, 13, 457-473. Abusos físicos y psicológicos en  parejas heterosexuales. Personalidad y diferencias individuales. (En un estudio  piloto en Gran Bretaña, 46 parejas respondieron a la Escala Táctica de  Conflictos. Los resultados revelan que la violencia de los esposos hacia las  esposas era: violencia en general =25 % y violencia grave = 5.8%;  paralelamente, la violencia de esposas contra hombres era: violencia en general  = 25% y violencia grave =11.3%.)  
                                    14. Stets, J. E., & Straus, M. A. (1990). Gender  differences in reporting marital violence and its medical and psychological  consequences. In M. A. Straus & R. J.Gelles (Eds.), Physical violence in  American families: Risk factors and adaptations to violence in 8,145 families  (pp. 151-166). New Brunswick, NJ: Transaction.  Diferencias de sexo en las denuncias de violencia conyugal y sus consecuencias  médicas y psicológicas. Violencia física en familiar americanas: riesgos,  factores y adaptación a la violencia en 8145 familias. (Proporciona información  sobre la iniciación de la violencia. En una muestra de 297 hombres y 428  mujeres, los hombres reconocieron haber dado el primer golpe en el 43.7% de los  casos, y su pareja lo hizo en el 44.1% de los casos, no pudiendo determinarse  quién fue el primero en golpear en el 12.2% de los casos restantes. Las mujeres  reconocieron haber golpeado en primer lugar en el 52% de los casos y su pareja  lo hizo en el 44.1% de los casos, no pudiéndose discernir quién lo hizo en  primer lugar en el 4.7% de los casos restantes. Los autores concluyen que la violencia  practicada por las mujeres no es primariamente defensiva).  
                                    15. Straus, M. (1980). Victims and aggressors in  marital violence. American Behavioral Scientist, 23,  681-704. (Reviews data from the 1975 National Survey. Víctimas y agresores en  la violencia conyugal. (Se examinó una submuestra de 325 parejas violentas y  determinaron que en el 49.5% de los casos, tanto las esposas como los esposos  cometieron al menos un acto violento. Mientras que el esposo cometió únicamente  el acto violento en el 27.7% de los casos, y las mujeres lo hicieron en el  22.7% de los mismos. Se verificó que 148 esposos violentos tenían un número  medio de 7.1 agresiones por año, mientras que las 177 esposas violentas tenían  una media de 6.8 agresiones al año).  
                                    16. Szinovacz, M. E. (1983). Using couple data as a  methodological tool: The case of marital violence. Journal  of Marriage and the Family, 45, 633-644. Empleando datos de parejas como  herramienta metodológica: El caso de la violencia conyugal. (Se empleó la  Escala de Tácticas de Conflicto con 103 parejas y se halló que la tasa de las  esposas en cuanto a agresiones físicas cometidas era levemente más alta que las  cometidas por los esposos).  
                                    17. Vivian, D., & Langhinrichsen-Rohling, J.  (1996). Are bi-directionally violent couples mutually victimized? In L. K.  Hamberger & C. Renzetti (Eds.) Domestic partner abuse (pp. 23-52). New  York: Springer. ¿Son las parejas bi-direccionalmente violentas mutuamente  victimizadas? En L. K. Hamberger & C. Renzetti (Eds.) Abuso doméstico de la  pareja (pp 23-52) (Los autores averiguaron mediante el empleo de una versión  modificada de la CTS que, en una muestra de 57 parejas mutuamente agresivas, no  habían diferencias significativas entre las declaraciones de esposos y esposas  acerca de la frecuencia y la gravedad de la victimización por agresión. Con  respecto a las heridas, 32 mujeres y 25 maridos declararon la presencia de una  herida física a resultas de la agresión de la pareja. 
                                       
                                    Macroencuestas  
                                    1. Carrado, M., George,  M. J., Loxam, E., Jones, L., & Templar, D. (1996). Aggression in British  heterosexual relationships: a descriptive analysis. Aggressive Behavior, 22,  401-415.La agresión en las relaciones heterosexuales en Gran Bretaña: un  análisis descriptivo. (En una muestra representativa de británicos <984  hombres y 971 mujeres> se concluyó, usando una versión modificada de la CTS,  que el 18% delos hombres y el 13% de las mujeres manifestaban haber sido  víctimas de violencia física en algún momento de sus relaciones heterosexuales.  Específicamente, respecto a las relaciones actuales, el 11 % de los hombres y  el 5 % de las mujeres reportaron haber sido víctimas de una agresión de su  pareja.  
                                    2. Cascardi, M.,  Langhinrichsen, J., & Vivian, D. (1992). Marital aggression: Impact, injury, and health  correlates for husbands and wives. Archives of Internal  Medicine, 152, 1178-1184. Agresión conyugal: Impacto, heridas y correlaciones  para maridos y esposas. (Se examinaron 93 parejas que habían acudido en busca  de terapia de pareja. Se llegó a la conclusión, usando la CTS e informaciones  complementarias que el 71 % de la muestra reportó al menos un incidente de  agresión física en el año anterior. En tanto que hombres y mujeres se mostraban  igualmente proclives a emplear la violencia, las mujeres reportaban daños más  graves. La mitad de las esposas y dos terceras partes de los esposos  manifestaron haber salido indemnes tras la agresión, pero las esposas sufrían  más heridas en el curso de agresiones leves).  
                                    3. Kalmuss, D. (1984). The intergenerational  transmission of marital aggression. Journal of Marriage and  the Family, 46, 11-19. La transmisión intergeneracional de la agresión  matrimonial. (En una muestra representativa de 2,143 adultos se pudo verificar  que la tasa de agresiones graves de maridos contra esposas es del 3.8%, en  tanto que la tasa de agresiones graves de esposas contra maridos es del 4.6%.)  
                                    4. Makepeace, J. M. (1986). Gender differences in  courtship violence victimization. Family Relations, 35,  383-388. Diferencias por sexo en la victimización acontecida en casos de  violencia en el noviazgo. (Una muestra de 2,338 estudiantes <1,059 hombres,  1,279 mujeres> de siete facultades fueron investigados acerca de su  experiencia con la violencia en los noviazgos. Dicha violencia había sido  experimentada por el16.7 % de los entrevistados. Los autores declaran que las  "tasas de comisión de actos y de iniciación de la violencia eran similares  por sexos". En términos de heridas, tanto los hombres (98%) como las  mujeres (92%) declararon que los efectos de la violencia sufrida eran  "nulos o suaves".  
                                    5. Maxfield, M. G. (1989). Circumstances in  supplementary homicide reports: Variety and validity. Criminology,  27, 671-695. Circunstanciasen informes suplementarios de homicidio: Variedad y  validez. (El estudio examina datos de homicidio de los archivos del FBI entre  1976 y1985. Muestra que 9,822 esposas y parejas de hecho de sexo femenino  <57%> fueron asesinadas, comparado con 7,433 esposos y parejas de hecho  de sexo masculino <43%>).  
                                    6. McLeod, M. (1984). Women against men: An  examination of domestic violence based on an analysis of official data and  national victimization data. Justice Quarterly, 1, 171-193.  Mujeres contra hombres: un examen de la violencia doméstica basado en un  análisis de los datos oficiales de ámbito nacional de victimización. (De una  base de datos de 6,200 casos de abusos conyugales en el área de Detroit entre  1978 y 1979, se halló que los hombres agresores usaban armas en un 25% de los  casos, en tanto que las mujeres agresoras las utilizaban en un 86%; el 74% de  los hombres padecieron heridas, y de estos, el 84% requirieron atención médica.  Concluye el estudio con que las víctimas de sexo masculino resultan heridos de  mayor consideración y con más frecuencia que las víctimas femeninas).  
                                    7. Mercy, J. A., &  Saltzman, L. E. (1989). Fatal  violence among spouses in the United States, 1975-85. American  Journal of Public Health, 79,595-599. Violencia mortal entre esposos en los  Estados Unidos, de 1975 a 1985. (Se tomó como punto de partida el examen de las  cifras del FBI sobre homicidios conyugales. Durante los diez años que  transcurren entre 1975 y 1985 se han observado tasas mayores de esposas asesinas  que de hombres asesinos de sus parejas <43.4% vs 56.6%>. Los esposos de  raza negra alcanzaban los mayores índices de riesgo de victimización. Los  uxoricidios entre negros eran 8.4 veces más numerosos que los que se daban  entre blancos. Las tasas de uxoricidio eran 7.7 veces más altas entre  matrimonios interraciales, y el riesgo de convertirse en víctimas tanto de  blancos como de negros se incrementaba cuanto mayor era la diferencia de edad  entre los cónyuges. Las mujeres y los maridos reunían las mismas probabilidades  de morir por arma de fuego en tanto que los maridos tenían mayores  posibilidades de ser apuñalados y las esposas de morir apaleadas. Las  discusiones aparentemente indujeron al asesinato al 67% de los cónyuges  homicidas.  
                                    8. Mihalic, S. W., & Elliot, D. (1997). A social  learning theory model of marital violence. Journal of Family  Violence, 12, 21-46. Un modelo teórico de aprendizaje social sobre la violencia  conyugal. (Basado en los datos de la Encuesta Nacional de la Juventud se  sometió a investigación un modelo de aprendizaje sobre la violencia conyugal.  Para los hombres, la condición étnica, la victimización previa, la tensión  emocional y la satisfacción conyugal predecían tanto la comisión como la  experimentación de violencia leve. En cuanto a la violencia grave, eran la  condición étnica, la clase social y las actitudes reflejadas en el rol sexual  las que predecían la perpetración de violencia conyugal. Para las mujeres, el  factor de predicción más importante de la violencia conyugal tanto leve como  grave era la satisfacción conyugal, si bien la clase social también era un  elemento de predicción. En relación a las mujeres que perpetraban violencia  conyugal, el haber presenciado violencia parental era un factor de predicción  importante junto con la clase social y la satisfacción conyugal. El modelo de aprendizaje  social se mostró más efectivo para mujeres que para hombres.)  
                                    9. Morse, B. J. (1995). Beyond the Conflict Tactics  Scale: Assessing gender differences in partner violence. Violence  and Victims, 10 (4)251-272. Más allá de la Escala de Tácticas de Conflicto:  comprendiendo las diferencias por razón de sexo en la violencia conyugal. Violencia  y víctimas. (Los datos se analizaron a partir de los obtenidos de la Encuesta  Nacional de la Juventud, mediante un estudio longitudinal emprendido en 1976,  con 1,725 individuos que fueron seleccionados de una muestra significativa de  hogares de Estados Unidos y que en 1976 tenían entre 11 y 17 años. Este  estudió, que empleó la técnica de la CTS, se centró en la violencia entre  hombres y mujeres casados o cohabitando durante los años de la investigación:  1983, 1986, 1989, and 1992. Para cada uno de los años, la prevalencia de las  tasas de cualquier tipo de violencia y también de violencia grave eran significativamente  mayores para las mujeres contra los hombres que para los hombres contra las  mujeres. Por ejemplo, en 1983 la tasa de violencia de hombres hacia mujeres era  de 36.7, en tanto que la de mujeres hacia hombres era de 48; in 1986, la tasa  de violencia grave de hombres hacia mujeres era del 9.5, siendo la tasa de  violencia grave de mujeres hacia hombres del 22. En 1992, la tasa de violencia  en general de hombres hacia mujeres era del 20.2, con una tasa de violencia  grave del 5.7; entretanto, la tasa de violencia en general de mujeres hacia  hombres era del 27.9 con una tasa de violencia grave del 13.8. El autor destaca  que el descenso de la tasa de violencia a lo largo del tiempo es atribuible a  la mayor edad delos individuos analizados. Los resultados revelan que "las  mujeres denunciaron más del doble de las veces a sus cónyuges por agresión  durante el año siendo falsa la agresión". En 1986 en torno al 20% de  hombres y mujeres denunciaron que las agresiones habían causado heridas  físicas. En otros años, las mujeres se mostraban más proclives a denunciarse  por haber causado heridas).  
                                    10. Rouse, L. P., Breen, R., & Howell, M. (1988).  Abuse in intimate relationships. A Comparison of married and dating college  students. Journal of Interpersonal Violence, 3, 414-429. El  abuso en las relaciones íntimas. Una comparación de estudiantes en situación de  noviazgo y de casados. (Usada una muestra de 130 universitarios casados (48  hombres, 82 mujeres) y 130 universitarios en situación de noviazgo (58 hombres,  72 mujeres) manifestaron su experiencia de abusos físicos en el curso de sus  relaciones íntimas. Los hombres eran más propensos a denunciar haber sido  víctimas de abusos físicos que las mujeres tanto entre la muestra de casados  como en la muestra de novios.  
                                    11. Sommer, R. (1994). Male and female partner abuse:  Testing a diathesis-stress model. Unpublished doctoral  dissertation, University of Manitoba, Winnipeg, Canadá. Conflictos de pareja,  hombres y mujeres: probando un modelo diatésico. (El estudio contó con dos  olas: la primera entre 1989 y 1990 incluyó una muestra elegida al azar de 452  mujeres casadas o cohabitantes y 447 hombres casados o cohabitantes de  Winnipeg, Canadá; la segunda ola fue entre 1991 y 1992 e incluían 368 mujeres y  369 hombres, todos los cuales habían participado en la primera ola. Los  individuos completaron la CTS y otros instrumentos de consulta. El 39.1% de las  mujeres declararon ser agresoras físicas (el16.2% reportando haber perpetrado  violencia grave) en algún momento de su relación con su pareja varón.  Paralelamente, el 26.3% de los hombres declararon ser agresores físicos (el  7.6% reportando haber perpetrado violencia grave) en algún momento de su  relación con su pareja mujer. Entre los perpetradores de abuso contra su pareja,  el 34.8% de los hombres y el 40.1% de las mujeres declararon haber contemplado  a sus madres pegando a sus padres. Los resultados indican que el 21% de los  varones y el 13% de las mujeres de estas parejas requirieron atención médica  como resultado de un incidente de abuso de su pareja. "Los resultados  también indican que el 10% de las mujeres y el 15% de los hombres perpetraron  abusos contra su pareja en defensa propia".)  
                                    12. Straus, M. A., & Gelles, R. J. (1986).  Societal change and change in family violence from 1975 to 1985 as revealed by  two national surveys. Journal of Marriage and the Family, 48,  465-479. Cambios sociales y en la violencia familiar entre 1975 y 1985 conforme  a las conclusiones de dos investigaciones nacionales. (Se revisaron datos de  dos extensas muestras de investigaciones sobre violencia familiar en parejas  casadas, y se sintetizó que los hombres y las mujeres se agreden mutuamente en  tasas similares, estando las mujeres comprometidas en actos leves de violencia  en una escala mayor que los hombres. El tamaño de la muestra en 1975 fue de  2143 personas, y de 6002 en 1985.)  
                                    13. Straus, M. A., Kaufman Kantor, G., & Moore, D.  W. (1994, August). Change in cultural norms approving marital violence from  1968 to 1994.Paper presented at the American Sociological Association, Los  Angeles, CA. Cambios en las normas culturales que aprobaban la violencia  conyugal desde 1968 hasta 1994. El documento fue presentado en la Asociación de  Sociología de América, en Los Ángeles, California. (Comparaba estudios  dirigidos en 1968, 1985, 1992, and 1994, en relación con la aprobación del  abofeteo por parte de un cónyuge. La aprobación por parte de los maridos ha  decrecido del 21% de 1968 hasta el 13% en 1985, al 12% en 1992 y al 10% en  1994. La aprobación del abofeteo por parte de las mujeres era del 22% en 1968 y  no ha decrecido en todo este tiempo.) 
                                      
                                    Estudios  con variable racial  
                                    1. Kim, K., & Cho, Y. (1992). Epidemiological  survey of spousal abuse in Korea. In E. C. Viano (Ed.)  Intimate Violence: Interdisciplinary Perspectives. (pp. 277-282). Bristol, PA:  Taylor and Francis. Estudio epidemiológico del abuso matrimonial en Corea. En  la editorial E.C. Viano. Violencia íntima: perspectivas interdisciplinarias.  (Se empleó la Escala de Tácticas de Conflicto en entrevistas con una muestra  seleccionada al azar de 1316 coreanos casados <707 mujeres, 609 hombres>.  Comparando con los datos obtenidos entre parejas americanas, los resultados  indican que los hombres coreanos son maltratados por sus esposas el doble que  los americanos, mientras que las mujeres coreanas eran maltratadas por sus  esposos el triple que las mujeres.)  
                                    2. Mwamwenda, T. S. (1997). Husband Battery among the  Xhosa speaking people of Transkei, South Africa. Unpublished  manuscript, University of Transkei, S. A. Malos tratos a esposos de lengua  Xhosa del Transkei, en Sudáfrica. Manuscrito no publicado, de la Universidad de  Transkey, S.A. (Se investigó sobre una muestra de 138 mujeres y 81 hombres  universitarios en Transkei, Sudáfrica, acerca de haber sido testigos de malos  tratos a esposos. Las respuestas revelaron que el 2% de los sujetos habían  visto a su madre pegando a su padre. El 18% vio u oyó de parientes de sexo  femenino que habían golpeado a sus maridos, y el 26% vio u oyó a vecinas que  golpeaban a sus maridos.)  
                                    3. DeMaris, A. (1992). Male versus female initiation  of aggression: The case of courtship violence. In E. C. Viano  (Ed.), Intimate violence: interdisciplinary perspectives. (pp. 111-120).  Bristol, PA: Taylor & Francis. Iniciación de la agresión varón contra  mujer: El caso de la violencia durante las relaciones afectivas. (Examinada una  muestra de 865 universitarios blancos y negros en relación con la iniciación de  la violencia en sus relaciones de noviazgo. Se concluyó que 218 sujetos, 80  hombres y 118 mujeres, habían experimentado o expresado violencia en sus  relaciones afectivas actuales o recientes. Los resultados indicaron que  "cuando uno de los miembros de la pareja podía identificarse como el  instigador habitual de la violencia, ese miembro era más frecuentemente la  mujer. Esta conclusión era igualmente válida en entrevistados blancos y  negros).  
                                    4. O´Keeffe, N. K., Brockopp, K., & Chew, E.  (1986). Teen dating violence. Social Work, 31, 465-468. Violencia  en los noviazgos adolescentes. (Muestra de 256 universitarios de Sacramento,  California., 135 chicas, 121 chicos, con la técnica CTS. El 90% de los  estudiantes eran juniors o seniors, la mayoría procedentes de hogares de clase  media, el 94% estudiantes de rendimiento medio o por encima de la media, y el  65 % eran blancos frente al 35 % negros, hispanos o asiáticos. Resultó que el  11.9% de las chicas (frente al 7.4% de los chicos) admitieron haber sido  perpetradores únicos de violencia física. El 17.8% de las chicas y el 11.6% de  los chicos admitieron que ambos habían sido "tanto víctimas como  perpetradores" de violencia física.)  
                                    5. Plass, M. S., & Gessner, J. C. (1983). Violence  in courtship relations: a southern sample. Free Inquiry in  Creative Sociology, 11, 198-202. La violencia en las relaciones de noviazgo:  una muestra del sur. (En una muestra puntual de 195 alumnos de escuela superior  y universitarios de una gran ciudad sureña, los investigadores emplearon la  escala de Tácticas de Conflicto para examinar la violencia en los noviazgos.  Globalmente, los resultados revelaron que las mujeres eran significativamente  más propensas que los hombres a ser agresoras. Específicamente en relaciones  formales, las mujeres eran tres veces más propensas que los hombres a abofetear  a sus parejas, y siete veces más propensas a darles patadas, morder o  golpearles con los puños. En relaciones esporádicas, si bien las diferencias  por razón de sexo no eran muy acusadas, las mujeres eran más agresivas que los  hombres. Otras conclusiones revelan que los estudiantes de la escuela superior  abusaban más que los universitarios, y que una "mayor proporción de  entrevistados de color eran agresores").  
                                    6. Rouse, L. P. (1988). Abuse in dating relationships:  A comparison of Blacks, Whites, and Hispanics. Journal of  College Student Development, 29, 312-319. Abusos en las relaciones de noviazgo:  una comparación entre negros, blancos e hispanos. (El uso de la fuerza física y  sus consecuencias fueron examinados en una muestra diversa de universitarios.  Eran 130 blancos <58 hombres, 72 mujeres>, 64 negros <32 hombres, 32  mujeres>, y 34 Hispanos <24 hombres, 10 mujeres>. Los hombres eran  significativamente más propensos que las mujeres en cuanto a denunciar el uso  de la violencia física por parte de sus parejas y el haber causado mayor número  de heridas que requerían atención médica. Esta diferencia por criterios de sexo  se evidenciaba entre blancos y negros, pero no entre hispanos.  
                                    7. Ernst, A. A., Nick, T. G., Weiss, S. J., Houry, D.,  & Mills, T. (1997). Domestic violence in an inner-city ED. Annals of  Emergency Medicine, 30, 190-197. Violencia doméstica en  un Centro Urbano. (Consultados 516 pacientes <233 hombres, 283 mujeres>  en un Departamento de emergencias urbano de New Orleans usando el Indice de  Abusos Conyugales, una escala que mide la violencia doméstica. Se detectó que  el 28% de los hombres y el 33% de las mujeres –una diferencia no significativa–  declararon haber sido víctimas de violencia física en el pasado. En términos  étnicos, el 82 % de los sujetos eran Afroamericanos. Los autores declararon  haber hallado diferencias significativas en el número de mujeres vs. El de  hombres que habían denunciado abusos pasados a la policía —19% de mujeres y 6 %  de hombres—).  
                                    8. Hampton, R. L., Gelles, R. J., & Harrop, J. W.  (1989). Is violence in families increasing? A comparison of 1975 and 1985  National Survey rates. Journal of Marriage and the Family, 51, 969-980. ¿Está  creciendo la violencia familiar? Una comparación con las encuestas nacionales  de 1975 y 1985. (Se comparó una muestra de 147 afroamericanos de la estadística  de 1975 con 576 de la de 1985, en relación a la violencia conyugal. Empleando  la CTS, se comprobó que la tasa de violencia global de maridos hacia sus  esposas (169/1000) se mantuvo entre 1975 y 1985, en tanto que la tasa de  violencia general de mujeres hacia sus maridos había aumentado un 33% (de  153/1000 a 204/1000) entre 1975 y 1985. La tasa de violencia grave de esposos  sobre esposas disminuyó un 43% (de 113/1000 a 64/1000) entre1975 y 1985,  mientras que la tasa de violencia grave de esposas sobre sus maridos había  aumentado un 42 % (de 76/1000 a 108/1000) de 1975 a 1985. En 1985, la tasa de  violencia abusiva perpetrada por mujeres negras casi triplicaba la tasa de  mujeres.)  
                                    9. Sorenson, S. B., & Telles, C. A. (1991). Self  reports of spousal violence in a Mexican-American and non-Hispanic white  population. Violence and Victims, 6, 3-15. Auto declarativos de  violencia conyugal en una muestra de población Mejicano-americana y no Hispana.  (Se investigaron 1,243 Mejicano-americanos y 1,149 blancos no Hispanos,  probándose que las mujeres mostraban mayores tasas que los hombres de propinar  golpes, lanzar objetos, iniciar la violencia y golpear primero más de una vez.  Las diferencias por razón de sexo eran significativas sólo para blancos no  Hispanos.)  
                                    10. Straus, M. A., Gelles, R. J., & Steinmetz, S.  K. (1981). Behind closed doors: Violence in the American family, Garden City,  NJ: Anchor. Detrás de las puertas cerradas: Violencia en la  familia americana. (Ofrece los resultados de una encuesta sobre violencia  familiar de ámbito nacional que se llevó a cabo en 1975. En términos  religiosos, se comprobó que los hombres judíos eran los que ostentaban la tasa  menor de violencia conyugal abusiva (1%), mientras que las mujeres judías  tenían una tasa de violencia conyugal abusiva que más que duplicaba la tasa de  las mujeres <7%>, pp. 128-133. La violencia abusiva fue definida como un  "acto que tiene un alto potencial para herir a la persona golpeada"  pp 21-2.)   
                                      
                                    Artículos  
                                    1. Flynn, C. P. (1990). Relationship violence by  women: issues and implications. Family Relations, 36,  295-299. Violencia relacional familiar por parte de las mujeres: puntos clave e  implicaciones. (Un artículo de análisis/revisión que declara "los  investigadores han descubierto recurrentemente que hombres y mujeres, en el  curso de sus relaciones tanto matrimoniales como prematrimoniales, incurren en  las dosis comparables de violencia" El autor también escribe, "La  violencia por parte de las mujeres en el marco de las relaciones íntimas ha  recibido muy escasa atención de parte de los políticos, el público en general,  y hasta muy recientemente, por parte de los investigadores... los hombres  maltratados y las mujeres mal tratadoras han recibido una ´desatención  selectiva´ tanto por los medios de comunicación como por los  investigadores".  
                                    2. Gelles, R. J. (1994). Research and advocacy: Can  one wear two hats? Family Process, 33, 93-95. ¿Puede una  persona llevar dos sombreros? (Lamenta la ausencia de objetividad por parte de  las críticas "feministas" en sus críticas sobre los estudios que  prueban la violencia doméstica perpetrada por mujeres.  
                                    2. George, M. J. (1994). Riding the donkey backwards:  Men as the unacceptable victims of marital violence. Journal  of Men´s Studies, 3,137-159. Cabalgando sobre el burro para atrás: Hombres como  víctimas inaceptables de violencia conyugal. (Una minuciosa revisión de la  literatura que examina hallazgos y aspectos clave referidos a los hombres en  tanto que víctimas, en la misma medida que las mujeres, del abuso de su pareja.  
                                    3. Macchietto, J. (1992). Aspects of male  victimization and female aggression: Implications for counseling men. Journal  of Mental Health Counseling, 14, 375-392. Aspectos sobre la victimización  masculina y la agresión femenina: implicaciones para la asesoría de hombres.  (El artículo revisa la literatura sobre la victimización masculina y la  agresión femenina.)  
                                    4. McNeely, R. L., & Mann, C. R. (1990). Domestic  violence is a human issue. Journal of Interpersonal Violence,  5, 129-132. La violencia doméstica es un problema humano. (Un artículo de la  revista que critica la conclusión de que las mujeres son más proclives que los  hombres en ejercer actos graves de violencia, y que llega a la conclusión de  que "es erróneo clasificar la violencia de las esposas como un problema  inherente a la mujer, en lugar de considerarlo como un problema humano en  general.)  
                                    5. McNeely, R. L., & Robinson-Simpson, G. (1987).  The truth about domestic violence: A falsely framed issue. Social  Work, 32, 485-490. La verdad sobre la violencia doméstica: un problema  falsamente enfocado. (Un artículo de esta revista concluye que las mujeres son  tan violentas como los hombres en sus relaciones domésticas.)  
                                    6. Steinmetz, S. K. (1977-78). The battered husband  syndrome. Victimology: An International Journal, 2, 499-509.El  síndrome del esposo maltratado. (Un artículo pionero que sugiere que la  incidencia de los golpes a los maridos es similar a la incidencia de los golpes  a las esposas).  
                                    7. Steinmetz, S. K. (1980). Women and violence:  victims and perpetrators. American Journal of Psychotherapy,  34, 334- 350. Mujeres y violencia: víctimas y ejecutores. (Examina la aparente  contradicción en el papel de las mujeres como víctimas y perpetradoras de  violencia doméstica.)  
                                    8. Straus, M. A. (1993). Physical assaults by wives: A  major social problem. In R. J. Gelles & D. R. Loseke (Eds.), Current  controversies on family violence pp. 67-87. Newbury Park, CA: Sage.  Ataques físicos llevados a cabo por mujeres: un problema social grave (Revisa  la literatura al respecto y concluye que las mujeres iniciaron los asaltos  físicos sobre sus parejas tan a menudo como los hombres).  
                                    9. Thompson Jr., E. H. (1991). The maleness of  violence in data relationships: an appraisal of stereotypes. Sex  Roles, 24, 261-278. La masculinidad de la violencia en relaciones comprobadas:  una evaluación de estereotipos. (En una presentación más extensiva de su  artículo fechado en 1990, el autor concluye que "Una orientación más  masculina y/o una orientación menos femenina y las variaciones en la seriedad  de la relación probaron ser los dos predictores más fuertes de la involucración  en la violencia durante los noviazgos por parte de los dos miembros de la  pareja).  
                                    10. Tyree, A., & Malone, J. (1991). How can it be  that wives hit husbands as much as husbands hit wives and none of us knew it?  Paper presented at the annual meeting of the American Sociological Association.  ¿Cómo  puede ser que las esposas golpeen a los esposos tanto como los esposos golpean  a las esposas y que ninguno lo supiéramos? Documento presentado en la  convención anual de la Asociación americana de Sociología. (Revisa la  literatura y analiza los resultados de su estudio dirigido a la prevención de  la violencia conyugal. Prueba que la violencia femenina está correlacionada con  un historial de golpes a los hermanos y a un intento de mejorar el contacto con  sus parejas).  
                                    11. White, J. W., & Kowalski, R. M. (1994).  Deconstructing the myth of the non-aggressive woman: A feminist analysis. Psychology  of WomenQuarterly, 18, 487-508. Desmontando el mito de la mujer no agresiva: un  análisis feminista. (Una revisión y análisis que reconoce que las mujeres  "igualan o superan a los hombres en número de actos agresivos confesados  haberse cometido en la familia" Examina un elenco de explicaciones para  justificar tales agresiones.) 
                                     
                                           
                                    Otros  estudios y metodologías  
                                    1. Fiebert, M. S.,  & Gonzalez, D. M. (1997). Women  who initiate assaults: The reasons offered for such behavior. Psychological  Reports, 80, 583-590. Mujeres que inician episodios violentos: las razones  ofrecidas en justificación de tales comportamientos. (Una muestra de 968  mujeres, extraída fundamentalmente de cursos universitarios del área sur de  California, fue investigada en relación con la iniciación de violencia física  sobre sus parejas (varones). El 29% de las mujeres, n=285, revelaron que ellas  habían iniciado la violencia durante los pasados cinco años. Las mujeres entre  20 y 30 años se mostraban más proclives para agredir que las de 30 años en  adelante. En cuanto a las razones, las mujeres aparentemente agredieron por pensar  que sus parejas varones no sufrirían heridas o que no se tomarían revancha  alguna. La mujeres también afirmaron que habían ejercido violencia sobre sus  parejas porque querían llamar su atención, particularmente en el aspecto  emocional.)  
                                    2. Gonzalez, D. M. (1997). Why females initiate  violence: A study examining the reasons behind assaults on men. Unpublished  master´s thesis, California State University, Long Beach. Por qué las mujeres  inician la violencia: un estudio que examinaba las razones que motivaban los  ataques hacia hombres. (225 mujeres universitarias participaron en una  investigación que examinaba su historia pasada y sus justificaciones para  iniciar agresiones contra sus parejas varones. Los sujetos también respondieron  a 8 escenarios de conflictos en los cuales se ofrecía información relativa a  posibles razones para la iniciación de la agresión. Los resultados indicaban  que el 55 % de los sujetos admitían haber iniciado agresiones físicas hacia sus  parejas varones en algún momento de sus vidas. Siendo la razón más comúnmente  alegada que la agresión era una reacción espontánea a la frustración).  
                                    3. Lillja, C. M. (1995). Why women abuse: A study  examining the function of abused men. Unpublished master´s  thesis, California State University, Long Beach. Por qué abusan las mujeres: un  estudio que examina la función de hombres que han padecido abusos. Tesis  doctoral no publicada de la Universidad estatal de California, Long Beach (Una  revisión sobre la literatura que examina el tema de los hombres en tanto que  víctimas de ataques de mujeres. Incluye un cuestionario original para medir la  veracidad de la asunción de que las mujeres que carecen de apoyo social para  combatir el estrés muestran probabilidades de cometer violencia doméstica  
                                    4. Fiebert, M. S. (1996). College students´ perception  of men as victims of women´s assaultive behavior. Perceptual  & Motor Skills, 82, 49-50. La percepción de los universitarios sobre los  hombres como víctimas de un comportamiento agresivo. (371 universitarios <91  hombres, 280 mujeres> fueron investigados en relación con el conocimiento  que tenían y la aceptación de los datos de investigaciones que revelaban  comportamientos violentos por parte de mujeres. La mayoría de los sujetos (63%)  eran totalmente desconocedores de que el índice de malos tratos era similar  para los hombres que para las mujeres; un porcentaje ligeramente superior de  mujeres que de hombres (39% vs 32%) manifestaba estar familiarizadas con este  dato. En cuanto a la aceptación de la validez de estos datos, la mayoría de los  sujetos (65%) aceptaron la validez del dato, con un mayor porcentaje de hombres  (70% vs 64%) manifestando dicha aceptación.)  
                                    5. Feather, N. T. (1996). Domestic violence, gender  and perceptions of justice. Sex Roles, 35, 507-519.Violencia  doméstica, género y percepciones de la justicia. (A 109 hombres y 111 mujeres  de Adelaida, Sur de Australia, les fue presentado un escenario hipotético en el  cual, bien el esposo o bien la esposa perpetraban violencia doméstica. Los participantes  fueron significativamente más negativos en su evaluación del esposo que en la  de la esposa, mostrándose más comprensivos con la esposa y manifestando su  creencia de que el esposo merecía penas más duras por su comportamiento).  
                                    6. Saenger, G. (1963). Male and female relations in  the American comic strip. In D. M. White & R. H. Abel (Eds.), The funnies,  an American idiom (pp. 219-231). Glencoe, NY: The Free  Press. Relaciones entre hombres y mujeres en las tiras cómicas americanas (Se  examinaron veinte ediciones consecutivas de todas las tiras cómicas de nueve  periódicos de Nueva York en octubre de 1950. Los resultados revelaban que los  esposos eran víctimas de agresiones en el 63% de las situaciones de conflicto.  Adicionalmente, las esposas eran más agresivas en el 73% de las situaciones  domésticas; en el 10 % de dichas situaciones ambos eran igualmente agresivos y  sólo en el 17% de las situaciones eran los esposos más violentos que las  esposas.  
                                    7. Sommer, R., Barnes, G. E. & Murray, R. P.  (1992). Alcohol consumption, alcohol abuse, personality and female perpetrated  spouse abuse. Journal of Personality and Individual Differences,  13, 1315-1323. Consumo de alcohol, abuso de alcohol, personalidad y abusos  conyugales perpetrados por mujeres. (Se analizaron las respuestas de una  submuestra de 452 mujeres extraídas de una muestra de 1257 residentes de  Winnipeg. Empleando la CTS, se evidenció que el 39% de mujeres habían  practicado agresiones contra sus parejas varones en algún momento de su  relación. Las mujeres más jóvenes, con alta puntuación en la escala P de  Eysenck eran las más propensas a perpetrar violencia. Nota: la muestra de los  individuos es la misma que la citada en la disertación de Sommer en 1994.)  
                                    8. Steinmetz, S. K. (1981). A cross cultural  comparison of marital abuse. Journal of Sociology and Social  Welfare, 8, 404-414. Una comparación multicultural del abuso conyugal.  (Empleando una versión modificada de la CTS, se examinó la violencia conyugal  en pequeñas muestras de seis sociedades: Finlandia, Estados Unidos, Canadá,  Puerto Rico, Belice e Israel. Se comprobó que "en cada sociedad, el  porcentaje de hombres que empleaban la violencia era similar al porcentaje de  esposas violentas". La mayor excepción era Puerto Rico, donde los hombres  eran más violentos. El autor también manifiesta que "las esposas que  empleaban la violencia... tendían a hacerlo en mayores proporciones.)  
                                    9. Stets, J. E. & Henderson, D. A. (1991).  Contextual factors surrounding conflict resolution while dating: results from a  national study. Family Relations, 40, 29-40. Factores  contextuales en torno a la resolución de conflictos durante el noviazgo:  resultados de una investigación de ámbito nacional. (Obtenido de una  investigación telefónica nacional con muestra elegida al azar, se consideraron  novios de edades comprendidas entre los 18 y los 30 años, solteros, que nunca  habían contraído matrimonio con anterioridad y con relaciones de noviazgo  durante el año anterior que hubiese durado al menos dos y con al menos seis  citas. Fueron examinados con la Escala de Tácticas de Conflicto. Las  conclusiones revelaban que más del 30% de los individuos utilizaban las  agresiones físicas en sus relaciones, el 22% de los hombres y el 40% de las  mujeres habiendo manifestado usar alguna forma de agresión física. Las mujeres  eran "seis veces más propensas que los hombres para infligir agresiones  graves <19.2% vs. 3.4%>...Los hombres eran dos veces más propensos que  las mujeres a reconocer haber recibido agresiones graves <15.7% vs.  8%>." También se supo que los sujetos más jóvenes y aquellos de menor  status socioeconómico eran más propensos a emplear las agresiones físicas.)  
                                    10. Straus, M. A. (1995). Trends in cultural norms and  rates of partner violence: An update to 1992. In S. M. Stich & M. A. Straus  (Eds.) Understanding partner violence: Prevalence, causes, consequences, and  solutions (pp. 30-33). Minneapolis, MN: National Council on  Family Relations. Tendencias en las normas culturales y tasas de violencia en  la pareja: una actualización al estudio de 1992. En S. M. Stich & M. A.  Straus (Eds.) Comprendiendo la violencia de la pareja: Prevalencia, causas,  consecuencias y soluciones. (Manifiesta haber descubierto que mientras que la  aprobación de un marido que abofetea a su esposa declinó dramáticamente entre  1968 y 1994 <21% to 10%> la aprobación de una esposa que abofetea a su  esposo no declinó, sino que permaneció en un 22% durante el mismo periodo. La  razón más frecuentemente mencionada para justificar el abofetear a la pareja  es, para ambos sexos, la infidelidad conyugal. También informa que los ataques  físicos graves protagonizados por hombres declinaron en un 48% desde 1975 hasta  1992, desde una proporción del 38/1000 hasta la del 19/1000, mientras que los  ataques físicos graves protagonizados por mujeres no se han visto reducidos en  ese periodo, continuando en una tasas de 40/1000. El estudio sugiere que las  manifestaciones de los poderes públicos deberían dirigirse hacia las mujeres  que perpetran violencia y que los programas escolares deberían "reconocer  explícitamente y condenar la violencia ejercida por las niñas en la misma  medida que la ejercida por los niños".)  
                                    11. Straus, M. A., & Kaufman Kantor, G. (1994,  July). Change in spouse assault rates from 1975-1992: A comparison of three  national surveys in the United States. Paper presented at the Thirteenth World  Congress of Sociology, Bielefeld, Germany. Cambios en las tasas de  agresión conyugal entre 1975 y 1992: Una comparación de tres encuestas  nacionales en Estados Unidos. Documento presentado en el Decimotercer Congreso  de Sociología en Bielefeld, Alemania. (Señala que la tendencia decreciente de  ataques graves por parte de maridos que se evidenció en la encuesta nacional  entre 1975 y 1985 se ha mantenido en la encuesta de 1992, mientras que las  esposas mantuvieron tasas más altas de agresiones.)  
                                    12. Sugarman, D. B., & Hotaling, G. T. (1989).  Dating violence: Prevalence, context, and risk markers. In M. A. Pirog-Good  & J. E. Stets (Eds.) Violence in dating relationships: Emerging social  issues (pp.3-32). New York: Praeger. Violencia en los  noviazgos: Prevalencia, contexto y síntomas del riesgo. En M. A. Pirog-Good  & J. E. Stets (Eds.) Violencia en las relaciones de noviazgo: Temas  sociales emergentes (pp. 3-32). (Se revisaron 21 estudios de comportamiento en  el noviazgo y apreciaron que las mujeres declararon haber expresado violencia  en tasas más altas que los hombres <329/1000 casos vs. 393/1000 casos).  
                                    13. Tang, C. S. (1994). Prevalence of spouse  aggression in Hong Kong. Journal of Family Violence, 9, 347-356.  Prevalencia de la agresión conyugal en Hong Kong. (Los individuos entrevistados  eran 382 pregraduados <246 mujeres, 136 hombres> en la universidad china  de Hong Kong. Se empleó la CTS para obtener la evaluación de las reacciones de  sus padres durante un conflicto familiar. El 14% de los estudiantes declararon  que sus padres estaban involucrados en violencia física. "Las madres eran  tan propensas como los padres para usar de la violencia física contra sus  cónyuges".)  
                                    14. White, J. W., & Humphrey, (1994). Women´s  aggression in heterosexual conflicts. Aggressive Behavior,  20, 195-202. Agresión femenina en conflictos heterosexuales. Comportamiento  agresivo. (829 mujeres de 17 - 18 años de edad, recién incorporadas a la  universidad, completaron la CTS y otros instrumentos de obtención de  información. Los resultados revelaban que el 51.5% de las entrevistadas  practicaron violencia física al menos una vez en sus relaciones de noviazgo  anteriores y, en el año anterior, el 30.2% reconocieron haber agredido  físicamente a sus parejas varones. El uso de la agresión física en el pasado  era el mejor predictor de la agresión actual. Haber presenciado una agresión  entre sus padres también era un factor predictor de las agresiones actuales.)  
                                    Fuente: conocereisdeverdad.org  |