Después de 4 años los resultados son contrarios a los fines que pretendía; los divorcios se han multiplicado por 2,5 y ya representan el 93% de las rupturas
En los divorcios quienes acaban pagando un alto precio
son los hijos: ya son más de dos millones los afectados
En 2005 el Gobierno socialista conseguía aprobar la Ley 15/2005, más conocida como la ‘ley del divorcio exprés’. Después de cuatro años de funcionamiento, el fracaso de la ley es evidente: ahora hay más conflictividad en los procesos de separación, más rupturas y más violencia machista y feminicidios.
De esta manera, desde la perspectiva de los fines que pretendían los impulsores de la ley, o sea disminuir la conflictividad y las rupturas, el resultado ha sido todo lo contrario.
Así lo constata el informe del Instituto de Política Familiar (IPF) de julio-agosto 2009, donde se muestra que los divorcios se han multiplicado por 2,5 y ya representan el 93% de las rupturas, o que el 40% de las rupturas son conflictivas.
Un divorcio cada 4,3 minutos
El informe del IPF recuerda que la entrada en vigor de la ‘ley del divorcio exprés’ introdujo tres elementos negativos en los procesos de ruptura: la “eliminación del tiempo de separación previo (plazo de reflexión) al acceso al divorcio”; la “unilateralidad”; y que se produjera “sin concurrencia de causa alguna”.
Estas tres cuestiones convirtieron la ley española en una excepción en el contexto jurídico europeo, ya que “ningún país europeo admite la voluntad unilateral de uno de los esposos sin la concurrencia de causa alguna o sin un plazo de reflexión durante el cual se madure la decisión de poner fin al vínculo matrimonial”, tal como señala un informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Las consecuencias de esta anomalía son bien visibles, ya que “los divorcios se han incrementado en un 140% en apenas cuatro años de ley” y “en la actualidad se produce un divorcio cada 4,3 minutos”, denuncia el IPF.
Mientras en 2004 se divorciaban 140 matrimonios cada día, en la actualidad lo hacen 334 matrimonios diarios, añade el informe.
El total de divorcios desde la promulgación de la Ley 15/2005 ha pasado de ser 1.103.900 a principios de ese año a los más de 1.695.000 a finales de 2008 (1.744.000 en el primer trimestre de 2009), con un aumento de más de 640.000 personas divorciadas o separadas.
Además, “tan solo una de cada 14 rupturas son separaciones (periodo de reflexión)”. Y es que “el divorcio ha pasado de ser minoritario con respecto a las separaciones (el divorcio representaba el 40% de las rupturas) a convertirse en procedimiento casi unánime (el 93% de las rupturas)”, aclara el IPF.
Al mismo tiempo, como consecuencia de estas rupturas familiares, cabe significar que “el número de hijos afectados supera ya los 2 millones de hijos”, resalta el informe.
En ese sentido, otra de las cuestiones que ha marginado la ‘ley del divorcio exprés’ es la mediación familiar, tan útil en procesos de ruptura, sobre todo si no hay causas graves. Así lo consideran los terapeutas de pareja: “si acuden a terapia, más del 60% supera la crisis”.
Incremento de agresiones y feminicidios
Por otra parte, es un hecho ya probado que desde que se puso en funcionamiento la llamada Ley de Violencia de Género, en diciembre de 2004, y la nueva ley del divorcio, no sólo no se ha conseguido frenar la violencia doméstica, sino que ha aumentado el número de agresiones y de feminicidios.
Uno de los factores que incide notablemente en ese aumento de agresividad machista son precisamente las rupturas contenciosas, ya que fuerzan situaciones extremas en las que la mujer suele ser la parte más perjudicada desde el punto de vista de las agresiones.
La cuestión es que judicializar el conflicto familiar no es la solución y la mediación es la vía más recomendable en casos de ruptura, algo que no contempla ninguna de las dos leyes a las que hacemos referencia y que reclaman los expertos.
22/07/2009
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