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                                    De acuerdo con una  investigación realizada por especialistas de varias universidades del país, no  sólo el acoso sexual va en crecimiento, sino también el acoso psicológico. 
                                    En México crece desmedidamente la  violencia laboral, que en sus diferentes formas se convierte en un mobbing. Es  decir "linchamiento emocional en el trabajo", que se traduce en actos  que cada vez son más frecuentes como el acoso sexual, descalificación del  desempeño del empleado, asignarle cargas mayores, magnificar sus errores,  ignorarlo o amenazarlo verbalmente. 
                                    De acuerdo con una  investigación realizada por especialistas de varias universidades del país,  como la UAM, la UNAM, el IPN y la UdeG, no sólo el acoso sexual  va en crecimiento, sino también el acoso psicológico, como forma de violencia  simbólica extrema a la que hay que poner atención. 
                                    Florencia Peña  Saint Martin, antropóloga y maestra en medicina social por la Universidad Autónoma  Metropolitana (UAM) menciona que el mobbing es una forma de expresión de la  violencia en los espacios laborales, y que es un término acuñado por el  psicólogo alemán Heinz Leymann en 1982, que en su consultorio llegaban personas  destrozadas emocionalmente con un mismo padrón: acoso laboral. 
                                    Peña resalta en  entrevista que ese fenómeno ha derivado en el suicidio de 5% de quienes se  tiene registro que lo padecen. 
                                    Otros efectos  pueden depender de la resistencia emocional de la persona, pues es común que la  víctima se someta a tortura sicológica y deriva en fenómenos como el ausentismo  laboral, ausencia de compromiso del trabajador con la institución. 
                                    La investigadora  precisa que el mobbing se relaciona con la lucha por el poder, que está  presente casi en todos los ámbitos de la vida cotidiana, en los negocios,  instituciones, política, hogar y trabajo. 
                                    "Nos llegamos  a encontrar ante actitudes depredadoras que buscan la deliberada destrucción  sicológica y la aniquilación moral del rival, ocasionando daños graves a su  salud". 
                                    Dolores Vargas,  empleada de un consorcio editorial, considera que es víctima de mobbing.  "No ha sido tanto como para pensar en el suicidio, pero sí en dejar mi  trabajo, lo cual no he hecho por necesidad". 
                                    ¿Por qué crees que eres una víctima? 
                                    Porque la mayoría  en mi oficina son hombres y creo que en algunas cosas he destacado más que  varios. Yo cumplo cabalmente con todo lo que se me encarga y hago otras cosas  por iniciativa propia y si llego a retrasarme en algo o a tener un error leve,  se me recrimina exageradamente, y veo que si alguno de mis compañeros que han  conformado una especie de clan de bebedores llega tarde de comer o no cumple  con todo, el jefe no le llama la atención. 
                                    Dolores comentó que  en un principio situaciones como esta se daban porque "son hombres",  pero con el tiempo ha escuchado, sin que ellos se den cuenta, que se burlan y  se expresan despectivamente de ella. "Me han estado grillando desde hace  mucho tiempo. Incluso uno de ellos más porque cree que invadí funciones que a  él le corresponden y el trabajo lo hice mejor que lo que él ha hecho". 
                                    En tal sentido, en  la investigación plasmada en un libro editado por la UAM, se señala que el acoso  laboral parece intensificarse en las condiciones que privan en el empleo formal  y se vincula con la distribución del poder. También, en el ritmo y la  intensidad del trabajo, la productividad en los centros laborales y la  competencia entre los empleados. 
                                    De acuerdo con el  texto, no existen cifras sobre las personas que han sido víctimas, pero en una  encuesta realizada entre 307 personas en Guadalajara, Jalisco, coordinada por  Manuel Pando y Carolina Aranda, de la Universidad de Guadalajara, 38.6% reportó la  presencia de comportamientos de violencia sicológica alta, 47.7% media y 13.7%  baja. 
                                    Ligia Esther  Cortés, de la   Universidad Autónoma de Yucatán, define al mobbing en México como "una conducta grupal,  sistematizada, dolosa y destructiva, dirigida a un individuo de apariencia  tranquila, cumplido, buena persona o buen trabajador que lo agarran de  ?puerquito? o de ?barquito?, en donde un cabecilla incita y logra que se haga  causa común para fastidiarlo hasta dejarlo en situación de desventaja,  indefenso, con todas las de perder, es decir, desmoralizado". 
                                  Fuente El Universal 2009  |