Agresividad, manipulación, falta de responsabilidad, escaso autocontrol, egoísmo, poca tolerancia a la frustración… son algunas de las conductas que exhiben cada vez más los niños y los adolescentes en la sociedad actual.
En los últimos años estamos asistiendo a un aumento de episodios violentos protagonizados por menores. Imágenes de niños que agreden a sus compañeros y que después de grabarlo con sus teléfonos móviles, cuelgan los vídeos en Internet, adolescentes que acosan sexualmente, niños que son capaces de pegar a sus propios padres… forman parte de la realidad que nos envuelve.
Estos dramáticos sucesos parecen entrar en contradicción con un mundo en el que el acceso a la información sobre cómo educar a los hijos es ingente. Pero ¿por qué proliferan tantos libros, revistas y programas de televisión dirigidos a mejorar nuestra actuación como padres? ¿Acaso queremos ser padres superperfectos y tener hijos superperfectos? Probablemente, lo que ocurre es que estamos ávidos por encontrar soluciones rápidas a los problemas con nuestros hijos, para evitar pensar o reflexionar demasiado.
Basándose en su larga experiencia como psicóloga y educadora, Alicia Banderas, analiza en este libro qué está fallando para poner freno a las conductas dictatoriales de los hijos y promover un halo de esperanza a ese desconsuelo. La autora comparte sus reflexiones y proporciona consejos para encontrar los errores más comunes y las fisuras más frecuentes en la comunicación y mejorar así las relaciones con los adolescentes.
Se trata de un libro reflexivo y eminentemente práctico dirigido a padres, madres y educadores. Estructurado en 6 capítulos, tiene por objetivo fundamental que el lector comprenda que pueden hacer los padres para evitar que sus hijos se conviertan en tiranos. El primer capítulo del libro ofrece la respuesta a la principal pregunta ¿qué es un niño tirano?; el segundo, habla sobre la importancia del refuerzo positivo y las líneas maestras para aprender a aplicarlo; seguido del tercero que explica cómo enseñar a tu hijo a obeceder y a cumplir con sus responsabilidades; el cuarto habla sobre el concepto de la responsabilidad, aplicado a todos los aprendizajes que tienen que llevar a cabo los niños para desarrollarla; el quinto, sobre el autocontrol y lo que le ocurre a un niño para que sea capaz de agredir a sus padres, profesores o a la policía; finalmente, el sexto capítulo habla sobre los estilos educativos y ayuda al lector a conocer cómo ejercer la autoridad. En cada uno de los capítulos se exponen numerosos casos prácticos que se apoyan en situaciones reales con las que ha tratado la autora a lo largo de su trayectoria profesional.
La autora argumenta que este libro ha sido concebido desde un enfoque preventivo y de intervención, poniendo sobre la mesa las herramientas que aporta la psicología actual para dotar a los padres de las estrategias y habilidades necesarias para afrontar la difícil tarea de educar.
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