Actitud médica ante la muerte.
                                        Dentro de los esquemas tradicionales de la Medicina, una vez   que se establece el diagnóstico de una enfermedad terminal, suelen darse dos   tipos de conducta por parte del equipo terapéutico:
                                            
                                          -Abandono 
                                          -Encarnizamiento terapéutico 
                                          
                                          En el primer caso, se despide al   paciente considerando que "no hay nada más que hacer", y se asigna a la familia   o bien a los cuidadores principales la enorme responsabilidad de hacerse cargo   en su domicilio, de las situaciones a veces verdaderamente críticas que pueden   darse en estos grados de avance de la enfermedad. Esto suele originar   situaciones difíciles; usualmente los servicios de Urgencias de los Hospitales   reciben las continuas visitas de los pacientes más descompensados, donde en el   mejor de los casos, se trata de estabilizar la situación y se envían de regreso   a su casa. Esto además de originar un gasto importante para los hospitales, no   hace sino aumentar la incertidumbre de pacientes y familias, que se sienten   rechazadas o poco atendidas en estos lugares, y es cuando las Medicinas   alternativas cobran un protagonismo, que en muchas ocasiones es exagerado o mal   encaminado.
                                          
                                          En otras ocasiones la actitud es radicalmente opuesta, y bajo   la "consigna médica" de luchar por la vida hasta el último instante, los   pacientes son víctimas de tratamientos "curativos", agresivos y   descontextualizados, cuyos efectos secundarios y escasa mejoría implican un   elevadísimo costo físico y psíquico.
                                          
                                          Cualquiera de las dos posturas   expuestas, además de representar una gravísima deficiencia de los sistemas de   salud, implican un gasto institucional terriblemente elevado (1).
                                        Introducción y definiciones.
                                        En las últimas décadas del siglo XX, surge en Inglaterra la   Medicina Paliativa, en respuesta a la inminente necesidad de atención que   demandan los enfermos terminales. El resto de Europa y Norteamérica se sumaron   progresivamente al Movimiento Paliativista, y hacia el final de la década de los   80´s la comunidad médica internacional reconoció que la Medicina Paliativa se   había convertido más que en un lujo, en una nueva especialidad, que viene a   cubrir los enormes vacíos que en la atención médica existen, a partir de que se   establece el diagnóstico de terminalidad. En Inglaterra (1987) la Medicina   Paliativa fue reconocida como una especialidad médica. Esta nueva especialidad   médica incuestionablemente surgió y creció a partir del modelo británico   conocido como "hospice".
                                            
                                          Un problema de la terminología paliativa son las   definiciones. ¿A qué se le puede llamar terminal?, ¿se refiere a las últimas   horas, días, semanas o incluso meses de vida? La ambigüedad de la frase   "paciente terminal" es obvia e implica dificultades para usarla. Mucho más   importante que la ambigüedad es la perspectiva negativa y pasividad con la que   frecuentemente se aborda el problema. El concepto "terminal" lleva implícita la   idea de que todo está terminado, y que no hay tiempo u oportunidad para hacer   más, y que cualquier iniciativa de tratamiento activo está injustificada. 
                                          
                                          La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha propuesto su propia   definición: "Es el cuidado activo y total de aquéllas enfermedades que no   responden a tratamiento curativo. El Control del dolor, y de otros síntomas, así   como la atención de aspectos psicológicos, sociales e incluso espirituales, es   primordial. La meta de la Medicina Paliativa es conseguir la mejor calidad de   vida de sus pacientes y sus familias"; además, la OMS agrega que ..."la Medicina   Paliativa afirma la vida, y acepta la muerte como un proceso natural ... no   acorta ni alarga la vida, proporciona alivio del dolor y de otros síntomas   estresantes... integra los aspectos psicológicos y espirituales en el cuidado,   ofrece un sistema de apoyo para ayudar a los pacientes a vivir tan activamente   como sea posible hasta la muerte, y apoya a la familia durante la enfermedad del   paciente y durante el duelo" (2).
                                          El mejorar la atención de enfermos en fases   avanzadas es uno de los retos que tiene planteados la Medicina en esta década.   En respuesta a esta apremiante necesidad, surgió la Medicina Paliativa, también   llamada Cuidados Paliativos.
                                          
                                          Los principios de los Cuidados Paliativos   han demostrado ser útiles para la atención de gran número de condiciones   distintas, y son aplicables desde las fases iniciales de la evolución de la   enfermedad, hasta el mismo proceso de morir. Promueven la participación activa   de la familia durante el proceso de morir, y establecen medidas de atención del   duelo (3).
                                          
                                          Los Cuidados Paliativos representan una Medicina más   interesada en el paciente y en la familia como un todo, que en la enfermedad en   sí. Son una buena solución a las situaciones difíciles de la terminalidad y una   excelente alternativa del costoso encarnizamiento terapéutico y del abandono,   actitudes que conviene prevenir. Los Cuidados Paliativos encierran una gran   promesa de valores científicos y éticos, y no deben ser considerados un lujo,   sino una forma más solidaria de afrontar el natural advenimiento de la muerte   (4).
                                          Hay que destacar, que la filosofía Paliativa no está a favor de la   eutanasia, pero tampoco comparte la idea de prolongar la vida con métodos de   soporte que sólo alargan la agonía y el sufrimiento en los casos francamente   terminales (5).
                                        Situación global y nacional.
                                        A nivel mundial, ésta es una materia de estudio reciente, sin   embargo, muchos países (predominantemente los europeos) en pocos años han   logrado un importantísimo y admirable progreso en este sentido (6); por lo que   resulta contrastante la pobre atención que hoy por hoy se brinda a este tipo de   enfermos en países como el nuestro. 
                                            
                                          México es un país que ciertamente   tiene áreas médicas muy desarrolladas; sin embargo, ésta no es una de ellas, y   la comunidad médica tiene un desconocimiento casi absoluto de la Medicina   Paliativa. Es lamentable la poca información que hasta nosotros llega sobre el   tema; el que no existan recursos para la formación del personal adecuado, y la   poca infraestructura para la atención de los enfermos que desafortunadamente no   tienen posibilidades de curación y morirán a corto plazo. También es cierto, que   ésta área médica no figura dentro de las prioridades de salud de países como el   nuestro, pero considerando que por ejemplo, las enfermedades oncológicas   representan una de las primeras causas de mortalidad en este país, es obvia y   urgente la necesidad de incorporarse a ésta nueva visión global del cuidado de   los pacientes terminales.
                                        ¿Tratamientos curativos versus paliativos? (7)
                                        Los tratamientos curativos y paliativos no son mutuamente   excluyentes, sino que son una cuestión de énfasis en diferentes etapas de la   enfermedad. En el momento que se agota un tratamiento curativo, se entra en una   etapa de franca progresión de la enfermedad, por lo que se deberán reorientar   los objetivos terapéuticos exclusivamente al bienestar del enfermo y su familia.   El único papel del tratamiento específico será en estas circunstancias, ayudar a   la paliación de los síntomas que aquejen al paciente.
                                        Situación de enfermedad terminal.
                                        Se han establecido criterios bien definidos para poder   catalogar a un enfermo como terminal, y son (8):
                                            
                                          -Diagnóstico de   enfermedad avanzada, progresiva e incurable 
                                          -Falta de respuesta al   tratamiento específico 
                                          -Pronóstico de vida no mayor a 6 meses 
                                          -Numerosos   síntomas intensos, multifactoriales y cambiantes 
                                          -Gran impacto emocional en   el paciente, familia y equipo terapéutico 
                                          -Enfermos que ameritan apoyo   paliativo.
                                          
                                          Los Cuidados Paliativos incluyen la atención de pacientes que   sufren padecimientos que los llevarán a la muerte a corto plazo, generalmente en   un contexto de dolor de difícil control. Una proporción importante de ellos,   padecen enfermedades oncológicas; otro grupo que requiere atención es el de   aquellos que sin ser oncológicos, también tienen una pobre expectativa de vida,   como es el caso de los pacientes con SIDA en fases avanzadas, o insuficiencias   orgánicas no trasplantables (renal, hepática, cardiaca, etc.); enfermedad de   motoneurona; algunos padecimientos geriátricos (demencias), etc. Por el grado de   avance y complejidad de sus padecimientos, se encuentran fuera de todo intento   curativo, es decir, los tratamientos médicos hasta hoy conocidos no son útiles   en la resolución definitiva de estas enfermedades. 
                                          
                                          Clásicamente, se ha   catalogado a estas personas, como pacientes desahuciados, que por ser   considerados como un “fracaso médico”, al no poder ofrecérseles oportunidades de   curación, son francamente abandonados a su suerte en la última y más difícil   etapa de sus vidas; o en el otro extremo, soportan un verdadero "encarnizamiento   terapéutico, a base de tratamientos “curativos”, radicales e inapropiados y, sin   ninguna posibilidad de éxito; cuando menos, eso es lo que ocurre en regiones   como Latinoamérica.
                                          
                                          La esencia de los Cuidados Paliativos contiene un   cambio de actitud médica y social. Aún en los últimos días de la vida, es   posible ofrecer cuidado por médicos, enfermeras, parientes y voluntarios, y este   cuidado puede ser planificado y propositivo y, tan activo en iniciativas   terapéuticas como sea necesario, siempre teniendo en consideración, que en estas   circunstancias importa más que ninguna otra cosa el bienestar del paciente. Se   requiere por tanto, de una actuación eficaz y conjunta de diferentes   especialidades médicas, y de otros grupos de apoyo igualmente importantes para   la consecución de sus objetivos básicos. La atención integral del paciente   mejora su calidad de vida, y la ayuda a la familia facilita la resolución del   duelo posterior. La buena calidad de la atención al paciente terminal exige, por   otro lado, que ésta sea prestada por un grupo de personas con criterios   uniformes de actuación (9).
                                        Objetivos y bases de la terapéutica paliativa.
                                        Atención integral. Que tenga en cuenta los aspectos físicos,   emocionales, sociales y espirituales. Forzosamente se trata de una atención   individualizada y continua.
                                            
                                          El enfermo y la familia son la unidad a   tratar. La familia es el núcleo fundamental del apoyo al enfermo, adquiriendo   una relevancia especial la atención domiciliaria. La familia requiere medidas   específicas de ayuda y educación.
                                          La promoción de la autonomía y la dignidad   al enfermo tienen que regir en las decisiones terapéuticas. Este principio sólo   será posible si se elaboran CON el enfermo los objetivos   terapéuticos.
                                          
                                          Concepción terapéutica activa, incorporando una actitud   rehabilitadora y dinámica que nos lleve el superar el “no hay nada más que   hacer”. Nada más lejos de la realidad, siempre hay algo que se puede hacer por   los enfermos.
                                        Instrumentos básicos (10).
                                        La calidad de vida y el confort de los pacientes antes de su   muerte pueden ser mejoradas considerablemente mediante la aplicación de los   conocimientos actuales de los Cuidados Paliativos, cuyos instrumentos básicos   son:
                                            
                                          Control de síntomas.   Reconociendo, evaluando y tratando adecuadamente los numerosos síntomas que   inciden directamente sobre el bienestar del paciente. Mientras algunos se podrán   controlar, en otros será preciso promover la adaptación del enfermo a los   mismos. Los síntomas que requieren frecuentemente control son: Dolor, anorexia e   hiporexia, estreñimiento, náuseas y vómitos, disnea, cuidados y confort del   paciente encamado, atención a la familia, y en los últimos días atención de la   agonía y el duelo (11). 
                                          
                                          Apoyo emocional y comunicación con el enfermo,   la familia y equipo terapéutico, estableciendo una relación franca y honesta. No   olvidar a Derek Doyle: “El paciente terminal teme más a lo desconocido que a lo   conocido, al desinterés que a la ineptitud profesional, al proceso de fallecer   que a la muerte misma” (12). 
                                          Estrategias   terapéuticas flexibles. 
                                          Trabajo con   un equipo multidisciplinario, ya que es muy difícil plantear los Cuidados   Paliativos en forma aislada, sin el soporte de un equipo médico especializado   que disponga de los conocimientos y la formación específica como apoyo   adicional. 
                                          Reestructuración de la organización médica. 
                                          Difusión de los   conocimientos. 
                                          
                                          Hoy en día es ampliamente aceptado, que la antigua   creencia de “es mejor morir en casa”, no es siempre cierta, aproximadamente el   20% de los casos francamente terminales requieren ingreso hospitalario para   recibir cuidados continuos, lo que obliga a disponer de un área física donde   poder internar a los pacientes (13).
                                          Finalmente, es interesante meditar por   qué existen grandes progresos en todas las especialidades médicas, desde luego   bajo el auspicio internacional, y no hay un área de la Medicina que al menos   medianamente, no haya sido explorada; sin embargo, no es este el caso de los   Cuidados Paliativos, porque enfrentarse con la idea de muerte es frustrante y   desagradable para los médicos en general, pero alguien tiene que asumir esta   responsabilidad, y el gran reto de mejorar la calidad de vida, y procurar una   muerte digna a aquellos que requieran atención paliativa.
                                        Programa de la OMS en Medicina Paliativa para   Latinoamérica.
                                        La mayoría de los pacientes con cáncer sufrirán de un número   de devastadores síntomas físicos y psicológicos antes de morir. Los servicios de   Cuidados Paliativos son capaces de controlar la mayoría de ellos.   Adicionalmente, el incremento al acceso a programas de Cuidados Paliativos   resulta en ahorros financieros para los sistemas de atención de la salud (14). 
                                            
                                          Sin embargo, la gran mayoría de los pacientes con cáncer en países   subdesarrollados y aún en los desarrollados, tienen un acceso limitado a   Servicios de Medicina Paliativa antes de morir.
                                          
                                          Estudios recientes   concluyen que en los Estados Unidos, Canadá y otros países latinoamericanos   (México incluido) sugiere que los principales obstáculos para el acceso del   paciente a Unidades de Cuidados Paliativos son:
                                          A)    Falta de educación   entre los líderes de programas de cáncer,
                                          B)    Falta de educación entre los   líderes de gobiernos y universidades,
                                          C)    Educación limitada de pre y   postgrado entre los profesionistas dedicados a la salud,
                                          En los países en   desarrollo además hay otros dos obstáculos incluyendo la pobreza, que resultan   en una falta de acceso a Cuidados Paliativos profesionales, que son, la falta de   acceso a medicamentos y falta de medidas regulatorias que facilitarían el acceso   a analgésicos opioides, que son el gold estándar en el tratamiento del dolor   oncológico.
                                          
                                          La implementación de Servicios de Cuidados Paliativos   necesita resolver estos obstáculos e integrarse efectivamente a los Programas de   Salud existentes.
                                          
                                          Muchos pacientes con cáncer terminal pueden recibir   atención paliativa de sus propios médicos y enfermeras de primer nivel, cuando   estos han recibido educación apropiada, y les es posible consultar con un   especialista si hay dudas. Entre 10 y 20% de todos los enfermos terminales   experimentan severo distress que requiere cuidado especializado. La casa o el   hospicio es apropiado para mas del 80% de los pacientes, y resulta mucho menos   caro que la admisión en hospitales de agudos.
                                          
                                          Un pequeño grupo de   especialistas deberían estar dedicados de tiempo completo a los Cuidados   Paliativos, para tratar directamente los pacientes mas difíciles (atención de   tercer nivel), y siendo servicios de consultoría para médicos de segundo nivel,   y para continuar labores educativas para todos los profesionales de la salud, y   desde luego para investigar. Desde luego se requiere un fuerte vinculo   familia-hogar / hospital-equipo de soporte.
                                          
                                          El proceso para la   organización de Servicios de Medicina Paliativa incluye:
                                          1)     Reclutamiento   y entrenamiento de pequeños grupos de especialistas de tiempo   completo,
                                          2)     Desarrollo de Guías simples de evaluación y manejo de los   pacientes (consistentes con las realidades culturales y educacionales de la   región),
                                          3)     Educación de los profesionales de la salud y modificar las   políticas de salud,
                                          4)     Implementación de los tres niveles de   atención,
                                          5)     Monitorización continua del control de calidad.
                                        Referencias
                                        1 Sanz Ortiz J. Consideraciones actuales sobre el morir. En:   López Imedio E. Enfermería en Cuidados Paliativos. Madrid: Interamericana 1998:   9-12.
                                          2 Doyle D, Hanks GW, MacDonald N. En : Doyle D, Hanks GW, MacDonald N.   Oxford Textbook of Palliative Medicine. Oxford UK: Oxford University Press 1999:   3-11.
                                          3 Twycross GR, Lack SA. Therapeutics in terminal cancer. In: Twycross   GR, Lack SA Eds. Symptom Management in Advanced Cancer. London Churchill   Livingstone, 1990; 3-10.
                                          4 Astudillo W, Mendinueta C. Bases para mejorar la   comunicación con el enfermo terminal. En: Astudillo W. Ed. Cuidados del enfermo   en fase terminal y atención a su familia. Navarra: EUNSA, 1995; 42-51.
                                          5    Latimer EJ. Euthanasia: A physician reflection. J Pain Symptom Manage, 1991; 6:   487-91.
                                          6 Stjernswärd J. Palliative Medicine. A global perspective. In: Doyle   D, Hanks GW, MacDonald N. Oxford Textbook of Palliative Medicine. Oxford UK:   Oxford University Press 1993; 803-15.
                                          7 MacDonald N. En : Doyle D, Hanks GW,   MacDonald N. En Oxford Textbook of Palliative Medicine. Oxford UK: Oxford   University Press 1999: 11-17.
                                          8 Sanz OJ, Gómez Batiste AX, Gómez SM, Núñez   OJ. Cuidados Paliativos. Recomendaciones de la Sociedad Española de Cuidados   Paliativos. Madrid: Guías y Manuales, Ministerio de Sanidad y Consumo,   1993.
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                                        ANESTESIOLOGÍA LATINA