Las Adicciones hacen referencia a los trastornos relacionados con las ingesta de una droga de abuso: Alcohol, alucinógenos, anfetaminas, marihuana, cafeína, cocaína, inhalantes, nicotina y opiáceos.
Los trastornos relacionados con sustancias se dividen en dos grupos:
–Trastornos por consumo de sustancias (dependencia y abuso) y
–Trastornos inducidos por sustancias (intoxicación y abstinencia).
Se calcula que entre el 15 y 20 % de los adolescentes y adultos jóvenes sufren de algún tipo de adicción. La adicción más frecuente es al alcohol (droga legal).
En la mayoría de los casos la persona que sufre una adicción consume más de una sustancia (poliadicción), alcohol, cocaína y marihuana por ejemplo.
Para cada una de las Sustancias se deberá analizar el Abuso, Dependencia, Intoxicación y Abstinencia
Alcohol
El alcoholismo es una enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo. No es solo una enfermedad que afecta a individuos, sino que también afecta al núcleo familiar y a la sociedad entera. Se trata de una drogodependencia más, pero con la particularidad de ser una droga legal.
Los efectos directos del alcohol en el sistema nervioso central (CNS) son la depresión, como resultado de la disminución de la actividad, la ansiedad, tensión e inhibiciones. Incluso un pequeño nivel de alcohol dentro del cuerpo enlentece las reacciones. La concentración y el juicio empiezan a empeorar. En cantidades excesivas, el alcohol produce una intoxicación.
El alcohol también afecta a otros sistemas corporales. Puede aparecer una irritación del tracto gastrointestinal con erosiones en las paredes del estómago debidas a las náuseas y vómitos. Las vitaminas no se absorben bien, y esto ocasiona deficiencias nutricionales en los alcohólicos de larga evolución. También ocasiona problemas en el hígado (cirrosis hepática).
El sistema cardiovascular se ve afectado por cardiopatías. También puede aparecer una alteración sexual causando una disfunción en la erección del hombre y una desaparición de la menstruación en la mujer. El consumo de alcohol durante el embarazo puede causar problemas en el desarrollo del feto, produciendo el llamado síndrome fetal del alcohol.
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo del alcohol que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres o más de los siguientes ítems en algún momento de un período continuado de 12 meses:
(1) tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de alcohol para conseguir el efecto deseado
(b) el efecto de las mismas cantidades de alcohol disminuye claramente con su consumo continuado
(2) abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) el síndrome de abstinencia característico para el alcohol
(b) se toma alcohol (o una sustancia muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia
(3) el alcohol es tomado con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía
(4) existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo del alcohol
(5) se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de alcohol (p. ej., desplazarse largas distancias), en el consumo de alcohol (p ej., tomar un trago tras otro) o en la recuperación de los efectos del alcohol
(6) reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de alcohol
(7) se continúa tomando alcohol a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de alcohol
La dependencia fisiológica del alcohol se reconoce por la demostración de tolerancia o de síntomas de abstinencia. La abstinencia de alcohol se caracteriza por la aparición de síntomas de abstinencia unas 12 horas después de disminuir la ingesta de grandes cantidades tras un consumo prolongado. Debido a que la abstinencia de alcohol puede ser desagradable e intensa, los sujetos con dependencia del alcohol pueden continuar consumiendo alcohol, a pesar de las consecuencias adversas, para evitar o aliviar los síntomas de abstinencia. Una relativa minoría de sujetos con dependencia del alcohol nunca experimentan síntomas relevantes de abstinencia y sólo cerca del 5% de los sujetos con dependencia los experimentan siempre (p.ej., delirium, crisis comiciales de gran mal). Una vez presente el patrón de uso compulsivo, los sujetos con dependencia pueden dedicar mucho tiempo al consumo de bebidas alcohólicas. Estos sujetos continúan con frecuencia el consumo de alcohol a pesar de la demostración de las consecuencias adversas físicas o psicológicas (p.ej., depresión, pérdidas de memoria, enfermedades hepáticas u otras secuelas).
Abuso de Alcohol
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de alcohol que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por uno (o más) de los ítems siguientes durante un período de 12 meses:
(1) consumo recurrente de alcohol, que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o rendimiento pobre relacionados con el consumo de alcohol; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas con el alcohol; descuido de los niñosos o de las obligaciones de la casa)
(2) consumo recurrente de alcohol en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los efectos del alcohol)
(3) problemas legales repetidos relacionados con el alcohol (p. ej., arrestos por comportamiento escandaloso debido al alcohol)
(4) consumo continuado del alcohol, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos del alcohol (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación o violencia física).
La actividad escolar y el rendimiento laboral pueden verse afectados por los efectos de la bebida o de la intoxicación. El sujeto puede beber en situacione peligrosas (conduciendo, manejando máquinas en estado de embriaguez). Beber alcohol puede causar problemas legales (p.ej., detenciones por intoxicación o conducir bajo los efectos del alcohol). Por último, los sujetos con abuso de alcohol pueden continuar bebiendo a pesar de que saben los problemas sociales o interpersonales que ello les acarrea (p.ej., discusiones violentas con la mujer mientras está intoxicado, abuso de los niños). Cuando estos problemas se acompañan con demostraciones de tolerancia, abstinencia o comportamiento compulsivo relacionado con la bebida, debe considerarse el diagnóstico de dependencia alcohólica más que el de abuso de alcohol.
Intoxicación por Alcohol
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Presencia de un síndrome reversible específico del alcohol debido a su ingestión reciente.
B. Cambios psicológicos comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (sexualidad inapropiada, comportamiento agresivo, labilidad emocional, deterioro de la capacidad de juicio y deterioro de la actividad laboral o social) que se presentan durante la intoxicación o pocos minutos después de la ingesta de alcohol.
C. Uno o más de los siguientes síntomas que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de alcohol:
(1) lenguaje furfullante
(2) incoordinación
(3) marcha inestable
(4) nistagmo
(5) deterioro de la atención o de la memoria
(6) estupor o coma
D. Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la intoxicación alcohólica es la presencia de un cambio psicológico o comportamental desadaptativo clínicamente significativo (p.ej., el comportamiento agresivo, labilidad emocional, deterioro de la capacidad de juicio y deterioro de la actividad laboral o social) que aparece durante la ingestión de alcohol o poco tiempo después (Criterios A y B). Estos cambios se acompañan de lenguaje farfullante, falta de coordinación, marcha inestable, nistagmo, deterioro de la atención o la memoria, estupor o coma (Criterio C). Los síntomas no son debidos a enfermedad médica y no se explican mejor por otro trastorno mental (Criterio D). El cuadro clínico es similar al que se observa durante la intoxicación por benzodiacepinas o sedantes. La falta de coordinación puede interferir la capacidad de conducir hasta el punto de provocar accidentes. La demostración de que el sujeto ha bebido se puede conseguir por el olor de su aliento, por la historia obtenida a través de la información del propio sujeto u otro acompañante e incluso, si es necesario, practicando análisis de orina y de sangre.
Abstinencia de Alcohol
Los criterios internacionales de diagnóstico para la intoxicación por alcohol de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Interrupción (o disminución) del consumo de alcohol después de su consumo prolongado y en grandes cantidades.
B. Dos o más de los siguientes síntomas desarrollados horas o días después de cumplirse el Criterio A:
(1) hiperactividad autonómica (p.ej., sudoración o más de 100 pulsaciones)
(2) temblor distal de las manos
(3) insomnio
(4) náuseas o vómitos
(5) alucinaciones visuales, táctiles o auditivas transitorias, o ilusiones
(6) agitación psicomotora
(7) ansiedad
(8) crisis comiciales de gran mal (crisis epilépticas)
C. Los síntomas del Criterio B provocan un malestar clínicamente significativo o un deterioro de la actividad social laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del sujeto.
D. Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la abstinencia alcohólica es la presencia de un síndrome de abstinencia característico que se desarrolla después de interrumpir o reducir el uso prolongado de grandes cantidades de alcohol (Criterio B). El síndrome de abstinencia incluye dos o más de los siguientes síntomas: hiperactividad autonómica (p.ej., sudoración o pulsaciones por encima de 100); aumento del temblor distal de las manos; insomnio; náuseas o vómitos; alucinaciones visuales, táctiles o auditivas transitorias, o ilusiones; agitación psicomotora; ansiedad, y crisis epilépticas. Cuando se observen alucinaciones o ilusiones, el clínico puede especificar con alteraciones perceptivas. Los síntomas pueden provocar un malestar clínicamente significativo o un deterioro de la actividad laboral, social y de otras áreas importantes de la actividad del sujeto (Criterio C). Los síntomas no han de deberse a enfermedad médica ni ser explicados mejor por otro trastorno mental (p.ej., abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, o trastorno de ansiedad generalizada) (Criterio D).
Los síntomas se alivian con frecuencia tras la administración de alcohol u otros depresores del sistema nervioso central. Los síntomas de abstinencia empiezan cuando las concentraciones de alcohol en la sangre disminuyen bruscamente (p.ej., entre 4 y 12 horas) después de haber interrumpido o reducido la bebida. Sin embargo, los síntomas de abstinencia pueden aparecer tras largos períodos de tiempo (p.ej., unos días). Debido a la vida media corta del alcohol, los síntomas de abstinencia alcanzan su mayor intensidad durante el segundo día de abstinencia y mejoran de forma marcada al cuarto o quinto días. Sin embargo, a los síntomas de abstinencia pueden seguir síntomas de ansiedad, insomnio y disfunción autonómica en distintos grados de intensidad durante períodos de 3 a 6 meses.
Menos del 5% de los sujetos presenta síntomas de abstinencia más graves (p.ej., hiperactividad autonómica intensa, temblores y delirium por abstinencia de alcohol). Las crisis comiciales de gran mal aparecen en menos del 3% de los sujetos.
Delirium
Los criterios internacionales de diagnóstico de delirium debido al alcohol de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Alteración de la conciencia (p.ej., disminución de la capacidad de atención al entorno) con disminución de la capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención.
B. Cambio en las funciones cognoscitivas (como déficit de memoria, desorientación, alteración del lenguaje) o presencia de una alteración perceptiva que no se explica por la existencia de una demencia previa o en desarrollo.
C. La alteración se presenta en un corto período de tiempo (habitualmente en horas o días) y tiende a fluctuar a lo largo del día.
D. Demostración a través de la historia, de la exploración física y de las pruebas de laboratorio de que la alteración es un efecto fisiológico directo de una enfermedad médica.
El delirium por abstinencia de alcohol incluye alteraciones cognoscitivas y de la conciencia, y también alucinaciones visuales, táctiles o auditivas ("delirium tremens"). Cuando aparece el delirium por abstinencia es probable que exista una enfermedad médica asociada (p.ej., insuficiencia renal, neumonía, hemorragia digestiva, secuelas de traumatismos craneales, hipoglucemia, alteraciones del equilibrio electrolítico o estado postoperatorio).
LSD
El LSD (dietilamida del ácido lisérgico) es una de las principales drogas en la categoría de los Alucinógenos. Esta droga fue descubierta por el médico alemán Hofmann, en 1938. El ácido lisérgico es un componente más entre los muchos del argot, un hongo que crece en el centeno y otros cereales, Hofmann le añadió un grupo, la dietilamida, logrando de este modo, por semisíntesis, un producto al que denominó en alemán <<lyserg-saure-Diethylamid>>, de cuyas iniciales surgió la famosa LSD, a la que se añadió el número 25, porque era el número del orden correspondiente a otros tantos experimentos previos.
La acción del LSD, se inicia treinta minutos después de la toma, alcanzando su máximo al cabo de una hora, llegando a durar unas cinco horas, disminuye gradualmente en las ocho horas siguientes y sus efectos persisten durante un periodo variable de tiempo.
El LSD, comúnmente llamada "ácido" o "trip", es inodoro, incoloro y tiene un sabor ligeramente amargo. Suele ingerirse por boca. Con frecuencia, el LSD se agrega a papel absorbente, como papel secante, y se divide en pequeños cuadrados decorados, de 5 mm, cada uno de los cuales constituye una dosis de 20 a 80 microgramos.
Dependencia de Alucinógenos
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de alucinógenos (L.S.D. o similar) que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres o más de los siguientes ítems en algún momento de un período continuado de 12 meses:
(1) tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de alucinógenos para conseguir el efecto deseado
(b) el efecto de las mismas cantidades de alucinógenos disminuye claramente con su consumo continuado
(2) abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) el síndrome de abstinencia característico para los alucinógenos
(b) se toma alucinógenos (o una sustancia muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia
(3) los alucinógenos son tomados con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía
(4) existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de alucinógenos
(5) se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de alucinógenos (p. ej., desplazarse largas distancias), en el consumo de alucinógenos (p ej., tomarse uno tras otro) o en la recuperación de los efectos de los alucinógenos
(6) reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de alucinógenos
(7) se continúa tomando alucinógenos a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de los mismos.
Algunos de los criterios genéricos para la dependencia no son aplicables a los alucinógenos y otros requieren una mayor explicación. La tolerancia aparece rápidamente para los efectos euforizantes y psicodélicos de los alucinógenos, pero no para los efectos autonómicos como dilatación pupilar, hiperreflexia, aumento de la tensión arterial, aumento de la temperatura corporal, piloerección y taquicardia. Existe tolerancia cruzada entre el LSD y otros alucinógenos (p.ej., psilocibina y mescalina). El consumo de alucinógenos, incluso en los sujetos con un cuadro clínico que cumple todos los criterios diagnósticos para la dependencia, se limita normalmente a unas pocas veces por semana. Esta frecuencia de consumo relativamente baja (en comparación con la de otras sustancias) puede deberse al deseo de evitar la aparición de tolerancia a los efectos psicológicos de los alucinógenos. No se ha demostrado la abstinencia, pero se conocen claros informes de "necesidad irresistible" después de haber interrumpido el consumo de alucinógenos. Debido a la larga vida media y a la prolongada duración de la acción de la mayoría de los alucinógenos, los sujetos con dependencia de alucinógenos acostumbran a pasar horas utilizándolos y recuperándose de sus efectos. En cambio algunas drogas de diseño alucinógenas (p.ej., la DMT) actúan de manera bastante breve. Puede continuarse el consumo de alucinógenos a pesar de tener conciencia de sus efectos adversos (p.ej., deterioro de la memoria durante la intoxicación; "malos viajes" (bad trips), que normalmente son reacciones de pánico o flashbacks). Algunos sujetos que consumen MDMA (una droga de diseño con efectos alucinógenos) describen una "resaca" al día siguiente de su consumoque se caracteriza por insomnio, fatiga, somnolencia, dolor en los músculos de la mandíbula por apretar los dientes, pérdida de peso y dolores de cabeza. Como los adulterantes o sustitutos son en ocasiones vendidos como "ácido" u otros alucinógenos, algunos de los efectos adversos pueden deberse a sustancias como la estricnina, la fenciclidina o las anfetaminas. Algunos sujetos manifiestan reacciones comportamentales peligrosas (p.ej., saltar desde una ventana con el convencimiento de ser capaz de "volar") debidas a la falta de conciencia y de juicio crítico durante la intoxicación. Estos efectos adversos parecen ser más frecuentes en los sujetos con trastornos mentales preexistentes.
Abuso de Alucinógenos
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de alucinógenos que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por uno (o más) de los ítems siguientes durante un período de 12 meses:
(1) consumo recurrente de alucinógenos, que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o rendimiento pobre relacionados con el consumo de alucinógenos; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas con los alucinógenos; descuido de los niños o de las obligaciones de la casa)
(2) consumo recurrente de alucinógenos en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los efectos de los alucinógenos)
(3) problemas legales repetidos relacionados con los alucinógenos (p. ej., arrestos por comportamiento escandaloso debido a los alucinógenos)
(4) consumo continuado de los alucinógenos, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de los alucinógenos (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación o violencia física).
Las personas que abusan de alucinógenos los consumen mucho menos frecuentemente que las que tienen dependencia. Aun así, pueden inclumpir repetidamente obligaciones importantes en la escuela, el trabajo o la casa debido al deterioro del comportamiento causado por la intoxicación por alucinógenos. El sujeto puede consumir alucinógenos en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p.ej., durante la conducción de una motocicleta o un coche) y tener problemas legales debido al comportamiento que deriva de la intoxicación o de la posesión de alucinógenos. Puede haber problemas sociales o interpersonales recurrentes debido al comportamiento del sujeto durante la intoxicación, estilo de vida aislado o discusiones.
Intoxicación por Alucinógenos
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Presencia de un síndrome reversible específico de los alucinógenos debido a su ingestión reciente.
B. Cambios psicológicos y comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p.ej., ansiedad o depresión marcadas, ideas de referencia, miedo a perder el control, ideaciones paranoides, deterioro del juicio o de la actividad social o laboral) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo del alucinógeno.
C. Cambios perceptivos que tienen lugar en un estado de alerta y vigilia totales (p.ej., intensificación subjetiva de las percepciones, despersonalización, desrealización, ilusiones, alucinaciones, sinestesias) que se aparecen durante o poco tiempo después del consumo de alucinógenos.
D. Dos (o más) de los siguientes signos que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de alucinógenos:
(1) dilatación pupilar
(2) taquicardia
(3) sudoración
(4) palpitaciones
(5) visión borrosa
(6) temblores
(7) incoordinación
E. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la intoxicación por alucinógenos es la presencia de cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p.ej., ansiedad o depresión acusadas, ideas de referencia, miedo a perder el control, ideaciones paranoides, deterioro del juicio o deterioro de la actividad social o laboral) que aparecen durante o poco tiempo después (entre minutos y pocas horas) del consumo de alucinógenos (Criterios A y B). Se presentan cambios perceptivos durante o poco tiempo después del consumo de alucinógenos y tienen lugar en un estado de vigilia y alerta totales (Criterio C). Estos cambios incluyen intensificación subjetiva de las percepciones, despersonalización, desrealización, ilusiones, alucinaciones y sinestesias. Además, el diagnóstico requiere que haya dos o más de los siguientes signos fisiológicos: dilatación pupilar, taquicardia, sudoración, palpitaciones, visión borrosa, temblores e incoordinación (Criterio D). Los síntomas no han de deberse a enfermedad médica ni explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental (Criterio E).
La intoxicación por alucinógenos empieza habitualmente con algunos efectos estimulantes como inquietud y activación autonómica. Pueden aparecer náuseas. Sigue entonces una secuencia de experiencias, con síntomas más o menos intensos según la dosis. El sentimiento de euforia puede alternar rápidamente con depresión o ansiedad. Las ilusiones visuales iniciales o el aumento de experiencias sensoriales pueden provocar alucinaciones. Las sinestesias (mezcla de estímulos sensoriales) pueden dar lugar, por ejemplo, a sonidos "vistos". Las alucinaciones son habitualmente visuales, con frecuencia toman formas o figuras geométricas, en ocasiones personas y objetos. Más rara vez se experimentan alucinaciones auditivas o táctiles. En la mayoría de los casos se conserva el sentido de la realidad (el sujeto sabe que los efectos son inducidos por la sustancia).
Anfetaminas
Las Anfetaminas son aminas simpatomimémicas o adrenérgicas, de fórmula química estructural semejante a la adrenalina. Las dos Anfetaminas más utilizadas, de donde derivan las más modernas drogas de este grupo son: 1º, el sulfato de d-anfetamina o d-fenil-isopropilamina (dexedrina), que corresponde al isomero dextrogiro de esta sustancia, y 2º, sulfato de anfetamina racémica (benzedrina).
El compuesto dextrogiro (dexedrina o d-benzedrina) es dos veces más activo que el compuesto racémico (benzedrina) y cuatro veces más activo que el levogiro. Farmacológicamente, a medida que un compuesto de estructura química semejante a la adrenalina, se va apartando de ella para aproximarse a las anfetaminas, estos van aumentando su actividad estimulante del Sistema Nervioso Central y disminuyendo su actividad sobre la periferia del organismo (Sistema Neurovegetativo).
Entre los preparados psicoestimulantes anfetamínicos más manejados destacan la anfetamina, fentermina, clorfentermina y metanfetamina, este último de gran importancia, pues es la base del grupo de MDMA (Extasis) y también es vendido en forma de polvo (sulfato) conocido como "Speed". También han ido surgiendo una serie de compuestos, que pertenecen al grupo de aminas heterocíclicas no anfetamínicas, obtenido a partir del ácido piperdinacético, como el metilfenidato y el pripadol. Otras aminas heterocíclicas son el facetoterano y la fenmentracina.
Son los fármacos estimulantes del S.N.C. más utilizados. Son fármacos relativamente recientes, ya que su precursora la Efedrina, fue aislada en Pekín en 1926, si bien la planta de la que procede (Catha Edulis) ya había sido utilizada desde antiguo en el tratamiento del asma. A partir de los años 60 la publicidad pone de nuevo en auge el consumo de Anfetaminas (o sustancias afines, como la pemolina) debido a sus propiedades inhibidoras del apetito (anorexígenas) que permiten mantener una figura de acuerdo a los "cánones de belleza de esta época", pagando el altísimo precio de generar una adicción.
Dependencia de Anfetaminas
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de anfetaminas que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres o más de los siguientes ítems en algún momento de un período continuado de 12 meses:
(1) tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de anfetaminas para conseguir el efecto deseado
(b) el efecto de las mismas cantidades de anfetaminas disminuye claramente con su consumo continuado
(2) abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) el síndrome de abstinencia característico para las anfetaminas
(b) se toma anfetaminas (o una sustancia muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia
(3) las anfetaminas son tomadas con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía
(4) existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de anfetaminas
(5) se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de anfetaminas (p. ej., desplazarse largas distancias), en el consumo de anfetaminas (p ej., tomar una pastilla tras otra) o en la recuperación de los efectos de las anfetaminas
(6) reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de anfetaminas
(7) se continúa tomando anfetaminas a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de anfetaminas
Los patrones de consumo y curso para la dependencia de anfetamina son similares a los de la dependencia de cocaína debido a que las dos sustancias son potentes estimulantes del sistema nervioso central, con efectos psicoactivos y simpaticomiméticos similares. Sin embargo, las anfetaminas tienen un efecto más duradero que el de la cocaína y, en consecuencia, son autoadministradas con menos frecuencia. Como en la dependencia de cocaína, su consumo puede ser crónico o episódico, a atracones ("speed runs") salpicados con breves períodos libres de la droga. El comportamiento violento o agresivo se asocia con la dependencia de anfetamina, especialmente cuando se fuma en grandes dosis (p.ej., "hielo") o se administra por vía intravenosa. Como en el caso de la cocaína, son habituales la ansiedad intensa pero temporal, así como la ideación paranoide y los episodios psicóticos parecidos a los de la esquizofrenia de tipo paranoide, sobre todo cuando se consumen dosis altas. Se presenta tolerancia a las anfetaminas, y esto comporta un incremento progresivo y sustancial de las dosis, pero algunos sujetos con dependencia de anfetamina presentan tolerancia inversa (sensibilización). En estos casos pequeñas dosis pueden producir acusados efectos estimulantes y otros efectos mentales y neurológicos adversos.
Abuso de Anfetamina
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de anfetaminas que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por uno (o más) de los ítems siguientes durante un período de 12 meses:
(1) consumo recurrente de anfetaminas, que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o rendimiento pobre relacionados con el consumo de anfetaminas; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas con las anfetaminas; descuido de los niños o de las obligaciones de la casa)
(2) consumo recurrente de anfetaminas en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los efectos de las anfetaminas)
(3) problemas legales repetidos relacionados con las anfetaminas (p. ej., arrestos por comportamiento escandaloso debido a las anfetaminas)
(4) consumo continuado de las anfetaminas, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de las anfetaminas (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación o violencia física).
En la mayoría de los casos se presentan problemas legales como resultado del comportamiento durante la intoxicación por anfetaminas (especialmente comportamiento agresivo), como consecuencia de la obtención de la droga en el mercado ilegal debido a la tenencia o consumo de drogas. Ocasionalmente, los individuos con abuso de anfetamina incurrirán en acciones ilegales (p.ej., manufacturación de anfetaminas, robo) para obtener la droga; sin embargo, este comportamiento es más habitual entre los sujetos con dependencia. Puede darse el caso de que los individuos continúen consumiendo la sustancia a pesar de tener el conocimiento de que su uso continuado lleva a discusiones familiares mientras están intoxicados o representa un mal ejemplo para los niños y otros familiares próximos. Cuando estos problemas se acompañan de demostraciones de tolerancia, abstinencia o comportamiento compulsivo, se debe considerar preferentemente un diagnóstico de dependencia de anfetamina antes que de abuso de anfetamina.
Intoxicación por Anfetaminas
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Consumo reciente de anfetamina o sustancias afines (p.ej., metilfenidato).
B. Cambios psicológicos y comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p.ej., euforia o embotamiento afectivo; cambios de la sociabilidad; hipervigilancia; sensibilidad interpersonal; ansiedad, tensión o cólera; comportamiento estereotipada; deterioro de la capacidad de juicio o de la actividad social o laboral) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de anfetamina o sustancias afines.
C. Dos (o más) de los siguientes signos y síntomas, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de anfetaminas o sustancias afines:
(1) dilatación pupilar
(2) taquicardia
(3) sudoración
(4) palpitaciones
(5) visión borrosa
(6) temblores
(7) incoordinación
D. Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la intoxicación por anfetamina es la presencia de cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de anfetamina o sustancias de acción similar (Criterio A y B). La intoxicación por anfetamina empieza generalmente con una sensación de bienestar ("high"), seguida por la aparición de euforia, sensación de más vigor, tendencia al contacto social, hiperactividad, inquietud, hipervigilancia, sensibilidad interpersonal, locuacidad, ansiedad, tensión, estado de alerta, grandiosidad, comportamiento estereotipado y repetitivo, cólera, rabia, violencia y deterioro del juicio. En el caso de intoxicación crónica, puede haber embotamiento afectivo junto con fatiga o tristeza y retraimiento social. Estos cambios psicológicos y comportamentales se acompañan de dos o más de los siguientes signos y síntomas: taquicardia o bradicardia; dilatación pupilar; elevación o disminución de la tensión arterial; sudoración o escalofríos; náuseas o vómitos; pérdida de peso demostrable; agitación o retraso psicomotores; debilidad muscular, depresión respiratoria, dolores en el pecho o arritmias cardíacas, y confusión, crisis comiciales, discinesias, distonías o coma (Criterio C). La intoxicación por anfetamina, tanto aguda como crónica, se asocia con frecuencia al deterioro de la actividad laboral o social. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (Criterio D). La magnitud y las manifestaciones de los cambios psicológicos y comportamentales dependen de la dosis consumida y de las características individuales de la persona que la utiliza (p.ej., tolerancia, grado de absorción, cronicidad del uso). Los cambios asociados con intoxicación empiezan no más tarde de 1 hora después del consumo de la sustancia y a veces en segundos, dependiendo de la droga específica y el método de administración.
Abstinencia de Anfetamina
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Interrupción (o disminución) del consumo de anfetaminas (o sustancias afines) después de su consumo prolongado y en grandes cantidades.
B. Estado de ánimo disfórico y dos (o más) de los siguientes cambios fisiológicos, que aparecen horas o días después del Criterio A:
(1) fatiga
(2) sueños vívidos, desagradables
(3) insomnio o hipersomnia
(4) aumento del apetito
(5) retraso o agitación psicomotores
C. Los síntomas del Criterio B causan un malestar clínicamente significativo o un deterioro de la actividad social laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la abstinencia de anfetamina es la presencia de un síndrome de abstinencia característico que se presenta entre pocas horas y varios días después de la interrupción o reducción del consumo prolongado de dosis altas de anfetaminas (Criterio B). El síndrome de abstinencia se caracteriza por la aparición de humor disfórico y dos o más de los siguientes cambios fisiológicos: fatiga, sueños vívidos y desagradables, insomnio o hipersomnia, apetito incrementado y retraso o agitación psicomotores. También puede haber anhedonía y necesidad irresistible de tomar la droga (craving), pero no forman parte de los criterios diagnósticos. Los síntomas causan un malestar clínicamente significativo o un deterioro de la actividad laboral, social y de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio C). Estos síntomas no tienen que deberse a enfermedad médica ni explicarse mejor por otro trastorno mental.
Los síntomas de abstinencia aparecen habitualmente tras un episodio de consumo intenso a dosis altas. Estos períodos se caracterizan por la presencia de sentimientos displacenteros intensos de lasitud y depresión, que generalmente requieren varios días de descanso y recuperación. Durante el consumo abundante de estimulantes se presenta pérdida de peso mientras que en la abstinencia se observa un incremento del apetito con una rápida ganancia de peso. Los síntomas depresivos pueden durar varios días y acompañarse de ideas suicidas.
Marihuana (Cannabis)
La marihuana es una mezcla verde o gris de flores secas cortadas en trocitos de la planta Cannabis Sativa. A veces es adulterada con otras plantas, tales como orégano, te, alfalfa, y parece que se le añade en origen datura, causando efectos más potentes.
El principal ingrediente activo en la marihuana es el THC (delta-9-tetrahydrocanabinol).
Su consumo se realiza sola o mezclada con tabaco haciendo un cigarrillo ("canuto o porro"), normalmente los cigarrillos se cierran por los dos extremos por falta de adherencia del producto.
Los efectos o actividad farmacologica de la Marihuana, irán en relación a su riqueza en THC y esta riqueza variará con arreglo al clima donde creció la planta, método de cultivo, recolección, almacenamiento, en resumen, sus efectos, serán similares a los del hachís, pero menos potentes.
Existen más de 200 palabras comunes para la marihuana incluyendo "pot," "herb," "weed," "boom," "Mary Jane," "gangster,"y "chronic." Usualmente se fuma como un cigarrillo llamado "joint" o "nail" o utilizando una pipa. En los últimos años se ha encontrado "blunts", o cigarrillos en los que se ha reemplazado el tabaco por marihuana, muchas veces combinada con otra droga como el crack. Algunos consumidores también mezclan la marihuana con alimentos o la usan para hacer té.
Dependencia de Marihuana (Cannabis)
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de Cannabis que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres o más de los siguientes ítems en algún momento de un período continuado de 12 meses:
(1) tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de Cannabis para conseguir el efecto deseado
(b) el efecto de las mismas cantidades de Cannabis disminuye claramente con su consumo continuado
(2) abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) el síndrome de abstinencia característico para Cannabis
(b) se toma Cannabis (o una sustancia muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia
(3) Cannabis es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía
(4) existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de Cannabis
(5) se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de Cannabis (p. ej., desplazarse largas distancias), en el consumo de Cannabis (p ej., tomarse uno tras otro) o en la recuperación de los efectos de Cannabis
(6) reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de Cannabis
(7) se continúa tomando Cannabis a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de la misma.
Los sujetos con dependencia de Cannabis presentan un consumo compulsivo y en general no desarrollan dependencia fisiológica, aunque la tolerancia a mucho s de los efectos de Cannabis ha sido observada en sus consumidores crónicos. También se han observado algunos síntomas de abstinencia, pero sin significación clínica. Los sujetos con dependencia de Cannabis consumen abundantes cantidades a lo largo del día durante meses o años e invierten muchas horas para adquirir y consumir la sustancia, lo que interfiere con frecuencia las actividades sociales, laborales o recreativas. Los sujetos con dependencia de Cannabis pueden persistir en el consumo a pesar de conocer los problemas físicos (p.ej., tos crónica relacionada con fumar tabaco) o los problemas psicológicos (p.ej., sedación excesiva como resultado del consumo de dosis altas) que ello comporta.
Abuso de Marihuana (Cannabis)
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de Cannabis que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por uno (o más) de los ítems siguientes durante un período de 12 meses:
(1) consumo recurrente de Cannabis, que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o rendimiento pobre relacionados con el consumo de Cannabis; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas con Cannabis; descuido de los niños o de las obligaciones de la casa)
(2) consumo recurrente de Cannabis en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los efectos de Cannabis)
(3) problemas legales repetidos relacionados con Cannabis (p. ej., arrestos por comportamiento escandaloso debido a Cannabis)
(4) consumo continuado de Cannabis, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de Cannabis (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación o violencia física).
El consumo periódico y la intoxicación por Cannabis pueden interferir las actividades laborales o escolares y ser peligrosos en situaciones como la conducción de vehículos. Puede haber problemas legales como consecuencia de detenciones por posesión de Cannabis. Hay discusiones con la esposa u otros familiares acerca de la posesión de Cannabis en casa o de su consumo en presencia de niños. Cuando hay niveles significativos de tolerancia, o cuando los problemas físicos se asocian con el consumo compulsivo de Cannabis, debe considerarse el diagnóstico de dependencia en lugar del de abuso.
Intoxicación por Marihuana (Cannabis)
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Presencia de un síndrome reversible específico de Cannabis debido a su ingestión reciente.
B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p.ej., deterioro de la coordinación motora, euforia, ansiedad, sensación de que el tiempo transcurre lentamente, deterioro de la capacidad de juicio, retraimiento social) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de Cannabis.
C. Dos (o más) de los siguientes signos que aparecen a las 2 horas del consumo de Cannabis:
(1) inyección conjuntival
(2) aumento de apetito
(3) sequedad de boca
(4) taquicardia
D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la intoxicación por Cannabis es la presencia de cambios psicológicos o comportamentales clínicamente significativos que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de Cannabis (Criterios A y B). La intoxicación se inicia típicamente con una sensación de bienestar (high) seguida de síntomas que incluyen euforia con risas inapropiadas y grandiosidad, sedación, letargia, deterioro de la memoria inmediata, dificultades para llevar a cabo procesos mentales complejos, deterioro de la capacidad de juicio, percepciones sensoriales distorsionadas, deterioro de la actividad motora y sensación de que el tiempo transcurre lentamente. Ocasionalmente, aparece ansiedad (que puede ser grave), disforia o retraimiento social. Estos efectos psicoactivos se acompañan de dos o más de los siguientes signos, que se presentan a las 2 horas del consumo de Cannabis: irritación conjuntival, aumento del apetito, sequedad de boca y taquicardia (Criterio C). Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (Criterio D).
La intoxicación se presenta en unos minutos si se fuma Cannabis, pero puede tardar horas si la droga es ingerida por vía oral. Los efectos duran habitualmente 3-4 horas, siendo mayor la duración cuando la sustancia es administrada por vía oral. La magnitud de los cambios comportamentales o psicológicos depende de la dosis, el método de administración y las características individuales de la persona que consume la sustancia, como son el grado de absorción, la tolerancia y la sensibilidad a los efectos de la sustancia. Debido a que muchos cannabinoides, incluyendo el delta-9-THC, son solubles en grasas, los efectos del Cannabis o Hashish pueden durar o reaparecer ocasionalmente en 12-24 horas a causa de la lenta liberación de las sustancias psicoactivas de los tejidos grasos o de la circulación enterohepática.
Cocaína
La presentación mas común de la cocaína es el clorhidrato de cocaína el cual es un polvo blanco fino, cristalino y soluble en agua. Se suele mezclar con substancias tales como talco, maicena, anfetaminas, quinina, ácido básico, estricnina, detergentes, formol, etc. De ahí que su pureza fluctúe entre un 5% y un 50%. La forma más común de utilizar el polvo de cocaína es inhalándolo aunque también puede administrarse por vía intravenosa.
El "Crack" o Base Libre es un derivado de la cocaína. Se obtiene calentando el hidrocloruro de cocaína con éter, amonia o bicarbonato de soda (baking soda). El nombre proviene del sonido que hace la mezcla al calentarse. Se presenta en forma de rocas blancas. El Crack que es un derivado procesado de la cocaína, suele fumarse en pipa.
Otras de las presentaciones de la cocaína es el basuco. El basuco es un producto colateral del proceso de fabricación del clorhidrato de cocaína y es sumamente tóxico. Su aspecto es el de un polvo chocolate de carácter terroso que contiene algún porcentaje del alcaloide pero en su mayor parte esta compuesto de residuos propios del proceso de elaboración de la pasta básica. Es mas barato que el clorhidrato y se utiliza fumándolo con tabaco o marihuana.
Dependencia de Cocaína
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de cocaína que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres o más de los siguientes ítems en algún momento de un período continuado de 12 meses:
(1) tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de cocaína para conseguir el efecto deseado
(b) el efecto de las mismas cantidades de cocaína disminuye claramente con su consumo continuado
(2) abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) el síndrome de abstinencia característico para la cocaína
(b) se toma cocaína (o una sustancia muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia
(3) la cocaína es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía
(4) existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de cocaína
(5) se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de cocaína (p. ej., desplazarse largas distancias), en el consumo de cocaína (p ej., tomar una pastilla tras otra) o en la recuperación de los efectos de la cocaína
(6) reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de cocaína
(7) se continúa tomando cocaína a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de cocaína
La cocaína posee potentes efectos eufóricos y puede dar lugar a dependencia tras su consumo durante breves períodos de tiempo. Un signo inicial de la dependencia de cocaína lo constituye la creciente dificultad para resistirse a su consumo cuando el sujeto dispone de ella. Debido a su corta vida media se necesitan dosis frecuentes para mantener su efecto euforizante. Los sujetos con dependencia de cocaína suelen gastar mucho dinero en un espacio breve de tiempo y, como resultado de ello, pueden llegar a implicarse en robos, prostitución o negocios con la droga, o solicitar anticipos para comprar la droga. Los sujetos con dependencia de cocaína a menudo necesitan discontinuar el consumo para descansar o para obtener fondos adicionales. Las responsabilidades laborales o familiares, como el cuidado de los hijos, pueden abandonarse para obtener o consumir la cocaína. Son frecuentes las complicaciones físicas o mentales como ideación paranoide, comportamiento agresivo, ansiedad, depresión y pérdida de peso. La tolerancia aparece con el consumo repetido, en función de la vía de administración. Pueden observarse síntomas de abstinencia, en especial estados de ánimo disfóricos, pero suelen ser transitorios y asociados al consumo de dosis altas.
Abuso de Cocaína
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de cocaína que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por uno (o más) de los ítems siguientes durante un período de 12 meses:
(1) consumo recurrente de cocaína, que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o rendimiento pobre relacionados con el consumo de cocaína; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas con la cocaína; descuido de los niños o de las obligaciones de la casa)
(2) consumo recurrente de cocaína en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los efectos de los alucinógenos)
(3) problemas legales repetidos relacionados con la cocaína (p. ej., arrestos por comportamiento escandaloso debido a la cocaína)
(4) consumo continuado de la cocaína, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de la cocaína (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación o violencia física).
La intensidad y frecuencia de la administración de cocaína son menores en el abuso que en los casos de dependencia. Los episodios de consumo con problemas, el descuido de las responsabilidades y los conflictos interpersonales aparecen a menudo en ocasiones especiales o en días de cobro, dando lugar a un patrón de consumo de dosis altas en períodos breves de tiempo (horas o días) seguidos por períodos más largos (semanas o meses) de consumo ocasional o de abstinencia sin problemas. Los problemas legales pueden ser resultado de la posesión o el consumo de droga. Cuando los problemas asociados al consumo se acompañan de demostraciones de tolerancia, abstinencia o comportamiento compulsivo relacionado con la obtención y administración de cocaína, debe considerarse el diagnóstico de dependencia más que el de abuso.
Intoxicación por Cocaína
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Consumo reciente de cocaína.
B. Cambios psicológicos comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (sexualidad inapropiada, comportamiento agresivo, labilidad emocional, deterioro de la capacidad de juicio y deterioro de la actividad laboral o social) que se presentan durante la intoxicación o pocos minutos después del consumo de cocaína.
C. Dos o más de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de cocaína:
(1) taquicardia o bradicardia
(2) dilatación pupilar
(3) aumento o disminución de la tensión arterial
(4) sudoración o escalofríos
(5) náuseas o vómitos
(6) pérdida de peso demostrable
(7) agitación o retraso psicomotores
(8) debilidad muscular, depresión respiratoria, dolor en el pecho o arritmias cardíacas
(9) confusión, crisis comiciales, discinesias, distonías o coma
D. Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de intoxicación por cocaína es la presencia de cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de cocaína(Criterios A y B). La intoxicación por cocaína empieza habitualmente con una sensación de euforia (high) e incluye uno o más de los síntomas siguientes: euforia con incremento de la sensación de vigor, sociabilidad, hiperactividad, inquietud, hipervigilancia, sensibilidad interpersonal, charlatanería, ansiedad, tensión, estado de alerta, grandiosidad, comportamientos estereotipados y repetitivos, rabia o cólera y deterioro de la capacidad de juicio y, en el caso de intoxicación crónica, afectividad embotada, cansancio o tristeza y retraimiento social. Estos cambios psicológicos y comportamentales se acompañan de dos o más de los siguientes signos y síntomas, que aparecen durante la intoxicación o poco tiempo después: taquicardia o bradicardia, dilatación pupilar, aumento o disminución de la tensión arterial, sudoración o escalofríos, náuseas o vómitos, pérdida de peso demostrable, agitación o retraso psicomotores, debilidad muscular, depresión respiratoria, dolor en el pecho o arritmias cardíacas y confusión, crisis comiciales, discinesias, distonías o coma (Criterio C). La intoxicación aguda o crónica se asocia a menudo con deterioro de la actividad social o laboral. La intoxicación grave puede conducir al coma. Para establecer el diagnóstico de intoxicación por cocaína los síntomas no han de ser debidos a enfermedad médica ni explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental (Criterio D).
La magnitud y el tipo de los cambios psicológicos o comportamentales dependen de muchas variables, que incluyen la dosis consumida y las características individuales del sujeto que consume la sustancia (p.ej., tolerancia, grado de absorción, cronicidad del consumo y contexto en el que se ingiere la droga). Los efectos estimulantes observados más frecuentemente son euforia, aumento del pulso y la tensión arterial, y actividad psicomotora. Los efectos depresores como tristeza, bradicardia, descenso de la tensión arterial y disminución de la actividad psicomotora son menos frecuentes y sólo aparecen con el consumo crónico de dosis altas.
Abstinencia de Cocaína
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Interrupción (o disminución) del consumo prolongado de abundantes cantidades de cocaína.
B. Estado de ánimo disfórico y dos (o más) de los siguientes cambios fisiológicos, que aparecen pocas horas o días después del Criterio A:
(1) fatiga
(2) sueños vívidos y desagradables
(3) insomnio o hipersomnia
(4) aumento del apetito
(5) retraso o agitación psicomotores
C. Los síntomas del Criterio B causan un malestar clínicamente significativo o un deterioro de la actividad laboral, social o de otras áreas importantes de la actividad del sujetos.
D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la abstinencia de cocaína es la presencia de un síndrome característico de abstinencia que aparece en pocas horas o algunos días después de interrumpir (o disminuir) el consumo abundante y prolongado de cocaína (Criterio B). El síndrome de abstinencia se caracteriza por la presencia de un estado de ánimo disfórico acompañado por dos o más de los siguientes cambios fisiológicos: fatiga, sueños vívidos y desagradables, insomnio o hipersomnia, aumento del apetito e inhibición o agitación psicomotoras. Puede haber, sin formar parte de los criterios diagnósticos, anhedonía y deseo irresistible de cocaína (craving). Estos síntomas provocan un malestar clínico significativo o deterioro laboral, social o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio C). Los síntomas no deberán a enfermedad médica ni se explicarán mejor por la presencia de otro trastorno mental (Criterio D).
Los síntomas de abstinencia aguda ("crash") se observan con frecuencia después de períodos de consumo de dosis altas y repetidas ("runs" o "binges"). Estos períodos se caracterizan por sentimientos intensos y desagradables de lasitud y depresión, que requieren generalmente algunos días de descanso y recuperación. Pueden aparecer síntomas depresivos con ideas o comportamiento suicidas, que constituyen el problema más grave observado durante el "crashing" u otras formas de abstinencia de cocaína. Un número no despreciable de sujetos con dependencia de cocaína tienen pocos o ningún síntoma demostrable de abstinencia al interrumpir su consumo.
Inhalantes
Cualquier producto que contenga alguna de las siguientes sustancias químicas puede constituir objeto de adicción : Acetato, benzeno, tetracloruro de carborno, cloroformo, ciclohexano, éter y varios alcoholes, cetonas incluyendo las acetonas, mexano, nafta, percloretileno, tolueno, tricloretileno y triclorofano.
Muchos productos de uso general, tanto domésticos como industriales, se inhalan para producir intoxicación. Entre ellos se destacan::
Pegamentos y colas de contacto de secado rápido.
Pinturas, lacas, quitapinturas y quitayesos, líquidos para corregir errores tipográficos ("tipp-ex") y sus correspondientes disolventes.
Productos derivados del petróleo, líquidos para mecheros ( incluido el gas butano ), anticongelante, líquidos para limpieza en seco, laca para el pelo y acetona para quitar el esmalte de las uñas.
Gases propulsores de los aerosoles, incluyendo desodorantes, purificadores de aire, insecticidas, sprays de pintura y extintores de incendios.
Alcohol medicinal, limpiadores de metal, detergentes, betún de zapatos y tintes.
Dependencia de inhalantes
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de inhalantes que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres o más de los siguientes ítems en algún momento de un período continuado de 12 meses:
(1) tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems
(a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de inhalantes para conseguir el efecto deseado
(b) el efecto de las mismas cantidades de inhalantes disminuye claramente con su consumo continuado
(2) abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) el síndrome de abstinencia característico para los inhalantes
(b) se toma inhalantes (o una sustancia muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia
(3) los inhalantes son tomados con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía
(4) existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de inhalantes
(5) se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de inhalantes (p. ej., desplazarse largas distancias), en el consumo de inhalantes (p ej., tomarse uno tras otro) o en la recuperación de los efectos de los inhalantes
(6) reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de inhalantes
(7) se continúa tomando inhalantes a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de los mismos
Algunos de los criterios genéricos para la dependencia de sustancias no son aplicables a los inhalantes, mientras que otros requieren ser más ampliamente formulados. Se ha observado tolerancia a los efectos de los inhalantes entre individuos con un frecuente consumo de éstos, pero se desconocen su prevalencia y su importancia clínica. Se ha descrito un posible síndrome de abstinencia con inicio entre 24 y 48 horas después de interrumpir el consumo y con una duración de 2-5 días, con síntomas que incluyen alteraciones del sueño, temblores, irritabilidad, diaforesis, náuseas e ilusiones pasajeras. De todos modos, este síndrome no ha sido correctamente documentado y parece carecer de importancia clínica. Así pues, la dependencia de inhalantes no incluye un síndrome de abstinencia característico ni la evidencia del consumo de inhalantes para aliviar o evitar los síntomas de la abstinencia. Sin embargo, los inhalantes pueden ser tomados durante períodos de tiempo más largos o en cantidades más grandes de lo pretendido en un principio, y los sujetos que los consumen pueden encontrar dificultades para interrumpir o reducir su utilización. Debido a que los inhalantes no son caros y son legales y fáciles de obtener, es raro que se invierta mucho tiempo tratando de conseguirlos. Sin embargo, sí puede invertirse gran cantidad de tiempo en recuperarse de los efectos de su uso. El consumo de recurrente de inhalantes puede dar lugar al abandono o la disminución de actividades importantes de tipo social, laboral o recreativo, y el consumo de la sustancia puede persistir a pesar de que el sujeto tenga conocimiento de los perjuicios físicos (p.ej., afecciones hepáticas o lesiones de los sistemas nerviosos central y periférico) o psicológicos (p.ej., depresión grave) que su consumo comporta.
Abuso de inhalantes
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de inhalantes que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por uno (o más) de los ítems siguientes durante un período de 12 meses:
(1) consumo recurrente de inhalantes, que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o rendimiento pobre relacionados con el consumo de inhalantes; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas con la inhalantes; descuido de los niños o de las obligaciones de la casa)
(2) consumo recurrente de inhalantes en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los efectos de inhalantes)
(3) problemas legales repetidos relacionados con los inhalantes (p. ej., arrestos por comportamiento escandaloso debido a los inhalantes)
(4) consumo continuado de inhalantes, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de los inhalantes (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación o violencia física).
Los individuos que abusan de los inhalantes pueden tomarlos en situaciones peligrosas (p.ej., conduciendo un automóvil o manejando maquinaria mientras el juicio y la coordinación están deteriorados debido a la intoxicación por inhalantes). El consumo repetido de inhalantes puede estar asociado a conflictos familiares y problemas escolares (p.ej., ausencias sin permiso, malas notas, expulsiones de la escuela).
Intoxicación por Inhalantes
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Consumo reciente intencionado o breve exposición a dosis altas de inhalantes volátiles (excluyendo los gases anestésicos y los vasodilatadores de acción corta).
B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (beligerancia, violencia, apatía, deterioro del juicio, deterioro de las actividades social o laboral) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo o exposición a inhalantes volátiles.
C. Dos (o más) de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo o exposición a inhalantes:
(1) mareo
(2) nistagmo
(3) incoordinación
(4) lenguaje farfullante
(5) marcha inestable
(6) letargia
(7) disminución de los reflejos
(8) retraso psicomotor
(9) temblores
(10) debilidad muscular generalizada
(11) visión borrosa o diplopía
(12) estupor o coma
(13) euforia
D. Estos síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la intoxicación por inhalantes es la presencia de cambios psicológicos o comportamentales desadaptivos clínicamente significativos (p.ej., beligerancia, violencia, apatía, deterioro del juicio, deterioro de la actividad social o laboral) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo intencionado, o de una breve exposición a altas dosis, de inhalantes volátiles (Criterios A y B). Los cambios desadaptativos se acompañan de signos que incluyen mareos o alteraciones visuales (visión borrosa o diplopía), nistagmo, incoordinación, lenguaje farfullante, marcha inestable, temblores y euforia. Las dosis más altas de inhalantes pueden provocar letargia y retraso psicomotor, debilidad muscular generalizada, disminución de los reflejos, estupor o coma (Criterio C). La alteración no se debe a enfermedad médica ni se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (Criterio D).
Opiáceos
El opio, jugo amargo y seco de la adormidera, se ha utilizado durante siglos para aliviar el dolor. Las propiedades analgésicas del opio vienen de la morfina, que es el componente activo principal del opio.
En los años 1970 y 1980, los investigadores descubrieron sustancias similares a la morfina que son producidas naturalmente en el cuerpo, los péptidos opioides endógenos o "endorfinas".
Los opiáceos, como la morfina, la heroína, la codeína, la meperidina, la metadona y el propoxifeno, actúan imitando a las endorfinas. Los opiáceos se ligan a los receptores neuronales postsinápticos, activando los sistemas calmantes del dolor en el cerebro y la médula espinal.
Dependencia de Opiáceos
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de opiáceos (morfina, heroína, opio, codeina, meperidina, metadona, propoxifeno) que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres o más de los siguientes ítems en algún momento de un período continuado de 12 meses:
(1) tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de opiáceos para conseguir el efecto deseado
(b) el efecto de las mismas cantidades de opiáceos disminuye claramente con su consumo continuado
(2) abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) el síndrome de abstinencia característico para los opiáceos
(b) se toma opiáceos (o una sustancia muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia
(3) los opiáceos son tomados con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía
(4) existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de opiáceos
(5) se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de opiáceos (p. ej., desplazarse largas distancias), en el consumo de opiáceos (p ej., tomarse uno tras otro) o en la recuperación de los efectos de los opiáceos
(6) reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de opiáceos
(7) se continúa tomando opiáceos a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de los mismos
Muchos sujetos con dependencia de opiáceos presentan niveles altos de tolerancia y experimentan abstinencia al interrumpir bruscamente el consumo de opiáceos. La dependencia de opiáceos incluye signos y síntomas que reflejan la compulsiva y prolongada autoadministración de opiáceos consumidos con finalidades no médicas, o, si hay una enfermedad médica que requiere tratamiento con opiáceos, éstos se utilizan a dosis mayores de las requeridas para aliviar el dolor. Los sujetos con dependencia de opiáceos tienden a presentar patrones compulsivos en el consumo de la droga y toda su actividad está dirigida hacia su obtención y administración. Los opiáceos son habitualmente adquiridos en el mercado ilegal pero también pueden obtenerse por prescripción médica, exagerando las dolencias o problemas, o a través de prescripciones simultáneas de varios médicos. Los profesionales de la salud obtienen a menudo los opiáceos por autoprescripción o a través de recetas de otros pacientes o en la farmacia.
Abuso de Opiáceos
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de opiáceos (morfina, heroína, opio, codeina, meperidina, metadona, propoxifeno) que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por uno (o más) de los ítems siguientes durante un período de 12 meses:
(1) consumo recurrente de opiáceos, que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o rendimiento pobre relacionados con el consumo de opiáceos; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas con los opiáceos; descuido de los niños o de las obligaciones de la casa)
(2) consumo recurrente de opiáceos en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los efectos de los opiáceos)
(3) problemas legales repetidos relacionados con los opiáceos (p. ej., arrestos por comportamiento escandaloso debido a los opiáceos)
(4) consumo continuado de los opiáceos, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de los opiáceos (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación o violencia física).
Pueden derivarse problemas legales por acciones cometidas por un individuo mientras está intoxicado por opiáceos o por el hecho de obtener las drogas por vías legales. Las personas que abusan de opiáceos suelen consumir estas drogas mucho menos que los que presentan dependencia y no desarrollan tolerancia ni abstinencia relevantes. Cuando el consumo de opiáceos se acompaña de tolerancia, abstinencia o comportamiento impulsivo, debe considerarse el diagnóstico de dependencia de opiáceos.
Intoxicación por Opiáceos
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Presencia de un síndrome reversible específico de opiáceos (morfina, heroína, opio, codeina, meperidina, metadona, propoxifeno) debido a su ingestión reciente.
B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (p.ej., euforia inicial seguida de apatía, disforia, agitación o inhibición psicomotoras, irritabilidad, labilidad emocional, deterioro cognitivo (intelectual), alteración de la capacidad de juicio o deterioro de la actividad social y laboral) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de opiáceos.
C. Miosis (o midriasis por anoxia en la intoxicación grave) y uno (o más) de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de opiáceos:
(1) somnolencia o coma
(2) lenguaje farfullante
(3) deterioro de la atención o de la memoria
D. Los síntomas no son debidos a una enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la intoxicación por opiáceos es la presencia de cambios psicológicos o comportamentales desadaptivos clínicamente significativos (p.ej., euforia inicial seguida de apatía, disforia, agitación o inhibición psicomotoras, alteración de la capacidad de juicio o deterioro de la actividad social y laboral) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo de opiáceos. La intoxicación se acompaña de constricción pupilar (a no ser que se produzca una sobredosis grave, con la consecuente anoxia y dilatación pupilar) y uno o más de los siguientes signos: somnolencia (cabezadas) o incluso coma, lenguaje farfullante, disartria y disminución de la memoria y de la atención (Criterio C). Los sujetos con intoxicación por opiáceos pueden presentar falta de atención a su entorno, hasta el punto de ignorar acontecimientos potencialmente peligrosos. Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (Criterio D).
La importancia de las alteraciones comportamentales y psicológicas resultantes del consumo de opiáceos depende de las dosis y de las características del sujeto (p.ej., tolerancia, grado de absorción, cronicidad del consumo). Los síntomas de la intoxicación por opiáceos se prolongan habitualmente durante unas horas, de acuerdo con el tiempo de vida media de la mayoría de los opiáceos. La intoxicación grave por una sobredosis de opiáceos puede conducir al coma, depresión respiratoria, midriasis e incluso a la muerte.
Intoxicación por opiáceos, con alteraciones perceptivas.
Este diagnóstico puede realizarse cuando los criterios coinciden intoxicación por opiáceos y aparecen en ausencia de delirium, alucinaciones con juicio de realidad intacto o las ilusiones auditivas, visuales o táctiles. Juicio de realidad intacto quiere decir que la persona es consciente de que laa alucinaciones están producidas por la sustancia y no son la representación de una realidad externa. Cuando las alucinaciones aparecen sin juicio de realidad intacto, debe considerarse el diagnóstico de trastorno psicótico inducido por sustancias, con alucinaciones.
Abstinencia de Opiáceos
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Alguna de las siguientes posibilidades:
(1) interrupción (o disminución) de un consumo abundante y prolongado (varias semanas o más) de opiáceos (morfina, heroína, opio, codeina, meperidina, metadona, propoxifeno)
(2) administración de un antagonista opiáceo después de un período de consumo de opiáceos
B. Tres (o más) de los siguientes signos y síntomas, que aparecen de pocos minutos a varios días después del Criterio A:
(1) humor disfórico
(2) náuseas o vómitos
(3) dolores musculares
(4) lagrimeo o rinorrea
(5) dilatación pupilar, piloerección o sudoración
(6) diarrea
(7) bostezos
(8) fiebre
(9) insomnio
C. Los síntomas del Criterio B provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la abstinencia de opiáceos es la presencia de un síndrome de abstinencia característico que se presenta tras la interrupción (o disminución) de un consumo abundante y prolongado de opiáceos. El síndrome de abstinencia también puede ser provocado por la administración de un antagonista opiáceo (p.ej., naloxona o naltrexona) tras un período de consumo de opiáceos (Criterio A2). La abstinencia de opiáceos se caracteriza por un patrón de signos y síntomas contrarios a los efectos agonistas agudos. Los primeros de éstos son subjetivos y consisten en síntomas de ansiedad, inquietud y sensación de dolor que con frecuencia se localiza en la espalda y las piernas, acompañados de una necesidad irresistible de obtener opiáceos (craving) y un comportamiento de búsqueda de droga, además de irritabilidad y mayor sensibilidad al dolor. Debe haber tres o más de los siguientes síntomas para establecer el diagnóstico de abstinencia de opiáceos: humor disfórico; náuseas o vómitos; dolores musculares; lagrimeo o rinorrea; midriasis, piloerección o aumento de la sudoración; diarrea; bostezos; fiebre, e insomnio (Criterio B). La piloerección y la fiebre se asocian a la abstinencia grave, y no se observan con frecuencia en la preáctica clínica, dado que los pacientes con dependencia de opiáceos suelen obtener las sustancias antes de que la abstinencia esté tan avanzada. Estos síntomas de abstinencia de opiáceos deben provocar un malestar clínicamente significativo o un deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio C). Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por otro trastorno mental.
En la mayoría de los sujetos que son dependientes de drogas de acción corta como la heroína, los síntomas de abstinencia aparecen entre las 6 y las 24 horas después de la última dosis. En el caso de drogas de acción más prolongada como la metadona o el LAAM (1-alfa-acetilmetadol), los síntomas pueden tardar 2-4 días en aparecer. Los síntomas agudos de la abstinencia de opiáceos de acción corta como la heroína habitualmente alcanzan un máximo entre 1 y 3 días, remitiendo gradualmente en un período de 5-7 días. Los síntomas de abstinencia menos aguda pueden prolongarse durante semanas o meses. Estos síntomas más crónicos incluyen ansiedad, disforia, anhedonía, insomnio y anhelo de droga (craving).
Nicotina
La nicotina es una amina terciaria con una piridina y un anillo de pirrolidina. La nicotina, sobre todo cuando se fuma, ejerce varios efectos farmacológicos sobre el sistema cardiovascular, la mayoría de los cuales están relacionados con la estimulación del sistema nervioso simpático. Estos incluyen:
Un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, volumen sistólico y gasto cardíaco, a sí como del flujo sanguíneo coronario.
Vasoconstricción cutánea con una disminución asociada de la temperatura cutánea, venoconstricción sistémica y un aumento del flujo sanguíneo muscular.
Un aumento de las concentraciones circulantes de adrenalina y noradrenalina
Un aumento de los niveles circulantes de ácidos grasos libreas, glicerol y lactato.
En los fumadores habituales, existen algunas diferencias en los efectos de la nicotina. Por ejemplo, la presión no parece aumentar significativamente, probablemente como consecuencia del desarrollo de una tolerancia a la nicotina. El mayor aumento de la frecuencia cardíaca se produce con los primeros cigarrillos del día, pero posteriormente permanece inalterada. Los fumadores presentan niveles elevados de lipoproteínas de baja densidad (LDL, "colesterol malo") y niveles reducidos de lipoproteínas de alta densidad (HDL, "colesterol bueno"), fenómeno asociado a la ateroesclerosis. Además, la concentración máxima de nicotina alcanzada en el tabaquismo está implicada en la hiperactividad y función de las plaquetas, ya que a sangre de los fumadores tiende a coagularse más fácilmente.
Dependencia de Nicotina
Los criterios internacionales de diagnóstico de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
Patrón desadaptativo de consumo de nicotina que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres o más de los siguientes ítems en algún momento de un período continuado de 12 meses:
(1) tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de nicotina para conseguir el efecto deseado
(b) el efecto de las mismas cantidades de fenciclidina disminuye claramente con su consumo continuado
(2) abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
(a) el síndrome de abstinencia característico para la nicotina
(b) se fuma nicotina (o una sustancia muy parecida) para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia
(3) la nicotina es fumada con frecuencia en cantidades mayores o durante un período más largo de lo que inicialmente se pretendía
(4) existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el consumo de nicotina
(5) se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de nicotina (p. ej., desplazarse largas distancias), en el consumo de nicotina (p ej., tomarse uno tras otro) o en la recuperación de los efectos de la nicotina
(6) reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al consumo de nicotina
(7) se continúa fumando nicotina a pesar de tener conciencia de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o exacerbados por el consumo de la misma
Algunos de los criterios genéricos para la dependencia de sustancias no se aplican a la nicotina, mientras que otros requieren una mayor explicación. La tolerancia a la nicotina se manifiesta por la ausencia de náuseas, mareo y otros síntomas característicos a pesar del consumo abundante de nicotina o de la disminución del efecto del consumo continuado de la misma cantidad de nicotina. La interrupción del consumo de nicotina produce un síndrome de abstinencia bien definido que se describe a continuación. Muchos sujetos que consumen nicotina lo hacen para disminuir o evitar los síntomas de abstinencia cuando se despiertan por la mañana o cuando salen de situaciones donde su consumo está prohibido (p.ej., en el trabajo o en el avión). Los sujetos que fuman o los que toman nicotina en sus diversas formas consumen más nicotina y con mayor rapidez de lo que ellos mismos inicialmente deseaban. Aunque más del 80% de los sujetos que fuman expresan el deseo de dejar de fumar y el 35% lo intenta cada año, sólo el 5% lo consigue. La gran cantidad de tiempo que se gasta en el consumo de la sustancia queda muy bien reflejado en el hecho de fumar en cadena. Puesto que se dispone con rapidez y facilidad de la nicotina, al estar legalizada, es raro que se gaste mucho tiempo en obtenerla. Los sujetos pueden no asistir a actividades sociales, laborales recreativas cuando se dan en lugares donde está prohibido fumar. El consumo continuado, a pesar de conocer los problemas médicos que acarrea, constituye un problema sanitario importante (p.ej., un sujeto sigue fumando a pesar de padecer una enfermedad médica relacionada con el consumo de tabaco, como una bronquitis o una enfermedad pulmonar obstructiva crónica).
Abstinencia de Nicotina
Los criterios internacionales de diagnóstico para la abstinencia de nicotina (cigarrillo) de acuerdo al DSM-IV TR son los que a continuación se detallan:
A. Consumo prolongado y en grandes cantidades de nicotina.
B. Interrupción brusca o disminución de la cantidad de nicotina consumida, seguida a las 24 horas por cuatro (o más) de los siguientes signos:
(1) estado de ánimo disfórico o depresivo
(2) insomnio
(3) irritabilidad, frustración o ira
(4) ansiedad
(5) dificultades de concentración
(6) inquietud
(7) disminución de la frecuencia cardíaca
(8) aumento del apetito o del peso
C. Los síntomas del Criterio B provocan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. Los síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
La característica esencial de la abstinencia de nicotina es la presencia de un síndrome de abstinencia característico que se desarrolla después de la brusca interrupción del consumo de productos que contienen nicotina tras su consumo diario durante períodos prolongados. El síndrome de abstinencia incluye cuatro o más de los siguientes síntomas: estado de ánimo disfórico o depresivo, insomnio, irritabilidad, frustración o ira, ansiedad, dificultades de concentración, inquietud o impaciencia, disminución de la frecuencia cardíaca, aumento del apetito o aumento de peso. Los síntomas de abstinencia provocan un malestar clínicamente significativo o deterioro laboral, social o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. Los síntomas no se deben a enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
Estos síntomas son debidos en gran parte a la deprivación de nicotina y son más intensos entre los sujetos que fuman cigarrillos que entre los que consumen otros productos que contienen nicotina. La mayor rapidez de los efectos de la nicotina conduce a estos fumadores a un patrón de hábito intenso que es más difícil de abandonar por la frecuencia y rapidez del refuerzo y por la mayor dependencia física de la nicotina. En sujetos que dejan de fumar la frecuencia cardíaca disminuye 5 a 12 lat./min en los primeros días, y el peso aumenta 2-3 kg el primer año. Con el cambio del consumo de cigarrillos de alto a bajo contenido de nicotina, o al interrumpir el consumo de chicle o de parches de nicotina, pueden aparecer síntomas de abstinencia leves.
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