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Me comí mis sentimientos: comedores compulsivos en México

Los problemas de sobrepeso tienen su raíz en los daños emocionales que puedan tener las personas en su vida, asegura Eunice, quien fue comedora compulsiva
Iván Quecha Reyna
15 de agosto de 2008

La obesidad en México puede explicarse por la compulsión por la comida originada por problemas emocionales

El sobrepeso y los problemas emocionales tienen un desenlace fatal cuando la comida se convierte en un paliativo del dolor. Comer compulsivamente es cada vez más común en una sociedad que tiende al aislamiento de las personas, a la par que existe una oferta extensiva e intensiva de comida que no nutre pero sí engorda.

Eunice comenzó a tener problemas con su peso tras terminar una relación destructiva con un muchacho, y se dio cuenta de que era comedora compulsiva. Con la comida aliviaba los daños emocionales que le quedaron. Sin embargo, durante este duro golpe a su vida, cayó en cuenta de que toda su familia era obesa, y que la comida se había convertido en una adicción para aliviar dolores sentimentales. Después, esto se convirtió en un problema a la hora de intentar bajar de peso:

"Yo veía que mi familia gastaba muchos recursos en dietas para poder bajar de peso, pero nada les funcionaba. Y entonces yo me dije, soy igual a estas personas, por lo que a mí tampoco me va a funcionar", relata a El Universal.

Entonces decidió unirse a un grupo de comedores compulsivos, en donde compartía sus experiencias con diferentes tipos de personas con el mismo mal, aunque descarta que alguna persona tenga determinado ser comedor compulsivo: "yo tuve esta adicción porque tenía un refrigerador lleno, pero pudo haber sido alcohol en su lugar, por ejemplo".

"Vengo de una familia en donde no se habla de lo que se siente, y en donde no se hablan de las emociones, y yo me empiezo a comer mis emociones", y redimensiona el tamaño del problema en la sociedad: "Es como el malestar de la cultura de Freud, donde lo que no se menciona no existe. Vivimos en una cultura donde las apariencias son muy importantes y por eso debes ocultar tus sentimientos y los comedores compulsivos comenzamos a aislarnos de la sociedad".

"Las tienditas de la esquina siempre te ofrecen todas las drogas legales, los chocolates, los `marinela´ y todas las harinas refinadas con azúcar, todo lo que tiene que ver con una nutrición que no te nutre", señala.

Eunice ingresó a Comedores Compulsivos Anónimos con el ánimo de poder salir de su problema alimenticio, y asegura que esta organización la ha ayudado a mejorar considerablemente su calidad de vida.

"Uno come cosas para que se libere endorfina y se puede aliviar el dolor emocional, anestesian las emociones de tu vida. Fue cuando entré al grupo que me di cuenta el daño que me hacía al deformar mi cuerpo".

Comenta que los pilares de esta organización es tratar de ayudar a aliviar los dolores de las personas que van, además de que, como con los alcohólicos, evitar comer con la idea "sólo por hoy" los alimentos que causan la adicción, que en el caso de Eunice, son las harinas refinadas.

Reprueba el hecho de que se exhiba en la televisión el dolor que significa tener sobrepeso, ya que asegura: "no se trata de hacer ejercicio o tener fuerza de voluntad, sino que es un problema que tiene que ver con las emociones de las personas que padecen obesidad".

De su experiencia relata que ella tuvo problemas con su padre, que era muy rígido y que le inculcaba férreamente el ateísmo como consecuencia de que su abuelo fue muy religioso, y que su madre era muy controladora, por lo que su disfunción familiar la afectó, pero posteriormente pudo perdonarlos debido a que mejoró su autoestima y salió del círculo vicioso que implica pelear y comer, comer y pelear.

En México, una de cada siete personas tiene problemas de peso, es decir, tiene grasa en el cuerpo que sería más saludable no tener almacenada. Cuatro de cada diez padece obesidad, lo que significa que el índice de masa corporal superior a 30 puntos, lo cual es bastante riesgoso para la salud. Sin embargo, tres de cada diez mexicanos está en riesgo en tener obesidad mórbida, debido a que padecen de sobrepeso, que implica un exceso notable de peso en relación con la altura.

El Universal


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