Imprimir
Día Mundial de la Alimentación
Bertha Sola24

Importante tener atención inmediata a este problema mundial. 
 
El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, problema que anteriormente se enfocaba a hacer conciencia y fomentar programas para combatir los altos índices de desnutrición mundiales en poblaciones que viven en extrema pobreza, sin embargo, los problemas de alimentación debido a los estilos de vida identifican ahora dos polos opuestos, por un lado la desnutrición con sus múltiples facetas y por el otro la obesidad.

Es por ello que ahora, y especialmente en México, tenemos mucho por hacer para lograr que la sociedad en general tenga, por un lado, programas que terminen con la desnutrición por pobreza y por otro, opciones para que todos adoptemos conductas y hábitos que fomenten una alimentación saludable, desde el individuo y la familia, hasta en las escuelas y otras grandes instituciones.

El Día Mundial de la Alimentación se proclamó en 1970 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en el XXV aniversario de la ONU, con la finalidad de aumentar los conocimientos de la población sobre el problema alimentario a nivel mundial, al considerar que “la alimentación es un requisito para la supervivencia y el bienestar de la humanidad y una necesidad humana fundamental”.

En México, los principales problemas de alimentación presentes en la población son polos opuestos: por un lado la desnutrición y la anemia principalmente en la zona sur del país, pero también la desnutrición causada por conductas como la bulimia, anorexia, permarexia y otros más.

Y por el otro, la obesidad con sus complicaciones como lo son la Diabetes Mellitus y las Enfermedades Cardiovasculares, presentes sobre todo en la zona centro y norte de México y que hoy en día representan el primer lugar en casos de mortalidad.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, los problemas de sobrepeso y obesidad han crecido hasta un 70%, por lo que cada vez hay más niños con sobrepeso (26% de prevalencia en niños y niñas de 5 a 11 años).

La mala alimentación de los mexicanos se debe a diversos factores, por ejemplo, la falta de educación en materia de alimentación en todos los niveles de la sociedad, la gran influencia de los medios de comunicación que en muchos casos “malinforma” a la población, la integración de la mujer a actividades laborales que le impiden dedicar más tiempo a supervisión de la alimentación de su familia, aunado con el “problema de roles”, que siguen dando a la mujer el peso de la responsabilidad en la tarea de alimentación familiar, así como las jornadas de trabajo tan prolongadas que obligan a las personas a comer en la calle o comer alimentos de poco valor nutritivo o a dejar de comer adecuadamente porque la moda impone y exige imágenes delgadas condicionando a esto ciertos trabajos y aceptación social sobre todo entre adolescentes, por citar sólo algunas causas.

La alimentación es un proceso que involucra aspectos culturales, socioeconómicos y sicológicos que determinan qué comemos, cuándo lo comemos, en qué cantidad lo consumimos y también para qué lo comemos.

La alimentación saludable es la que nos permite el buen funcionamiento del organismo para mantener la salud, para ello debe considerar las necesidades específicas de cada individuo, como: el crecimiento en ciertas etapas de la vida, el adecuado rendimiento en el ejercicio, la prevención o tratamiento de algunas enfermedades, el mantenimiento de un adecuado peso corporal, así como el entorno social de cada persona.
Una alimentación saludable sigue las “Reglas de la Alimentación” ilustradas por el Plato del Buen Comer que son:

· Suficiente, tomando en cuenta la edad, sexo, actividad y condición de salud. Es decir no excesiva y controlando el consumo de ciertos alimentos como son las grasas y carbohidratos.
· Adecuada al contexto, condiciones y circunstancias de cada persona.
· Equilibrada, ya que debe tener el balance correcto entre los nutrimentos 55 a 60% de la energía a partir de carbohidratos, un 10 a 15% de proteínas y de 25 a 30% de grasas.
· Completa, ya que debe aportar todos nutrimentos a través de alimentos que proporcionen energía, proteínas, vitaminas y minerales.
· Variada, ya que todos los alimentos contienen nutrimentos diferentes y variada también la combinación de platillos, por lo que es importante conocer qué alimentos son los más accesibles en la región, consumir los de temporada por ser más baratos y lograr que en cada comida se incluyan cereales, alimentos de origen animal, frutas y verduras.
· Higiénica, para evitar enfermedades causadas por microorganismos patógenos o sustancias tóxicas. Los alimentos deben estar frescos y preparados adecuadamente.
Uno de los alimentos necesarios, pero en los que hay que poner especial atención en su consumo, es la grasa, es importante para nuestra salud pues aporta energía, sirve para que el organismo mantenga una adecuada temperatura corporal, para formar hormonas; también aportan las vitaminas A, D, E y K, así como ácidos grasos esenciales.

Sin embargo, se debe vigilar y controlar el tipo de grasa que se consume y buscar aquella que proporcione adicionalmente otros nutrimentos esenciales para la prevención de enfermedades como es el consumo de aceites vegetales, que puede ser aprovechado en el tratamiento y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Siendo necesario consumir 30% de la energía en forma de grasas, menos del 10% deben ser grasas saturadas y el resto grasas insaturadas contenidas en los aceites vegetales como el aceite de cocina, el aguacate y las oleaginosas como la nuez, el cacahuate, la linaza y la almendra.

Los aceites de canola y de linaza son los que cuentan con una mejor proporción de ácidos grasos poliinsaturados y sobretodo monoinsaturados, que ayudan a mejorar los niveles de lípidos en sangre. Entonces, el consumo de aceite de cocina de buena calidad, en cantidad moderada y con la técnica culinaria adecuada, es benéfico para la salud.
Otras grasas benéficas para la salud están en los ácidos grasos omega 3, 6 y 9 que, en la adecuada proporción, desempeñan funciones antiinflamatorias e inmunológicas, entre otras; éstas también pueden encontrarse en algunas semillas oleaginosas como la linaza.

LA CRÓNICA de hoy
Viernes 17 de Octubre, 2008