Existe dependencia de una sustancia (drogas ilegales, alcohol, tabaco, café, etc.) o de una conducta (sectarismo, jugar, comer, comprar, coleccionar, trabajar, etc.) siempre que un sujeto:

1. para sentirse bien necesite consumir cada vez mayor cantidad de alguna droga y/o realizar con más frecuencia alguna conducta y/o asistir al lugar dónde ésta se lleva a cabo.

2. mantenga un consumo de esa droga o un tiempo dedicado a esa actividad o conducta superior al que había previsto inicialmente.

3. no consiga, aunque lo intente con ganas, reducir el consumo de esa droga y/o el tiempo dedicado a esa actividad o conducta.

4. niegue estar "enganchado" a esa droga o conducta mientras que su familia y amigos piensan lo contrario.

5. sólo se sienta bien ocupándose del consumo de esa droga o de la práctica de esa conducta y/o haciendo girar sus actividades, intereses y conversaciones en torno a éstas.

6. se sienta mal cuando no puede consumir esa droga o realizar esa conducta.

7. no sea capaz de enfrentarte a una situación cotidiana conflictiva sin consumir esa droga o realizar esa conducta y/o relacionarse con quienes lo hacen.

8. no conceda importancia a las consecuencias (ya evidentes) del consumo abusivo de esa droga o de la práctica de esa conducta.

Si las respuestas a estos indicadores de dependencia son positivas, resulta aconsejable buscar asesoramiento especializado.

Fuente: Rodríguez, P. (2000). Adicción a sectas. Barcelona: Ediciones B., capítulo 10, pp. 92-97)