El amor inteligente tienen tres notas básicas en su sinfonía: corazón, cabeza y espiritualidad, sin olvidar que lo cotidiano nunca es banal ni insignificante. El mejor amor se echa a perder si no se cuida a base de pequeños detalles. El doctor Enrique Rojas vuelve a deleitarnos con un análisis psicológico profundo guiado por un principio funadamental: para estar con alguien es preciso estar primero con uno mismo. El amor tiene un alto porcentaje de artesanía psicológica. Nos hace libres y esclavos, nos emancipa y nos sujeta. El autor de esta obra quiere educar la inteligencia y la afectividad, porque sabe que comprender tarde no es comprender.
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