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El perdón, clave para la relación entre suegras y nueras.
Mar Sánchez Marchori

VALENCIA, 12 marzo 2003 (ZENIT.org).- Mar Sánchez Marchori, psicopedagoga y orientadora familiar, especialista en pedagogía creativa, ofrece en esta entrevista su valoración del primer «Taller de comunicación entre suegras y nueras», celebrado en España.

La iniciativa, que tuvo lugar con éxito inesperado en Valencia el 21 de febrero, tenía, como ella misma explica, «mejorar la comunicación y establecer lazos de amistad que siempre nos permiten a todos crecer como personas».

-¿Cómo ha resultado este primer taller en España para mejorar las relaciones entre suegras y nueras?

-Mar Sánchez Marchori: Ha sido un gran éxito, en principio el taller iba a ser para 30 personas, pero, debido a la demanda, tuvimos que ampliar el cupo hasta 65. De todos modos, no fue suficiente, y 17 personas se quedaron en la lista de espera. El saldo de asistencia fue favorable a las suegras (un 70% sobre el 30 % de nueras), sólo asistió un suegro y 3 yernos. Aunque casi no hemos hecho publicidad (sólo informamos de la realización del taller a la agencia AVAN), ha tenido una gran repercusión en todos los medios de comunicación.

-¿Qué temas se abordaron?

-Mar Sánchez Marchori: Estructuramos el taller en cuatro módulos. En el primero, más sociológico, abordamos todas las relaciones duales que se dan en una familia: suegra-yerno, suegra-nuera, suegro-yerno, etc. y analizamos por qué la relación suegra-nuera es la más conflictiva históricamente.

En la segunda parte, hablamos de las habilidades de comunicación; en la tercera, de la necesidad de entendernos a través de una escucha constructiva, de la empatía; finalmente, analizamos el concepto de conflicto y las diferentes maneras de resolver los conflictos, perdiendo el miedo a los enfrentamientos.

-¿Fue un taller interactivo?

-Mar Sánchez Marchori: Totalmente, gran parte de las actividades eran de carácter práctico. Realizamos encuestas para suegras, elegimos algunas películas como «Los padres de la novia» que podían ayudarnos a debatir sobre problemas familiares, utilizamos un cuento en el que se hablaba de los prejuicios, descubrimos la gran cantidad de mensajes no verbales que utilizamos, etc.

-¿Cómo se le ocurrió crear un taller de estas características?

-Mar Sánchez Marchori: Hubo dos razones. La primera es que desde hace tres años trabajo en un libro que se titula «Cómo prepararse para la vida conyugal» (que publicará EUNSA este año), y a lo largo de mis investigaciones he descubierto el poco material que había sobre «la familia del cónyuge». La segunda razón es que en mi trabajo de orientación familiar he visto cómo detrás de muchos problemas relacionados con la educación de los niños, por ejemplo, están detrás las opiniones de los suegros.

Además hay datos que dicen que un 33% de matrimonios se rompen por la influencia de la familia del cónyuge. Al ver lo poco que se había hecho en España sobre un tema tan importante decidí poner en marcha este Taller.

-En un principio su idea era ofrecer el Taller a parroquias o incluirlo en los cursos prematrimoniales que se imparten en ellas ¿lo han hecho ya?

-Mar Sánchez Marchori: Todavía no lo he gestionado, pero lo haré porque creo que el sito idóneo para impartir este Taller está en los cursos prematrimoniales de las parroquias. Allí acude todo tipo de gente, y gente que potencialmente tendrá problemas de comunicación en sus nuevas familias si no están preparados.

La gente que asistió a nuestro taller era gente de mentalidad muy abierta, pero hace falta que los que no la tienen tanto también escuchen lo que decimos; posiblemente los que más necesitan cursos de este tipo son los que menos se animen a venir, por eso sería una buena oportunidad que se ofrecieran en las
parroquias.

-La orientación del Taller es cristiana. ¿Cómo se comunican los valores evangélicos en un curso para suegras y nueras?

-Mar Sánchez Marchori: El perdón es un valor fundamental. Cuando hablaba del taller en televisión me pedían que hablara más de «técnicas», pero llega un momento en que lo único que hay que hacer es sublimar el propio derecho por el bien de otro, y perdonar.

-¿Cuáles son los problemas más frecuentes entre suegras y nueras?

-Mar Sánchez Marchori: Las suegras suelen decir que lo que más les duele es que las nueras, que son mujeres más jóvenes que ellas, las miren con superioridad o con cierto desprecio por ser mujeres «mayores». Pocas veces las nueras se ponen en la piel de la suegra intentando sentir como ellas. Por su parte, las nueras se quejan de sentirse permanentemente evaluadas por sus suegras.

-¿Qué consejos da a unas y a otras?

-Mar Sánchez Marchori: A las suegras les sugiero que no critiquen a sus nueras, y a las nueras que miren con afecto a sus suegras, son las madres del hombre que aman. Al matrimonio le diría que intente mantener la independencia de una y otra familia política en cuestiones como las económicas o el cuidado de los niños.

Una relación viva no está exenta de conflictos. El conflicto quiere decir que la relación es viva: de lo que se trata es de resolverlo constructivamente. Llevarse bien exige ser capaz de renunciar, de educar los pensamientos y los prejuicios, de pedir perdón.

-¿Han existido siempre estos problemas, o son más propios de nuestros días?

-Mar Sánchez Marchori: Son problemas de toda la vida, pero la situación actual es mejor. Hoy tenemos más recursos, los roles de la mujer son distintos... La gran acogida que recibió el Taller significa que la preocupación de la mujer por resolver sus problemas es más activa. Lo que sí es verdad, es que algunas situaciones familiares más recientes, como la inestabilidad generada por los divorcios, crean situaciones nuevas de conflicto para las que no estamos preparados.

-¿Está previsto ya el segundo Taller de suegras?

-Mar Sánchez Marchori: Queremos hacerlo cuánto antes, lo más difícil es encontrar la fecha, aunque posiblemente sea antes del verano. Nuestra idea es dar la máxima difusión posible, estaríamos dispuestos a viajar a cualquier ciudad de España para poner en marcha talleres de este tipo, y nos gustaría que, una vez iniciados, fueran equipos locales los que los continuaran. No queremos monopolizar la dirección de estos talleres, por otra parte, nos resultaría imposible.

-¿Qué proyectos tiene para el futuro?

-Mar Sánchez Marchori: Junto a algunos colegas hemos creado una empresa de Pedagogía creativa, en la que trabajamos desde hace tiempo. Llevamos 5 ó 6 años generando acciones de diverso tipo con un único objetivo «formar en valores». Son acciones de repercusión social (cuidamos mucho el aspecto de la comunicación), pero siempre formativas. Por ejemplo, hemos creado una línea de juguetes formativos, en la que seguimos trabajando y estamos negociando el tema de la prevención de género desde los móviles.