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Extraña alianza de civilizaciones ZP

Las principales confesiones religiosas españolas se unen contra las reformas sociales del Gobierno. Católicos, ortodoxos, judíos, protestantes y musulmanes coinciden en criticar medidas como el «matrimonio» gay o el aborto.

Los líderes de las principales confesiones del país se han unido para exigir al Gobierno que «legisle para todos»

Las polémicas medidas anunciadas por el Gobierno de Zapatero han aglutinado en una sola voz a las distintas confesiones religiosas, que exigen al Ejecutivo «más reflexión y un diálogo profundo» para que su voz «no sea discriminada»

La Razón, José Antonio Méndez

Miércoles, 11 de mayo 2005

Madrid- El diálogo interreligioso en España está alcanzando cotas, cuanto menos, sorprendentes. Y no sólo por un esfuerzo de acercamiento entre las distintas confesiones, sino por la actual situación política del país. Y es que medidas tan polémicas como la futura aprobación del «matrimonio» homosexual, la adopción de niños por parte de parejas de gays y lesbianas, la experimentación con células madre embrionarias, la posibilidad de crear «bebés medicamento» o el asunto del aborto han aglutinado en torno a una misma postura a las principales Iglesias y confesiones religiosas de nuestro país.

De hecho, hace sólo unos días, la Conferencia Episcopal Española (CEE), la Federación de Comunidades Judías de España, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas y el Vicario General de la Iglesia ortodoxa en España firmaron un documento conjunto en el que se criticaba la equiparación de las uniones homosexuales con el matrimonio tradicional y se exigía al Gobierno de Zapatero «un diálogo amplio y una reflexión profunda». «Cualquier modificación de la institución matrimonial requiere un consenso social», afirma el documento. Además, el texto sostiene que «los derechos que se quieran o deban reconocer a otro tipo de uniones diferentes a la unión matrimonial no deberían afectar a la esencia e identidad del matrimonio».

Un «matrimonio» polémico. Sin duda, éste es uno de los aspectos de mayor controversia entre las distintas confesiones y el Gobierno.

Antonio José Chinchetru, portavoz de la Federación de Comunidades Judías de España, afirma que «el Gobierno debería presentar una actitud de escucha porque la nuestra es la opinión de una gran parte de la sociedad». «Está bien que se reconozcan los derechos de los homosexuales, pero esa unión no debe llamarse “matrimonio”» asevera Chinchetru.

Por su parte, también Mariano Blázquez, secretario ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas (FEREDE) afirma que, en este tema, «no se trata de perjudicar los derechos de nadie, sino de respetar la identidad histórica del matrimonio». «El Gobierno ha optado por mantener su posición sin consultarnos y debería buscar una vía alternativa que no hiera a nadie», afirma Blázquez. El secretario ejecutivo de FEREDE realiza una recomendación al Ejecutivo de Zapatero: «Cierto tipo de medidas no pueden tomarse a la ligera o por la imposición de una mayoría parlamentaria. Hace falta legislar con sentido común y verdadero diálogo». Y aunque al respecto de las uniones homosexuales el consenso es indiscutible, no es el único punto de encuentro.

Aborto y adopción. También la defensa de la vida y la crítica al aborto son una constante. De hecho, la postura de la Iglesia católica y de la ortodoxa es idéntica en este punto. Según el Vicario General ortodoxo en nuestro país, Dimitri Tsiamparlis, «la defensa de la vida es fundamental» y, aunque el Gobierno pretenda legislar a favor del aborto, «nosotros no debemos esconder nuestra opinión en temas en que nos jugamos tanto».

Tampoco la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo se escapa de la polémica. «El Estado debe procurar que el niño tenga un padre y una madre porque está en juego el interés del menor, no de los padres», afirma Mariano Blázquez desde FEREDE. Blázquez también asegura que «manifestarnos públicamente ayuda a sensibilizar a la gente y recuerda al Gobierno que hay que legislar para todos». Postura idéntica a la que mantiene la Iglesia católica.

El colectivo menos favorable a manifestarse públicamente sobre estas cuestiones, «por ser de política doméstica», es el musulmán. No obstante, Mohamed Al-Afifi, portavoz del Centro Cultural Islámico de Madrid, asegura que respecto a la experimentación con embriones o la creación de «bebés medicamento», «las tres religiones monoteístas opinamos lo mismo». Un consenso que no comparten, obviamente, con el Gobierno de Rodríguez
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