La  Ideología de Género  
  Subtítulo: o  el Género como herramienta de poder 
                                      
                                    Sekotia,  
                                    ISBN:  978-84-96899-74-2 
                                    Colección:  Opinión y Ensayo 
                                    174  páginas 
                                      
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                                    Ideología  de género como herramienta de poder 
                                      Entrevista con Jorge Scala 
                                      
                                    MADRID,  1 febrero 2012 (ZENIT.org).- El libro titulado La ideología de género, del abogado argentino Jorge Scala acaba de  ser publicado en portugués y lanzado en Brasil en octubre pasado. En España ha  sido publicado por la editorial Sekotia, con el subtítulo “el género como  herramienta de poder”. 
                                    ZENIT  ha entrevistado a Jorge Scala, profesor de bioética en la Universidad Libre  Internacional de las Américas, para que explique el significado de su libro y  las implicaciones de esta ideología en nuestra sociedad. 
                                     
                                      ¿Porqué un libro  sobre la ideología del género?  
                                    -Jorge  Scala: La razón es sencilla: la ONU ha creado una Agencia de género. Esa  agencia se dedica a controlar que todos los organismos y programas de la ONU  incluyan el género. A su vez, la Unión Europea y el Banco Mundial condicionan  los préstamos para el desarrollo de los países pobres, a cláusulas de difusión  del género. Finalmente, se ha incorporado el género en el sistema educativo de  nuestros países. Ante todo esto, es preciso investigar qué cosa es el género. 
    
  ¿Qué significa  decir que la ideología del género es esto, una ideología y no una teoría o un  descubrimiento científico?  
                                    -Jorge  Scala: Una teoría es una hipótesis verificada experimentalmente. Una ideología  es un cuerpo de ideas cerrado, que parte de un presupuesto básico falso –que  por ello debe imponerse evitando todo análisis racional--, y luego va  desplegando las consecuencias lógicas de ese principio falso. Las ideologías se  imponen utilizando el sistema educativo formal (escuela y universidad) y no formal  (medios de propaganda), tal como hicieron los nazis y los marxistas. 
    
  ¿Qué es, por lo  tanto, la ideología del género? ¿Cómo la definiría para nuestros lectores? 
                                    -Jorge  Scala: Su presupuesto básico falso es este: el sexo sería el aspecto biológico  del ser humano, y el género sería la construcción social o cultural del sexo.  Es decir que cada quien sería absolutamente libre –sin condicionamiento alguno,  ni siquiera el biológico--, para determinar su propio género, dándole el  contenido que quiera y variando de género cuantas veces se le ocurra.  
                                    Ahora  bien, si esto fuera verdad, no habría diferencias entre varón y mujer –salvo  las biológicas-; cualquier tipo de unión entre los sexos sería buena social y  moralmente, y todas serían matrimonio; cada tipo de matrimonio daría origen a  un nuevo tipo de familia; el aborto sería un derecho humano irrenunciable de la  mujer, ya que solo ella queda embarazada, etc. Todo esto es tan absurdo, que  sólo se puede imponer con una suerte de “lavado de cerebro” global.  
                                    Usted, en su  libro, la llama de Ideología totalitaria. ¿Hay relación con las ideologías  totalitarias que la humanidad ha experimentado en la historia? ¿O es un paso  para llegar a estas situaciones de políticas totalitarias?  
                                    -Jorge  Scala: El género destruye la estructura antropológica íntima del ser humano,  por lo tanto quien quede a merced de esa ideología lo hará “voluntariamente”.  No es más que una herramienta de poder global que, de imponerse, llevará a un  régimen totalitario –aún cuando haya elecciones y partidos políticos como en la  Alemania nazi--. En cambio, en las otras ideologías conocidas, el Estado  dominaba –o domina como en Corea del Norte o Cuba- por la fuerza bruta.  
                                    Parece una  ideología que entra en los países por el aspecto legal y jurisdiccional. ¿No  será la falta del reconocimiento de una ley natural, y la adopción de  positivismo, los fundamentos de este totalitarismo? 
    
                                      -Jorge  Scala: El problema parece más profundo y complejo. El ethos es aquello por lo  que un pueblo estima lo que está bien o lo que está mal, desde lo más profundo  de su corazón, al margen de lo que digan las leyes e incluso de lo que haga  cada quien en su propia vida. El problema es que Occidente ha perdido su ethos  común que, hasta hace 30 o 40 años, era el Cristianismo. El liberalismo hizo  que mucha gente considere que la moral es una cuestión privada de cada persona.  Entonces, para algunos es bueno mentir, robar, matar o fornicar –en  determinadas circunstancias--; y como todas las opiniones valen lo mismo, la única  manera de vivir en sociedad es que las leyes “impongan” un cierto ethos, que  debe ser aceptado por todos, bajo ciertas penalidades. Por eso en nuestros  parlamentos se fomenta todo tipo de leyes de género. Se busca con ellas que  –junto con la educación-, formen el nuevo ethos de nuestros pueblos. Y si el  género se convierte en ethos, el sistema totalitario funcionará a pleno.  
                                    La teoría del  género es totalitaria, pero no vemos a nadie perdiendo la vida. ¿Por qué,  entonces temer algo que no pasa de leyes y de ideas? No debemos respetar la  opinión de cada uno?  
                                    -Jorge  Scala: El año 2010 España reformó su ley de aborto conforme la ideología de  género, considerándolo un “derecho humano” esencial de la mujer. Ese año hubo  113.031 abortos en España. Esa “ley” y esa “idea” mataron –solo en España y  solo ese año- a tanta gente. No hay que temer a la ideología de género, sino  enfrentarla en el campo de las ideas, que es donde se la puede vencer más  fácilmente.  
                                    Hay  que respetar a las personas –cualesquiera sean sus pensamientos-. En cambio,  las opiniones no se respetan: se disciernen. Y luego de estudiarlas, se apoyan  o se desechan. El libro ayudará al lector a efectuar su propio discernimiento  en torno al género. 
    
  ¿Cuáles son,  entonces, las consecuencias para nuestros hijos, para la próxima generación? 
                                    -Jorge  Scala: Respondo con un hecho real. Me tocó dar una conferencia sobre esta  ideología, a todos los docentes de una ciudad de 7.000 habitantes, en una zona  rural de mi provincia. Gente sencilla y de trabajo. Al concluir, una maestra  comentó en voz alta: -Ahora entiendo por qué hace unos días mi hijo de 7 años  me preguntó: Mamá ¿yo son nene o nena?... Las personas formadas y maduras son  inmunes a esta ideología, pero si dejamos que se la metan a los niños desde su  más tierna infancia –cine, TV, escuela, radio, revistas-, en no pocos casos  habrá que lamentar con el tiempo tragedias de todo tipo. 
                                     “Donde haya un hombre –mujer o varón-, su  inteligencia buscará la verdad, su voluntad intentará amar y autodirigirse  hacia el bien”, es lo que usted afirma en su libro. ¿Cuál sería el mejor modo  de contrarrestar esta y otras ideologías parecidas que tienden a penetrar en  las constituciones y leyes de los países, es la formación de varones y mujeres  verdaderos? ¿Qué significa un varón o una mujer verdadera? 
    
                                      -Jorge  Scala: Frente a todas las ideas absurdas o malsanas que campean en nuestro  mundo actual, lo más importante no son otras ideas que las enfrenten; sino más  bien testigos de la verdad. Mujeres y varones cabales, de carne y hueso. La  mujer es la madre, o sea: el amor incondicional y que siempre está presente. El  varón es el padre, o sea: la autoridad, el amor que pone límites y condiciones,  para sacar lo mejor de sí a cada quien. Ambos amores son necesarios para llegar  a la madurez humana. Conocer un varón y una mujer así, es la mejor “vacuna”  contra la ideología de género.                                     
                                    Por  Thácio Siqueira                                                                        |