Millones de mujeres y niñas de todo el mundo son agredidas, golpeadas, violadas, mutiladas o incluso asesinadas en lo que constituyen atroces violaciones de sus derechos humanos. Desde el campo de batalla a sus hogares, en la calle, en la escuela, en su lugar de trabajo o en su comunidad, hasta un 70% de mujeres han experimentado violencia física o sexual en algún momento de su vida. Hasta una cuarta parte de todas las mujeres embarazadas se han visto afectadas.
Con demasiada frecuencia los responsables quedan impunes. Las mujeres y las niñas tienen miedo de hablar debido a la cultura de impunidad reinante. Debemos combatir la sensación de miedo y vergüenza que castiga a las víctimas que ya han sido objeto de un delito y posteriormente se enfrentan al estigma que ello representa. Son los autores del delito quienes deben avergonzarse, no sus víctimas.
Mi campaña «Unidos para poner fin a la violencia contra las mujeres» está recabando la colaboración de los gobiernos, las organizaciones internacionales, los grupos de la sociedad civil, los medios de comunicación y los ciudadanos de a pie. El año pasado, cuando en el marco de esta campaña preguntamos a los jóvenes de todo el mundo de qué modo tenían previsto ayudar a promover esta importante causa, me sentí muy alentado por las respuestas recibidas. Muchos jóvenes pidieron que se pusiera fin a la ignorancia y señalaron que no deberíamos tolerar las actitudes negativas. Exigieron que alzásemos nuestras voces para promover los derechos humanos y sumásemos nuestras fuerzas para ayudar a las víctimas. Un joven dijo sencillamente que los niños podían combatir la violencia contra la mujer “convirtiéndose en padres y esposos responsables y respetuosos”.
Las Naciones Unidas actúan en todos estos frentes. Estamos creando una mayor conciencia mediante programas de divulgación pública. Este mes, el Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para poner fin a la violencia contra la mujer ha anunciado su intención de destinar 8 millones de dólares a iniciativas locales en 18 países. Los miembros de mi Red de Hombres Líderes en expansión están haciendo frente a la violencia mediante la sensibilización de la opinión pública, el fomento de una mejor legislación y pidiendo cuentas a los gobiernos.
A medida que vayamos ampliando estas iniciativas, debemos cuestionar en lo fundamental la cultura de discriminación que permite que la violencia continúe. En este Día Internacional, exhorto a todos los gobiernos a que cumplan su promesa de poner fin a todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en todas las partes del mundo, e insto a toda la población a que apoye este importante objetivo.
25 de noviembre de 2012
Fuente: un.org
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Mensaje de Ban Ki-moon en el Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer
La violencia contra las mujeres y las niñas presenta muy diversas formas y afecta a muchas personas en todo el mundo. Incluye la violación, la violencia doméstica, el acoso en el trabajo, los abusos en la escuela, la mutilación genital femenina y la violencia sexual en los conflictos armados. En la mayor parte de los casos, es infligida por hombres. La proliferación de este tipo de violencia, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados, debería escandalizarnos a todos. La violencia, y en muchos casos el mero hecho de amenazar con recurrir a ella, es uno de los mayores obstáculos a la plena igualdad de la mujer.
El derecho de las mujeres y las niñas a vivir sin sufrir violencia es inalienable y fundamental. Está consagrado en el derecho internacional humanitario y las normas internacionales de derechos humanos y es la piedra angular de mi campaña “ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres”. Desde su puesta en marcha en 2008, la campaña ha movilizado a los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado, figuras del deporte, artistas, mujeres, hombres y jóvenes de todo el mundo. La plataforma de movilización social “Di NO – Únete” ha registrado más de dos millones de actividades en todo el mundo, desde marchas de protesta a campañas de concienciación pública o iniciativas de promoción en el ámbito legislativo en apoyo a las víctimas.
Muchas de estas actividades han recibido apoyo del Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para poner fin a la violencia contra la mujer. Desde su creación hace 15 años, el Fondo ha concedido subvenciones por valor de 77 millones de dólares a 339 iniciativas en 126 países y territorios. Desearíamos el Fondo pudiera hacer más, pero la demanda de apoyo sigue siendo muy superior a los recursos disponibles. Solo este año, el Fondo recibió más de 2.500 solicitudes por un valor total de casi 1.200 millones de dólares. Hago un llamamiento a todos nuestros asociados para que nos ayuden a atender esta enorme necesidad pendiente.
Nos hemos propuesto asegurarnos de que el mensaje de “tolerancia cero” llegue a todos los rincones. Para lograrlo, hemos de implicar a toda la sociedad, y especialmente a los jóvenes. En particular, se ha de alentar a los niños y los jóvenes a ser los impulsores del cambio que necesitamos. Hemos de promover modelos de masculinidad saludables. Siguen siendo demasiados los jóvenes que crecen rodeados de estereotipos masculinos desfasados. Con solo hablar con sus amigos y compañeros sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, y poner de su parte para acabar con ella, pueden contribuir a desterrar un comportamiento arraigado desde hace generaciones.
En este Día Internacional, insto a los gobiernos y asociados en todo el mundo a que aprovechen la energía, las ideas y el dinamismo de los jóvenes para ayudarnos a poner fin a esta pandemia de violencia. Solo entonces viviremos en un mundo más justo, pacífico y equitativo.
Publicado 24/11/2011
Fuente: un.org
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Ban Ki-moon subraya que violencia contra la mujer es obstáculo para la igualdad
EFE. Los datos de ONU Mujeres indican que seis de cada diez mujeres sufren violencia física o sexual a lo largo de su vida por parte, en la mayoría de los casos, de esposos o compañeros sentimentales. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, subrayó hoy que la violencia contra las mujeres constituye una de las principales amenazas para que las sociedades alcancen la igualdad de géneros.
"Pido a los Gobiernos de todo el mundo ideas y liderazgo entre los jóvenes para combatir esta pandemia", dijo Ban, en anticipación del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres que se celebra cada año el 25 de noviembre.
Junto a la directora ejecutiva de ONU Mujeres, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, lanzaron un llamamiento a los líderes mundiales para que apliquen en sus políticas 16 puntos clave para acabar con toda forma de violencia dirigida al género femenino.
Ban reiteró que solo erradicando esa lacra, que ocurre en todo tipo de países y que "de forma predominante es infligida por los hombres", se logrará "un mundo más justo, pacífico y equitativo".
El máximo responsable de la ONU señaló que la violencia contra las mujeres y las niñas incluye la violación, la violencia de género y el acoso laboral, además de abusos en escuelas, la mutilación genital femenina y el uso de la violencia sexual en los conflictos armados.
La persistencia del problema, agregó en su mensaje sobre el día internacional, es "inaceptable", además de suponer una violación de los derechos fundamentales de las mujeres y "una de las barreras más importantes para la plena igualdad. Todas las mujeres y niñas tienen el derecho fundamental a vivir sin violencia".
"El movimiento en favor de la igualdad de derechos entre los géneros, para acabar con la violencia contra las mujeres, es un movimiento para acabar con la injusticia y la desigualdad", subrayó Bachelet que junto a Ban participó en una reunión con jóvenes que forma parte de la campaña de la ONU para luchar contra el problema.
Afirmó que la violencia contra las mujeres "no es algo inevitable. Se puede prevenir, y la única manera de hacerlo es la acción", canalizada a través de leyes efectivas que cumplan los estándares internacionales, además de proporcionando servicios como la asistencia legal, sanitaria, albergue y otras formas de apoyo a las víctimas.
Además, ambos apuntaron a la educación de los niños y jóvenes como uno de los instrumentos más útiles para combatir el problema, así como las actividades que realiza el fondo de la ONU para combatir la lacra, que fue fundado hace 15 años y que ya ha concedido ayudas para programas educativos sobre el problema por 77 millones de dólares con las que se han realizado 339 iniciativas en 126 países.
"Se podría hacer más, pero estamos cortos de recursos", dijo Ban, que pidió a los países aportaciones que permitan al fondo seguir realizando sus actividades.
Ban agregó que "hay que comprometer a toda la sociedad, en especial a los jóvenes varones. Muchos chicos crecen rodeados de estereotipos masculinos desfasados. Los hombres adultos deberían de darles ejemplo diciendo "no" a la violencia. Hay que promocionar modelos de masculinidad más sanos".
El secretario general de la ONU subrayó que la sociedad "necesita que esta generación masculina rompa con comportamientos de otras arraigados por generaciones", dijo.
Según datos de la institución que dirige Bachelet en la actualidad hay 125 países en el mundo con leyes específicas que sancionan la violencia de género, mientras que la igualdad entre hombres y mujeres está garantizada en las Constituciones de otras 139 naciones y territorios.
25 de Noviembre de 2011
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