Para saber más / Violencia contra la mujer / Violencia
Imprimir

La OTI denuncia que en la UE hay un millón de personas en condiciones de esclavitud

Mientras que la explotación sexual se trata sobre todo de mujeres provenientes de Asia, África y Europa central y sudoriental, las víctimas de trabajo forzado son sobre todo ciudadanos comunitarios

http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/fotos/imagen.php?filename=fichero_25336_20120718.jpg&ancho=230&alto=193&corto=0

Las mujeres explotadas sexualmente

Casi un millón de personas víctimas de explotación sexual o trabajo forzado en la UE, según la OTI. Una investigación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que en su mayoría son mujeres y que viven en condiciones de esclavitud, explotadas sexualmente (270.000) u obligadas a trabajo forzado (670.000).

Respecto a la explotación sexual, se trata sobre todo de mujeres provenientes de Asia, África y Europa central y sudoriental, mientras que las víctimas de trabajo forzado, según el análisis de la OIT, son sobre todo ciudadanos comunitarios, según informa Zenit. Los sectores en los que el fenómeno está más presente son la agricultura, el trabajo doméstico, el manufacturero y la construcción.

“Las víctimas son engañadas con falsas ofertas de trabajo para luego descubrir que las condiciones son peores de lo que se esperaban. Numerosas víctimas están en situación irregular y su poder contractual es muy reducido”, explicó la directora del programa de la OIT para combatir el trabajo forzado Beate Andrees, presentando el informe. La investigación de la OIT aporta también muchos casos de adultos y de niños obligados a ejercer actividades económicas ilícitas o informales, en especial la mendicidad.

¿Un fenómeno en crecimiento?

El mismo Andrees expresó preocupación porque el fenómeno “crezca todavía durante la crisis económica que hace a las personas más vulnerables a tales abusos”.

La OIT, además, recuerda que en los últimos años los estados de la Unión Europea se han progresivamente dotado de un enfoque más global sobre la trata de personas para explotación sexual y trabajo forzado. En concreto, la OIT misma ha trabajado junto a los gobiernos de Francia, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Polonia, Portugal y Rumanía para llevar a cabo investigaciones sobre los mecanismos de reclutamiento, las estafas y los abusos en los sectores más vulnerables a la trata de personas. Esto ha permitido sensibles progresos en la puesta a punto de instrumentos de lucha.

El informe añade que en la Unión Europea, sobre todo en algunos países, como Alemania, Italia, Polonia y Portugal, se ha aumentado la capacidad de los inspectores de trabajo de señalar los casos de trabajo forzado.

Sin embargo, a la luz de datos tan impresionantes sobre la persistencia del fenómeno, la OIT invita a incrementar los esfuerzos. “No se persiguen todavía de modo adecuado los individuos responsables de tantos sufrimientos infligidos a un número tan alto de personas. Hace falta un cambio”, dijo Andrees.

La elaboración jurídica de los instrumentos internacionales y de las políticas capaces de luchar contra la trata de seres humanos y el trabajo forzado derivan sobre todo de lo realizado justo por la OIT en materia de reglamentación del trabajo. A la OIT se debe también la actual formulación del concepto de trabajo forzado, entendido como “todos los trabajos y servicios pretendidos de cualquier persona bajo la amenaza de un castigo y para los cuales la persona no se ha ofrecido voluntariamente”.

La OIT ha publicado el informe “La crisis de la ocupación en la Eurozona: tendencias y respuestas políticas”, según el cual el número de los parados en la Eurozona podría pasar de los actuales 17,4 millones a 22 millones en los próximos cuatro años. El estudio advierte de que, si no hay un cambio de ruta de las políticas en el conjunto de los países de la moneda única, surgirán nuevas dificultades tanto en los países que actualmente están bajo presión como en aquellos en los que la situación es más estable.

ForumLibertas.com
18/07/2012

 

********************************

 

China y de 16 años la nueva prostitución

Las menores vienen engañadas por mafias que las ocultan en pisos donde son explotadas sexualmente. Se dispara el número de embarazos ya que se les impide usar protección porque así el cliente paga más.

Pablo Gómez


 «Antes nunca veíamos prostitución de adolescentes orientales»
«Antes nunca veíamos prostitución de adolescentes orientales» - Foto: Jesús G. Feria

MADRID- La prostitución esclaviza en la región a mujeres cada vez más jóvenes. Muchas de ellas, menores de edad. Es el cambio más significativo de un negocio en constante evolución y que se amolda a lo que en cada momento demanda el cliente.

«Es crudo decirlo, pero quieren “carne joven” y las mafias se la traen», reconoce Rocío Nieto, presidenta de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp). Se trata, en su mayoría, de adolescentes de 16 y 17 años que caen en manos de organizaciones criminales en sus países de origen. A veces, incluso, viajan a Madrid engañadas por su propia familia o su novio, con la promesa de que trabajarán cuidando a ancianos. Pagan ellas mismas el billete de avión por tres veces su valor y, una vez instaladas en la ciudad, se ven abocadas a prostituirse en un club o en un piso.

Los polígonos industriales de localidades como Fuenlabrada y enclaves en la capital como la Casa de Campo, Colonia Marconi, Montera o Capitán Haya siguen siendo algunos de los puntos marcados en negro en el mapa madrileño de la trata de personas. A la mayor llegada de menores, se une al aumento de mujeres procedentes de países como Brasil, Rumanía y Paraguay. «Antes tampoco veíamos prostitución de jóvenes chinas y ahora lo vemos», recuerda Rocío Nieto.

A falta de un recuento riguroso, desde Apramp aseguran haber detectado un total de 1.200 mujeres trabajando para estas organizaciones criminales en la comunidad. El perfil de las víctimas de este tipo de redes mafiosas comprende, mayoritariamente, el rango de edad comprendido entre los 18 y los 35 años. Y otro de los preocupantes fenómenos en alza es el hecho de que cada vez más mujeres embarazadas se ven obligadas a seguir «trabajando» para pagar las deudas que han contraído. Los embarazos, los posteriores abortos y la multiplicación de los casos de enfermedades de transmisión sexual son las consecuencias más directas de que estas mujeres, en muchas ocasiones, se vean obligadas a practicar sexo sin protección, lo que eleva su «tarifa».

Para abordar este problema, la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, se reunió ayer con la presidenta de Apramp. Cifuentes se mostró contraria a legalizar esta actividad: «La prostitución no es un trabajo. Sería un disparate que se quisiera regular como tal, habida cuenta de que es una actividad forzada y muy denigrante para una persona».

Humanizar el problema

Tras elogiar el trabajo de asociaciones como Apramp en la atención a las víctimas, Cifuentes señaló que uno de sus objetivos prioritarios será reforzar la colaboración con la Policía para llevar ante la Justicia a los responsables de explotar sexualmente a las mujeres, como «Cabeza de cerdo». «Espero que vayan cayendo el resto y espero que Madrid no sea un lugar donde resulte fácil el poder explotar a mujeres y esclavizarlas», subrayó Cifuentes.

En la misma línea que la delegada del Gobierno, la presidenta de Apramp, asociación que atiende cada día en Madrid a 220 mujeres de 24 nacionalidades distintas, rechazó la legalización como una solución al problema, ya que las mujeres que se prostituyen lo hacen forzadas: «Si vas a la calle Montera y les preguntas, te dicen que ejercen voluntariamente. Pero es porque detrás tienen a personas que las vigilan. Entre ellas también se controlan. Las más fuertes vigilan a las más débiles». Cifuentes se comprometió a reforzar la lucha contra las redes de proxenetismo que se lucran con la prostitución así como a potenciar la atención de los protocolos de atención y reinserción de las víctimas. En el plano de la seguridad, la delegada del Gobierno confirmó que habrá mayor vigilancia en las zonas en las que se concentra este negocio.

larazon.es
14 Febrero 2012