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La violencia psicológica se viste con innumerables ropajes para acecharnos desde el rincón más insospechado. Unas veces se muestra bajo la forma del maltrato psicológico, compuesto por vejaciones, humillaciones y trato degradante más o menos continuado. Otras veces aparece en forma de manipulación mental, compuesta por sobreprotección, influencia sobre nuestra percepción y manejo más o menos visible de nuestros actos.
La violencia psicológica está ahí, en algún sitio, y en cualquier momento nos puede tocar.
Obligar a los demás, aconsejar con amenazas, desoír a los hijos, ignorar a la pareja, manipular a la familia, chantajear a los amigos, menospreciar a otros, sacrificarse, quitarse de encima a alguien... la violencia psicológica se viste con innumerables ropajes. Hay métodos, recursos e instituciones que pueden ayudarnos a defendernos de ella. A librarnos del mal y a prevenirlo, o a identificarnos como agresores.
Ana Martos ha estudiado psicología, informática, música y varios idiomas. En 1989 pudo hacer realidad su sueño de abandonar el mundo de los negocios, el consumo y el estrés, para establecerse en Fresnedillas de la Oliva, donde no hay guardia ni semáforo y donde se dedica a la literatura. Ha viajado por todo el mundo y ha realizado actividades tan dispares como el vuelo sin motor y la interpretación de música medieval. Ha publicado numerosos libros técnicos (Internet en familia), científicos (Historia de la psiquiatría) y novelas (La maestra de la eternidad) |