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                                    Entrevista a Carlos  Rodríguez Hernández, 
                                      Presidente de la Asociación Mexicana  contra el Mobbing AC. 
                                    ¿De dónde surge el término de mobbing? 
                                    Inglaterra le da  nombre al concepto. Sin embargo, esta actividad se practica desde que existen  el poder y la debilidad. El origen de la palabra tiene que ver con «mafia» o  ataque y el término se refiere al acoso psicológico en un ambiente laboral. 
                                    El fenómeno se  comenzó a estudiar sobre todo en Europa (España, Inglaterra y Suiza) a partir  del daño que llegó a ocasionar sobre personas y empresas. En México, hasta hace  tres años no se había analizado; sólo existían algunos estudios científicos que  no profundizaban en el tema. Por ello fui a España a investigar el impacto de  este tipo de acoso en el ámbito empresarial. 
                                    El conflicto  laboral deriva en violencia laboral y mobbing, que para efectos hispanos se  conoce como psico-terror laboral, acoso-moral y acoso psicológico laboral. 
                                    ¿Cuál es la diferencia entre violencia laboral y mobbing? 
                                    Si una empresa no  tiene las herramientas adecuadas para manejar un conflicto, éste deriva en  violencia laboral o acoso psicológico laboral (o mobbing). El conflicto puede  darse simplemente porque dos áreas no están de acuerdo, o por un tema de  procesos; si no tienen cómo resolverlo el problema se vuelve personal y  violento. 
                                    La violencia  laboral tiene que ver con el trato, la forma de hablar y de expresarse. Por  ejemplo, un líder que grita e insulta porque no tiene la capacidad para  comunicarse sin generar violencia. 
                                    Por otro lado, el  acoso psicológico laboral tiene que ver con la intencionalidad y la perversión:  «lo único que quiero es destruirte». Este tipo de violencia puede durar  semanas, meses o años en los que se lastima a una persona todos los días hasta  agotarla. 
                                    Se genera en varios  sentidos: de forma vertical ascendente o descendente y de forma horizontal o  entre colegas. Una forma de mobbing descendente es asignar a los empleados más  trabajo del que puedan realizar para generarles ineficiencia; en contraste, el  líder también puede asignar trabajo inferior a las competencias del empleado,  no tomarlo en cuenta para las decisiones, aislarlo y no proveerlo del material  que necesita. Dependiendo de la resistencia o de las necesidades del  trabajador, éste tolera los ataques e incluso la pérdida de su dignidad, que es  el fin del acosador. 
                                    Una práctica muy  perversa es el acoso psicológico horizontal o entre pares. La empresa puede  resolver conflictos internos mediante ciertas prácticas y buscar claridad en  las políticas y los procesos para contrarrestarlo. Sin embargo, el acoso  horizontal surge de la naturaleza humana a través de la envidia, el egoísmo,  los celos, el temor y el rechazo a la diversidad. También se da el temor al  talento y al brillo del otro; por lo tanto, cuando un lugar es altamente  competitivo se exacerba el mobbing. El acosador intenta destruir a quien  represente una amenaza. 
                                    El tema de  diversidad es muy importante ya que actualmente conviven distintas generaciones  en una misma organización y, cada vez más, personas provenientes de distintos  países 
                                    ¿Cómo combatir el mobbing? 
                                    Hay que trabajar  primero en la responsabilidad social individual, porque es muy fácil hablar de  las empresas como si fueran el verdugo y de los empleados como víctimas. La  idea no es reflexionar quién protegerá a esas «víctimas», sino cómo  responsabilizar a todos para protegernos entre todos. Lo que se logra mediante  el respeto. Buscamos prevenir, concientizar y analizar qué tipo de acciones  favorecen un clima laboral. 
                                    Las empresas que  llamo «bonsai» son aquellas que no crecen y se esmeran en que los demás  tampoco; impiden la creatividad y el desarrollo por temor y falta de aceptación  a la diversidad. Las personas son el activo más importante de la empresa y  cuando existen problemas entre ellas pueden destruir a la organización. 
                                    En materia de  rotación, unos estudios indican que cada persona perdida cuesta a la empresa  aproximadamente seis meses de sueldo. Una organización que no es sana tiene  bajas de empleados de forma permanente. Muchos empresarios no se percatan que  esto afecta la productividad; si no se preocupan por conseguir una cultura organizacional  sana, difícilmente lograrán salir adelante con sus proyectos. 
                                    Por otro lado, para  comunicar el problema hicimos un cortometraje de 18 minutos llamado Yo no fui,  que muestra dos semanas de vida laboral en la que se aprecia cómo la falta de  liderazgo, de comunicación, la incongruencia con los valores, el chisme y la  intriga pueden hacer daño a las personas y a la empresa, en su conjunto y en su  productividad. El objetivo de esta película es subrayar que la cultura  organizacional y el clima laboral son responsabilidad de todos. 
                                    ¿Quiénes participan en el acoso psicológico laboral? 
                                    El acosador o  acosadores se hacen de un grupo con gente cercana, que por temor o imitación  los siguen y lastiman a otros. Hay un tercer grupo que se da cuenta de ello y  no hace nada: «yo veo lo que pasa pero no me quiero meter en problemas». En el  mobbing se les llama actores pasivos; son los espectadores, tan responsables  como el acosador; su silencio es también una forma de acoso. Por último, la  organización también será responsable mientras permita estas prácticas. 
                                    Las víctimas  difícilmente recuperan la confianza en sus colegas de trabajo y les cuesta  reanudar su vida laboral. 
                                    ¿Quiénes son los más afectados? 
                                    Algunos estudios  afirman que 78% son mujeres. El tema de las diferencias pesa más y las mujeres  son parte de él. Las mujeres son un tema de diversidad. Es un campo en el que  hay que trabajar muchísimo. 
                                    ¿Existe algún  estudio sobre mobbing que compare la situación mexicana con la de otros países? 
                                    Los únicos estudios  que existen hasta ahora son de 2006 –preparados por una universidad mexicana,  una chilena y una venezolana– e indican que entre 8 y 12% de la población sufre  violencia laboral o mobbing. En Europa, los estudios dicen que más de 12  millones de personas sufren acoso psicológico laboral. 
                                    El índice de este  acoso también tiene que ver con la situación socioeconómica: el empresario  abusa del temor de las personas a perder su empleo y, como consecuencia, hace  que entreguen su dignidad. Digo «que entreguen su dignidad» porque ésta no se  quita, es un derecho inalienable; cuando alguien cree que le quitaron su  dignidad es porque la entregó. 
                                    ¿Se puede recuperar la dignidad? 
                                    Siempre y cuando la  persona se dé cuenta de que la entregó. De esta manera se puede rehacer a sí  misma y volver a empezar. La falta de trabajo hace que se abuse de la dignidad  y que los empleados acepten tratos o actividades que no harían normalmente. 
                                    Inducimos a la  gente a verse como socios morales de la empresa. Todo aquel que atente contra  ella me afecta a mí, cuidar tu empleo es cuidar el de todos. 
                                    ¿En qué consiste tu trabajo en la Asociación Mexicana  contra el Mobbing? 
                                    Actúo como coach  para combatir el mobbing y formalizar aspectos de desarrollo humano y por otro  lado trabajo en investigaciones para complementar la labor con la gente. Hay  muchos temas pendientes, la asociación también se ocupará del tema legislativo:  una parte tiene que ver con los empresarios y otra con los empleados y todo el  ámbito laboral. En México no existen leyes que protejan a los ciudadanos contra  el acoso psicológico laboral. En otros países luchan por tenerlas, el reto es  encontrar cómo implementarlas. 
                                    Lo primero que  hacemos es presentar conferencias. Luego valuamos si en una empresa existe  mobbing o no y ofrecemos consultoría para indicar a los responsables cómo  evitarlo o inhibirlo. También doy coaching a los ejecutivos para el tratamiento  de personas que trabajan con ellos y asesoro a personas que han sido dañadas  por el mobbing de tal manera que puedan rescatarse o rehacerse lo más pronto  posible. 
                                    Es un concepto  completo: desde el diagnóstico, hacer una intervención en la empresa y hacer  todos los cambios que sean necesarios. Sobre todo buscar un método de medición  de las conductas observables para llegar a su control a través de la  administración por valores. 
                                    En la investigación  actual buscamos nuevos datos, mejores diagnósticos, intervenir en las empresas  y, más adelante, ayudar a personas con este problema de manera gratuita. 
                                    ¿Cómo se crean los modelos para la administración por  valores? 
                                    Al diagnóstico de  clima laboral se incorporan una serie de preguntas para valorar si  efectivamente sucede un acoso. Por otro lado, se pregunta sobre el tema de los  valores de la empresa. Sobre ellos se generan las conductas observables y el  modelo con el cual se medirá y controlará a los líderes. Existen modelos  científicos que permiten adecuar estos valores a las preguntas. 
                                    Hay mucha gente  lastimada. Desafortunadamente el tema del acoso psicológico laboral es muy  parecido al de la inseguridad: o conoces a alguien o te sucedió a ti. Es  importante cerrar emocionalmente el tema o quedará como una herida abierta que  causa tristeza y desesperanza. 
                                    También hicimos  estudios psicológicos y antropológicos en el acosador: de dónde viene, quién  es, cómo es su familia. Hay perfiles que revelan un pasado con violencia  intrafamiliar. Estas personas son quienes llevan a cabo el bullying que  posteriormente se transforma en mobbing. Incluso hay casos en los que el  acosado de la escuela se convierte en el acosador, ya sea por venganza o como  una protección. 
                                    Parto de la premisa  de que al mundo le sobran prejuicios y le hace falta comprensión. Mi misión no  es que la gente «aprenda» sino que «comprenda». Normalmente el tema de  capacitación en la empresa se considera más un gasto que una inversión. 
                                    ¿Hay solución para este problema? 
                                    Erradicar el  problema no es posible (envidia, celos, prepotencia…) son parte de la  naturaleza humana, pero sí es posible disminuirlo y, sobre todo, hacer que todo  el mundo tome conciencia de los daños que causa. 
                                    La primera solución  es hacer ver que hay ciertas actitudes, por ejemplo el chisme y la intriga, que  permiten o facilitan que una persona sea lastimada en su trabajo. Quienes nos  dedicamos a ayudar a resolver el problema del mobbing en las empresas  trabajamos en especial con dos fundamentos: el bien común y la dignidad humana. 
                                    Hay que explotar  estos valores en todo lo que dan para que la gente comprenda que al pensar en  el bienestar de los demás, también nos beneficiamos nosotros mismos. El tema de  la dignidad humana tiene que ver con el respeto a la dignidad de cada persona y  del otro. 
                                    Al hablar de una  empresa me refiero a todos los que la conforman, desde el director general  hasta el último empleado; todos tienen conductas observables medibles, «si no  lo puedes medir no lo puedes controlar». Los líderes deben conocer esta  evaluación sobre sus propios valores, sobre la forma en la que trabajan con su  gente. 
                                    Cuando una persona  llega a pedir trabajo en una empresa, en su entrevista menciona todo lo que le  puede aportar a la misma, es decir, llega a construir no a destruir y a ser  destruido, y sin embargo, en muchas ocasiones, así ocurre. 
                                    Detrás de un  acosador hay muchísimas personas acosadas. Debemos ser concientes del daño que  causa. Hay casos de suicidio ocasionados por mobbing; la gente está tan  lastimada en su autoestima que elige la muerte como una salida. 
                                  ISTMO N° 309  |