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Comportamientos del Acoso Escolar

"A menudo escucho que os referís al hombre que comete un delito como si no fuera uno de vosotros, como un extraño y un intruso en vuestro mundo... Mas yo os digo que de igual forma que ni una sola hoja se torna amarilla sin el conocimiento silencioso del árbol, tampoco el malvado puede hacer el  mal sin la oculta voluntad de todos vosotros".
Jalil Gigrán (escritor libanés)

Contar mentiras sobre él. 

Este pequeño matón de patio de recreo contaba mentiras acerca de su víctima, "le robaba los amigos" y promovía situaciones en las que, al final, resultaba castigado el acosado. Uno de los casos de acoso que más le impresionaron durante los catorce años que impartió clases en distintos colegios. "Era un grupo de niñas, que se hacían llamar las Tyson [en referencia al boxeador americano] -recordó Gutiérrez-. Y tenían atemorizadas a otras chicas. En casa, yo fui la que me di cuenta. Compañeros de mi hijo, todos de 12 años y en apariencia modélicos, le sometieron a un asedio constante. Una vez hube informado a su tutor, colaboró junto con el equipo de psicopedagogía para resolver el problema, "Desde el primer día que comencé mis clases de 3º de ESO he sufrido acosos psíquicos y amenazas de muerte. Me dicen que tengo sida, me acusan de ladrona, que soy adoptada (...) vi que el problema se me fue de las manos, tuve que llamar a mis padres y ahora ellos también están amenazados de muerte". Este es el fragmento de una carta escrita por una adolescente de 15 años.  Una familia sevillana nos informa de la terrible situación por la que todavía están pasando después de haber tenido que abandonar el barrio donde residían y haber tenido que trasladarse a una zona alejada fuera de la ciudad, por los continuos acosos, amenazas y agresiones que una alumna y su grupo de amigos han protagonizado contra dos hermanas de 12 y 15 años de edad, tanto en el Instituto como en el exterior.    

Meterse con él por su forma de ser.

La familia de una niña de 10 años presentó el pasado lunes una denuncia. Su hija fue presuntamente víctima de agresiones y vejaciones por parte de ocho compañeros de su curso desde el curso pasado. 

Otro niño sufrió diversas heridas en el tórax, por lo que tuvo que ser trasladado al servicio de urgencias del hospital. El nombre de la víctima era Iván, tiene 14 años, y lleva dos sufriendo un calvario en su centro de estudios. Según Belinda, su madre, se meten con el porque es tímido e introvertido, y alguna vez lo han tenido que llevar ya al hospital.  

Algunas chicas de la clase reconocieron, sin revelar su identidad por miedo, que a Cristina en una ocasión tres compañeras la esperaron al finalizar la jornada escolar y en la puerta del instituto le "tiraron del pelo y la insultaron". Recordaban también que ella era "una estudiante muy brillante y generosa". Fueron también los familiares los que desvelaron que en diciembre habían presentado una denuncia. Versión que, a mediodía de ayer, ratificó la policía. La denuncia se presentó a raíz de otra agresión, que incluía golpes, de estas mismas compañeras. Pero la ESO fue quizás la peor época, en 1º de ESO me tocaron 2 repetidores detrás de mi sitio donde se propusieron amargarme la vida, me pegaban a diario y se metían conmigo, en casa no me atrevía a contar nada, es mas, ese año fue el único que conté de mi propia boca lo que sucedía, pero en mi casa no se le daba mayor importancia a que dos compañeros míos me pegasen día si y día también. Llegado el 2º trimestre, uno de ellos de un puñetazo me rompió las gafas. Recuerdo mi paso por el Instituto como una de las peores épocas de mi vida. Creo que mis problemas relacionales se consolidaron allí, gracias a intolerancia de los compañeros. Yo no encajaba y eso no está permitido. No puedes tener un expediente brillante, no ser fea, no ser ni pelota ni empollona, saber divertirte y no seguirle el juego a los líderes del grupo. No te lo permiten, así que tienen que amargarte como sea.  

Burlarse de su apariencia física

El incidente escolar de Valls (Tarragona) que originó que un niño de nueve años permanezca en estado de coma desde hace una semana en el Hospital de Sant Joan de Déu (Barcelona). ANPE cree que pudo ser acoso escolar ('bullying') porque la familia del niño ingresado ha denunciado continuas ofensas del niño que golpeó a su hijo por tener sobrepeso. "Todo empezó hace cuatro años cuando comencé a tener mis propias ideas y una particular forma de vestir. Al principio sólo eran miradas de desprecio y risas. Luego llegaron las palabras como "cerdo" y "casposo de mierda". Los dos últimos años fueron "collejas" todos los días en el autobús camino del instituto, incluso una vez un golpe con la cabeza. Las amenazas eran del tipo "vamos a matarte", o "te vamos a arrancar el piercing de golpe". Sentía miedo. Sentía impotencia y sabía que si respondía, él no vendría después solo a por mí. Lo último fue una agresión grave hace tres semanas". Recuerdo el miedo de ir a clase, de subir las escaleras, de los ratos de recreo,... Recuerdo un día que me amenazaban con arrojarme desde un primer piso, la rutina del puñetazo diario, los insultos por llorar o chivarme... y todo eso fue culpa de mi estatura, de mi peso, de mi imagen en general de "mosqueta morta"... y, cómo no, de mis buenas notas... Antes hacia ver q no me afectaba, o incluso q no me daba cuenta, pero llego un momento (desde septiembre) q empece a plantar cara y hacerles desprecios (sin llegar a insultarles), y lo q han hecho es amenazarme "con partirme la cara" o con el "ya te pillaremos el sabado por ahi"   "

No dejarle jugar con el grupo. 

"Creo que tengo un problema que tienen muchos otros chicos. Me siento marginado por dos compañeros. Lo he pensado muchas veces y he intentado descubrir por qué lo hacen, porque creo que soy bueno e intento serlo siempre, no me gusta hacer malas jugadas(...), ni me río de los demás", recoge textualmente el escrito. El adolescente, de 14 años, relata que mientras sus dos compañeros le intimidan el resto de la clase "no hacía nada para evitar las putadas y encima les reían las gracias, sin darse cuenta de la rabia y sufrimiento que eso me producía". Dejaron así de invitarle a las fiestas de cumpleaños y con ello llegó el aislamiento y la marginación. "Ojalá supieran ellos el dolor que me causan con su actitud al rechazarme y dejarme a un lado", dice. "Esta marginación no sólo me afecta mí, también repercute en mis padres contándoles lo que pasa con mis compañeros. Muchas veces no les cuento todo para no hacerles sufrir más.

Hace dieciséis años (tenía doce) estuve directísimamente implicado en el acoso hacia una compañera. Fuimos yo y dos más. Los profesores intervinieron tímidamente y los alumnos se desentendieron casi en su totalidad.  Habría sido imposible hacernos cambiar de opinión, porque vivíamos en un mundo aparte, y además nos enorgullecíamos de nuestros peores actos. La pasividad de los compañeros se explica porque la chica caía mal. Cuando don A se decide a perseguir a don B, lo más probable es que B sea una persona en cierta medida estigmatizada previamente; es decir, este tipo de cosas inciden por ley de la naturaleza sobre los más débiles socialmente hablando. La chica en cuestión tuvo que ser cambiada de colegio.

Según las explicaciones del menor, ha sido sometido a un rosario de burlas, insultos, risas y mofas, y además ha sido víctima de un "aislamiento total" por parte de los compañeros. "Lo dejaban solo para todo, incluso para los ejercicios de gimnasia en los que tienen que participar dos personas", lamentaba su madre. Este alumno también ha sufrido robos y destrozos de sus dibujos de clase.  "

Hacer gestos de burla o desprecio

En la ultima excursión me tiraron una lata de coca-cola enterita por encima, no me iba a arriesgar a que me hicieran otra cosa, por eso no he ido. La gente se da la vuelta a veces y me mira, y me dicen q haces ahí sola? y se ríen. Pero realmente si voy con ellos, si me siento con ellos hacen como si no estuviera, y ni siquiera responden a lo q les pregunto. Ayer me fue mal en clase, bueno en el patio, pero no tengo ganas de contarlo eso. Hoy me han escupido. Desde el curso pasado, cuando empecé el instituto, unas niñas mandan papelitos con insultos y burlas de mí. Cuando los ven los compañeros se ríen y se burlan. La profesora las ha castigado pero lo siguen haciendo  Un día que los padres fueron a recogerla a la entrada del centro, se encontraron con un grupo de jóvenes que "nos amenazaron con gestos y pitones en la mano y nos siguieron amenazando de muerte hasta mi barrio".

Una familia de Blanes (Girona) ha denunciado públicamente que su hijo, de 12 años, ha sido víctima de un caso de acoso moral en la escuela donde estudia por parte de alumnos del centro, pero de edad superior. Según la madre de la víctima, el menor, que cursa primero de ESO, era acosado cuando salía de la escuela por jóvenes de unos 16 años, en su mayoría repetidores de secundaria. La víctima, que llegó a pedirle a su madre pastillas para dormir, nunca fue agredido físicamente pero sí moralmente, ya que le insultaban e incluso le escupían.    "

Chillarle o gritarle. 

La madre dejó constancia en la denuncia que su pequeño fue a casa llorando, acompañado del amigo con el que jugaba. Llamó a la Policía local y los agentes "cogieron al agresor y le metieron en un coche", según consta en la denuncia. Posteriormente, la madre del agresor se personó en su casa "chillándole", por lo que la denunciante "optó por cerrar la puerta y dejarla en la calle hablando sola". Después, el agresor se volvió a presentar en la casa del acosado, profiriendo frases como "cuando salga del colegio a las dos, le voy a pegar otra vez".  Llegaron hasta a perseguirla hasta la casa, le gritaban, la insultaban, llegaron hasta a los golpes en la escuela. Aprovechó que pertenecía a su misma compañía para reprocharle su comportamiento en el verano, increpándole y dándole empujones, acompañado por el resto del grupo, por lo que tuvieron que ser separados. Otro se dirigió a Jokin para pedirle explicaciones del verano, le insultó le pegó un puñetazo en la cara que le originó una herida sangrante en la boca.  En un cambio de clase, Odei B. volvió a increpar y agredir a Jokin, metiéndose en medio Olatz, a quien Jokin le dijo que no iba el asunto con ella, pero Olatz le propinó a Jokin una torta en la cara, a continuación Odei B., Hasier S. e Iker E. también pegaron puñetazos e insultaron a Jokin. Jokin no se defendía de estas agresiones e insultos.

Cuatro niñas, acusadas de hacer "la vida escolar insoportable" a otra menor. En mi colegio hay un niño que pega a otros niños. Hasta ha insultado a la profesora a veces. Mi colegio está en un pueblo de Valencia y yo soy de primero. Me gustaría que llamasen a la directora y le dijeran lo que pasa porque yo no quiero que me pegue a mí también. Ese niño parece loco por lo que hace y cómo grita. "Me pasaba todos los recreos escondida en el baño. Me amenazaban con pegarme y lo pasé muy mal, pero tuve la suerte de contar con amigas que pasaron el trago conmigo", cuenta mientras sus amigas asienten.

Criticarle por todo lo que hace.   

"Lo estoy pasando muy mal en clase. He llegado a pensar que yo no valía nada, tal era el desprecio con el que me han llegado a tratar". Con apenas 12 años se reunían a hurtadillas en las inmediaciones del colegio a fumar porros. Organizaban gamberradas y siempre tenían algún comentario gracioso a la vez que ofensivo para los que no eran de su grupo.  Así funcionaba una pandilla de niños aparentemente normales, alumnos de un centro escolar de la provincia de Alicante. Tenían atemorizada a la mayor parte de sus compañeros. Pero no todos se sentían a gusto con este comportamiento y un buen día uno de ellos, que prefiere quedar en el anonimato, decidió buscar nuevos amigos.  Esta decisión marcó el principio de su particular infierno. Sus antiguos colegas comenzaron a acosarle en cualquier esquina del colegio: amenazas, golpes, presión para que hiciera el ridículo dentro de las clases.  ''Se sentaban detrás de él para ponerle nervioso cuando le preguntaba el profesor y así conseguían que le pusiera malas notas'', cuenta una persona del entorno del menor acosado.  ''Pagó un alto precio por querer dejar esa pandilla tan conflictiva'', añade. Día tras día le increpaban, le dejaban mal delante del resto de compañeros y le avisaban de que si ''alguien se entera de esto sabremos que has sido tú... así que prepárate''.

En el caso de Velia, la joven que se suicidó pocos días después de cumplir 15 años, el daño emocional se tradujo, según su madre, en depresión, miedo, impotencia e inestabilidad en su rendimiento académico debido a que fue sujeta de burlas, intimidación y amenazas supuestamente por parte de compañeros de clases, tanto del sexo femenino como masculino, que asisten a la escuela Pacific High School en San Bernardino. "Todos sabían lo que estaba sufriendo mi hija desde hacía meses y nadie nos dijo nada".

Pilar y Joaquín son los padres de la niña que durante siete meses fue víctima de acoso físico, psíquico y sexual por parte de un grupo de ocho compañeros de clase. Los hechos ocurrieron en el curso 2001-2002, cuando la menor tenía 13 años. Ella nos dijo que tenía miedo porque le habían amenazado con 'rajarle' si se chivaba, y con agredir a su hermano de 8 años, que también iba entonces al centro. 

Los padres de un ex alumno del colegio Monteagudo (Murcia) denuncian al centro en la Inspección por "los malos tratos psíquicos y físicos" que su hijo de 13 años ha sufrido por parte de sus compañeros durante años. "Sólo quería suicidarme". Después de meses de hostigamiento diario y sistemático, palizas y vejaciones a manos de sus compañeros, un día explotó, lo soltó todo y está a punto de dar carpetazo en un nuevo colegio a la pesadilla de insultos, motes y aislamiento que le convirtieron en el machaca de la clase.

Fuente: Acoso moral.org


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