La práctica de publicar fotos o videos en posiciones provocativas es una vitrina virtual para que pedófilos y redes de pornografía capten a menores de edad
Los menores deben ser acompañados de un adulto durante la interacción que éstos puedan tener con Internet, pero que sería un error prohibirles el uso de este medio.
La falta de candados suficientes en las redes sociales y el desconocimiento sobre su uso por parte de los menores facilitan la tarea a los delincuentes.
Compartir imágenes personales a través de Internet se ha vuelto una actividad popular, principalmente entre adolescentes, sin embargo cuando éstas tienen un contenido erótico las consecuencias pueden derivar en abusos.
Una práctica creciente particularmente peligrosa es el llamado "sexting", que consiste en autofotografiarse o autovideograbarse con un teléfono celular o cámara web, en posiciones provocativas y a veces con poca ropa, para luego publicar esas tomas en la red.
De acuerdo con Fernando Gutiérrez Cortés, director del departamento de Comunicación y Arte Digital del Tec CEM, el sexting es una vitrina virtual para que pedófilos y redes de pornografía infantil capten a menores de edad.
"Es un fenómeno terrible, se aprovechan de los menores de edad y los enganchan de una u otra forma a través de estas redes sociales; hemos visto que en algunos casos se dan secuestros y luego las víctimas terminan siendo objeto de trata de personas", dijo el académico.
Refirió que la falta de candados suficientes en las redes sociales y el desconocimiento sobre su uso por parte de los menores facilitan la tarea a los delincuentes, ya que en muchas ocasiones los niños hacen públicos datos personales como el lugar de residencia, número de teléfono o correo electrónico.
El especialista manifestó que los menores deben ser acompañados de un adulto durante la interacción que éstos puedan tener con Internet, pero que sería un error prohibirles el uso de este medio.
Sin ser intrusivos, lo ideal es mantener un canal de comunicación permanente con ellos, conocer quiénes son sus amigos virtuales, cómo los conocieron y qué tipo de datos e imágenes se publican en el ciberespacio.
"Hay personas que se aprovechan de los menores, ven las prácticas y gustos de éstos y luego les empiezan a pedir fotos, y los menores no tienen conciencia del peligro".
"Cuando uno se conecta a un lugar, estamos permitiendo no sólo una conexión de una sola dirección, sino que es una conexión bidireccional, es decir que estamos dando la posibilidad de que alguien más se conecte con nosotros". Fernando Gutiérrez director de Comunicación y Arte Digital del Tec CEM.
Reforma 31/01/2011 |