Justo un año después de que el viceprimer ministro británico Nick Clegg se comprometiera a apoyar a los niños y a las familias, una comisión creada por el gobierno británico ha terminado de redactar unas recomendaciones para proteger a los menores frente al erotismo que en ocasiones presentan los medios y la moda.
No es cierto que en momentos de crisis económica no se pueda hacer nada por mejorar la situación de los niños, con independencia de cómo estén de llenas las arcas del Estado. Esto es lo que mantenía Clegg en un discurso de hace un año.
“Familias independientes, pero apoyadas. Esta es la fórmula del nuevo gobierno de coalición”, dijo Clegg en aquella ocasión. “[David Cameron] ha dicho muchas veces que quería hacer de Gran Bretaña un país más familiar; y yo siempre he defendido que una sociedad debe ser juzgada en función de cómo trata a los niños”.
En estos momentos la coalición pasa por una situación tensa, sobre todo a raíz del referéndum del pasado 5 de mayo que acabó con las aspiraciones de los liberales a una reforma electoral que les daría más peso político. No obstante, la idea de apoyar a los niños y a las familias es una aspiración compartida por conservadores y liberal-demócratas.
Zona escolar: no todo vale
A la espera de publicarse el informe completo, el diario The Telegraph adelanta algunas recomendaciones realizadas por la comisión creada por el gobierno.
Habrá que ver qué ocurre ahora con estas recomendaciones. En cualquier caso, lo que sí denunció con claridad Clegg el año pasado es la irresponsabilidad de los anuncios con contenidos eróticos o de los que crean en niños y niñas la obsesión por tener un aspecto atractivo.
Entre las recomendaciones de la comisión, cabe distinguir las que van dirigidas a los anunciantes y productores de televisión; las que se dirigen a los fabricantes de ropa infantil y las que pretenden dar mayor protagonismo a los padres.
Al primer grupo les recomienda una serie de limitaciones como, por ejemplo, introducir restricciones de edad en vídeos musicales con contenidos sexual y dar orientaciones a las cadenas para su emisión; no exhibir revistas eróticas a la venta en ámbitos al alcance de los menores; restringir los anuncios con imágenes sexuales en zonas cercanas a sitios donde hay muchos niños (colegios, patios de recreo, guarderías...); al comprar un teléfono móvil, un ordenador o una consola, dar la posibilidad al cliente de pedir que se retire cualquier contenido erótico que considere inconveniente.
A los fabricantes de ropa infantil, les pide que hagan una oferta más acorde con la edad de las chicas y los chicos, en el diseño, el marketing, el precio... Como orientaciones concretas, desaconseja para los menores de 12 años la lencería sugerente o las camisetas con eslóganes soeces.
Finalmente, a los padres les ofrecen una página web particular donde podrán exponer de manera sencilla cualquiera queja que tengan sobre un programa, anuncio, producto o servicio que consideren inadecuado para sus hijos.
Aceprensa 10.Jun.2011 |