Pilar Rodríguez siempre recordará aquella noche del 21 de enero de 1992, en la que su hija, Marta Obregón, fue asesinada por un delincuente cuando regresaba a su casa, después de haber estudiado durante toda la tarde en el club Arlanza.
Muchos cristianos se esfuerzan por imitar en sus vidas la actitud misericordiosa de Jesús; una actitud que, en ocasiones, exige un esfuerzo inmenso, heroico tantas veces, y que es una fuente de paz y de unión con Cristo.
Ese es el caso de Pilar Rodríguez, una mujer del Opus Dei que relata en este videotestimonio como la esperanza en Dios, la gracia de los sacramentos y la ayuda de la Santísima Virgen le ayudan, día tras día, desde aquella noche del 21 de enero de 1992, en la que su hija, Marta Obregón, fue asesinada por un delincuente cuando regresaba a su casa, después de haber estudiado durante toda la tarde en el club Arlanza.
Aquel hombre intentó forzarla y Marta opuso toda su resistencia en defensa de su castidad, logrando evitar el ultraje. En represalia, su asesino le asestó catorce puñaladas.
Una joven moderna y feliz
En aquella época Marta, que estudiaba Periodismo en la Universidad Complutense, trabajaba por la mañana y estudiaba por las tardes en el Club Arlanza de Burgos. Solía hacer todos los días media hora de oración, casi siempre de rodillas, ante el Sagrario, y hablaba con frecuencia con la directora del Club. Ésta recuerda que “era una mujer que había encontrado a Dios, pero seguía buscándolo cada vez con más intimidad. En los últimos meses siguió acudiendo al Camino Neocatecumenal, al que se sentía muy unida, y donde ella se sentía proyectada para ayudar al mundo… Era una mujer con profunda vida interior, que se palpaba en su actitud… Al mismo tiempo que buscaba con mucha fuerza a Dios, se daba a los demás”.
Proceso de canonización
Al conocer las circunstancias de su muerte y la fama de santidad de Marta, la diócesis de Burgos propuso su beatificación y en julio de 2007 se dieron los primeros pasos para introducir su Causa.
En la web Causa de Marta se relata con detalle la vida de esta Sierva de Dios. Se lee en la introducción: “Con esta sencilla Web queremos presentar el testimonio de una joven cristiana que dio su vida en defensa de su castidad.
Marta con unas amigas
En ella descubrimos una gran evolución en su adhesión a Jesucristo. Marta es un testimonio para los jóvenes de hoy y una puerta de esperanza intercesora para aquellos padres y abuelos que sienten la necesidad de rezar por hijos y nietos que caminan a espaldas de la verdad, a espaldas de Cristo”.
La noche del 21 de enero estuvo hablando con la directora del Arlanza hasta las nueve y media. Antes de marcharse, se acercaron al oratorio para despedirse del Señor. Al salir, Marta le indicó que no retirase los libros y los apuntes de la mesa, porque, al día siguiente, después de oír Misa y comulgar allí, pensaba seguir estudiando, para preparar el fin de carrera.
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