Marta Rodríguez
La "ideología de género", contraria al Orden Natural, al igual que en otros campos, manipula el lenguaje, para introducir conceptos aberrantes que pasan a convertirse en parte del Discurso Cultural Dominante, que terminan por imponerse a través de los organismos internacionales. El artículo desentraña el contenido real de algunas palabras clave.
Al igual que la ropa, las palabras también tienen sus modas. Hoy "género" es uno de esos vocablos que, si fuera un artista, estaría en las listas de los "top ten". También se ha convertido en una especie de filtro social, pues aparentemente permite discriminar a los liberales de los conservadores. Con todo, son pocos los que conocen sus implicaciones y verdadero significado. A continuación exponemos lo que la perspectiva del género busca lograr en nuestra sociedad.
El feminismo del género fue acuñado por primera vez por Christina Hoff Sommers en su libro "Who stole feminism?". En él quiso distinguir entre el feminismo de equidad (que busca la igualdad de los sexos), y el feminismo radical surgido en los años 60, y en cuyos brazos se alumbra la perspectiva del género.
Tras algunos años de trabajo, avances y retrocesos, la nueva ideología logró penetrar en la sede de las Naciones Unidas, apoderándose de un pequeño pero importantísimo núcleo intelectual. Desde tan privilegiado escenario, el género comenzó su carrera ascendente. La primera conquista fue Pekín, con un documento final que establecía una serie de pautas para implantar la ideología. Desde entonces, la perspectiva del género se ha ido infiltrando y empapando las leyes, las costumbres, y lo que es más importante: la educación.
Pero, ¿qué significa realmente? ¿Cuáles son sus presupuestos? ¿cuáles, sus objetivos? Trataremos de responder a estas preguntas ilustrando lo dicho con citas de las mismas teóricas del género.
Género es definido como "las relaciones entre mujeres y hombres basadas en roles definidos socialmente que se asignan a uno u otro sexo" (definición de la directiva de la conferencia de Pequín de 1995). Este concepto se articula en torno a varias palabras clave:
1. Perversidad polimorfa, sexualmente polimorfo. Según la perspectiva del género, no existen diferencias sexuales: el ser humano nace sexualmente indefinido. Por tanto, los hombres y las mujeres no sienten atracción por las personas del otro sexo por naturaleza, sino por imposición social.
Así, consideran que es preciso declarar la guerra a las diferencias biológicas, porque "lo natural no es siempre un valor humano". (Shulamith Firestone, "The Dialectic of Sex").
2. Preferencia u orientación sexual. En vez de dos sexos, para las feministas del género existen cinco: heterosexual, homosexual, lesbiana, bisexual y transexual. A todos deben reconocerse los mismos derechos legales y sociales.
Afirman que si la sociedad no hubiera reprimido las diversas orientaciones sexuales, éstas podrían haber estado igualmente ligadas a la reproducción. Así, especulan que la naturaleza podría tener recursos para asegurar la procreación con personas de un mismo sexo.
"La forma en la que se propaga la especie es determinada socialmente. (…) En sociedades más imaginativas, la reproducción biológica podría asegurarse por otras técnicas" (Heidi Harmannm "The unhappy marriage of marxisim and feminism")
3. Heterosexualidad obligatoria: Se define como la obligación de creer que el mundo está dividido en dos sexos.
Esta imposición genera "roles" construidos para el hombre y la mujer, en torno a tres categorías:
a) Masculinidad y feminidad.
b) Relaciones familiares, por la atribución artificial de papeles como "madre", "padre", "marido " y "mujer".
c) Ocupaciones o profesiones: la sociedad los asigna a uno u otro sexo.
Estas categorías crean los estereotipos sociales de hombre y mujer, causando la represión femenina.
"La teoría feminista ya no puede darse el lujo simplemente de proclamar una tolerancia del lesbianismo como un "estilo alternativo de vida" (…) Se ha retrasado demasiado una crítica de la orientación heterosexual obligatoria de la mujer". (Adrienne Rich, "Compulsory Heterosexuality and Lesbian existence")
4. Homofobia: temor a las relaciones sexuales con personas del mismo sexo, causada por la heterosexualidad obligatoria.
5. Hegemonía: Ideas aceptadas universalmente como tales, pero que en realidad son construcciones sociales. Tal es el caso de la tradicional diferenciación sexual.
"Cada niño se asigna a una u otra categoría en base a la forma y tamaño de sus órganos genitales. Una vez hecha esta asignación, nos convertimos en lo que la cultura piensa que uno es…". (Lucy Gilbert y Paula Webster, "The Dangers of Feminity")
6. Patriarcado, patriarcal: Institucionalización del control masculino sobre la mujer.
El feminismo del género reinterpreta la historia bajo una perspectiva neo-marxista, en la que la mujer se identifica con la clase oprimida y el hombre con la opresora. El matrimonio monógamo es la síntesis y expresión del dominio del patriarcado. Toda diferencia es entendida como sinónimo de desigualdad, y por tanto es preciso acabar con ella. El antagonismo se supera con la "lucha de clases".
"La familia nos da las primeras lecciones de ideología de clase dominante y también otorga legitimidad a otras instituciones de la sociedad civil" (Christine Riddiouhg, "Socialism, Feminism and Gay / lesbian liberation")
"El primer antagonismo de clases de la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer unidos en matrimonio monógamo, y la primera opresión de una clase por otra, con la del sexo femenino por el masculino" (Frederick Engels, The origin of the Family, Property and the State")
Confunden así diferencia con desigualdad, pues hombre y mujer son diversos (y por tanto complementarios), pero pares e idénticos en dignidad.
7. Desconstrucción: Así denominan la tarea de denunciar las ideas y el lenguaje hegemónico. El feminismo del género sueña una revolución que abarque todo, en busca de una sociedad radicalmente diversa a la actual.
El feminismo del género es una ideología pujante, ya presente en materiales educativos de colegios y prestigiosas universidades, sobre todo en Estados Unidos. En este país está situándose poco a poco en el centro de la cultura, y se propaga a través de la televisión y los medios de comunicación.
Su presencia en documentos internacionales permite prever futuras y progresivas conquistas. A través de sutilezas legales y educativas, la perspectiva del género se quiere ir adueñando de la sociedad hasta transformarla radicalmente, si nosotros no nos decidimos a cambiar el rumbo de las cosas.
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