Vomitar hasta vestir una talla 36 y «malcomer» por usar una 34. Así es la rutina de varios miles de jóvenes españolas que llegan a dejar su vida en manos de las directrices estéticas que marcan tendencia y sufren anorexia o bulimia. Salir de una tienda con lo que se considera una talla «de más» puede resultar para ellas verdaderamente traumático. En la actualidad, los médicos españoles no dudan en afirmar que se enfrentan a la segunda generación de mujeres anoréxicas y, aunque no existen cifras oficiales, estudios espidemiológicos estiman que una de cada cien adolescentes españolas es víctima de anorexia, y un 2,4 por ciento desarrolla bulimia.
Las dietas restrictivas y sin control médico son la puerta de entrada a sufrir este tipo de trastornos de la conducta alimentaria.
Destacados empresarios.
Para poner fin a la situación, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, acompañada por la directora general de consumo, Ángeles Heras, se reunió ayer con diversos empresarios y creadores de moda. Entre ellos, el vicepresidente de Inditex, Pablo Isla; el consejero del Corte Inglés, Juan Hermoso; el director del grupo Cortefiel, Ignacio Sierra; la coordinadora de diseño de Mango, Judith Ventura; y el presidente de la Asociación de Creadores de Moda, Modesto Lomba. Una cita hecha a bombo y platillo, pero que finalmente quedó en una mera esperanza de futuro, y en la que la ministra rehusó a hacer alguna declaración. Hasta el próximo mes de mayo no se llevará a cabo ninguna labor. Será entonces cuando el grupo de trabajo, que ayer acordaron el ministerio y los creadores de moda, celebre su primera reunión. En ella analizarán la situación en cuanto al tallaje, etiquetado y maniquíes. Se espera que, en el plazo de tres meses, el grupo pueda elaborar unas conclusiones que representarán una base para decidir las medidas que se deben adoptar con el fin de lograr una homogeneización de las tallas, así como una mayor aproximación de los modelos estéticos que se proponen desde el universo de las pasarelas a la realidad de la sociedad española. Medidas que estarán encaminadas hacia acuerdos de autorregulación del sector y no hacia una normativa elaborada por la Administración.
Salgado hizo hincapié en que su departamento desea contar con la colaboración de todo el sector para afrontar de forma conjunta dos graves problemas que existen en la actualidad. El primero de ellos, de índole sanitaria, está vinculado al modelo ideal de belleza que en ocasiones se desprende desde el mundo de la moda, ligado a la delgadez extrema y la búsqueda utópica de la juventud. Un prototipo inalcanzable para la mayoría de las personas y que puede desembocar en perjudiciales trastornos para la salud. El segundo punto a tratar, centrado en la protección de los consumidores, aboga por el derecho a contar con tallas homogeneizadas que eviten posibles errores y problemas a la hora de comprar ropa, ya que las medidas varían en función de los fabricantes y las distintas marcas.
La reunión ha tenido lugar un mes después de que la titular de Sanidad llevara a cabo un llamamiento desde el Senado a la responsabilidad de los organizadores de los diferentes eventos de moda y modistos para evitar que puedan desfilar sobre las pasarelas modelos que utilicen la talla 34. Para la ministra, esta práctica encierra el riesgo de que los niños y adolescentes se lleguen a identificar con los patrones, «que no se corresponden con la realidad de España, ni con unos hábitos de vida saludables». Salgado precisó que el Gobierno debe convencer a los organizadores de los eventos de moda de que son muchas las adolescentes que entienden que lo que ven desfilar por la pasarela no es un «maniquí», sino que es un modelo, y pidió que «pongan de su parte para combatir el problema».
A pesar del panorama, se han producido importantes avances, sobre todo en lo referente a la reducción de la mortalidad y cronicidad en Europa. Si hace 15 o 20 años la mortalidad por anorexia se situaba entorno a un 10 y un 15 por ciento, hoy en día es de un 2 por ciento.
La Razón, España, 2006-04-20 |