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La obsesión por el músculo
La «vigorexia», una patología que también distorsiona la imagen corporal
Patricia Matey

Las anoréxicas no son las únicas que sufren una distorsión de su imagen corporal y están obsesionadas con su cuerpo. Ahora, los científicos han descubierto una nueva enfermedad, relacionada también con la percepción del físico, que se está propagando en los gimnasios. Se trata de la vigorexia que -al contrario que la anorexia en la que las pacientes ayunan hasta quedarse en los huesos- se caracteriza por el aumento exagerado de masa muscular.

Para ilustrar cómo es y a qué tipo de personas puede afectar este trastorno, científicos del Hospital McLean, en Belmont, publican en el último Psychosomatics el caso de un joven de 27 años llamado Andy. Este paciente, obsesionado con su físico desde los 19 años, se pesa entre dos y tres veces diarias, se mira en el espejo una docena de ocasiones al día y hace musculación en un gimnasio.

El origen de su obsesión está en su baja estatura y su cuerpo pequeño, lo que le ha llevado a renunciar a una vida social.

Según los expertos, Andy es el clásico ejemplo de dismorfia muscular, un problema frecuente entre muchas de las personas que tienen una preocupación constante por ganar músculo y entre los culturistas. Según Harrison Pope, autor de este trabajo, las personas con dismorfia muscular tienen más riesgo de sufrir otros problemas relacionados con la salud, ya que suelen consumir esteroides u otros tipos de drogas que les ayudan a aumentar el tamaño de sus músculos.

El Mundo Suplemento 271


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