El encargado de un almacén, Andrew Thornton, rechazó tomar los calmantes
Un hombre murió de beber cantidades extensas de agua fría para relevar pastillas para el dolor. Andrew Thornton, 44, murió después de beber diez litros - más de 17 pintas - sobre ocho horas. Él también había estado bebiendo a una tarifa similar los dos días anteriores. Thornton, jugaba al balompié regularmente y era físicamente activo en su trabajo como encargado de un almacén, pero pensaba que él era sensible a los medicamentos, rechazando tomar los calmantes para la enfermedad que padecía (gengivitis).
Le llevaron al hospital el pasado 5 de diciembre después de derrumbarse en el hogar que él compartió con su madre Alicia, 65, y su socio en Bradford desde su divorcio. Sus síntomas fueron causados por exceso de líquido que le provoco que el cerebro se hinchara. Los doctores pusieron la sal dentro de su cuerpo para contradecir los efectos del de agua, pero al día siguiente él tenía un ataque del corazón fatal.
El Dr. Alan Padwell, patólogo investigador de Halifax declaró que el examen revelo sus problemas de salud, pero el exceso de agua produjo un excesivo vómito, él había sobrecargado su organismo con agua, su cuerpo le dice cuánto necesita. Coma y beba normalmente y su cuerpo se regulará. El forense registró un veredicto de la muerte por desgracia y concluyó que el Sr. Thornton murió de un ataque del corazón accionado por el consumo excesivo del agua.
Su madre dijo: 'Él no podía caminar derecho y su brazo derecho lo lastimaba. No deseaba tomar ningún tipo de medicamentos por lo que decidió seguir un tratamiento a base de agua pues, decía, esta ayuda a eliminar todas las toxinas que tiene el cuerpo para recuperar la salud'. Después de la investigación la señora Thornton advirtió de los peligros de beber demasiada agua. Ella comentó: 'Andrew no era un hombre estúpido y si él hubiera sabido lo peligroso que era la consumición excesiva de ese líquido, él no lo habría hecho'. La sobredosis del agua diluye niveles vitales de la sal en la sangre. Las células y los órganos se hinchan y aumentan la presión en el cerebro lo que puede dar lugar a la muerte. La señora Thornton dijo que su hijo había sufrido de dolor en la boca durante muchos años pero nunca que había ido a un dentista para el tratamiento. Él utilizó un enjuague o bebió agua para calmar el dolor. Dos personas murieron el año pasado en el Reino Unido de hyponatremia o sobredosis del agua. El instructor David Rogers, 22 años de edad, muerto en abril después de terminar su primer maratón de Londres. El pasado mes de septiembre Shaun McNamara, 35, fue encontrado muerto en el cuarto de baño de su hogar de York como resultado de la consumición de exceso del agua.
El Correo
Reino Unido
8 julio 2008 |