El agua ha estado siempre ligada a la salud, desde siempre se le ha considerado como el líquido vital y efectivamente lo es.
El agua es el componente más abundante del cuerpo humano.
Representa más del 50% del peso corporal y se encuentra distribuida en tejidos, órganos y fluidos corporales.
El agua es vital para el funcionamiento normal del organismo.
Es indispensable en los procesos de digestión, absorción, respiración, circulación, y excreción.
Los expertos recomiendan adecuar la cantidad de agua consumida, a la época del año, y la actividad que realiza cada persona.
Algunos factores como el sudor, una alimentación rica en sal, presencia de vómitos, diarreas o infecciones acompañadas de fiebre, el ejercicio al aire libre, un clima caluroso, entre otros, puede aumentar los requerimientos de agua.
No obstante, consumida en exceso, el agua se convierte en enemigo del organismo, pudiendo provocar dolores de cabeza, náuseas, calambres, letargia, convulsiones, parálisis, insuficiencia cardiaca, un coma y hasta la muerte.
Potomanía: adicción al agua
Existe una rara y poco conocida adicción, en la que el agua se transforma de líquido vital en líquido mortal.
Se trata de la Potomanía, que consiste en beber grandes cantidades de agua de manera compulsiva, sin sentir sed, lo cual produce en la persona sensaciones de placer y bienestar.
La palabra Potomanía proviene del griego “potos”, que significa bebida y “manía” que significa locura.
Este comportamiento también se conoce como hiperhidratación o intoxicación por agua.
La Potomanía está considerada como un desorden psiconutricional clasificado dentro de los trastornos de la obesidad.
Suele estar vinculada a trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia.
Los potomaníacos necesitan beber grandes cantidades de agua, aunque no tengan sed, ni hayan perdido líquidos. Generalmente la ingesta suele ser mayor a los 7 litros diarios.
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