Están obsesionados por alimentarse solo con determinadas cosas. Algunos lo consideran la antesala a la anorexia y la bulimia.
Aunque se trata de un tema poco estudiado –de hecho no aparece descrito en el Manual Diagnóstico de Enfermedades Mentales–, quienes conocen la categoría de los comedores selectivos sostienen que puede tratarse de un nuevo trastorno alimenticio.
Se manifiesta con la negativa persistente de las personas a comer ciertas cosas, por ejemplo cualquier tipo de verduras y frutas, restricción que poco a poco amplían a otros grupos alimenticios, como las carnes, hasta quedarse solo con un puñado de alimentos.
"El comedor selectivo es aquel que consume menos de diez alimentos durante dos años", declaró la experta inglesa Dasha Nicholls al diario El Clarín, de Buenos Aires.
Quienes saben del tema han concluido que si bien puede afectar a personas de distintas edades, se ve con más frecuencia en niños. Es más, piensan que de no detectarse y tratarse a tiempo, los predispone a desarrollar trastornos más severos, como la anorexia y la bulimia.
No confundir
Hay pequeños que limitan su dieta a leche, carne, papas fritas y dulces: "El patrón selectivo con la comida es la imagen de sus vínculos sociales. Estos pequeños pueden tener fobia. A más estrés social, más capricho con la comida", afirma Mabel Bello, de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Argentina).
Para Camila Pombo, psicóloga con entrenamiento en trastornos de alimentación del centro Horus TCA, en Bogotá, "aunque están presentándose casos faltan más estudios e información para caracterizar mejor este patrón o determinar con certeza quiénes pueden padecerlo".
Claudia Cortés, nutricionista del Centro Colombiano de Nutrición Integral, pide tomar con cautela el tema, en aras de no confundir la predilección que muchos niños, entre los 2 y los 6 años, muestran por cierto tipo de alimentos, con un patrón anormal de alimentación.
Para Pombo, el hecho de que el tema sea tan poco estudiado constituye un problema en sí mismo: "Es posible que, existiendo realmente el patrón, las mamás crean que se trata de rebeldía o de una etapa de selectividad normal", dice Pombo.
Cortés opina que esta es la razón por la que los papás rara vez llevan a sus hijos a consulta cuando se muestran selectivos: "Los papás deben saber que el periodo de selectividad natural es pasajero y se supera con el tiempo", dice.
Según El Clarín, no siempre la selección de los alimentos se relaciona con procesos evolutivos. "Es necesario distinguir esa conducta de la selectividad asociada a los trastornos de la conducta alimentaria", dice Ana Jufe, del equipo de Nutrición y Trastornos de la Alimentación del Hospital de Clínicas.
Cita algunos ejemplos: está la selección de alimentos para no en
gordar, más frecuente en mujeres; la relacionada con otros trastornos de alimentación como la ortorexia (obsesión por comer sano) y la vigorexia (obsesión por tener un cuerpo musculoso y por lo tanto comer muchas proteínas), más común en hombres.
Además, está la selectividad alimentaria relacionada con los trastornos obsesivos de la personalidad, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), donde el fanatismo pasa por los rituales: puede llevar a repetir el mismo menú durante años.
"También están los obsesivos que dejan de lado alimentos por sus calorías, sus conservantes o ciertas sustancias", dice Gustavo Bustamante, psicólogo del Fobia Club.
Trastornos alimenticios
Son manifestaciones extremas de preocupación por el peso y la comida. Se trata de desórdenes complejos que comprenden dos tipos de alteraciones de la conducta: una relacionada con la comida y el peso y la otra en relación consigo mismo y los demás.
La característica común de estos problemas es que tienen un comportamiento alimentario anormal. Los más comunes son la anorexia (preocupación excesiva por el peso y limitación casi completa de la ingesta de comida) y la bulimia (atracones de comida seguidos por la inducción del vómito).
Fuente: Asociación Nacional de Desórdenes Alimentarios |