Los esteroides anabólico-androgénicos son sustancias sintéticas, relacionadas a las hormonas sexuales masculinas. El término “anabólico” se refiere al crecimiento muscular que esas sustancias promueven, mientras que “androgénico” se refiere al aumento en las características sexuales masculinas. La palabra “esteroides” se refiere a la clase de droga. Estas drogas sólo se pueden obtener legalmente mediante prescripción médica y sirven para tratar afecciones que ocurren cuando el cuerpo produce una cantidad anormalmente baja de testosterona, como cuando hay un retraso en la pubertad y en algunas clases de impotencia. También se recetan como tratamiento para el desgaste corporal de los pacientes con SIDA y otras enfermedades que resultan en la pérdida de la masa muscular magra. Sin embargo, el abuso de los esteroides anabólicos puede causar problemas graves de salud, algunos de ellos irreversibles.
Actualmente, algunos atletas y otras personas abusan de los esteroides anabólicos para mejorar su rendimiento y su apariencia física. Los esteroides anabólicos se consumen por vía oral o se inyectan, típicamente en ciclos de semanas o meses (conocido como “uso cíclico”), en lugar de en forma continua. El uso cíclico conlleva tomar dosis múltiples de esteroides a lo largo de un período específico de tiempo, dejando de tomarlos por otro período para luego comenzar nuevamente. Además, los usuarios a menudo combinan varios tipos de esteroides para maximizar su eficacia al mismo tiempo que minimizan los efectos negativos (lo que se conoce como “amontonamiento”).
Peligros para la salud
Las principales complicaciones derivadas del abuso de los esteroides anabólicos incluyen tumores hepáticos y cáncer, ictericia (pigmentación amarillenta de la piel, los tejidos y los fluidos corporales), retención de líquidos, hipertensión arterial, aumento del LDL (colesterol malo) y disminución del HDL (colesterol bueno). Otros efectos colaterales incluyen tumores renales, casos graves de acné y temblor. Además, hay algunos efectos colaterales específicos según el sexo o la edad del usuario:
Para los hombres—encogimiento de los testículos, producción reducida de espermatozoides, infertilidad, calvicie, desarrollo de los senos y mayor riesgo de cáncer de la próstata.
Para las mujeres—crecimiento del vello facial, calvicie de patrón masculino, cambios o cese del ciclo menstrual, aumento en el tamaño del clítoris, y engrosamiento de la voz.
Para los adolescentes—cese precoz del crecimiento por madurez esquelética prematura y cambios acelerados en la pubertad. Esto significa que los adolescentes corren el riesgo de tener baja estatura el resto de sus vidas si toman esteroides anabólicos antes de pasar por el período de “estiramiento” típico de la adolescencia.
Además, las personas que se inyectan esteroides anabólicos corren el riesgo adicional de contraer o trasmitir el VIH/SIDA o la hepatitis, enfermedad que causa un daño grave al hígado.
Las investigaciones científicas muestran que la agresividad y otros efectos colaterales psiquiátricos pueden resultar como consecuencia del abuso de los esteroides anabólicos. Muchos usuarios informan que tienen una buena imagen de sí mismos mientras que los toman, pero los investigadores declaran que también pueden causar alteraciones extremas en el estado de ánimo, incluyendo síntomas similares a los maníacos que pueden llevar a la violencia. A menudo se observa depresión cuando se deja de tomar las drogas, lo que puede contribuir a la dependencia a los esteroides anabólicos. Los investigadores además informan que los usuarios pueden sufrir de celos paranoicos, irritabilidad extrema, delirio, y alteraciones en el juicio que emana de sentimientos de invencibilidad.1
Las investigaciones también demuestran que algunos usuarios pueden recurrir a otras drogas para aliviar algunos de los efectos negativos de los esteroides anabólicos. Por ejemplo, un estudio de 227 hombres admitidos en 1999 a un centro privado de tratamiento para la dependencia a la heroína u otros opioides, encontró que el 9.3 por ciento había abusado de los esteroides anabólicos antes de haber probado cualquier otra droga ilícita. De este 9.3 por ciento, el 86 por ciento usó opioides por primera vez para contrarrestar el insomnio e irritabilidad resultantes de los esteroides anabólicos.2
Alcance del uso
El Estudio de Observación del Futuro (MTF, por sus siglas en inglés)*
El MTF realiza una evaluación anual del uso de drogas entre los estudiantes del 8º, 10º y 12º grado en los Estados Unidos. En ambos sexos, no se observó cambio en el uso de esteroides entre los tres grados evaluados entre el 2005 y el 2006, aunque desde el 2001 hubo reducciones significativas para la categoría de uso en la vida.** En el 2006, el 0.9 por ciento de estudiantes del 8º grado, el 1.2 por ciento del 10º grado y el 1.8 por ciento del 12º grado reportaron uso de esteroides en el año anterior a la encuesta. Se recolectaron datos sobre el riesgo que se percibe del uso de esteroides solamente entre los estudiantes del 12º grado, el que aumentó significativamente del 56.8 por ciento en el 2005 al 60.2 por ciento en el 2006. No hubo cambios significativos entre el 2005 y el 2006 en la categoría de desaprobación del uso de esteroides, donde también se recolectaron datos sólo de los estudiantes del 12º grado.
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1 Pope, H.G., y Katz, D. L. Affective and psychotic symptoms associated with anabolic steroid use. American Journal of Psychiatry 145(4):487-490, 1988.
2 Arvary, D., y Pope, H.G. Anabolic-androgenic steroids as a gateway to opioid dependence. N Engl J Med. 2000;342:1532.
* Estos datos provienen del Estudio de Observación del Futuro del 2006. El Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan realiza esta encuesta bajo los auspicios del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, parte de los Institutos Nacionales de la Salud, Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. La encuesta ha seguido el uso de drogas ilícitas y actitudes relacionadas entre los estudiantes del 12º grado desde 1975; en 1991, se añadieron a los estudiantes del 8º y del 10º grado al estudio. Los datos más recientes se pueden encontrar en línea yendo a la página www.drugabuse.gov.
** La categoría de “uso en la vida” se refiere al uso de la droga por lo menos una vez en la vida del participante en la encuesta. “Uso en el año anterior” se refiere a que el participante usó la droga por lo menos una vez en el año anterior al que respondió a la encuesta. “Uso en el mes anterior” se refiere a que el participante usó la droga por lo menos una vez en el mes anterior al que respondió a la encuesta.
NIDA