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Consumismo no significa felicidad

Más del 25% de la población mundial ha sucumbido al consumismo.

Viernes, 9 de enero de 2004 - 15:28 GMT  
Las tendencias cada vez más consumistas que se evidencian en muchas partes del planeta son insostenibles, según un nuevo informe del Instituto Worldwatch, con sede en Estados Unidos.
"El mundo consume productos y servicios a un ritmo insostenible, con resultados graves para el bienestar de los pueblos y el planeta", dicen los investigadores.
La organización señala que, mientras que casi 3.000 millones de personas sobreviven con menos de US$2 diarios, más de 1.700 millones, o sea más del 25% de la población mundial, ha adoptado un estilo de vida que en el pasado era exclusivo de los ricos.
Los mayores índices de obesidad y deuda personal, la escasez crónica de tiempo y la degradación ambiental son síntomas de un consumo excesivo que reduce la calidad de vida de muchas personas
Sin embargo, este apetito consumidor no sólo está afectando a los más pobres, sino también a los sectores de mayores recursos, según los autores de "El estado del mundo en 2004".

Presiones

“El apetito consumidor sin precedentes destruye los sistemas naturales de los que todos dependemos y hace aún más difícil que los pobres satisfagan sus necesidades básicas “
Christopher Flavin, director del Instituto Worldwatch.
El Instituto Worldwatch dice que el creciente consumo en el mundo industrializado y en los países en vías de desarrollo ha ejercido presiones sin precedentes en los recursos del planeta.
Los bosques, tierras agrícolas, selvas y territorios vírgenes disminuyen para dar espacio a la gente, casas, centros comerciales y fábricas, señalan.
El director del centro de estudios, Christopher Flavin, dijo que el consumo no es intrínsecamente negativo.
"El aumento del consumo ha ayudado a satisfacer necesidades básicas y a crear empleos", explicó.
"Pero, en este siglo, el apetito consumidor sin precedentes destruye los sistemas naturales de los que todos dependemos y hace aún más difícil que los pobres satisfagan sus necesidades básicas", añadió.

Más autos que permisos

Ejemplo clásico de consumismo: en EE.UU. hay más autos que conductores.
Según el Instituto Worldwatch, el país con más altos niveles de consumo es Estados Unidos, donde hay más automóviles que personas que tienen permiso para conducirlos.
Pero no por eso los estadounidenses son más felices. Cuando se les preguntó, sólo un tercio de ellos dijo ser "muy feliz".
Esa cifra es prácticamente la misma de quienes se creían muy felices en 1957, cuando los niveles de riqueza en el país representaban la mitad de los actuales.
Por otra parte, en países como China la demanda consumista ha estimulado la economía, creado empleos y atraído inversiones externas, dicen los autores del informe. Pero unos 240 millones de chinos han ingresado al ejército de consumidores, una cantidad que pronto superará la de EE.UU., agregan.
Los investigadores proponen reformas tributarias que permitan dedicar más fondos al cuidado del medio ambiente, la introducción de leyes que obliguen a la industria a reciclar sus productos y a producir bienes más duraderos, y nuevas vías para fomentar la responsabilidad personal.

BBC Mundo