¿Son de libre consumo? ¿Existen contraindicaciones?
Lic. Viviana Viviant
Prometen la lucidez intelectual, vencer la somnolencia, aumentar la resistencia física, y potenciar los estados de vigilia, entre otras cosas. ¿Qué hay de cierto en toda esta nueva moda?
En Argentina se venden y consumen cada vez más en discotecas, pubs y fiestas nocturnas como “alternativa saludable” al alcohol y a las gaseosas, y en los gimnasios para aumentar el rendimiento físico y la resistencia durante el ejercicio.
Por otra parte, muchos estudiantes las utilizan como reemplazo del café y las bebidas cola, en época de exámenes, para mantenerse despiertos y estudiar de noche, lo que se ha dado a llamar la “energy teenmanía”.
Estas bebidas “fashion” tienen, en general, nombres en inglés de carácter agresivo, vienen en latas de colores vivos, son carbonatadas y azucaradas, algunas saborizadas y prometen una “energía sin fin”!
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que, por su composición y efectos, se denominen bebidas “estimulantes”.
En sus principios, las “smart drinks”, “energy drinks” o bebidas “energéticas” eran mayormente consumidas en Japón donde muchos trabajadores tomaban este tipo de bebidas para aumentar la jornada laboral sin experimentar cansancio, aumentando el estado de alerta y la concentración.
La primera que llegó a nuestro país fue hace tres años y era de origen Austríaco. Ahora hay diez marcas registradas en el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) que las encuadra dentro de la categoría de “suplemento dietario”. Cada lata cuesta aproximadamente $3, y en las discos suelen triplicar o cuadruplicar su valor.
El “fuerte” por el cual son publicitadas es su capacidad de estimular el sistema nervioso y mantener el estado de alerta. Su consumo puede no tener riesgos para la salud siempre que se tomen con moderación y respetando ciertas limitaciones. De todas formas, hay dudas respecto a que posean todas las virtudes que prometen y, hasta el momento, no hay evidencia científica que lo avale totalmente. Es importante tener en cuenta que los ingredientes “naturales” no siempre son inocuos, ¡hay que recordar que muchos componentes activos de las plantas se utilizan como medicamentos!
En general, son adoptadas por aquellas personas que buscan el estímulo necesario para afrontar un esfuerzo extra. Estas bebidas son distintas de las isotónicas utilizadas por los deportistas para reponer agua y sales minerales perdidos a través de la sudoración; ya que por su alto contenido en azúcares y cafeína, no permiten la adecuada absorción de agua a nivel intestinal, favoreciendo la deshidratación.
En relación a esto, algunos especialistas aseveran que aunque estas bebidas supuestamente ayudan a la recuperación post esfuerzo, su aporte de azúcares que es del 10-12% (prácticamente la misma cantidad que contienen las gaseosas y en contraposición al porcentaje ideal de hidratos de carbono que presentan las bebidas deportivas) y la cafeína, como describía anteriormente, las hace inadecuadas para una buena hidratación, especialmente para el deportista. Aportan entre 40 y 45 calorías cada 100 cm3.
Además de contener dióxido de carbono y azúcar, como comentaba más arriba, la cafeína tiene como función primordial reducir la somnolencia y la sensación de fatiga, y la taurina, que es un aminoácido no esencial (es decir, lo produce el organismo) contribuiría a eliminar las sustancias tóxicas que se liberan durante el esfuerzo físico extremo además de ayudar a la recuperación post esfuerzo. También, participa del metabolismo de las grasas facilitando la utilización de las mismas como fuente energética.
El ginseng y los extractos de guaraná, por su parte, son buenos estimulantes. El principio activo del guaraná se llama guaranina y es una sustancia idéntica a la cafeína. La semilla de guaraná contiene, aproximadamente, 6 % de cafeína, también posee teofilina y teobromina.
La yerba mate, por su parte, contiene mateína, que es una sustancia simil cafeína.
En pequeñas dosis, la cafeína actúa como estimulante, aumenta la concentración y atenúa la fatiga, pero si se beben de tres a cuatro latas de este tipo de bebida, muy común un sábado a la noche en una disco, los efectos más comunes y leves son insomnio y taquicardia.
Lo que sí es muy riesgoso es que exista la tentación de mezclarlas con bebidas alcohólicas para obtener un supuesto “cóctel estimulante”, o tomarlas en exceso para “aguantar” toda la noche como ocurre con los jóvenes cuando van a bailar, cuando estudian o trabajan de noche.
¿Qué ocurre?
Por un lado, el cerebro recibe estimulación por parte de la cafeína o de las otras sustancias estimulantes y, por otro, un efecto depresor por parte del alcohol.
En la mezcla, estas bebidas retardan el efecto depresor del etanol haciendo que los adolescentes terminen tomando aún más alcohol. Como todavía no se conocen en profundidad los efectos de estas bebidas, las consecuencias a largo plazo de algunos de sus componentes, ni la interacción entre sus ingredientes; la recomendación es nunca combinarlas con alcohol, medicamentos o droga!
En definitiva, la solución no está en recurrir a estimulantes para mantenerse despierto sino que cuando el cuerpo lo pide, descansar es la solución.
Desde la óptica del deportista, estas bebidas pueden provocar cambios metabólicos temporarios, que alteran la utilización de las reservas de energía del organismo, aumentando el empleo de las grasas y ahorrando glucógeno (forma de almacenamiento de los hidratos de carbono en los músculos y el hígado), además del efecto estimulante de la cafeína, el ginseng o el guaraná. Ante una competencia deberán seguirse las normas que impone el Comité Olímpico Internacional (COI).
¿Cuál es el riesgo de tomar estas bebidas en exceso?
-Acidez
-Insomnio
-Hiperexcitabilidad
-Hipertensión arterial
-Hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre)
-Arritmias
-Convulsiones
Recuerde: Para rendir más física e intelectualmente no hay nada mejor que alimentarse en forma equilibrada y variada, además de cumplir con las horas de sueño necesarias. No es conveniente alterar el ritmo circadiano, es decir, el reloj natural del cuerpo que indica cuándo irse a dormir y cuándo despertarse; los cambios bruscos de este reloj biológico aumentan la excitabilidad nerviosa y generan estrés.
Veamos los ingredientes, más comúnmente presentes, uno a uno...
Hidratos de carbono:
“Energía encapsulada”. La mayor parte de estas bebidas contienen altas concentraciones de azúcares sea en forma de sacarosa, glucosa, fructosa o malto-dextrinas, la diferencia entre una y otra es la velocidad de absorción. Son los nutrientes que aportan las calorías de la bebida. La precaución que es necesario tener es que pueden producir una reducción de la tasa de líquido absorbido desde el intestino hacia la sangre y, consecuentemente, perjudicar la rehidratación durante el ejercicio, además de producir malestar gastrointestinal e incluso, en algunos casos, efecto laxante. Para las personas que hacen actividad física regularmente o en deportistas, la concentración ideal de hidratos de carbono sería del 6%, aproximadamente la mitad de la cantidad que aportan estas bebidas.
Cafeína:
Para estar “bien despierto”. Pertenece al grupo de las xantinas, es un estimulante del sistema nervioso central, aumenta el rendimiento muscular e incrementa la utilización de ácidos grasos como fuente de energía ahorrando glucógeno, principal combustible durante la práctica deportiva. Se la considera una sustancia ergogénica. La cafeína, además, induce sensaciones de bienestar y alerta. Desafortunadamente, si se ingiere luego de haber comenzado el ejercicio, puede tener efecto diurético aumentando el riesgo de deshidratación especialmente en verano o luego de una actividad deportiva fuerte.
Ginseng:
Para sentirse ¡“con todas las pilas”!. Son muy reconocidas sus propiedades estimulantes, para aumentar la fuerza y vitalidad y mejorar la sensación de bienestar general. Algunas de sus funciones están comprobadas y otras todavía no totalmente estudiadas.
Guaraná:
¿“Una planta superpoderosa”? Se la utiliza como estimulante y supresor del apetito, para aumentar el rendimiento intelectual, reducir la fatiga y, recientemente, para bajar de peso. La evidencia de algunas de sus propiedades es aún controvertida.
Hierbas:
Un “estímulo extra”. Las más comunes además de los extractos de semilla de guaraná son las nueces de cola y las hojas de yerba mate. Todas con poder estimulante.
Aminoácidos:
“Ahorradores de glucógeno”. Los aminoácidos como la taurina, la glutamina, la arginina, y otros como los de cadena ramificada (leucina, isoleucina y valina) incrementan el almacenamiento de glucógeno en los músculos durante el período de recuperación post ejercicio. La taurina, fundamentalmente, participa del metabolismo de las grasas facilitando su utilización como fuente energética. Aparte, tiene otras funciones relacionadas con el tejido muscular.
Vitaminas del complejo B:
“A pura energía”. En general sólo algunas están presentes debido a su relación con el metabolismo energético, aunque el aporte es pequeño y poco significativo.
Creatina y carnitina:
¿“Resistencia muscular asegurada”?. La cantidad de creatina presente suele ser muy pequeña como para tener algún efecto sobre el rendimiento físico. Por su lado, la carnitina se relaciona con el metabolismo de los ácidos grasos y se utiliza para retardar la fatiga debido a la estimulación de las grasas como combustible energética durante el ejercicio.
Triglicéridos de cadena mediana (TCM):
¿“Las grasas antifatiga”?. Debido a que las grasas necesitan más tiempo para salir del intestino, comparadas con los hidratos de carbono y las proteínas, por esta razón no son una fuente inmediata de energía para el organismo antes y durante el ejercicio. Los TCM son metabolizados más rápido y han sido agregados para retardar la fatiga, permitiendo que el cuerpo use más TCM como combustible. Pueden causar malestares gastrointestinales severos, no permiten ahorrar glucógeno y no incrementan el rendimiento.
Magnesio:
El mineral “antiestrés”. Es un mineral que se suele perder por sudoración especialmente durante la realización de actividad física en época de calor. Es un nutriente esencial y actúa junto al calcio en la función muscular y el impulso nervioso.
Antes de comprar una bebida de esta clase, siempre ¡lea la etiqueta! Fíjese qué ingredientes contiene y en qué cantidades, si es que se especifican. Si no tiene información, es preferible ¡no comprarla! Es importante, además, ver el porcentaje de azúcar, las calorías y el contenido en cafeína para evaluar con que objetivo se la va a consumir.
Algunos consejos respecto de estas bebidas…
-No se deben ingerir antes de ir a dormir.
-No se recomiendan en menores de 15 años.
-No son recomendables para personas sensibles a la cafeína.
-Están contraindicadas en mujeres embarazadas, en período de lactancia, en personas con presión arterial alta, problemas cardíacos, renales y/o diabetes. También en personas con trastornos de la ansiedad.
-Deberían sugerir en su envase el límite máximo aceptable de consumo diario de cafeína, y que no es conveniente tomar más de dos latas diarias.
-No reemplazan a una alimentación balanceada ni a un buen descanso.
-No sirven para hidratarse.
-No deben mezclarse con alcohol ni con ninguna otra sustancia, léase medicamento o droga.
Fuente: Nutrar. Prevención y salud plena |