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Trastornos de la Alimentación

Los Trastornos de la Alimentación cada día son más frecuentes y preocupantes en nuestra sociedad.

La obesidad infantil y la obesidad mórbida en adultos, está avanzando progresivamente en nuestro país, como lo hizo en décadas anteriores la anorexia o la bulimia. También están apareciendo nuevos trastornos como el Trastorno por Atracón, en el que se dan atracones bulímicos pero no van acompañados de vómitos, purgas o ejercicio excesivo como en la bulimia, la Ortorexia en la que se va reduciendo la ingesta a determinados alimentos pretendiendo una alimentación saludable que por supuesto no lo es, o la Viogorexia en la que se persigue un cuerpo musculado, para lo cual se utilizan fármacos y hormonas y se reduce la variedad alimentaria.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.
Es necesario acudir a un psicólogo ya que un abordaje profesional del problema evitará la cronificación de cualquiera de los Trastornos de la Alimentación o su agravamiento.
A continuación detallamos las particularidades de cada uno de estos trastornos de la alimentación:

Obesidad 
La obesidad es un exceso de grasa en el cuerpo que frecuentemente condiciona una alteración del estado de la salud. Es un factor de riesgo conocido para enfermedades crónicas como: enfermedades cardíacas, diabetes, hipertensión arterial, ictus y algunas formas de cáncer.
Se ha establecido como acuerdo que los hombres con más de un 25% de grasa corporal y las mujeres con más del 30% padecen de obesidad.
La evidencia sugiere que se trata de una enfermedad con origen multifactorial: genético, ambiental y psicológico entre otros.
La obesidad es el trastorno más frecuente de las sociedades desarrolladas, en un 30% de los casos se da desde la infancia o adolescencia y se caracteriza por un exceso de grasa, que a su vez se traduce en un aumento de peso, que sobrepasa en un 15% el peso ideal.
Para un cálculo sencillo del peso ideal, se puede emplear el IMC (Índice de Masa Corporal) que consiste en dividir el peso (en kg) partido por la estatura (en metros) al cuadrado.
Por ejemplo, una persona que midiera 1,65 m y pesara 82 Kg haría la operación: 82/(1,65*1,65) = 30.11. Para orientar el resultado, podemos fijarnos en los siguientes valores:
Obesidad mórbida > 35
Obesidad 30 - 34.9
Sobrepeso 25 - 29,9
Normal 18,5 - 24,9
Infrapeso 18.5 -17.5
Anorexia nerviosa < 17,5
Cuando una persona sale del intervalo de "normalidad" tanto por encima, obesidad, como por debajo, anorexia, se favorece la aparición de múltiples patologías orgánicas que deben ser controladas por el médico y además suele presentar los problemas de autoestima, sociales y laborales que acompañan a los trastornos de la alimentación.
Es importante poner en marcha un tratamiento efectivo y sentirse acompañado en la difícil lucha que supone enfrentarse a un trastorno de la alimentación como la obesidad, ya que desde nuestra experiencia clínica podemos decir, que no se trata de un problema de fuerza de voluntad o que sea solucionable cambiando simplemente algunos hábitos.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con la posible pareja, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.

Anorexia Nerviosa.
Para que podamos realizar un diagnóstico de anorexia nerviosa deben darse los siguientes criterios (según la clasificación internacional DSM IV)
-Bajo un trastorno de anorexia nerviosa existe un rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (p. ej., pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85 % del esperable, o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el período de crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85 % del peso esperable).
-Bajo un trastorno de anorexia nerviosa existe miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso (obesidad), incluso estando por debajo del peso normal.
-Bajo un trastorno de anorexia nerviosa existe alteración de la percepción del peso o la silueta corporal, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.
-En las mujeres pospuberales que se encuentran bajo un trastorno de anorexia nerviosa, existe la presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con tratamientos hormonales, p. ej., con la administración de estrógenos).
Dentro del trastorno de alimentación encontramos Anorexia nerviosa de tipo restrictivo: cuando el/la paciente no suele recurrir a la provocación del vómito, utilización de laxantes, etc. Sino que utiliza la restricción alimentaria para controlar su peso y la Anorexia nerviosa de tipo compulsivo / purgativo en la que sí que se dan atracones y/o purgas con laxantes o vómitos voluntarios.

Desencadenantes de la Anorexia Nerviosa 
La anorexia nerviosa, es un síndrome de la sociedad occidental, opulenta y solvente en la que además encontramos la moda de la delgadez, divulgada a través de los medios de comunicación y dirigida específicamente a la mujer. En el tercer mundo, donde el alimento es escaso y la delgadez no es una moda, no encontramos este tipo de patología.
Otro factor cultural que incide en el aumento del trastorno de anorexia en los últimos años, ha sido la variedad de papeles que se le imponen a la mujer; En las últimas décadas la mujer ha pasado de un rol femenino tradicionalmente pasivo (en el que la mujer permanecía en el hogar y su función se limitaba al cuidado de los otros miembros de la unidad familiar) a un rol activo lleno de exigencias en el que la mujer debe además, competir con el otro género en terrenos en los que antes no competía (fuera del hogar, en la universidad, en el trabajo, en los deportes,...).
El bienestar de los hijos es hoy un imperativo central y además, la dependencia de los hijos respecto a los padres se ha visto prorrogada enormemente. Estas circunstancias hacen que los padres se sientan más responsables de la alimentación de los hijos y durante más tiempo. La alimentación es por tanto un elemento que continúa estando en juego en la comunicación de las familias.
Los factores anteriormente nombrados conforman un marco social que es indispensable para que se de la anorexia, pero no suficiente. La sociedad predispone para que aparezca esta patología y no otra, pero es necesario que se den otras variables personales, familiares y contextuales.
En la base de la anorexia nerviosa encontramos un profundo sentimiento de inadecuación. Se sienten “defectuosas”, impotentes, superadas y pasivas. En una primera etapa de la enfermedad consiguen aliviar esta angustia centrando su malestar en algo definido y acorde con la cultura social actual (peso excesivo, caderas anchas, etc.) y obtienen cierto efecto antidepresivo inmediato con la dieta a la que se someten, que además es un movimiento activo que contrarresta el sentimiento de pasividad.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.

Bulimia Nerviosa.
La bulimia o bulimia nerviosa (hambre de buey), junto con la anorexia nerviosa son trastornos de la alimentación que se manifiestan principalmente en mujeres jóvenes previamente sanas, en las que aparece un miedo paralizante a engordar.
Para que podamos realizar un diagnóstico de bulimia nerviosa deben darse los siguientes criterios (según la clasificación internacional DSM IV)
-En un trastorno de Bulimia, la presencia de atracones recurrentes es un factor clave en el diagnóstico de una bulimia nerviosa. Un atracón se caracteriza por:
1. Ingesta de alimentos en un corto espacio de tiempo (p. ej., en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias.
2. Sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo).
-En un trastorno de Bulimia existen conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son la provocación del vómito; el uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; el ayuno, y el ejercicio excesivo.
-En un trastorno de Bulimia los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses.
-En un trastorno de Bulimia, la autoevaluación de quien padece bulimia nerviosa está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales.
-La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la bulimia nerviosa.
En un trastorno de bulimia nerviosa, al igual que en la anorexia, se describen los subtipos bulimia nerviosa purgativa y bulimia nerviosa no purgativa en función de lo que el paciente emplea para controlar la ansiedad, la culpa y el peso corporal, que pueden ser laxantes y vómitos o bien, en la modalidad no purgativa, restricción alimentaria y/o ejercicio físico.
La diferenciación entre los trastornos de anorexia y bulimia se hace según dos criterios, el primero de ellos es si el peso del paciente es superior al 85% del peso ideal, en ese caso, se trataría de Bulimia. El segundo criterio que diferencia un trastorno de bulimia nerviosa de un trastorno de anorexia es la presencia o no de atracones.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.

Trastorno por Atracón. 
Muchas personas realizan un atracón alimentario de vez en cuando pero esta conducta se transforma en un Trastorno de la Alimentacion cuando se da una pérdida de control y cuando ocurre periódicamente.
El Binge Eating o Trastorno por Atracón es un Trastorno de la Alimentacion que se caracteriza por atracones recurrentes en los que no existe conducta compensatoria inapropiada típica de la Bulimia Nerviosa (p.ej. autoinducción del vómito, abuso de laxantes u otros fármacos, ayuno y ejercicio físico excesivo).
Para que podamos realizar un diagnóstico de Trastorno por atracón deben darse los siguientes criterios (según la clasificación internacional DSM IV)
-Episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón se caracteriza por las dos condiciones siguientes:
1. Ingesta, en un corto período de tiempo, de una cantidad de comida definitivamente superior a la que la mayoría de las personas podría consumir en el mismo tiempo y bajo circunstancias similares.
2. Sensación de pérdida del control sobre la ingesta durante el episodio (p.ej. sensación de que uno no puede parar de comer o controlar qué o cuánto está comiendo).
-Los episodios de atracón se asocian a tres o más de los siguientes síntomas:
1. Ingesta mucho más rápida de lo normal.
2. Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
3. Ingesta de grandes cantidades de comida a pesar de no tener hambre.
4. Comer a solas para esconder su voracidad.
5. Sentirse a disgusto con uno mismo, depresión, o gran culpabilidad después del atracón.
-Profundo malestar al recordar el atracón.
-Los atracones tienen lugar al menos dos días a la semana durante seis meses.
-El atracón no se asocia a estrategias compensatorias inadecuadas (p.ej. purgas, ayuno, ejercicio físico excesivo) y no aparecen exclusivamente en el transcurso de una Anorexia Nerviosa o una Bulimia Nerviosa.
Muchas personas comentan que comen más o que comen demasiado cuando tienen problemas psicologicos, p.ej. cuando se sienten solas, tristes o estresadas.
Algunas personas manifiestan que su trastorno por atracón está desencadenado por estados de animo disfóricos, como depresión o ansiedad. Otros sujetos no se ven capaces de identificar desencadenantes concretos, pero sí pueden manifestar una sensación inespecífica de tensión, que el atracón consigue aliviar. Otro grupo de personas otorga una cualidad disociativa al atracón que experimenta como una sensación de embotamiento o de estar drogado. Pero también hay muchos individuos que pasan todo el día comiendo sin horarios ni desencadenantes definidos.
Frecuentemente, las personas con este trastorno por atracón utilizan el atracón como una forma de huir de sus emociones, para llenar un vacío interno o para evadir el estrés, la angustia y el dolor.
También hay casos en que el trastorno por atracón se intenta inconscientemente poner una separación entre la persona afectada misma y los demás ("como soy gordo/a, no les gusto a los demás y nadie se me acercará"). Sin embargo, al mismo tiempo suelen ser personas necesitadas de cariño y, como en el caso de la Bulimia Nerviosa, el atracón puede ser utilizado como un "autocastigo" por no estar satisfechas consigo mismas.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.

Trastorno por Ortorexia. 
La Ortorexia es una nueva "enfermedad" relacionada con los trastornos de la alimentación. La diferencia de la ortorexia con los otros trastornos de la alimentación está en que, mientras que en la anorexia y la bulimia el problema gira en torno a la cantidad de comida, en la ortorexia gira en torno a la calidad.
Se entiende por ortorexia la obsesión patológica por la comida biológicamente pura. Las víctimas de esta enfermedad sufren una preocupación excesiva por la comida sana, convirtiéndose en el principal objetivo de su vida. Podría decirse que es un comportamiento obsesivo-compulsivo caracterizado por la preocupación de qué comer y la transferencia de los principales valores de la vida hacia el acto de comer, lo cual hace que los afectados tengan "un menú en vez de una vida".
Para que podamos realizar un diagnóstico de Ortorexia deben darse los siguientes criterios,
-Quien sufre un trastorno por Ortorexia pasa mas de 3 horas al día pensando en su dieta sana.
-Quien sufre un trastorno por Ortorexia se preocupa mas de la calidad de la comida que del placer que supone el comer los alimentos.
-Quien sufre un trastorno por Ortorexia conforme aumenta la pseudocalidad de su alimentación disminuye su calidad de vida.
-Quien sufre un trastorno por Ortorexia se siente culpable cuando se salta sus convicciones dieteticas.
-Quien sufre un trastorno por Ortorexia planifica hoy lo que va a comer mañana.
-Quien sufre un trastorno por Ortorexia se va aislando socialmente por su manera de comer.
Estos son algunos de los criterios para diagnosticar al paciente que sufre de ortorexia. Los síntomas de la enfermedad van desde depresión, ansiedad, hipocondrias, hipervitaminosis o en su defecto hipovitaminosis y en fases avanzadas trastornos obsesivos compulsivos respecto a la alimentación.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.

Vigorexia
El paciente que padece vigorexia persigue un cuerpo musculado, para ello, dedica su tiempo libre al ejercicio físico anaeróbico (de gimnasio) utiliza fármacos y hormonas y reduce la variedad alimentaria, normalmente empleando dietas ricas en proteínas.
Quien sufre de vigorexia pasa la mayor parte del tiempo pensando y actuando para mantener la forma física y la musculatura máxima, comprueba su peso y medidas, se mira en el espejo reiteradamente, etc..., de esta manera, se ve deteriorada su calidad de vida, sus relaciones sociales y familiares e incluso su rendimiento académico o laboral.
Se entiende por vigorexia la obsesión patológica por un cuerpo perfecto y musculado. Las víctimas de esta enfermedad sufren una preocupación excesiva por su cuerpo, convirtiéndose en el principal objetivo de su vida. Podría decirse que es un comportamiento obsesivo-compulsivo caracterizado por la preocupación de acudir al gimnasio y la transferencia de los principales valores de la vida hacia el acto de entrenar o muscular su cuerpo.
La vigorexia afecta mayoritariamente a hombres, aunque también puede darse en mujeres. La práctica de deporte moderado resulta muy saludable para nuestro organismo. Sin embargo, los afectados por la vigorexia muestran una preocupación excesiva por su aspecto físico que conlleva que la musculación a través de una actividad física pase de ser un objetivo saludable a un desorden emocional elevado a la categoría de obsesión. Este ansia por adquirir a toda costa una apariencia atlética puede llevar al consumo de sustancias perjudiciales para el organismo. Las consecuencias de este trastorno tienen su reflejo en la salud y en la conducta social de quienes lo padecen.
En ocasiones quienes sufren de vigorexia también recurren a una práctica más peligrosa para la salud, como es el dopaje para obtener un incremento de la masa muscular y disminuir la fatiga.
Los productos dopantes más utilizados son los anabolizantes, derivados sintéticos de la testosterona (hormona sexual masculina). Son sustancias que pueden provocar efectos adversos: problemas de impotencia, crecimiento desproporcionado de las glándulas mamarias, acné, caída del cabello, depresion, euforia, irritabilidad... y, en los casos más extremos, problemas de corazón y de hígado.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas, etc.

CBP Psicólogos en Madrid