Superalimentos
Chlorella
La Chlorella, en su variedad Vulgaris o Pyrenoidosa, es un alga unicelular que se desarrolla en las aguas dulces. Es una célula con forma de copa, pequeña y simple llena de cloroplastos donde almacenan una gran cantidad de clorofila para la fotosíntesis. Se estima que habita el planeta desde hace millones de años, pero no se descubrió hasta el siglo XIX Fue descubierta como la primera microalga con un núcleo definido, por el científico Martinus W. Beijerinck. Es considerada como un súper alimento gracias a los numerosos nutrientes que posee, por ser la planta con la mayor concentración de clorofila del planeta, y se ha extendido su uso como vigorizante y también como depurativo, sobre todo en los países asiáticos..
Origen del nombre
El origen de la palabra Chlorella está relacionado con su tamaño. El vocablo se compone de la palabra griega chloros que significa verde y el sufijo diminutivo ela que significa pequeño.
Historia
El alga verde unicelular Chlorella Vulgaris es probablemente uno de los primeros organismos que surgieron en el planeta Tierra. Los archivos fósiles indican que la chlorella data de hace al menos 540 millones de años. Sus células establecieron el cianotipo para las células de las plantas que crecieron en la tierra debido a su habilidad para adaptarse a grandes cambios climáticos y a su poderosa vitalidad. Su supervivencia notable se debe a dos características fundamentales:
1. Pared celular casi irrompible la cuál es capaz de coexistir en lugares con concentraciones altas de pesticidas, toxinas y metales pesados.
2. Reproducción a una proporción asombrosa, se rejuvenece en nuevas células en un tiempo de 17 a 20 horas. Su reproducción acelerada está dada con el factor de crecimiento de chlorella especial presente en el núcleo de cada célula de la clorela.
Luego de la Segunda Guerra Mundial, muchos países europeos enfrentaban el hambre extrema y este hecho lo atribuían no sólo a la guerra sino a la incapacidad del planeta de producir suficiente alimento para una población en rápida expansión, es por ello que la clorela fue seleccionada por sus características como una posible respuesta a esta consecuencia. Según un reporte de la FAO de 1946, el mundo tendría que producir de 25 a 35% más de alimentos en 1960 que en 1939 para mantener el ritmo del crecimiento demográfico, mientras que la mejora de la salud requeriría un incremento de 90 a 100%.
Los investigadores decidieron buscar recursos inexplotados en mares y ríos. Muchos intelectuales afirmaban que el hambre a nivel mundial se convertiría en un problema creciente y plantearon que la clorela podría ser una forma de terminar con la crisis. Pruebas iniciales del Instituto de Búsqueda de Stanford demostraron que la clorela cultivándose en lugares soleados, tibios y poco profundos podía convertir 20% de energía solar en biomasa que al secarse contenía 50% de proteína. Además con su eficiencia fotosintética se aumentaba el rendimiento proteico por unidad de área lo que permitía obtener más grasas y vitaminas en la clorela. Las investigaciones y producciones piloto desarrolladas en la Universidad de Stanford y otras instituciones y universidades incluyendo el Instituto Carnegie, la Fundación Rockefeller, la Universidad de California, la Comisión de Energía Atómica de EE.UU., tuvieron gran repercusión en la prensa de la época, pero no se logró producir algas en masa. El principal objetivo propuesto por los investigadores consistía en poder añadir clorela en forma de polvo a productos alimentarios convencionales, para fortificarlos con vitaminas y minerales.
A pesar de sus características y composición alta en nutrientes esenciales en la vida humana se demostró que la clorela planteaba muchas más dificultades para su producción a gran escala originado en gran medida puesto que los estudios experimentales se habían hecho en laboratorio y nunca en el campo. La eficiencia fotosintética máxima de la clorela solo podía lograrse cultivándose en sombra y con iluminación artificial; la luz solar directa disminuye la eficiencia aproximadamente en un 2,5%, niveles no muy superiores a los de los cultivos convencionales. Además, para que la clorela fuera realmente productiva debería cultivarse en agua carbonatada, lo que agregaría millones al costo de producción. Complejos procesos adicionales se requieren para cosechar la clorela, es decir, la planta podría sólo alcanzar su potencial nutricional en condiciones artificiales altamente modificadas. La chlorella vulgaris para convertirse en una fuente viable de alimentos sus paredes celulares de celulosa debería pulverizarse, ya que son indigeribles para el ser humano
La clorela se comercializa en la actualidad por empresas que promueven sus efectos como superalimento o como suplemento dietético, atribuyéndole propiedades para el control del peso, prevención del cáncer o soporte del sistema inmunológico. En la actualidad varios vendedores de suplementos dietarios y medicina alternativa comercializan la clorela como agente quelante destinado a eliminar los metales pesados que se acumulan en el cuerpo. Aunque no existen evidencia científica que avale tales aplicaciones.
Composición
En en alga clorela se encuentran presentes:
-Vitamina A en su compuesto alfa-caroteno y beta-caroteno.
-Vitamina C, Vitamina D, Vitamina E y la Vitamina K lo que la convierte en un antioxidante poderoso y excelente para la destrucción de los radicales libres.
-Thiamine (Vitamina B1), el riboflavin (Vitamina B2), la pyridoxine (Vitamina B6), el niacin, el ácido fólico y la Vitamina B12 componentes que ayudan a mantener el cerebro y el cuerpo sano.
-Minerales como: el fósforo, el calcio, el zinc, el hierro y el magnesio. Es rica en hierro de fácil asimilación, gracias a la presencia natural de vitamina C y clorofila, que ayudan al cuerpo a absorber el hierro; así como en fósforo, un mineral que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, también presente en el alga. La clorela es rica en luteína, un pigmento natural que protege los ojos de la formación de cataratas.
-Inositol alimento por excelencia de las bacterias probióticas presentes en el organismo humano: aumenta el número de bacterias benéficas a lo largo del tracto digestivo y los intestinos cuando se ingiere
-Clorofila. Su contenido en clorofila es espectacular, hasta cuatro veces más que la espirulina, las espinacas y las ortigas. La clorofila es una de las mejores sustancias para la limpieza del intestino y sistema linfático, el hígado y la sangre..
-Acidos grasos Omega 3 y Omega 6.
-Acidos nucleicos imprescindibles para construir ADN y ARN. , que son los que reparan los tejidos dañados y ayudan al sistema inmunitario para protegernos de bacterias y virus invasores. El factor de crecimiento o Chlorella CGF es una combinación de estos aminoácidos y promueve el crecimiento de las células del cuerpo y estimula la reparación celular.
-Proteínas y otros nutrientes esenciales para el ser humano. La característica más reconocida es su eficiencia fotosintética muy comparable con otros cultivos altamente eficientes. Además cuando es secada contiene cerca de 45% de proteína, 20% de grasas, 20% de carbohidratos, 5% de fibras, 10% de minerales y vitaminas.
La NASA ha elegido la chlorella para ser uno de los primeros alimentos cultivados en las estaciones espaciales y como elemento nutricional básico en la dieta de los astronautas. También es la número uno como suplemento nutricional tomado por los japoneses.
Mediante la fotosíntesis la clorella, al igual que el resto de las plantas, convierte las sustancias químicas inorgánicas en materia orgánica gracias a la luz del sol. La clorella se reproduce a la asombrosa velocidad de 4 nuevas células cada 17-24 horas.
La capa exterior fibrosa que la recubre tiene dos funciones. La primera es proteger las membranas celulares interiores hasta que el alga esté completamente seca, y la segunda es proteger los nutrientes del agua, y es esta cualidad de la clorella de absorber y retener todos los nutrientes y minerales lo que la converte en un alimento excelente de inmejorables cualidades nutricionales.
Propiedades
Estimula el sistema inmunológico: La chlorella potencia la actividad inmunológica y ayuda a combatir las infecciones bacterianas. Es muy buena contra malestares gastrointestinales como úlceras, colitis, gastritis y estreñimiento. En 1966, en un experimento con 1000 marineros japoneses, un suplemento de 2 gramos de Chlorella al día bastó para reducir la incidencia de los resfriados y la gripe en un 37%.
Regenera las células: Sus componentes estimulan la regeneración y el desarrollo celular, por lo que se ha convertido en un ingrediente de cremas y cosméticos corporales. Desde hace más de 30 años los fabricantes de cosméticos han incluido extracto de chlorella en sus cremas pues saben del poder de reparación más rápido de la piel dañada. El alga clorella contiene una hormona que estimula el crecimiento natural y la regeneración celular. Estudios de investigación han demostrado que los niños jóvenes alimentados con Chlorella crecen más rápido. La clorela se utiliza también como refuerzo de energía para los atletas, ya que estimula el crecimiento de células rojas en la sangre.
Estabiliza la presión arterial: Se ha sugerido el consumo de chlorella para combatir la hipertensión. Existen estudios en humanos que demostraron su efectividad para hacer descender la presión arterial.
Reduce el colesterol. En concreto, varios estudios han demostrado que la toma de 5 – 10 gramos de Chlorella diariamente bajó el colesterol total y LDL y los triglicéridos en personas con hipertensión arterial y/o colesterol levemente elevado.
Elimina los metales pesados y otros compuestos dañinos del cuerpo, se une a las toxinas y metales pesados expulsándolos del cuerpo. Desde la década de 1970 en adelante, los científicos japoneses han utilizado esta alga para acelerar la evacuación de metales pesados de los cuerpos de los pacientes, como la polución, el mercurio que se encuentra en los empastes dentales y el pescado, alimentos contaminados con pesticidas, el plomo de la pintura , productos químicos en al agua y el aire, el cadmio en el humo del cigarrillo y el platino de los coches. Se puede combinar cilantro o perejil con la chlorella para potenciar la desintoxicación. Comenzar lentamente, tal vez usando cilantro primero, y poco a poco aumentar la ingesta de Chlorella a un ritmo que el cuerpo puede tolerar. En pocas semanas lo más probable es empezar a notar una mejoría general. La disminución de la carga tóxica en el cuerpo mejorará muchas dolencias comunes, como la falta de energía y el insomnio, digestiones pesadas, y la fatiga mental, por ejemplo.
Es naturalmente rica en fibra que aumenta la acción peristáltica de los intestinos. Elimina las toxinas del cuerpo, desintoxicando el hígado, los intestinos y la sangre.
Biocombustible La potencialidad para la producción industrial de biocombustible líquido se origina a partir de la especie Chlorella protothecoides. Investigadores de la Universidad Tsinghua en Pekín extrajeron una gran cantidad de aceite del cultivo de esta alga en fermentadores, transformado con posterioridad en un biodiesel de alto poder calorífico.
Estanque de Chlorella Vulgaris, Pekín
En Okinawa, Japón existen las piscinas más grandes utilizadas en la producción del alga vulgaris. Estas piscinas llegan a alcanzar por encima de 175 pies de diámetro. Cuando la chlorella se multiplica y se logra cierto factor de densidad, se extraen para ser procesadas.
Estudios de efectividad
Los estudios en laboratorio con animales han demostrado que la chlorella vulgaris limita el daño de algunas infecciones bacterianas y puede reducir los tumores cancerosos; sin embargo, los efectos del complemento con chlorella vulgaris aún no se han demostrado de manera concluyente en seres humanos. En marzo de 2007 investigadores italianos en un experimento de laboratorio publicado en la Revista Toxicología In Vitro demostraron que una combinación de chlorella vulgaris y daidzeína protegía el tejido del intestino grueso del daño causado por Escherichia coli. Allá por el lejano 1985, el doctor Frank Konishi y su grupo de trabajo publicaron un artículo en la Revista Inmunoterapia del Cáncer donde se explicaba el procedimiento aplicado a ratones en su laboratorio que consistía en aplicar una solución similar al té con chlorella vulgaris para tratar el cáncer avanzado arrojando como resultados la prolongación significativa de sus vidas.
Numerosos estudios han demostrado el efecto antiinflamatorio, hipoglicémico, hipercolesterolémico y para la pérdida de peso de chlorella. En diferentes ensayos donde se alimento a animales experimentales con polvo de chlorella se vio como se reducía el riesgo de ateroesclerosis, controlaba la hipertensión y se estimulaba la síntesis de colágeno en la piel. Además, ensayos clínicos han sugerido que la suplementación con chlorella puede mejorar la hiperlipidemia y la hiperglucemia, y proteger contra el estrés oxidativo. Por otra parte, chlorella tiene un alto poder antioxidante ya que contiene luteína, ácido ascórbico, alfa-tocoferol, alfa y beta caroteno y selenio. Así, el consumo de Chlorella al mejorar el estatus antioxidante y disminuir la oxidación lipídica parece tener un efecto positivo en fumadores crónicos.
Efectos secundarios y dosis de consumo
No existen contraindicaciones graves ni ningún tipo de toxicidad conocido en relación al consumo de chlorella en las dosis recomendadas.
Puede existir fotosensibilidad en personas que tomen elevadas dosis de Chlorella. En algunas personas puede producir un aumento del ácido úrico, náuseas y malestar estomacal, también puede provocar la formación de gases y flatulencias, debido al aumento del peristaltismo intestinal. Todos estos síntomas sin embargo pueden ser motivo de un proceso de desintoxicación del cuerpo, ya que el alga chlorella es una poderosa herramienta depurativa en el organismo
Los efectos secundarios más comunes sobre todo en la primera semana de uso incluyen diarrea, náuseas, flatulencia, cambio de color verde de las heces, y calambres en el estómago. En caso de tener estos síntomas interrumpir inmediatamente el consumo.
El alga chorela puede contener yodo, por lo que podría causar una reacción alérgica en personas sensibles al yodo. Podría provocar asma y otros problemas respiratorios.
Debido a que no se sabe lo suficiente sobre el uso de chlorella durante el embarazo y la lactancia es conveniente evitar su uso.
La dosis apropiada de chlorella depende de varios factores tales como la edad, salud, o la actividad física. Algunas personas toleran mejor el consumo de chlorella que otros. Siempre se debe comenzar gradualmente, tomando sólo una pequeña cantidad al principio para ver cómo el cuerpo la tolera.
En el caso del polvo de chlorella, este puede agregarse en alimentos como si fuera otro condimento más. Otra opción es incorporar los gránulos a una bebida o batido junto a otras frutas.
Siempre es importante comprar este tipo de suplementos de marcas de confianza, que realmente muestren en la etiqueta el compuesto exacto.
Recetas
¿Cómo comer chlorella?
La chlorella presenta un sabor fuerte y con un toque amargo. La clave está en combinarlo con otros ingredientes para enmascarar su sabor y beneficiarse de sus múltiples propiedades. Así, basta con añadir una pequeña cantidad en la elaboración de batidos, sopas y cremas o salsas.

Zumo détox con chlorella
Una bebida que depura y limpia el organismo a cualquier hora del día. Podemos tomarlo en el desayuno o a media tarde.
Ingredientes:
Zanahoria.
Apio.
Manzana.
1 cucharada de chlorella en polvo.
Preparación:
Introducir todos los ingredientes en la batidora.
Batir hasta que los ingredientes se mezclen bien y ¡listo!
5 maneras de incluir la chlorella en polvo en la dieta.
1. Un buen licuado que te ayudará a empezar bien las mañanas
200 ml de zumo de pomelo rosa
3 zanahorias
1 cucharada de postre de azúcar de coco.
Una punta de jengibre fresco
2 gramos de Chlorella en polvo
2. Un batido para merendar que te saciará toda la tarde
1 plátano
1 puñado de frutos rojos frescos o congelados
200 ml de bebida vegetal de chufa
5-6 anacardos
2 gramos de Chlorella en polvo
3. Un gazpacho vitaminado para cualquier época del año
4 jitomates
1 puñado de hojas de espinacas
½ manzana verde
½ aguacate
½ pimiento rojo
1 pizca de ajo en polvo
1 pizca de jengibre en polvo
Unas hojitas de cilantro
1 cucharada sopera de aceite de oliva
2 gramos de chlorella en polvo
4. Un postre cremoso sorprendente
1 plátano
8 mitades de melocotones en conserva
1 kiwi
100 ml de zumo de pera
½ taza de yogur o kéfir
1 cucharada de postre de miel
1 cucharada de café de canela
2 gramos de chlorella en polvo
5. Un pesto remineralizante para enriquecer la pasta
12 hojas de albahaca
El jugo de 3 tomates
½ diente de ajo
2 cucharadas soperas de almendra en polvo
1 cucharada de café de pasta de miso blanco
4 cucharadas de soperas de aceite de oliva
1 cucharada sopera de piñones
Una pizca de sal y pimienta
2 gramos de chlorella en polvo
Bocata de tortilla con paté de cebolla y algas chlorella
Ingredientes
1 huevo
1 cdta. alga chlorella
1 diente ajo troceado
1/2 jitomate maduro troceado
Aceite de oliva
Sal
Paté de cebolla "mirar receta"
1 bollo
Preparación:
Batir el huevo junto con el paté de cebolla y el alga chlorella.
Cortar el bollo de pan y trocear el ajo y el jitomate maduro rociar con un chorrito de aceite de oliva. Con la otra parte del pan rebañar los restos de huevo mezclado con alga y paté de cebolla.
En una sartén con aceite de oliva freir la mezcla de huevo, paté de cebolla y algas. Cuando la esté cuajada de un lado darle la vuelta y cocinar el otro lado.
Colocar encima del pan. Cerrar. Y listo para ser disfrutado.
Atún Vegano
Ingredientes
100 gr soja texturizada fina
Cáscara de 2 plátanos
Aceite y sal
Chlorella
Preparación:
Sumergir la soja y cáscaras en agua caliente 30 min, pasado el tiempo escúrrir bien
Poner en una licuadora potente y trituralas con un poco de aceite y sal, poner una cucharadita pequeña de chlorella y remover
Méter en un recipiente untado con aceite hasta el borde y refrigerar toda la noche.
Roll Cake Japonés de té verde Matcha
En Japón, el Roll Cake de té verde Matcha es muy popular.
Ingredientes
4 huevos
20 g Azúcar (para las yemas)
40 g Azúcar (para las claras)
60 g Harina de repostería
7 g Chlorella Matcha
1 cucharada sopera leche de vaca
200 ml nata fresca para montar
15 g Azúcar (para la nata)
1 cucharadita Chlorella Matcha
Preparación:
Colocar papel aluminio al molde.
Precalentar el horno a 180ºC.
Preparar 2 bowls y separar yemas y claras.
Batir las yemas con 20g de azúcar con un batidor al baño maría un rato. Quitar de baño maría y seguir batiendo con el batidor eléctrico hasta que la mezcla quede espesa y pálida (Punto de listón grueso).
Añadir leche y mezclar ligeramente.
Batir las claras con 40g de azúcar y crear merengue duro.
Verter el merengue a las yemas batidas. Mezclar suavemente.
Añadir la harina y la Chlorella Matcha tamizada y mezclar con espátula con movimiento envolvente.
Verter la masa en el molde.
Extender la masa para que quede la superficie plana.
Dejar caer el molde 4 veces desde la altura de 10cm.
Hornear 10 minutos a 180ºC.
Montar la nata (poniendo abajo hielos). y añadir té Matcha.
Sacar el bizcocho del horno y dejar enfriar un poco. Quitar el papel.
Hacer cortes superficiales en el bizcocho con un cuchillo.
Untar la nata montada en la superficie.
Enrollar el bizcocho cuidosamente.
Dejar 3 horas en el refrigerador.
Matcha Castella con miel
El castella o el kasutera es un popular bizcocho japonés muy esponjoso y húmedo.
Ingredientes
4 huevos
150 g azúcar
4 cucharas soperas de miel
50 mg agua caliente
194 g harina
6 g chlorella matcha
Preparación:
Precalentar el horno a 180ºC.
Tamizar harina y té Matcha juntos.
Poner papel de horno en el molde.
Batir los huevos con batidor eléctrico durante 2 minutos. Añadir azúcar y batir 8 minutos más (en total 10 minutos, alta velocidad).
Mezclar miel con agua caliente.
Añadir la miel a los huevos. y batir 2 minutos más (velocidad media).
Añadir la mézcla de harina y té Matcha y batir 2 minutos más (velocidad media).
Verter la masa en el molde.
Deja caer el molde sobre la mesa desde 10 centímetros de altura unas veces. Si sube burbujas de abajo, quitarlas repasando la superficie con la espátula.
Colocar el molde en el medio de altura del horno y hornear 10 minutos a 180ºC hasta que la superficie tenga un poco de color marrón.
Bajar la temperatura a 160ºC. y hornear unos 50 - 60 minutos.
Desmoldar el kastera boca abajo y taparlo con film transparente.
Guardar en el refrigerador una noche (importante! el kastera no se come en el mismo día).
Fuentes consultadas:
siicsalud.com
fao.org
aafp.org/afp
ecoagricultor.com
mejorconsalud.com
vidanaturalia.com
superalimentos.eu
dinafem.org
Revista médica Discovery DSalud: Artículo publicado en el nº 87 de la revista (año 2006).
superalimentos.es
sipse.com
superalimentos.pro
gourmetdemexico.com.mx
bioecoactual.com
cookpad.com