Para saber más / Bullying / Violencia / Estudios de Actualidad
Imprimir
Sexting, una puerta a la explotación sexual de menores
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas

160811_sexting

La práctica de sexting o sexteo entre los adolescentes es la puerta de entrada para que las redes de trata de blancas hagan contacto con menores de edad vía Internet y las enganchen para utilizarlas en actividades de explotación sexual.
 
Francisco Gutiérrez Rodríguez, director del Centro de Evaluación Psicológica de la Universidad de Guadalajara dijo que al compartir imágenes vía mensajes de texto con contenido sexual, a conocidos o en portales de internet, los y las jóvenes se exponen a que sean identificados, engañados y en algunos casos atraídos por bandas dedicadas a la comercialización sexual infantil.
 
Esta tendencia entre los jóvenes, de enviar imágenes de ellos mismos desnudos o en situaciones de índole sensual, podría ser mal utilizada por las personas que lo reciben, lo que podría tipificarse como delito, aseguró el académico.
 
“Existen muchos portales en los que los grupos de crimen organizado, a través de personalidades ficticias tienen acceso a salas o chats para jóvenes o menores de edad con la finalidad de captar a posibles victimas, establecer su confianza y después reclutarlas”, dijo Gutiérrez Rodríguez.
 
En casos menos graves, las fotografías y texto con contenido sexual que envían las y los jóvenes a sus amigos, conocidos o parejas son utilizadas para degradar su imagen, lo que causa efectos psicológicos graves a corto y largo plazo, señala el investigador de esta casa de estudios.
 
Las consecuencias psicológicas van desde depresión, estados de ansiedad, problemas académicos, aislamiento de la familia por miedo a contar lo sucedido y bullying por parte de los amigos o compañeros de escuela.
 
Ante lo que Gutiérrez Rodríguez catalogó como una moda provocada por las tecnologías de la información, los adolescentes y jóvenes deben de atreverse a decir no cuando un conocido los presione para tomarse y compartir este tipo de contenidos.
 
“Como antes pedían ‘la prueba de amor’, los novios suelen presionar las chicas para que se fotografíen, por ello es importante trabajar las habilidades sociales y de relaciones en los menores de edad, para que tengan herramientas con las que puedan decir que no sin sentirse culpables y no ser presas de la manipulación ni la presiones de los otros”, señala.
 
Recalcó que cualquier joven, sin importar el tipo de relaciones que tenga, tiene  derecho a decir que no sin dar explicaciones, a comentar este tipo de peticiones y a denunciar a quien lo obligue, intente intimidarlo o presionarlo, por lo que deben acudir siempre con sus padres, sus profesores o con un especialista en el tema.
 
Guadalajara, Jal., 16 de agosto de 2011

Universidad de Guadalajara