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Intimidad y comunicación en cuatro etapas de la vida de pareja: su relación con la satisfacción marital.

Pérez Aranda Gabriela Isabel*
Estrada Carmona Sinuhé**       
Archivos Hispanoamericanos de Sexología Vol. XII, No. 2, 2006

Introducción

El estudio de las relaciones de pareja ha sido de gran interés para los pensadores, poetas y filósofos y actualmente para los científicos sociales. Según Brenton (citado por Tena-Suck; Romero & Cools, 1994), el elegir una pareja y mantener una relación estable con ella ha sido una extraña mezcla de agonía y éxtasis, ya que "somos fruto tanto del ideal romántico como del práctico". Elegimos a nuestra pareja de un modo racional y práctico, pero las ilusiones se imponen a todo lo demás. De modo que elegimos mal, pese a que juramos hacer lo contrario.

De acuerdo a Beck, A (1988), aunque el amor es un incentivo poderoso para que esposos y esposas se ayuden y apoyen, se hagan felices el uno a otro y creen una familia, esto no constituye en sí mismo la esencia de la relación, pues no provee las cualidades y aptitudes personales que son decisivas para sustentarla y hacerla crecer. Hay cualidades especiales como compromiso, sensibilidad, generosidad, consideración, lealtad, responsabilidad, confiabilidad, que son determinantes para una relación feliz.

Para Judith & Sellner (citado por Beck, 1988) cuando dos personas viven juntas, comparten comidas, su carrera profesional y su vida en casa, hacen el amor, cuidan a sus hijos, tienen trato con los familiares políticos, comparten sus altibajos individuales y mantienen juntos las cuentas del banco, la calidad de su vida está determinada por su modo de comunicarse y de controlar o dirigir los conflictos.

En la vida cotidiana de la pareja conyugal, la comunicación asume un papel de vital importancia para los protagonistas y los testigos de la relación (Estrella, 1988). De esta forma, la habilidad de comunicarse honestamente es el sello distintivo de las parejas exitosas que se aman (Noller & Fritzpatrick, 1993).

Por otro lado, la intimidad, al igual que la comunicación juega un papel fundamental en la relación de pareja. La vida en pareja se ofrece como una forma posible de vivir la intimidad. La intimidad puede ser una riqueza dentro de la relación, pero puede convertirse en un problema para la pareja si ambos no están en el mismo nivel de conciencia y aceptación de esta realidad (Maquirriain, 1988).

Es importante reflexionar que el matrimonio no es un estado estático, sino una fase del ciclo vital del individuo, en la que éste puede continuar creciendo y desarrollándose gracias a su experiencia íntima con el cónyuge. Es un estado en el que dos personas pueden ayudarse mutuamente a alcanzar, en plenitud, la condición de individuos responsables, autónomos o independientes. Si esto no sucede, la intensidad e intimidad de la relación causará una regresión y psicopatología graves. El matrimonio posee la capacidad de hacer crecer al individuo o destruirlo (Martín, citado por González & Santos, 1988).

De esta forma, la importancia del estudio de la pareja está implícita al ser en sí misma el origen de la familia "unidad social primaria y agente básico de la socialización y aculturación" (Lidz y Fleck, 1985).

Según Döring (1994), hablar de la pareja humana nos implica, nos envuelve en lo personal, en lo subjetivo. Con poquísimas excepciones, todos y todas tenemos, hemos tenido o esperamos tener una vida de pareja. Pensar acerca de ella significa, al mismo tiempo, pensar en la propia experiencia. Por otro lado, las parejas son un fenómeno histórico que ha variado a lo largo de los siglos y aun de los años, no es lo mismo el modelo de pareja dentro de los que están entre los cincuenta años que el de nuestros padres e hijos, aunque algunos rasgos se mantengan.

Las altas tasas de desajuste en las parejas, que terminan en divorcio intensifican la necesidad de ampliar el conocimiento en esta área, y de poner en práctica los resultados que se obtengan. Según el INEGI (2003), en México, durante el año 2001 hubo casi 48,000 divorcios judiciales. Además, se ha visto que el divorcio ocasiona sufrimientos en la familia y evita el desarrollo en los niños, dando a los padres una serie de preguntas que se hacen en relación con un nuevo camino que se les está planteando (Sandoval, 1985).

Intimidad, comunicación y satisfacción marital

Intimidad

El término intimidad proviene del latín intimus, en relación con lo más interno. Íntimo, según Peña-Marín (1989) se refiere a "lo que une estrechamente por lo que hay de más profundo (relaciones íntimas, amigo íntimo, unión íntima).

Según Béjar (1989) intimidad es la esfera más sagrada de la persona, aquello que es incomunicable, apuntando al ámbito familiar, mientras se oculta el ámbito social.

Así mismo, la intimidad para Dionne (1996) es una relación de cuidado sin pretexto alguno y de una revelación de los miembros sin riesgo de perder o ganar para cualquiera de los dos. Es dar y recibir en un intercambio que crece al mismo tiempo, que facilita la conciencia de uno mismo y de las diferencias y semejanzas entre los integrantes. La intimidad crea y sostiene la aceptación, mientras valora la singularidad. La intimidad promueve continuidad al mantener la energía constante a través del tiempo.

De acuerdo a la teoría triangular (Pasión-intimidad-Decisión/Compromiso), la intimidad son aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el acercamiento, el vínculo y la conexión, es un fundamento del amor (Sternberg, 1988). De esta forma, la intimidad incluye al menos diez elementos: el deseo de promover a la persona amada, sentimientos de felicidad junto a la persona amada, gran respeto por la persona amada, capacidad de contar con la persona amada en momentos de necesidad, entendimiento mutuo con la persona amada, entrega de uno mismo y de sus posesiones a la persona amada, recepción del apoyo emocional por parte de la persona amada, entrega de apoyo emocional a la persona amada, comunicación íntima con la persona amada, valoración de la persona amada.

El autor señala que sus investigaciones han demostrado que se experimenta la intimidad cuando se demuestra una cantidad suficiente de éstos sentimientos, siendo esta cantidad probablemente variable de una persona a otra y en diferentes situaciones.

Así mismo, Schaefer y Olson (1981) identificaron cinco tipos de intimidad:

1.- Intimidad emocional. Se refiere a experimentar sentimientos de cercanía. Según Martin (1994), esta es conocida como amor.
2.- Intimidad social. Se refiere a la experiencia de tener amigos y actividades sociales comunes.
3.- Intimidad intelectual: Se refiere a la experiencia de compartir ideas.
4.- Intimidad sexual: La experiencia de compartir afecto en general y/o actividad sexual.
5.- Intimidad recreacional. Se refiere a compartir experiencias recreativas.

Por su parte, Maquirriain (1988) plantea que la intimidad abarca dos terrenos: el personal y el interpersonal, pero ambos deben darse al unísono para que pueda hablarse de una verdadera intimidad humana.

Otros autores como Hatfield y Rapson (citado por Burguette, 1996), aseguran que la intimidad tiene los siguientes componentes: amor y afecto, valoración personal, confianza, auto-revelación y comunicación no verbal.

Satir (1994), afirma que para establecer un contacto íntimo se requieren dos personas a la vez y tres partes. Cada quien en contacto consigo mismo y cada persona en contacto con la otra. Además, el establecer un contacto íntimo no es un juego que consista en que uno gane su tanto y viva feliz para siempre, sino que es un medio para hacer las cosas con honestidad y para compartir fraternalmente los temas y preocupaciones humanas. Es una forma de mantener la integridad y de alimentar la autoestima en crecimiento y, a la larga, de fortalecer las relaciones consigo mismo y con los demás. En la medida en que sea más completo el contacto con nosotros mismos y con los demás, mayor posibilidad habrá de que nos sintamos amados y valorados, de que estemos sanos y aprendamos a resolver nuestros problemas con eficiencia.

Etapas de la intimidad en la pareja

No se puede hablar de etapas de una pareja sin hablar del ciclo vital del matrimonio. El conjunto de períodos por los que transita la familia y la pareja en particular es llamado ciclo vital (Estrada, 1987).

A lo largo de las distintas etapas del matrimonio las personas son muy diferentes (Andolfi, 1994). Al comienzo de la unión, los esposos deben acomodarse mutuamente a un gran número de pequeñas rutinas. Se da un proceso de acomodación.

Según Martín y Barragan (citados por Moreno y Ploenning, 1989), el ciclo vital del matrimonio contempla las siguientes etapas:
1. Selección de pareja. Se da el proceso del enamoramiento. En esta etapa, la única inquietud es encontrar una pareja adecuada para posteriormente contraer un compromiso marital lo cual implica el salir del círculo de la familia de origen.
2. Transición y adaptación temprana. Esta etapa se da del primer al tercer año de la unión. Se da el proceso de adaptación al nuevo sistema de vida como hábitos, demandas y satisfacciones propias, la crisis consiste en afrontar el compromiso contraído. La pareja establece límites y realiza negociaciones.
3. Reafirmación como pareja y paternidad (entre el tercer y octavo año de matrimonio). La tarea marital se centra en dos objetivos: la reafirmación como pareja y la productividad, no solo de hijos sino en el trabajo y con los amigos.
4. Diferenciación y realización (de los 8 a los 15 años de matrimonio). La diferenciación es una de las características principales de esta etapa.
5. Estabilización (entre los 15 y 30 años de matrimonio). Lo principal es resolver los conflictos y estabilizar el matrimonio. Se dan algunas preocupaciones tales como depresiones por la pérdida de la juventud, separación parcial de los hijos. Al salir los hijos de la casa, se dan conflictos similares a los de las etapas tempranas.
6. Enfrentamiento con la vejez, soledad y muerte. Esta etapa se da entre los 30 y 40 años de unión. En esta etapa hay muchas tareas difíciles de enfrentar: la vejez, la soledad y la muerte, la pérdida de capacidades físicas e intelectuales, partida de los hijos, muertes graduales de parientes, amigos y rechazo de los demás por su condición de ancianos. Los miembros de la pareja necesitan mucho apoyo y cariño uno del otro.

De esta forma, al evolucionar la relación, también evolucionan ambos miembros de la pareja. A medida que cada una de las partes se da a conocer, se amplían las fronteras de la relación y el concepto de uno mismo. Se obtiene mayor espacio para las diversas partes y una sensación más profunda de relación entre ellas, además de la sensación de plenitud (Campbell, 1989).

El mismo autor propone cinco etapas de la intimidad por las que atraviesa toda pareja:
- La primera etapa es "el idilio", en el cual la pareja crea dependencia, ambos tienen fe en el futuro.
- La segunda etapa la llamó "la lucha del poder", en la cual hay diferencias y dificultades, hay desunión, se fantasea con obtener el poder por medio de la manipulación, la fuerza, la amenaza, etc.
- La tercera etapa es la "estabilidad", esta comienza con el perdón, es la etapa de aceptación, negocian sus diferencias.
- La cuarta etapa es el "compromiso", en la cual la pareja acepta la realidad y los fallos de su relación, aprenden a manejar la tensión y los conflictos.
- La quinta y última etapa es "la creación conjunta", en la cual la pareja aplica al mundo lo que ha aprendido en las etapas previas, la pareja hace trabajos creativos y compartidos.

Ninguna pareja pasa por todas las etapas sin problemas, y no todas las parejas comienzan en la primera etapa.

Pittman (1994) de la misma manera, refiere que en general, la bruma romántica sigue desorientando por un tiempo a los recién casados. Aunque algunas personas nunca se sienten muy románticas respecto de su matrimonio, ni piensan que deberían pasar por una fase de desorientación romántica. Para ellas no hay crisis. Sin embargo, a la mayoría de las parejas les parece triste perder ese radiante fervor romántico. Empiezan a advertir que su pareja es menos maravillosa de lo que habían creído. No sienten la intensidad sexual. Algunos se aburren o se irritan. Se preguntan si no habrán cometido un error casándose, o casándose con esa persona en particular. A veces, la relación es bastante buena para que ambos admitan el fin del romance y lo consideren el principio del matrimonio. El matrimonio no puede proporcionar un estado permanente de romance, y la gente adicta al romance no puede sostener un matrimonio.

Por consiguiente, el comienzo de la familia suele coincidir con el Fin del Romance. La parentalidad no es una bendición absoluta: estabiliza al matrimonio, pero también atrapa a los padres. Lo más probable es que uno de los progenitores, en general la madre, centre su vida en la crianza de los hijos, mientras que el otro procura evadirse de la parentalidad, compite con su hijo y se siente abandonado. El esposo se centra en el trabajo y la esposa se convierte solamente en madre.

La comunicación en la pareja

Para todo ser humano la capacidad de comunicarse se torna como un elemento esencial para alcanzar su desarrollo dentro de la sociedad en que se desenvuelve. La comunicación permite la expresión de emociones, sentimientos, ideas, metas, ilusiones, etc. es lo que le ayuda a entablar con los seres que le rodean relaciones de tipo íntimo.

De esta forma, Franco (1995) afirma que nos realizamos como personas en la medida en que nos comunicamos. Ser persona supone vivir mi vida con los demás -convivir- Quien convive acepta a los demás como un bien en sí mismo. Por lo tanto, si el nivel de la familia es aceptable y saludable, hay entendimiento de unos con otros, hay comprensión, el bienestar es general.

La comunicación es un elemento fundamental en la relación de pareja, ya que una pareja es, en esencia, una persona que se comunica con otra (Duncan & Rock, 1993).

Según Nina (1991) la comunicación marital está definida en términos de qué tanto un cónyuge plática a su pareja sobre los diferentes temas expuestos.

Por otra parte la comunicación puede definirse en diferentes términos. O'Donohue  (1996) menciona que la comunicación incluye factores cuantitativos (como el tiempo que duran al platicar) y cualitativos como las palabras que se escogen y uso de calificativos. También la comunicación incluye estilos interaccionales (como estilos de comunicación y comportamientos no verbales).

Así mismo, Watzlawick (1991) afirma que la comunicación es un vehículo por el cual se desea manifestar algo. La comunicación afecta la conducta del otro. Sostiene que toda comunicación implica un compromiso y, por ende, define la relación. La comunicación no solo transmite información, sino que, al mismo tiempo impone conductas. Es imposible no comunicar.

Para Andolfi (1994) comunicarse es una condición de la vida humana y de las relaciones sociales. La comunicación analógica o no verbal, no incluye sólo los movimientos del cuerpo (conocidos con el nombre de cinética), sino también el que uno toque al otro, la gestualidad, la expresión del rostro, el tono de voz, la secuencia, el ritmo y la cadencia de las palabras mismas, y también la utilización del espacio tanto personal como interpersonal.

La comunicación implica dialogo, Reichelt y Sveaass (1994) definen un buen diálogo de acuerdo a diversos puntos:

a) la metacomunicación, que es el lenguaje del cuerpo
b) la baja tolerancia a la destrucción,
c) una comunicación indirecta, donde refieren que hay personas con diferentes estilos para comunicarse. Es importante analizar estos puntos para lograr una buena comunicación.

Autores como Noller & Fitzpatrick (1993) sostienen que la comunicación familiar es un proceso de desarrollar la intersubjetividad (creación de significados compartidos o el proceso por el cual nosotros entendemos a los otros y viceversa) y el impacto (es el grado de la efectividad que un mensaje tiene para cambiar el estado conductual, emocional o cognitivo del receptor) a través del uso de códigos entre un grupo íntimo. Esto genera un sentido de hogar y una identidad grupal. En estos grupos hay fuertes lazos de lealtad y emoción y experimentan una historia y un futuro.

Por otro lado, Satir (1983) plantea que la comunicación es el factor determinante de las relaciones que establecerá con los demás, y lo que suceda con cada una de ellas en el mundo. La manera como sobrevivimos, la forma como desarrollamos la intimidad, nuestra productividad, nuestra coherencia, la manera como nos acoplamos, todo depende de nuestras habilidades para la comunicación.

La comunicación abarca diferentes aspectos: es el calibrador con el cual dos individuos miden la autoestima del otro, es aprendida y podemos cambiarla si así lo deseamos.

Por último, Nina (1993) menciona que comunicar se refiere al hecho de compartir o intercambiar algo. Este proceso en la relación marital se puede conceptuar como toda aquella conversación que tengan los cónyuges entre sí.

Es importante conocer que la comunicación que se da en las relaciones de pareja, cumple ciertas funciones como la de organizar la relación, proteger vulnerabilidades y satisfacer necesidades, además de ser indispensable para el mantenimiento de la relación (Fritzpatrick, 1988).

Comunicación y etapas del matrimonio

Existen múltiples factores que van a influir en el desarrollo de la comunicación de la pareja, uno de estos factores son las diferentes etapas por las que cada pareja atraviesa en su matrimonio.

Según Rodal (1995) existen relativamente pocos estudios acerca de la comunicación a lo largo de la vida familiar. Sin embargo, se mencionarán algunos puntos de vista acerca de esta variable tan importante en el ciclo de la familia.

Lemaire (1986), Satir (1991) aseguran que en una primera época de la vida de la pareja, la comunicación tiende a acentuarse y por lo tanto a profundizarse, y resulta relativamente fácil. El periodo de luna de miel es importante para que la pareja establezca la comunicación bajo sus diferentes formas y contribuya a un mejor conocimiento recíproco. La estructuración de la pareja se apoya en este periodo en el que la comunicación se ve facilitada por el deseo de comunicarse y conocerse. En general, después de un tiempo hay una disminución de la comunicación. La pareja tiende a limitar la comunicación de las cargas afectivas en beneficio de una mayor eficacia práctica, a pesar de su importancia decisiva.

Por otro lado, Romero & Tena-Suck (1994) encontraron que los matrimonios de mayor edad muestran diferencias significativas, siendo éste el grupo con más alto grado en agresión-frustración. El grupo con menor edad fue el más alto en afecto-altruismo. En la pareja, puede existir ambigüedad y contradicciones de los mensajes, y también de los diferentes canales por donde circula la comunicación y cómo ésta varía con la edad de la pareja (Lemaire, 1986). Dentro de la pareja existen fuerzas estructuradoras que construyen y que tienden a fijar la institución y a limitar la evolución posterior de las relaciones.

A lo largo del ciclo familiar la comunicación se presenta en cuatro estadios Rodgers (citado por Rodal, 1995):

- Primer estadio: El inicio, conocimiento y matrimonio, en el cual se inicia y se establece el proceso de la comunicación además de los patrones y se inicia el compartir de la conversación.
- Segundo estadio: Los años tempranos, formación de las bases en el cual se da un engrandecimiento del rango y profundidad de la comunicación.
-Tercer estadio, los años medios: Afirmación y preparación, en el cual se da una primordial atención en el mantenimiento del compartir de lo intelectual y emocional. Se reexamina los supuestos de la comunicación y los supuestos contenidos que se comparten.
- Cuarto estadio: vejez, consolidación y celebración, donde la comunicación es utilizada para examinar y compartir los aspectos positivos y negativos del matrimonio como una preparación para la pérdida de la pareja y vivir solos.

Comunicación y satisfacción marital

Afirma Berrueta (1997), que la Comunicación en el matrimonio es el aceite que hace que la máquina funcione. Cuando la comunicación en el matrimonio no marcha bien, casi ni se nota, pero cuando falla se generan grandes problemas en la vida de las parejas. Esto es importante corregir para que no tengan mayores consecuencias entre ellos.

La comunicación abierta y sincera es crucial en una relación de amor romántico, especialmente durante experiencias emocionales negativas. Durante experiencias negativas o de mucha tensión se necesitan conclusiones deliberadas basadas en la razón (no en las emociones) para hacer juicios honestos e imparciales. La habilidad de comunicarse honestamente es el sello distintivo de las parejas exitosas que se aman.

La comunicación es importante para la satisfacción marital. Para Bolte (citado por Noller, 1984) el sistema de comunicación de la pareja es una fuerza vital, que determinará la felicidad en su convivencia. Si una buena comunicación da como resultado la satisfacción, las parejas deberían tener relativamente pocos problemas y sentirse bien si la comunicación mejora.

Según ODonohue & Crouch (1996) los problemas en la comunicación causan insatisfacción marital.

Del mismo modo, cuando hay mayor comunicación en la pareja, existen menos conflictos y celos entre ambos. Para Chávez y Samuel (citados por O'Donohue, 1996), los problemas de comunicación predicen en términos largos la satisfacción marital y otras áreas que complementa. Esto confirma los hallazgos de Richmond (1995), Boland & Follingstand, (1987) quienes encontraron en sus investigaciones una completa relación entre satisfacción marital y comunicación marital, concluyendo que a mayor comunicación, mayor satisfacción marital.

Por otro lado, el enriquecimiento de la comunicación es muy importante en todas las parejas al comienzo de su unión, la información recíproca puede tender a agotarse en la medida en que cada uno de los dos miembros casi no evolucione y no sea capaz de elaborar nuevos mensajes que dirigirle a su compañero.

De la misma manera, Teichner & Farnden (1997) encontraron una relación entre comunicación marital, estilos de relaciones y satisfacción marital. También encontraron diferencias entre hombres y mujeres con respecto a estas variables.

Satisfacción marital

La satisfacción marital es otro factor importante en la relación de pareja.
Esta variable ha demostrado tener la mayor correlación con la felicidad y con la vida en general, respecto a otros factores (Bowman, 1990).

La mayoría de los hombres pasan más tiempo de las horas de vigilia en sus empleos, que con sus esposas. Sin embargo, Gleen & Weaver (1981) observaron que la contribución estimada de felicidad marital es mucho mayor que cualquier contribución estimada dentro de otros factores, incluyendo la satisfacción en el trabajo, por lo que afirman que los norteamericanos dependen en gran medida de sus matrimonios para su bienestar psicológico.

Para Boland & Follingstad (1987) la satisfacción marital es una descripción general de actitudes, sentimientos reportados de uno mismo acerca de su matrimonio, el punto de vista tradicional está dado por un punto de vista de polaridades, por ejemplo: felicidad-infelicidad, satisfacción-insatisfacción.

Estrella (1991) la define como la actitud que tiene una persona sobre su matrimonio, la cual puede ser desde una actitud negativa o positiva en función a la cobertura de necesidades y a su realización personal.

Hay satisfacción marital cuando: hay armonía entre los cónyuges, hay un proyecto de vida en común, se dan placer mutuamente. Hay una atracción entre ambos, los defectos de uno son comprendidos y sobrellevados por el otro, se está unido a la otra persona, pero sin encerrarla y dejándolo en libertad; sin supeditarla a los intereses propios y si hay amor López-Ibor (citado por Burguette, 1996)

Por otra parte, a lo largo del matrimonio el papel de cada uno de los integrantes de la pareja se irá transformando; las demandas ocupacionales, las tareas del cuidado de los hijos, el crecimiento de los mismos, la salida de los hijos de la casa, los compromisos, la jubilación del trabajo, son solo algunas de las etapas por las que el matrimonio atraviesa a lo largo de vida (Rollins y Cannon, citados por Chadwick, Albrecht & Kunz, 1976). Cada una de estas etapas cuenta con ingredientes distintos, con responsabilidades, momentos de cercanía y con una satisfacción diferente para cada una de ellas. "Las personas son muy diferentes en etapas del matrimonio" (Framo, 1985).

La división del ciclo de vida de Duvall, realizado por Carter y McGoldrich (citado por Duncan & Rock, 1993, Ochoa, 1995) separa el ciclo de vida familiar en etapas que dirigen los eventos relacionados con las llegadas y partidas de los miembros de la familia: matrimonio, nacimiento y crianza de los hijos, partida de un hijo, retiro y muerte. La crianza de los hijos se enfatiza como el elemento organizador de la vida familiar. Cada etapa requiere de un ajuste emocional y un cambio en el status familiar para que la familia siga desarrollándose.

Por otro lado, Pollak (citado por Estrada, 1991) describe cuatro fases por la que atraviesa una pareja: la primera se sitúa antes de la llegada de los hijos, la segunda es la crianza de los hijos, la tercera es cuando los hijos se van del hogar, y la cuarta es después de que los hijos se van. Debido a esto, Estrada (1993) delimitó fases críticas que encierran momentos de dificultad en la familia, como lo son: El desprendimiento, el encuentro, los hijos, la adolescencia, el re-encuentro, la vejez.

Al igual que Pollak (citado por Estrada, 1991), Keith Melville (1983) hace mención a cuatro etapas del matrimonio: Primera etapa, en esta se encuentran los recién casados, matrimonio de padres, donde los reportes de felicidad y satisfacción disminuyen; las actividades del matrimonio cambian drásticamente para dar paso a la segunda etapa de cuidado y atención a los hijos. La tercera etapa consiste en los padres de mediana edad, y por último, ella considera la cuarta etapa de retiro, los hijos ya no están y la pareja dedica más tiempo a estar juntos. Reportando un incremento en su satisfacción marital. Esta clasificación es la que se usó para seleccionar la muestra requerida para la investigación realizada.

Método

Participantes
La muestra estuvo constituida por 200 matrimonios. Los participantes fueron seleccionados de manera intencional, los cuales participaron voluntariamente.

Con base a las etapas propuestas por Keith Melville (1983), se dividió la muestra en cuatro grupos de 50 matrimonios cada uno. El primer grupo estuvo constituido por matrimonios sin hijos, el segundo grupo de matrimonios con hijos pequeños y/o adolescentes, el tercer grupo por parejas de mediana edad con hijos adultos o universitarios. El cuarto grupo estuvo constituido por parejas, en la cual los hijos están casados o se van de la casa (nido vacío).
No se tomó en cuenta el tiempo de casados, tampoco se tomaron en cuenta las edades de los sujetos encuestados. Los matrimonios seleccionados se encontraban casados por primera vez. Además cada una de estas personas vivían con su cónyuge en el momento de aplicarles los protocolos.
Se trabajaron con matrimonios con nivel socioeconómico medio alto y alto, con la finalidad de que se comprendan y respondan adecuadamente los inventarios propuestos.

Instrumentos

Los instrumentos utilizados fueron los siguientes:

a) Familiograma.

Se realizó un familiograma por persona, con la finalidad de obtener datos necesarios para formar los cuatro grupos de parejas, incluyendo nivel de escolaridad, números de matrimonios contraídos, tiempo de casados, número de hijos, edad de los hijos y si los hijos viven en casa o no.

Un familiograma o genograma es un esquema donde se recaban datos de una familia, normalmente se realiza en tres generaciones. Sin embargo, para la presente investigación solo se solicitaron datos de la última generación. Se basó en el genograma, recomendado por José Gómez del Campo (1986).

b)"Inventario de Comunicación Marital" de la autora Nina Estrella (1988).

Esta escala fue construida y validada en 1991. La escala está compuesta por seis dimensiones, lo que hace suponer que para la pareja conyugal es importante tener intercambio de información que contengan esas temáticas, para que sea funcional la relación marital, las temáticas son las siguientes:

1) Sentimientos, emociones y disgustos. Este es el factor más importante en la escala de comunicación marital, explica el 29.5% de la varianza. Una de las características de los cónyuges mexicanos es que es importante expresar a la pareja sus sentimientos, emociones y aquellos aspectos en los cuales no están de acuerdo.
2) Familia extendida. Esta escala se adaptó, ya que para los cónyuges mexicanos la familia es fundamental, y para los cónyuges es significativo hablar de diferentes aspectos de la familia en su relación marital.
3) Vida sexual. Este es otro de los temas importantes en la comunicación. Al parecer es significativo hablar de ello, ya que una de las finalidades del matrimonio es la realización sexual de los cónyuges.
4) Hijos. Los cónyuges mexicanos consideran que uno de los factores para que los matrimonios triunfen es tener hijos, por lo cual la pareja habla de ello frecuentemente.
5) Trabajo. Según Díaz Guerrero (citado por Nina Estrella, 1991) el trabajo para los mexicanos es una compensación para ellos, porque en él encuentra la solución a sus problemas.
6) Relación marital. Para los cónyuges mexicanos sigue siendo importante expresar sus ideas sobre el matrimonio en general y en particular de aspectos que se relacionen con la finalidad de la pareja, de interés para los cónyuges y de situaciones por las que pasan. Para mayor comprensión de las escalas.

La consistencia interna de cada una de las dimensiones del instrumento fue superior a .60.
La confiabilidad encontrada en la escala de comunicación marital (Alphas de Cronbach mayores a .80) es mayor a otras escalas aplicadas, como los de Altman y Taylor, donde se obtuvieron confiabilidades entre .73 a .94.

c)"Inventario de Intimidad de Olson y Scheafer (1987), conocido como PAIR".

Este inventario consta de 36 reactivos que demuestran que cada uno de los miembros de la pareja evalúa la relación de acuerdo a dos criterios: cómo es en la realidad y cómo le gustaría que fuera. Este inventario consta de siete escalas:
1. Intimidad emocional, que significa compartir sentimientos.
2. Intimidad intelectual, que es el compartir ideas.
3. Intimidad recreativa, compartir pasatiempos.
4. Intimidad social, compartir amigos.
5. Intimidad sexual, compartir la vida sexual
6. La escala de convencionalismo.
7. Intimidad espiritual, compartir valores y creencias.

La consistencia interna del PAIR va de .70 para las escalas de intimidad intelectual y recreativa, hasta .77 para las escalas de intimidad sexual (Olson & Schaefer, 1987).

Este inventario ha sido ya traducido y utilizado en una muestra mexicana, en un estudio realizado en 1996 por Dione.

En este inventario, a diferencia de la escala norteamericana, solamente se agruparon los factores de: Intimidad emocional, intimidad en el área de compañerismo, intimidad sexual e intimidad social.

El número para cada factor no fue equitativo, ya que la población agrupó a un mayor número de éstos en el factor intimidad emocional, ocupando este un 42% de todos los reactivos (con un alpha de .92) A este le siguió con casi un 31% de los reactivos, el factor de la intimidad en el área del compañerismo (el cual agrupa reactivos de intimidad recreacional e intimidad intelectual, por lo que a través del análisis conceptual, se le denominó compañerismo y obtuvo un Alpha de .70). Finalmente los factores de intimidad sexual y social quedaron conformados por un número de reactivos, constituyendo el 14 % de éstos cada uno y con Alphas de .46 y .64 respectivamente.

d) "Escala de ajuste diádico" de Graham B. Spanier (1976).

Se usó con la finalidad de medir la satisfacción marital. Esta escala fue creada como herramienta para medir la calidad de ajuste en el matrimonio y otras díadas.

Esta escala cuenta con 32 reactivos, los cuales en su mayoría se refieren a la percepción del sujeto respecto al ajuste de su relación. Estos se encuentran repartidos de la siguiente manera para los cuatro conceptos: trece miden el concepto diádico, diez la satisfacción marital, cinco la cohesión diádica y cuatro la expresión de afecto. Para su validación, este instrumento se aplicó a una muestra de clase media y baja en Pennsylvania, con 218 personas casadas, 400 recientemente divorciadas, y a un grupo pequeño de parejas en unión libre.

La correlación entre la escala de ajuste diádico y la prueba de ajuste marital de Locke-Wallace, una de las más utilizadas para medir el ajuste matrimonial, es de .86 para parejas casadas.

Finalmente, la consistencia interna de la prueba es de .90 para la subesccala de consenso diádico, .94 para la subescala de satisfacción marital; .86 para la cohesión diádica; y .73 para la subescala de expresión afectiva (Spanier, 1976). Esta escala fue traducida a una muestra mexicana en 1995.

Procedimiento

El estudio se llevó a cabo con 200 matrimonios (200 hombres y 200 mujeres) que reunieron las características solicitadas, se buscaron matrimonios sin hijos, matrimonios con hijos pequeños y adolescentes, matrimonios con hijos universitarios y/o en la edad adulta y por último, matrimonios en el nido vacío.

El muestreo fue no probabilístico intencional. Los participantes no pertenecieron a una misma zona geográfica, ni se dedicaban a una misma actividad en común. Sin embargo, se buscaron sujetos con un nivel socioeconómico medio y medio alto. Se trabajó con sujetos que por lo menos tuvieran cursada la preparatoria e iniciada la universidad.

Se les explicó a los participantes el objetivo de la investigación, se les pidió su colaboración, garantizándoles su anonimato. Es importante mencionar que hubo parejas que no les interesó participar y en ocasiones uno de los dos cónyuges se negaba a contestar las pruebas, por lo tanto, no se tomaron en cuenta a esas parejas.

Cabe mencionar que dos personas apoyaron en la aplicación de pruebas al investigador siguiendo con el mismo procedimiento y conservando las mismas características de los sujetos.

Posteriormente se obtuvieron los datos en el familiograma, por medio de una breve entrevista oral a uno o ambos miembros de la pareja, para ubicarla en una de las cuatro etapas.

A continuación se procedió a aplicar las pruebas psicológicas, estas fueron aplicadas de forma individual. Debido a lo largo de los protocolos, hubo ocasiones en que se le entregó a cada miembro de la pareja un sobre con los tres protocolos y después eran devueltos al investigador. Se aplicaron el Inventario de Comunicación Marital, el Test de Intimidad y el Inventario de Satisfacción Marital.

Posteriormente se procedió al análisis estadístico de los datos.

Resultados

Los datos se analizaron mediante el Análisis de Varianza o Anova de una entrada. También se usó la prueba Tukey-HSD con la finalidad de observar la diferencia por grupos y la prueba de Correlación de Spearman.

Es importante mencionar que la información obtenida por las variables intimidad real, intimidad ideal, ajuste diádico (satisfacción marital) y comunicación marital se procesó en puntajes "brutos", de acuerdo a las calificaciones obtenidas en cada uno de los protocolos. Donde el puntaje mínimo a obtener en la escala de comunicación fue 86 y el puntaje máximo fue 430. En las escalas de intimidad real e ideal, el puntaje mínimo fue 36 y el máximo fue 180. Por último, el puntaje mínimo en el ajuste diádico fue 0 y el máximo fue 151.

Es importante hacer hincapié en que para la experimentación psicológica se acepta un valor P estándar: 0.05 (Mc Guigan, 1991).

Las etapas del matrimonio se dividieron de la siguiente manera, según se señala en la tabla 1.

Tabla 1. División de las etapas del matrimonio


Grupos

Etapas

Etapas del matrimonio

G1
G2
G3
G4

Etapa 1
Etapa 2
Etapa 3
Etapa 4

Matrimonios sin hijos
Matrimonios con hijos pequeños y adolecentes
Matrimonios con hijos universitarios
Matrimonios en el nido vacío

Los resultados para cada una de las variables se presentan en las siguientes tablas y gráficas:

Ajuste Diádico

Tabla 2. Datos obtenidos de todas las parejas en la variable
Ajuste Diádico (satisfacción marital) en los cuatro grupos


Grupos

Medias

Desv.Estándar

N

1
2
3
4

125.85
112.65
105.45
102.30

10.23
20.26
19.11
22.22

100
100
100
100

 

En esta tabla se muestran las medias y la desviación estándar en las cuatro etapas del matrimonio con respecto a la variable Ajuste Diádico. Como se puede observar, en la etapa 1 se registra una mayor media con respecto a las otras tres etapas.

Tabla 3. Análisis de Varianza de la variable Ajuste Diádico en los cuatro grupos.


Ajuste Diádico

Suma de cuadrados

Media cuadrada

gl

Entre grupos

13138.875

4379.625

3

Dentro de grupos

53562.500

343.349

396

Total

66701.375

4722.974

399

 

El valor de F es 12.755 con P < .000. Por lo tanto se puede afirmar que si existen diferencias significativas en el ajuste marital en las cuatro etapas del matrimonio.

 

Tabla 4. Diferencias significativas en la variable Ajuste Diádico
en las cuatro etapas del matrimonio (prueba Tukey-HSD)


Etapas

4

3

2

1

4

 

 

 

 

3

 

 

 

 

2

 

 

 

 

1

*

*

*

*

*Diferencias significativas.

 

Tal y como se señala en la tabla las diferencias entre los grupos se dio entre la comparación de los grupos 1:4, 1:3 y 1:2. Esto quiere decir que la mayor diferencia se encontró en la etapa 1 con respecto a las etapas 2, 3 y 4. Lo que represente que las personas sin hijos obtuvieron un mayor ajuste marital que las parejas en las otras tres etapas.

 

Intimidad

Tabla 5. Datos obtenidos en la variable intimidad real e Intimidad ideal
en las cuatro etapas del matrimonio

 

Intimidad real

Intimidad Ideal

Etapas

Medias

Desv.Estándar

Medias

Desv.Estándar

4

111.40

27.67

149. 30

 

3

124.97

13.22

152. 20

 

2

136.15

13.22

160. 87

 

1

145.90

9.85

162. 60

 

 

En la Tabla se puede observar que el grupo que presenta la media mayor fue el de matrimonios sin hijos (etapa 1) y la media menor se encontró en matrimonios en el nido vacío (etapa 4). Esto quiere decir que los matrimonios sin hijos presentan una mayor intimidad que los matrimonios en el nido vacío presentan una intimidad menor en comparación a las otras etapas. Así mismo los matrimonios sin hijos tienen mayores expectativas hacia su pareja que los matrimonios en las otras etapas. Donde tienen menores expectativas con respecto a su pareja es la etapa cuatro. (Ver gráfica 2)

 

Valores de las medias en la intimidad real y la intimidad ideal en las cuatro etapas del matrimonio

En la gráfica podemos ver claramente las diferencias de las medias en la intimidad real y la intimidad ideal, mostrando que las parejas en las cuatro etapas tienen un mayor número de expectativas con respecto a su pareja que en lo que en realidad es su intimidad.

Intimidad Real

Tabla 6. Análisis de Varianza de la variable Intimidad Real


Ajuste Diádico

Suma de cuadrados

Media cuadrada

gl

Entre grupos

26448.918

8816.306

3

Dentro de grupos

56005.275

359.008

396

Total

82454.193

9175.314

399

*Significativo, menor o igual a .05

 

Como se observa en la tabla, se encontró un valor de F de 24.557 y un nivel de significancia de .000. Lo que quiere decir que si existen diferencias significativas en las cuatro etapas del matrimonio con respecto a esta variable.

 

Tabla 7. Diferencias significativas en la variable Intimidad Real
en las cuatro etapas del matrimonio (prueba de Tukey-HSD)


Etapas

4

3

2

1

4

 

 

 

 

3

*

 

 

 

2

*

*

 

 

1

*

*

 

 

*Diferencias significativas.

 

Las diferencias significativas se encontraron en los grupos 3:4, 2:4, 1:4, 2:3 y 1:3. Esto quiere decir que la Media más alta se obtuvo en la Etapa 1 y la Media más baja se encontró en la etapa 4 del Matrimonio. Lo que sugiere que en la Etapa 1 es donde hay mayor ajuste marital y en la etapa 4 es en la etapa en la cual hay un menor ajuste marital en la muestra estudiada.

Intimidad Ideal

Tabla 8. Análisis de Varianza de la variable Intimidad Ideal


Ajuste Diádico

Suma de cuadrados

Media cuadrada

gl

Entre grupos

5056.718

1685.572

3

Dentro de grupos

27426.775

175.812

396

Total

32483.493

1861.384

399

 

La tabla muestra que el valor es de F 9.587 y el nivel de significancia obtenido en la variable intimidad ideal fue de .000, esto quiere decir que si existen diferencias significativas.

 

Tabla 9. Diferencias significativas en la variable Intimidad Ideal
en las cuatro etapas del matrimonio (prueba Tukey-HSD)


Etapas

4

3

2

1

4

 

 

 

 

3

 

 

 

 

2

*

*

 

 

1

*

*

 

 

*Diferencias significativas.

 

Como podemos observar en la Tabla las diferencias significativas se encontraron en los grupos 2:4, 2:3, 1:4 y 1:3.

Comunicación

Tabla 10. Análisis De Varianza de la variable comunicación


Ajuste Diádico

Suma de cuadrados

Media cuadrada

gl

Entre grupos

27008.118

9002.706

3

Dentro de grupos

822946.82

5275.300

396

Total

849954.94

14278.006

399

 

Como se puede observar, se obtuvo un valor de F de 1.76 y nivel de significancia de .1679. lo que significa que no existen diferencias significativas.

A continuación se muestran los resultados de la correlación entre las variables.

 

Tabla 11. Valores r de Correlación (Spearman)

 

Satisfacción Marital

r

sig.

Comunicación

.4569**

.000

Intimidad real

.7678*

.000

Intimidad ideal

.4197**

.000

Genero

.1220***

.062

* Fuerte
** Moderada
*** No hay correlación

 

Discusión

Los resultados del presente estudio presentan implicaciones considerables en el campo de la relación marital, ya que se encontraron una relación significativa entre los factores Intimidad Real, Intimidad Ideal, Etapas del Matrimonio y Satisfacción Marital.

En un Análisis de la Varianza de la Intimidad Real, Intimidad Ideal, Comunicación Marital y el Ajuste Diádico, se encontraron datos que aportan elementos considerables al conocimiento acerca de los cambios que ocurren a lo largo de la relación marital.

Para los factores del Ajuste Diádico se encontraron diferencias significativas en los grupos 4:1, 3:1, 2:1. Esto quiere decir, que se encontraron mayores diferencias en la etapa 1 con respecto a las etapas 2, 3 y 4. Por consiguiente, las personas sin hijos presentaron mayor Ajuste Diádico que en las otras etapas. Esto cambia con la llegada de los hijos y también con la partida de los mismos. Sin embargo, en la etapa donde se presenta mayor diferencia es en la última, en la cual se encontró que con la partida de los hijos disminuye la Satisfacción Marital.

Muchos estudios demuestran que la disminución significativa de la Satisfacción Marital ocurre con la llegada de los hijos (Callan, 1987), sin embargo en esta muestra se encontró que aunque hay una disminución con la llegada de los hijos, hay mayor disminución de la satisfacción marital cuando los hijos se van. Esto se asemeja con los resultados obtenidos por Blood (1967) & Dionne (1996) quienes observaron una disminución de la Satisfacción Marital en las últimas etapas del matrimonio. También plantean que esto posiblemente se debe al significado que tiene la familia en un país como México. En el cual como hemos visto, la separación puede ser fuente de angustia para la pareja y también para los hijos (Döring, 1994). De igual manera, Döring (1994) plantea que la pareja como plenitud y realización está en contradicción con la experiencia humana de su ser imperfecto, siempre haciéndose, corrigiéndose para volverse a hacer, en un proceso de llegar a ser. Además, el acuerdo total de la pareja se encuentra en contradicción con la experiencia de la irreducible soledad del hombre.

En la variable Intimidad Real, se encontraron diferencias significativas en los grupos 4:3, 4:2, 4:1, 3:2, 3:1. Esto quiere decir que se encontraron mayores diferencias en las etapas 4 y 3 con respecto a las etapas 1 y 2. Por lo que las parejas en las etapas 1 y 2 presentan mayor Intimidad Real que las parejas en las etapas 3 y 4. Entonces, las parejas en las primeras etapas tienen mayor Intimidad Real que en las otras dos últimas etapas.

Las parejas sin hijos o hijos pequeños o adolescentes tienen mayor intimidad que las parejas con hijos adultos o en el nido vacío. Esto es similar a los resultados obtenidos por Dionne (1996) donde las parejas sin hijos y las parejas que cuentan con hijos mayores que no han dejado todavía el hogar, presentan mayor grado de intimidad. Esto cambia cuando los hijos se van del hogar, con lo que disminuye el nivel de intimidad. Es probable que este fenómeno se deba a que mientras los hijos estén en casa, existe una aparente intimidad, donde los esposos platican sobre temas que generalmente tienen que ver con los hijos; cuando estos se van, ya no hay temas entre ellos que los mantengan unidos.

En la variable Intimidad Ideal se encontraron diferencias significativas en los grupos 4:2, 4:1, 3:2, 3:1. De la misma forma, se encontraron las diferencias en las etapas 1 y 2 con respecto a las etapas 3 y 4. Por lo tanto, las parejas en las primeras etapas tienen mayor Intimidad Ideal que las parejas en las últimas etapas del matrimonio. Pareciera que las parejas con menos años de convivencia tienen mayores expectativas con respecto a su pareja, a diferencia de los matrimonios con más años de matrimonio.

También se encontraron diferencias en la Intimidad Real y la Intimidad Ideal. Se encontró que las parejas en las cuatro etapas tienen expectativas que rebasan lo Real con respecto a su cónyuge.

A diferencia de lo que se esperaba con respecto a la variable Comunicación, no se encontraron diferencias significativas en las cuatro etapas del matrimonio. En la muestra utilizada, aunque si se encontró que hay una disminución de la Comunicación en las últimas dos etapas, estas no fueron significativas. Esto difiere con los resultados obtenidos por Lemaire (1986) & Satir (1991) donde se encontró que la comunicación en la primera época de la vida de la pareja tiende a acentuarse y a profundizarse y resulta relativamente fácil comunicarse. En general, después de un tiempo hay una disminución de la comunicación. Los resultados encontrados en la muestra utilizada posiblemente se deban a que no se analizó el instrumento por temas, sino solo de forma global, este puede ser un factor importante a analizar en otras investigaciones.

Por otro lado, se encontraron correlaciones interesantes entre los instrumentos. El Análisis de las Correlaciones entre variables muestra que:

La correlación entre los factores de Ajuste Diádico e Intimidad real demuestran una relación media entre ambas variables. Del mismo modo, la correlación entre los factores de Ajuste Diádico e Intimidad Ideal se encontró también una relación media entre ambas variable. Dandeneau & Johnson (1994) refieren que las relaciones sociales positivas, la salud física y la intimidad en particular es un importante predictor del bienestar psicológico. Esto es importante, ya que estos autores plantean que los individuos mejores en cuanto a su bienestar psicológico indican una mejor predicción en cuanto a su matrimonio.

Por otro lado, la correlación entre los factores de Ajuste Diádico y Comunicación demuestran también una relación media entre ambas variables. Esto se relaciona con el trabajo realizado por Boland & Follingstad (1987), donde concluyeron que el contenido y el proceso de la comunicación se relacionan con la satisfacción marital. Donde parejas con grandes discursos, expresión de amor, soporte y afecto tienden a tener una gran satisfacción marital. De esta forma, las parejas disfuncionales se relacionan con baja resolución de conflictos y una buena comunicación puede incrementar la intimidad y ayudar a reducir conflictos.

No se encontraron diferencias por sexo. Estos resultados difieren con los obtenidos por Wynne & Wynne (1986), quienes afirman que existen diferencias obvias sobre la intimidad entre hombres y mujeres, ya que existen diferencias biológicas, de evolución. Sin embargo, Gilligan (citado por Wynne & Wynne, 1986) afirma que ella no ha visto estas diferencias por sexo como absolutas.

Recomendaciones

Cabe mencionar que este trabajo constituye sólo una base para continuar y trascender a los hallazgos que aquí se obtuvieron. Se requiere profundizar en el conocimiento y entendimiento de la dinámica de las parejas mexicanas para poder ser instrumentos de ayuda y de prevención en la evolución de la familia mexicana.

Este trabajo puede ofrecer un apoyo para el tratamiento de los conflictos de pareja, posiblemente analizando los protocolos y descubriendo en qué áreas de la pareja se necesita trabajar. Ya que como lo menciona Döring (1994), la familia nuclear de padre, madre e hijos parece estar en disolución. Cada vez más, por el divorcio se dan madres solteras y es aceptado y por otro lado, cada vez se ven más relaciones estables al margen del amor.

Otro factor importante es detectar otras posibles variables que afectan la Satisfacción Marital a lo largo de las Etapas del Matrimonio. Estas pueden ser la religiosidad, la cohesión familiar, edad de los cónyuges y satisfacción sexual entre otras.

Se propone hacer investigaciones en zonas urbanas y rurales para ampliar nuestro conocimiento con respecto a las parejas.

Sería conveniente realizar más estudios acerca de las parejas, para que continuamente actualicemos los resultados, no olvidemos que los matrimonios no se encuentran estáticos, si no por el contrario, continuamente cambian. Se propone la elaboración de un programa preventivo y de apoyo a las parejas que se acercan a la fase del nido vacío, con el fin de mejorar la Comunicación, la Intimidad y el Ajuste Marital y por lo tanto, encontrar la felicidad en la convivencia con su cónyuge.

Una aportación importante, es la muestra, ya que hay muy pocas investigaciones en muestras mexicanas. La mayoría de las investigaciones y bibliografía encontrada no es mexicana.

Cabe mencionar que una aportación importante la constituye la observación sobre el cambio de la Satisfacción Marital a lo largo de las Etapas del Ciclo del Matrimonio, encontrando el menor grado en las parejas donde los hijos empiezan a salir del hogar, lo cual constituye una observación importante en un estudio de muestra mexicana.

Por otro lado, la variable Intimidad Ideal es una variable poco estudiada en muestras mexicanas. Se encontraron diferencias en las cuatro etapas del matrimonio, donde las parejas sin hijos presentan las mayores expectativas en cuanto a la intimidad de su pareja.

Otra cuestión importante es el hecho de investigar el comportamiento de las variables Intimidad, Comunicación y Satisfacción Marital a lo largo de las cuatro etapas del matrimonio.

 

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*Profesora Investigadora de la Universidad Autónoma de Campeche. Facultad de Humanidades, carrera de Psicología.

**Profesor Investigador de la Universidad Autónoma de Campeche. Facultad de Humanidades, carrera de Psicología. Director del Instituto de Psicología Integral y Desarrollo Humano.


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