Ser tolerante consiste en una actitud de positiva colaboración con el otro, de búsqueda en común de la verdad.
En el polo opuesto se mueve el manipulador, con su voluntad a ultranza de reducir a los demás a medios para sus fines. Manipular es el antónimo de ser tolerante.
Conocer la capacidad constructiva de la tolerancia y el poder destructivo de la manipulación es indispensable para la convivencia. Si queremos lograr una forma de unidad valiosa con las personas y los pueblos, debemos clarificar el concepto de tolerancia y descubrir su carácter eminentemente positivo y enriquecedor de la personalidad humana. Este ensayo aporta claves muy interesantes para esa clarificación.
Alfonso López Quintás es catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Pertenece también al Consejo General de varias asociaciones filosóficas internacionales.
Su amplia labor de investigación está centrada en cuestiones relativas a la belleza, el pensamiento riguroso, el arte y la formación humana. Este interés le ha llevado a crear la Escuela de Pensamiento y Creatividad, un proyecto formativo que cuenta con numerosos centros en España e Hispanoamérica.
Ha escrito más de 40 obras, de entre las cuales se pueden destacar: Estética de la creatividad; Cómo formarse en ética a través de la literatura; El libro de los valores; Inteligencia creativa; El espíritu de Europa, y Manual de formación ética del voluntario.
Ediciones Rialp. 256 págs. |