Violencia | Testimonios

En el municipio de San Juan Nepomuceno (Bolívar), vereda San José del Peñón, las comunidades desplazadas adelantan una iniciativa de protección llamada El cuerpo como territorio de paz, apoyadas por la Institución Educativa Normal Superior. Esta experiencia se ejecuta a través de planes de recreación con jóvenes y niños de diferentes sectores y familias y ahora también con otros municipios, a través de la Red de Comunicadores Populares que se desarrolla con la Fundación Red Desarrollo y Paz de los Montes de María.

Esta es una propuesta artística que cobró vida en 1996, y se ha consolidado y fortalecido gracias al trabajo constante de sus gestores. Durante los dos últimos años (2004 -2005) especialmente, esta experiencia ha permitido que jóvenes y niños anuncien a los violentos a través de sus mismos pensamientos y capacidades expresados con sus cuerpos, las razones por las cuales no desean ser como ellos. El contexto es una muestra de ello. En sus calles, mientras en algunos momentos los camiones transportaban muertos, en otras se realizan actividades recreativas con decenas de niños montados en zancos, invitando a los demás a sonreír y a creer en la vida, bajo la idea de que pueden llegar muy alto, “si se aferran al bien”. A través de su cuerpo que se resistía a pertenecer a la guerra, los jóvenes le dieron la bienvenida a unas formas de vida diferentes a las que el contexto mismo les imponía.

La iniciativa se alimentó con algunos encuentros nacionales donde han participado sus líderes, con el fin de obtener información adecuada. Sin embargo, Francisco Osorio, quien es el encargado de orientar la estrategia para que niños, niñas y jóvenes empiecen a valorar la cultura, la recreación y el entorno ambiental, considera que desde su comienzo esta iniciativa sorteó las innumerables falencias y vacíos de la comunidad juvenil en los campos de la cultura y el arte. Por ello pusieron en marcha una metodología que permite al joven desarrollar todos los talentos y capacidades, explorando nuevos elementos para construir su identidad mediante la cultura y la recreación y la expresión artística.

Debido al conflicto armado que altera con frecuencia la vida en este municipio, para llevar a cabo este compromiso con la comunidad se debe recurrir a nuevas estrategias que demuestren a la población, a través de sus niños, niñas y jóvenes, que el mejor camino es aquel que se recorre en paz, libre de armas e identificados con lo que realmente permanece: la cultura.

El propósito primordial de esta iniciativa es preparar a los jóvenes en expresiones artísticas y culturales, con lo cual pueden poco a poco sensibilizar a la comunidad sobre las actividades culturales y artísticas que se desarrollan y pueden llevar a cabo los jóvenes en el municipio. Además, a través de caminatas dentro del sendero cultural y ecológico, conocen la historia del municipio y su reserva natural a partir de lo que las mismas personas de su municipio saben. De esta manera se espera reconstruir un mundo social, familiar y personal en el que cada uno de ellos ocupe un lugar importante para la comunidad.

La experiencia busca además, aprender a instruir, enseñar, persuadir y rescatar por medio del arte y la cultura, a los niños y jóvenes que son víctimas frecuentes de propuestas que les hacen los grupos armados al margen de la ley; comunicando sabiamente, sin ánimo de atemorizar, que la mayoría de los que optaron por esta vía llevan muchos kilómetros recorriéndola en una celda de prisión o han perecido en enfrentamientos armados.
Los objetivos de esta iniciativa son:

Crear una escuela de arte con énfasis en producción, que motive a todos los jóvenes a valorar sus capacidades y deseos por sobrevivir, vinculándose en actividades artísticas, ya sea de orden musical, teatral o de pintura, todas ellas labores recreativas y participativas alejadas de las filas armadas.
Ofrecer apoyo, respaldo y oportunidad de entenderse y descubrirse a sí mismos, a través de encuentros y fortaleciendo el talento y la razón que existe dentro de cada habitante de los Montes de María.

Para desarrollar los objetivos se trabaja con las instituciones educativas, empleando la narración de cuentos, o la puesta en escena de obras, como canales de transmisión de valores. Un ejemplo de este tipo de actividades es “la pesadilla del soñador” implementada por todos los colegios, donde se expone la dura realidad del VIH/sida, que por falta de información golpea potentemente a la comunidad juvenil.

También, se aprovechan los espacios culturales para formar artistas por y para la vida, manejando un teatro-foro, donde se exponen soluciones a conflictos sociales, familiares, educativos o ambientales, pues San Juan cuenta con una gran reserva y patrimonio naturales.

Así mismo, se proponen conservar la tradición oral que todo pueblo admira por sus valores e identidad, y que se ve amenazada por la llegada del TLC.
Finalmente, también utilizan la “arte-terapia”, como estrategia de atención psicológica y artística para la superación de los diversos traumas en niños, niñas y jóvenes que han perdido sus padres o familiares a causa del conflicto armado.

En primera instancia, con los procesos culturales que se llevan a cabo se espera dar identidad a todos los habitantes del municipio a través de su activa participación, con lo cual se espera poner en marcha diferentes propuestas para el desarrollo integral de los habitantes de San Juan Nepomuceno.

En la perspectiva cultural se han obtenido logros positivos: el interés por las actividades pedagógicas y de recreación despierta en los jóvenes una esperanza, una alternativa para vivir y convivir de otra manera.

Los beneficiarios son todos los niños, las niñas y jóvenes. La incorporación de ellos en los talleres, obras y actividades, permite que las marcas y cicatrices de la guerra disminuyan; esperando también que en el intercambio de las ideas que se genera en cada encuentro y taller se puedan ofrecer soluciones a la juventud apartándolos del conflicto violento del municipio.

Uno de los valores más significativos para todos, será el de apreciar constantemente la expectativa de los jóvenes y los niños por oír la poesía de cualquier declamador que sueña sin cerrar sus ojos, o ver en los gestos improvisados de algún mimo alegre la sonrisa constante del buen humor, las ganas de los pequeños por sacar a una comunidad adelante utilizando el vehículo de la cultura, la paz y el amor. Desde allí se alejan de la violencia y poco a poco descreen de esas ofertas que susurra la guerra, que solo invitan al llanto, a la desesperanza y a su autodestrucción.

Como fortalezas hay que destacar que Se cuenta con gente altamente capacitada para desarrollar el talento humano de niños, niñas y jóvenes que están propensos a ser vinculados a grupos al margen de la ley.

El rechazo a la violencia es una gran fortaleza que los define como una alternativa ante la comunidad, y también les permite ganar destreza a través de la cultura para manejar ampliamente los aspectos pedagógicos, artísticos, culturales e históricos, que impulsan para el desarrollo del municipio.

El intercambio de servicios con algunas instituciones y la administración municipal le brinda un margen importante de sostenibilidad y reconocimiento local. Hacen acuerdos, por ejemplo, con colegios y con la Alcaldía municipal para la utilización de los espacios públicos para desarrollar sus actividades.
Como amenazas se encuentran:

Bajos recursos económicos.
Falta de equipos tecnológicos como: cámaras de video y fotográficas, proyectores, entre otros.
No se cuenta con un espacio u oficina adecuada para las labores y reuniones de los líderes de la iniciativa.