Acusada de conspiración contra el estado y terrorismo
Por Nieves San Martín
KIGALI, domingo 4 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Fue condenada a ocho años de cárcel Victoire Ingabire, opositora al régimen de Ruanda, acusada de conspiración contra el estado, terrorismo y negación de genocidio del 1994.
Según informaba este 1 de noviembre el diario vaticano L'Osservatore Romano, el tribunal de Kigali emitió el 30 de octubre, tras varios aplazamientos, la sentencia contra Ingabire, absolviéndola en cambio de la acusación de propagación de la ideología de negación del genocidio.
La fiscalía había pedido la cadena perpetua. "Esperábamos una condena. Sabemos que la justicia en este país no es independiente, sino que trabaja bajo precisas órdenes del Gobierno", dijo Boniface Twagirimana, que guía interinamente el partido de Ingabire, Fuerzas Democráticas Unificadas (FDU-Inkingi), en declaraciones a Misna, la agencia internacional de las congregaciones misioneras. Según el mismo Twagirimana, de todos modos "ante una petición de cadena perpetua, es evidente que ocho años son casi una victoria. Queda la amargura porque la hayan condenado sin pruebas".
En la cárcel desde octubre de 2010, apenas regresada a la patria tras 16 años de exilio en Holanda, la líder de FDU-Inkingi presentó un recurso, no admitido, en el que rebatía la validez del proceso contra ella, denunciando en concreto la dudosa constitucionalidad de la ley sobre la ideología del genocidio. Ingabire huyó de Ruanda pocos meses antes del genocidio iniciado en abril de 1994 contra tutsis y hutus moderados por obra de extremistas hutu.
Victoire Ingabire, de 43 años, es madre de tres hijos. ¿Su crimen? Haberse atrevido a desafiar el poder del general-presidente Paul Kagame.
Victoire Ingabire habría podido seguir viviendo tranquilamente en Holanda, donde realizó estudios superiores y tenía asegurada una carrera brillante. Sin embargo no olvidaba a su país y la situación política. Se integró en la oposición a la dictadura ruandesa. En abril de 2006, fue elegida presidenta de una plataforma que agrupó a los movimientos opositores al régimen de Kagame, FDU. Regresó a Kigali en enero de 2010, y se inició un hostigamiento incesante por parte del régimen que se convirtió en persecución y finalmente la llevó a la cárcel.
Desde el exterior, había lanzado críticas al régimen de Kagame. Este gobierno ilegítimo, criticado repetidas veces por la Iglesia local por cometer fraude en las elecciones, lanzó una campaña de desprestigio contra ella, acusándola de “negacionismo” [del genocidio] y de “divisionismo”. Ingabire no se dejó intimidar y confirmó su propósito de presentarse como candidata a las elecciones presidenciales de agosto de 2010. Humillada en la cárcel, vestida con el pijama rosa de los presos de este país pobre y oprimido, sus partidarios y amigos no la han olvidado. |