Jaffna Social Action Centre (JSAC) es una organización que trabaja en Sri Lanka desde el año 2000 por la protección de los civiles contra toda clase de violaciones de los derechos humanos y con especial atención a mujeres, niños y comunidades que han sido desplazadas de sus territorios. Con los niños, JSAC ha trabajado en materia de promoción de sus derechos y en temas concernientes al reclutamiento forzado. Con las mujeres, los temas principales se han dirigido a dar tratamiento a cuestiones de género y al fomento de su participación en diferentes espacios. Con las comunidades internamente desplazadas se han desarrollado programas en diferentes temáticas. Los servicios prestados por la organización se resumen en capacitación que contribuya en la transformación del conflicto así como en la difusión de temas sobre igualdad de género y prestación de ayuda psicológica a víctimas del conflicto.

Dentro del componente de trabajo con víctimas del conflicto se desarrolla la iniciativa Formación profesional para las mujeres afectadas por la guerra desde el año 2004 en colaboración con la Universidad Técnica de Jaffna. Mediante esta experiencia se lleva a cabo un ciclo formativo para las mujeres de comunidades internamente desplazadas. La capacitación incluye el desarrollo de actividades tradicionales tales como la elaboración de tejidos, y poco tradicionales como la albañilería.

Por medio de esta experiencia se propende por el desarrollo de habilidades para que las mujeres afectadas por el desplazamiento cuenten, en sus lugares de llegada, con la posibilidad de ejercer actividades que les permita su inserción laboral y con ello generar ingresos para sus familias.

Se ha de destacar que el setenta por ciento de las mujeres que son seleccionadas para participar en este programa hace parte de la población directamente afectada por la situación de desplazamiento, mientras que el treinta por ciento restante son seleccionadas de las comunidades receptoras.

La formación tiene una duración de 6 meses en los cuales se provee el conocimiento teórico necesario así como prácticas en las que se incorpora lo aprendido. Terminado el curso, las participantes reciben un certificado de acreditación cuya aprobación ha tenido el visto bueno del Ministerio de Educación Técnica y, para el caso específico de quienes han recibido la capacitación en albañilería se les otorga un kit de herramientas para que puedan ejercer su trabajo como independientes o de manera asociada.

La experiencia ha sido posible gracias a la colaboración de la universidad Técnica de Jaffna y el Ministerio de Educación Técnica.

Correo electrónico jsacjaffna@sltnet.lk

Publicada el 19/04/2007
Fuente: insightonconflict.org

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Sri Lanka, conflicto étnico con futuro incierto (1)

Sri Lanka, antiguo Ceilán, es una isla situada en el océano Índico al sur de India; tiene 19 millones de habitantes. Durante la época de la colonia británica convivieron los cingaleses (cerca de 14 millones) y la población tamil (aproximadamente 4 millones), minoría proveniente del sur de India, a quienes se les facilitó su migración e inserción laboral. Para tal fin, se estableció el inglés como lengua oficial. En 1948 logró su independencia. El nuevo Estado, luego de considerar que durante el dominio británico los tamiles habían gozado de privilegios económicos y políticos, decidió cambiar la situación y recortar algunos de sus derechos. Así, se negó la ciudadanía a la mayoría de trabajadores tamiles, se implantó el budismo como religión oficial y se modificaron los requisitos para ingresar a la universidad con el fin de favorecer a la juventud cingalesa, entre otros.

En 1956 se instituyó el cingalés como lengua oficial, a lo que la población tamil respondió con manifestaciones masivas. El gobierno promulgó el estado de emergencia, prohibió el Partido Federal Tamil y declaró ilegales las huelgas.

En 1970 la situación empeoró con la implementación de leyes discriminatorias que fueron contestadas con manifestaciones y desobediencia civil. En ese mismo año se conformó el movimiento Tigres de la Liberación Tamil Eelam (LTEE, por su sigla en inglés).

Aunque durante esta época continuaron las relaciones de tensión, no fue sino hasta 1983 que se inició la guerra civil, cuando después de un fuerte amotinamiento antitamil, los ataques esporádicos contra el gobierno se intensificaron. El ltte reclamaba un Estado para la minoría tamil, mientras que el gobierno optó por una política militar que resguardara la soberanía nacional. El resultado fue una serie de confrontaciones que dejaron miles de muertos y parte de la población tamil desplazada o refugiada.

En 1987, India y Sri Lanka firmaron un acuerdo que permitía la intervención militar de india para lograr un tratado de paz y reivindicar los derechos de los tamiles. Tras este tratado se restituyó el tamil y el inglés como idiomas oficiales y se prometió mayor autonomía a los territorios tamil. A pesar de la intervención india, que retiró sus tropas en 1990, el conflicto continuó. La situación empeoró cuando el presidente del país fue asesinado en 1993, a causa de un ataque atribuido al LTTE.

En noviembre de 1994, con el triunfo electoral de Chandrika Kumaratunga, se estableció una Comisión sobre Desaparecidos, que se dividió en tres comisiones, cada una destinada a una región del país.

Desde entonces se han firmado acuerdos de paz y de cese al fuego, que no han prosperado. Hoy la confrontación continúa y el conflicto ha dejado 62 mil muertos aproximadamente, y cerca de 800 mil desplazados.

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La Home of Hope - Marialaya acoge 200 niñas y jóvenes dalit desfavorecidas

Dharmapuri (Agencia Fides) AP – Ha sido inaugurada y abierta recientemente la casa de acogida para las jóvenes de Dharmapuri: Home of de Hope-Marialaya. El proyecto consistía en la ampliación de la casa de las Hijas de María Auxiliadora del distrito indio en el estado de Tamil Nadu para dar acogida a unas 200 niñas y jóvenes desfavorecidas, de pueblos rurales y pertenecientes al grupo de los dalits.

La nueva casa de acogida es una gran oportunidad para las mujeres y las niñas de la zona. Las religiosas, de hecho, gracias a la nueva estructura podrán asegurar a las niñas la continuación de sus estudios y el acompañamiento en su desarrollo personal y en la adquisición de habilidades en el sector de la construcción, en la gestión empresarial y en las actividades de grupo.

Además, la casa podrá acoger a jóvenes que huyen de situaciones de abuso y violencia, donde encontrarán vías de reintegración específicas para ellas.

13/9/2012
www.news.va

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El martirio de Manisha

Se negó a un matrimonio forzado con un joven musulmán, se negó a la inexorable conversión al islam necesaria para la boda, se negó al intento de violencia sexual de aquel muchacho. Tres rechazos que le costaron la vida. Mariah Manisha, católica de 18 años, murió por los impactos de bala de la pistola que descargó contra ella el pretendiente rechazado el 27 de noviembre de este año, en la aldea de Samundari (diócesis de Faisalabad), en el estado de Punjab, al este del país.

Ahora, en esa población, ella se ha convertido en la "María Goretti de Paquistán": su figura fue colocada al lado de la de la santa italiana que murió a los doce años en 1902, después de que un vecino de casa intentara violarla.

El asesino de Mariah se llama Arif Gujjar, y es un tóxicodependiente que proviene de una rica familia de terratenientes. Le han arrestado, pero en la cárcel podría permanecer poco. «Ya hay presiones políticas para que le liberen -cuenta a Vatican Insider el profesor Mabeen Shahid, presidente de la asociación de paquistaníes cristianos en Italia, que se encuentra en contacto con la familia de la joven víctima- y están surgiendo falsos testimonios, según los cuales la chica se habría suicidado». Y no sólo, según fuentes locales citadas por la agencia Fides, de hecho, algunos líderes islámicos locales estarían tratando de comprar el silencio de la familia de la chica. Una práctica conocida como "diyat", el llamado "precio de la sangre" previsto por la sharía: dinero a cambio del perdón. Oferta que los padres de Mariah, Razia Bibi y Manisha Masih (que tienen otros 5 hijos), rechazan tajantemente: «No estamos en venta».

Según otras fuentes locales, en un primer momento la policía no habría ni siquiera querido registrar la denuncia del homicidio. «Es cierto -confirma el profesor Shahid- fue necesario que interviniera la diócesis para lograr que aceptaran el módulo con la denuncia y para que se activaran las investigaciones».

Los que la conocían bien dicen que Mariah era una chica buena, sencilla. Sin estudios, pero mucho trabajo para ayudar a su madre. Y una fe límpida. La foto que publica Vatican Insider la retrata en un momento de oración.

Su asesino se había "enamorado": la perseguía desde hace tiempo y la amenazaba, sobre todo después de que se hubiera negado a sus propuestas. El pasado 27 de noviembre, Mariah y su madre se dirigieron a un canal cerca de la población para llevar a casa un poco de agua potable. Arif estaba allí, con un amigo. Avanza hacia la chica empuñando la pistola. Trata de arrastrarla para llevarla consigo y violarla. Ella se niega y logra huir. Él detiene su carrera con algunos disparos, a pocos pasos. Después trata de ocultar el cadáver. Pero será el padre quien lo encontrará.

«Un caso terrible -comenta Shahid- que concluyó dramáticamente. Pero no hay que olvidar que cada año, en Pakistán, son más de 700 las chicas cristianas que son secuestradas, violadas y después convertidas por la fuerza al islam, antes de un matrimonio que "repare" todo». Para muchos, Mariah ya es una "mártir", es decir, testigo de la fe. Una testigo que nos llama a todos.

19/12/2011
Fuente: paginasdigital.es
M.P.