1. Origen
Algunas instituciones educativas de la ciudad de Medellín, sufrían una fuerte crisis asociada a un contexto de conflicto armado y violencia en la ciudad, donde docentes y rectores de instituciones eran amenazados, desplazados y asesinados. Adicional a esta situación, políticas educativas en relación con el manejo de recursos económicos o integración de instituciones, que por ese tiempo se estaban realizando, contribuían a que la situación de conflicto en las instituciones se agravara mucho más, por el malestar que sentían los alumnos, docentes y directivos, con las nuevas normas.
Las instituciones educativas son afectadas directamente por la situación de conflicto armado existente en la ciudad, pues son utilizadas, en muchos casos, como un lugar de propaganda por los actores armados; también estos grupos aprovechan la institución para diseñar estrategias con el objetivo de atraer a los jóvenes e impartir amenazas sobre los alumnos y los docentes. Este fue el caso del liceo las Independencias ubicado en la comuna 13, de la cuidad de Medellín, ligado a contextos de conflicto armado.
A raíz de la preocupación por la situación de violencia y conflicto armado que vivían las instituciones educativas, la Secretaría de Educación de Medellín, en el año 1994 inicia un trabajo de educación en convivencia con los alumnos en las instituciones educativas; más tarde la Secretaría de Educación departamental continuó con un trabajo similar al que ya se venia haciendo en las escuelas en Medellín, pero desde una perspectiva juvenil, la condición de joven en la escuela, asociado a enfoques pedagógicos para tratar la solidez escolar.
El Instituto Popular de Capacitación (IPC), con el animo de contribuir con estos procesos en las instituciones, y seguirlos apoyando, empieza a constituir el proyecto Convivencia y conflicto escolar, anclado tanto al trabajo de convivencia, que se venia haciendo con las instituciones, como a las demandas del entorno de ellas y la situación de crisis, de conflicto y violencia que las mismas vivían. El Liceo Marco Fidel Suárez, es donde se comienza a desarrollar la propuesta con un enfoque desde los Derechos Humanos, la democracia y el trabajo en equipo.
Convivencia y conflicto escolar, nació en 1996 como estrategia de protección para la comunidad educativa, con un énfasis especial en los jóvenes de la ciudad de Medellín – Antioquia y es promovida desde el Instituto Popular de Capacitación (IPC). Continúa con la participación de éste, de los jóvenes, los docentes y los directivos de las instituciones educativas de la ciudad.
2. Objetivos y acciones
La experiencia consiste en un trabajo pedagógico realizado con jóvenes de instituciones educativas, en donde se brinda espacios de aprendizaje y reflexión sobre los procesos escolares como: las transformaciones de la cultura escolar y la gestión educativa con el fin de promover el cumplimento de los Derechos Humanos al interior de la comunidad educativa.
Además, se trata de promover la participación de los y las estudiantes en la toma de decisiones de las instituciones y la valoración de la convivencia como producto de abordar desde diferentes posibilidades más democráticas las diferencias y los conflictos que se generan en las escuelas.
Los objetivos del proyecto buscan:
- Generar procesos que contribuyan a transformar la cultura escolar y la gestión educativa en las instituciones escolares.
- Generar niveles crecientes de participación de los y las estudiantes, en la toma de decisiones y la construcción democrática de las normas al interior de los centros educativos.
- Propiciar espacios de reflexión para el tratamiento dialogal y no violento de los conflictos que emerge en la comunidad educativa.
- Fortalecer la comunidad educativa en tanto unidad política, que posibilite una cultura política más democrática en la formación de los jóvenes, para la defensa del estado social de derecho.
Para poner en marcha el proyecto se realizan diferentes actividades y para esto plantea tres estrategias para su desarrollo:
- Comunicación: estrategia en donde se desarrolla un proceso de sensibilización, difusión y de interlocución, en el que se utiliza el boletín y periódico mural para analizar el tema del conflicto en el interior de las organizaciones.
- La incidencia en los dispositivos institucionales como el manual de convivencia o el PEI (Plan educativo institucional), que regulan la convivencia, la relación alumno maestro y el saber que se articula al interior de las escuelas, para que sea una construcción más democrática, entre todos.
- La capacitación, mediante talleres, seminarios y charlas en temas relacionados con la convivencia y el conflicto, en donde se potencia mucho la lectoescritura en los muchachos, la capacidad oratoria y cómo hacer del conflicto una estrategia pedagógica que dinamice otras formas de relación sin que se tenga que llegar a las armas.
Otra estrategia que en algún momento fue muy fuerte es la organizativa, en donde se facilita la organización de los jóvenes y de docentes, vía comités de convivencia, concejos estudiantiles, comités de docentes, con lo que se pretendía fortalecer la democracia al interior de las instituciones, para que incrementara la participación de todos en la toma de decisiones relacionada con la institución.
A parte de esto se realizaron diferentes actividades como lo fueron:
El intercambio de experiencia entre las comunidades educativas, mediante encuentros de relacionamiento entre alumnos, docentes y directivos, con lo que se posibilitaron espacios de encuentros y de retroalimentación de experiencias.
Un diagnostico a escuelas ubicadas en zonas de conflicto, donde se detectaron instituciones, directivos, profesores y estudiantes amenazados, mediante un seguimiento a instituciones con presencia de actores armados, convertidas en espacios de combate y de guerra, lo que afecta fuertemente la dinámica escolar y la tranquilidad de sus miembros.
Asesoría y acompañamiento a las instituciones, para manejar esos asuntos tan delicados como lo son el tema de la guerra y la presencia de grupos armados al interior de las instituciones educativas.
Es así que los resultados tiene que ver con:
- La defensa de la vida de miembros de las instituciones educativas que fueron amenazados. A través de acciones de protección y de apoyo por parte de la comunidad educativa.
- Se han prevenido situaciones de conflicto que violan directamente el derecho a la vida de las personas miembros de las instituciones educativas.
- La formación de sujetos en cultura política y formación de actitudes, valores y comportamientos, que hace que estos jóvenes asuman opciones diferentes a la acción violenta, para abordar el conflicto y sus diferencias.
- La difusión en la esfera pública tanto nacional como internacional, casos particulares de instituciones educativas en que se impartieron actos de violencia directa, como una forma de denuncia de la violación al Derecho Internacional Humanitario, y la forma como la escuela es afectada y no respetada por las dinámicas y lógicas de la guerra.
- Varias instituciones que en algún momento pasaron por fuertes crisis, se han recuperado y se han mantenido abiertas y funcionamiento, respondiendo a la educación como tal y restándole fuego al conflicto armado.
- El seguimiento sobre las violaciones a los derechos humanos en las escuelas, como una forma de denunciar o poner en la esfera pública la realidad que acontece en nuestro país, para la no reproducción del conflicto armado.
- El posicionamiento del tema de la objeción de conciencia entre los alumnos y docentes, como una resistencia frente a todas las formas de la guerra y una posibilidad para avanzar en un tratamiento dialogal del conflicto, sin tener que recurrir a las armas, lo que disminuye el riesgo de que en un futuro inmediato los jóvenes sean objeto, instrumento o ingresen a ser parte de este tipo de opciones.
3. Beneficios y beneficiarios
Los beneficios del proyecto los reciben las instituciones educativas, especialmente los jóvenes estudiantes de ellas, pues además de brindarles un espacio de aprendizaje y reflexión frente a la cultura escolar y los proceso de transformación en ellas, tienen la posibilidad de formarse como sujetos en cultura política, con actitudes, valores y comportamientos que los lleva a asumir opciones diferentes de la acción violenta para abordar el conflicto.
Al recibir talleres, seminarios, charlas les permite afianzar los aprendizajes en cuanto a la lecto–escritura, la capacidad oratoria y el tratamiento dialogal y no violento de los conflictos, así como la capacidad de participación en la toma de decisiones de los y las estudiantes.
4. Fortalezas y amenazas
Como fortalezas del proyecto se destacan dos aspectos muy importantes como lo son la permanencia en el tiempo del proyecto, ya que el proyecto se ha adaptado a las demandas de las instituciones y eso le ha permitido esta permanencia. Y la alta participación y colaboración de los directivos, docentes y alumnos de las instituciones educativas donde se trabaja el proyecto.
Igualmente, ha contado con el apoyo financiero por parte de cooperación internacional por medio de una Agencia Sueca (civis) y en algún momento estuvo la Unión Europea, entre otras alianzas con diferentes instancias como, embajadas, consulados, personería de Medellín, procuraduría, a los cuales se les llevan los casos de demandas y de amenazas de jóvenes y docentes para que puedan tener cierta ingerencia sobre ellos.
También el apoyo de la comunidad con el proyecto, de la Secretaria de Educación, instituciones educativas y profesionales que voluntariamente todo el tiempo aportan y comparten propuestas que enriquecen el proyecto y alianzas estratégicas con universidades en la línea de poder formarnos una propuesta educativa certificada y acreditada.
No obstante, algunas dificultades como las prácticas autoritarias que aún permanecen en las instituciones o los pocos recursos que limitan los alcances del proyecto, ya que en la medida en que se necesita un equipo más grande de profesionales pensándose y actuando en el proyecto, es necesaria una mayor inversión.
Ministerio de Educación de Colombia
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