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Libertad de educar

Life Site informa que David Parker, un padre de familia que vive en Lexington, Massachusetts (USA), fue arrestado y pasó un día en la cárcel por “pretender” impedir que su hijo de 5 años fuera pervertido en las sesiones de “orientación sexual” que se imparten en la escuela. Es de notar que el estado de Massachussets reconoce la legalidad de las uniones entre personas del mismo sexo; esta decisión fue tomada por la Corte Suprema del Estado. El “crimen” de Parker consistió en que, después de agotar todas las instancias legales, pretendió asistir a una de esas sesiones, enterarse de los contenidos y exponer al director del colegio sus objeciones sobre esos contenidos pro-homosexuales. El material está compuesto fundamentalmente por “gráficos y fotos”.

Al entrar al colegio, Parker fue detenido por la policía y pasó la noche en la cárcel con delincuentes comunes. Esposado fue llevado al día siguiente ante el juez que le impuso 1.000 dólares de fianza y la prohibición de acercarse al colegio de su hijo. Será juzgado el 1 de junio.

El caso Parker lleva ya varias semanas, y debería convertirse en un caso paradigmático de la lucha por evitar la legalización de las uniones entre homosexuales y por oponerse a la perversión de menores por parte de los gays enquistados en los sistemas educativos.

Parker acudió a todas las autoridades -del colegio y de la ciudad- en materia de educación, para exigir sus derechos reconocidos expresamente por la ley (Parental Notification Act) que contempla expresamente que se debe notificar a los padres de los contenidos de la llamada “educación sexual”, para que ellos autoricen o no a sus hijos a asistir a esas clases o tomen otros recaudos. La contestación, para quien conoce el lenguaje “progresista”, no extraña. Las autoridades sostienen que esa especie de “introducción a la homosexualidad”, no se trata de “educación sexual”, sino de educación para la salud y para el desarrollo social, dos conocidos eufemismos de la reingeniería social del nuevo orden para evitar hablar de aborto, homosexualismo o anticoncepción.

Después de la respuesta, Parker insistió. En la última nota que Parker y su mujer Tonia, hicieron llegar a las autoridades del colegio y del sistema educativo de la ciudad exponen la violación de la ley natural que suponen estas clases, impartidas además a niños de jardín de infantes, y añaden: “Queremos dejar claro lo dicho anteriormente: No damos permiso al sistema de escuelas públicas de Lexinton a tratar con nuestro hijo temas sobre homosexualidad (trans-gender/bisexuales/parejas gays). Esta es una decisión paterna, que no queda sujeta a interpretaciones o políticas administrativas”. Su reclamo fue rechazado. Harto ya, terminó en la cárcel y está a la espera de un juicio, en definitiva acusado de querer impedir que su hijo de 5 años sea pervertido.

Libertad de prensa

En NG 695 dimos cuenta de los funcionarios que en Canadá ya han perdido su trabajo por no estar dispuestos a “celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo”. Las medidas represivas de poder rosa, como en USA, se han extendido a la educación. En Quensel, Columbia Británica, estado en que se han legalizado las uniones entre personas del mismo sexo, el Dr. Chris Kempling, fue suspendido en su cargo, sin goce de sueldo, por el superintendente de escuelas del distrito.

Kempling,  es “school counselor” desde 1990, y se desempeña en diversas labores comunitarias como voluntario. Su “crimen” fue haber escrito una carta de lectores en el diario local en la que criticaba el proyecto de ley redefinición del matrimonio que instituye el llamado “matrimonio entre homosexuales”.

Por esta causa fue suspendido y contra él se ha manifestado la asociación de profesores de colegios de Columbia Británica y también la Asociación de Derechos Civiles, que se encuentra minada, como en casi todo el mundo, por la ideología del nuevo orden. Para estas instituciones haber criticado el estilo de vida homosexual es incompatible con su cargo de consejero escolar. La suspensión privará a Kempling de sus ingresos durante este período, y nadie le asegura que podrá retornar a su trabajo. Sus vecinos han abierto una suscripción popular para paliar sus gastos.

Libertad de expresión

En London, Ontario, la Asociación homosexual para la eliminación del odio”, llevó a los tribunales a los concejales Ab Chahbar y Rob Alder. El crimen de los ediles, acusados de apología e instigación al delito, fue participar en una marcha en contra del proyecto de ley de redefinición del matrimonio. El llamado crimen de odio es un recurso habitual de los activistas gays. La ideología homosexualista, considera que la homosexualidad es una condición natural de la persona, y todo lo que sea manifestar oposición y/o desagrado hacia ella constituye “odio” y “racismo”.

En Ontario también están jurídicamente reconocidas las uniones entre personas del mismo sexo. En Rancho Cucamonga (California-USA), el Pacific Justice Institute, denunció que un estudiante había sido suspendido en su escuela por llevar una camiseta que decía “La verdad es la verdad. La homosexualidad está mal”. Según el instituto, al que acudieron los padres del menor, éste nunca tuvo problemas de conducta y es un alumno “A”, es decir muy bueno. Curiosamente la escuela, en su ideario dice que entre los objetivos se encuentran educar en la “tolerancia” y la “diversidad”. El JPI, que ofrece servicios sin cargo para estos casos de discriminación, informó que consiguió que la escuela readmitiera al alumno sancionado, y se comprometiera a respetar sus convicciones.

Fuente: Noticias Globales - 712 Buenos Aires, 7 de mayo de 2005, Nro. 71