Reinout van Wagtendonk
07-06-2006
El Senado de EE.UU. ha comenzado el debate para incluir en la Constitución la prohibición del matrimonio homosexual. El presidente estadounidense, George Bus, manifestó su apoyo a la reforma constitucional. Los críticos del mandatario afirman que al poner el acento en este tema, Bush quiere desviar la atención sobre otras cuestiones, como puede ser la guerra en Iraq.
El presidente estadounidense, George Bush, desea fervientemente que sus seguidores de la derecha sepan que él mismo es un pilar de las normas y valores tradicionales. Sin embargo, existe el riesgo de que los comentaristas políticos relacionen la renovada y súbita atención de Bush con respecto a estos temas con el contexto de las bajas cifras de calificación que actualmente tiene el presidente.
Este bajo porcentaje de aceptación puede traducirse en la pérdida de escaños republicanos en las elecciones de noviembre próximo, cuando se renueve parcialmente el Congreso. El mandatario estadounidense dijo que el matrimonio es de suma importancia para la familia y la sociedad. Es por ello que en la Constitución debe especificarse que el matrimonio es exclusivamente un lazo entre un hombre y una mujer. Para realizar un cambio tan profundo se necesitan los dos tercios de los votos del Congreso, algo inalcanzable. Es decir que este debate está dirigido a obtener una victoria dentro de sus propias filas, como declaró el senador demócrata Harry Reid.
No es que Reid y muchos de los otros senadores demócratas sean partidarios del matrimonio homosexual, en EE.UU. aún no se ha llegado hasta ese extremo. Lo que sucede es que para muchos estadounidenses abrir a las reformas la casi sagrada Constitución es un paso que va demasiado lejos, sobre todo cuando ha quedado claro que se trata de un juego político. El líder de la oposición en el Senado estadounidense, dijo que era típico de Bush atemorizar al país con los riesgos que entraña el matrimonio homosexual.
El debate sobre la unión matrimonial entre personas de un mismo sexo continuará estos días en el Congreso. Más adelante, este mismo mes, se tratará sobre otro de los así llamados“temas de riesgo”, los graves problemas sociales que puede traer consigo la quema de la bandera de EE.UU. |