Un mal trance no quitó la ilusión a este artista canario que sigue plasmando su vida en sus obras
Hijo de emigrantes canarios, nace en Caracas (Venezuela) el 30/07/67. A los 12 años vuelve a su tierra, Vallehermoso (La Gomera) para vivir con sus abuelos paternos. Cursa estudios de bachillerato y COU en la Universidad Laboral de La Laguna, Tenerife. En 1988 comienza sus estudios de Bellas Artes en la Universidad de La Laguna.
Ser isleño es un lazo y un morbo; el deseo de salir, el mar infinito, oteado desde la tierra, lo alimenta. Y Manuel al igual que muchos otros canarios sale a vivir, a intentar triunfar a la península, ...a Barcelona; pero siempre con la idea en la mente, de regresar alimentada por el recuerdo y hasta la melancolía de unas islas acunadas por las aguas y secretamente amenazadas por el fuego interior de los volcanes dormidos.
Durante sus dos años de estudios y trabajo en la Universidad de Barcelona, se licencia en la especialidad de escultura por La Facultat de Sant Jordi; obtiene el Certificado de Aptitud Pedagógica (Instituto de Ciencias de la Educación). Y establece una gran amistad con el escultor Mariano Andrés Vilella.
Ya de vuelta en Tenerife (1993), colabora con la Facultad de Bellas Artes de La Laguna en la realización de dos esculturas de tres metros de altura, dentro de un proyecto de investigación dirigido entre otros por el profesor doctor y escultor canario: D.Manuel Bethencourt Santana; Desarrolla trabajos como Profesor Ocupacional dentro del modulo de ornamentación en la "Escuela Taller de Rehabilitación del Palacete de Coviella" (S/C de Tenerife, 1.994); Realiza trabajos de restauración en diferentes casas señoriales de principios de siglo; Y es en Puerto del Rosario (Fuerteventura), donde se encontraba trabajando en la restauración de la Delegación del Gobierno cuando sufre el accidente de trafico que le deja tetrapléjico (C5 completa), el 27 de Junio de 1.996.
Ya han pasado más de dos años desde aquella fría mañana de verano, y el futuro se torna cada vez más claro al poder vislumbrar una pequeña luz al final de ese túnel del que Manuel dice aún no haber podido salir, pero del que tenemos sobradas razones para pensar que desea hacerlo. La realización de diferentes cursos y actividades, demuestran una clara apuesta por las nuevas tecnologías y la búsqueda de nuevas formas de expresión artísticas, ya plasmadas en su obra.
Sus obras más recientes, tras pasar por un corto periodo de experimentación pintando con la boca; son totalmente realizadas a ordenador. Y si bien aún no se puede hablar de un calificativo para las mismas, es clara la asociación involuntaria entre la realización de figuras con máscaras en lugar de caras e incremento del color negro en sus composiciones con la preocupación y angustia del artista por lo que ocurre con su cuerpo.