"Quería demostrar cómo una persona en una silla de ruedas puede sentir, amar y odiar igual que el resto"

Pero se siente normal como los demás Teresa Guerra, una zamorana nacida hace 26 años, es una luchadora nata que, desde su silla de ruedas (hoy en día, eléctrica gracias a una persona que se la donó de forma anónima a través de un programa de televisión) quiere "demostrar a toda la sociedad" que las personas con discapacidad pueden ser capaces de hacer todo lo que realizan las personas 'normales' "y más todavía".

"Quería demostrar cómo una persona en una silla de ruedas puede sentir, amar y odiar igual que el resto", nos comentó Teresa en una entrevista que concedió a "Solidaridad Digit@l".

Por esta razón, sintió la necesidad de empezar a escribir, hace cinco años, el libro "Al otro lado de la ventana" con el fin de abordar, a través de su protagonista, una chica llamada María de 18 años de edad, cómo se afronta la vida desde una silla de ruedas. "Lo he escrito muy lentamente y letra a letra", precisa Teresa. Y es que tan sólo puede utilizar un dedo de su mano derecha para escribir en su ordenador adaptado.

Desde que nació

La joven zamorana convive con una parálisis cerebral desde que nació. Por esta causa, hasta que alcanzó la mayoría de edad, recorrió diversos colegios especializados de varias ciudades españolas en busca de una formación mejor. A pesar del esfuerzo personal y familiar, sólo consiguió llegar a 4º de EGB a la edad de 18 años, realidad que le parece injusta, ya que le ha determinado su futuro profesional.

En la actualidad vive en Sogo (Zamora) con sus padres, donde está "aislada totalmente". Teresa nos contó que su pueblo es muy pequeño y sólo viven allí personas mayores con las que no se relaciona. No hay jóvenes. Por ello, su vida es "aburrida". "No hago nada, tan sólo me dedico a vivir, que ya es bastante". A veces, sale a pasear con sus padres, pero su afición favorita la ha encontrado en su propia casa: navegar por Internet.

Con ayuda de Ramón "NECESIDAD PERSONAL"

Tal vez por eso, hace unos años se aventuró a escribir un libro para transmitir una "necesidad personal": "quería que la sociedad se diera cuenta de que las personas con discapacidad servimos para algo". Empezó ella sola, sin ninguna esperanza de dar a luz este proyecto literario. Fueron meses de constante lucha: Teresa le enseñaba a sus amigos las páginas de su libro y éstos no veían futuro alguno en él.

Hasta que conoció a Ramón, un hombre del mismo pueblo que leyó su boceto y se dio cuenta de que podía publicarlo con algunos cambios: "era un libro muy sencillo, pero muy interesante a la vez", nos comenta. "Por eso le di todo mi apoyo: era una idea original que calaría en las personas". Le regaló "El mundo de Sofía" para "mejorar sus reflexiones" y ordenó algunos párrafos. "Fue un proceso muy lento", nos comenta Ramón.

Al final por cuenta propia

Una vez terminado, Teresa se enfrentó al principal obstáculo: nadie quería publicárselo. Después de recorrer varias editoriales que sólo le cerraron las puertas, sus padres hicieron el ingente esfuerzo económico de sacar a la luz 500 ejemplares.

Y, a día de hoy, con un libro bajo el brazo, sólo anhela "salir cuanto antes del pueblo", "ir a Zamora", publicar más ejemplares de su libro, continuar con su formación y trabajar como administrativo "algún día". Probablemente su sueño se haga realidad ya que, según nos dice ella misma, "todos mis sueños son posibles".

Su libro, "Al otro lado de la ventana", se puede adquirir por 8 euros en varias librerías de Zamora y en la librería virtual www.solidaridaddigital.com

Carmen Vila/ Madrid-13/04/2004
www.solidaridaddigital.com