El día 13 de julio de 1984 Terry Wallis se despidió con un beso de su joven esposa y de su hija de 6 semanas. Pocos minutos más tarde sufría un accidente no lejos de su casa en Arkansas (EEUU). Con él viajaba también su amigo "Chub" Moore. El vehículo se precipitó unos 8 metros en el vacío y finalmente quedó volcado.
La policía los encontró a la mañana siguiente. Chub había muerto y Terry se hallaba en coma. Trasladado al hospital, fue sometido a ventilación y nutrición artificial. Desde entonces y a lo largo de 19 años ha permanecido inconsciente, sin hablar ni comunicarse de ninguna forma con el ambiente.
Hasta hace 1 mes. El 12 de junio pasado Terry se hallaba en el Stone City County Nursing Rehabilitation Center acompañado de su madre y una enfermera. La empleada apuntó con el dedo a la madre mientras, dirigiéndose a Terry, preguntaba: ¿Sabes quien está aquí?. La voz de Terry sonó clara: "¡Mamá!"... Y después siguió: "Pepsi..." "Leche..." Éstas fueron sus primeras palabras. La enfermera casi se cayó al suelo de la sorpresa. Desde entonces Terry ha ido enriqueciendo su vocabulario y ha ido hablando cada vez más.... Su mente, detenida en la época de Ronald Reagan, ha despertado a un mundo diferente.
Poco antes del accidente había nacido Amber. Ahora, con 19 años, la hija ha podido por fin escuchar la voz de su padre que le decía: "Eres muy bonita" y "Te quiero".
En estas semanas se ha ido recuperando hasta el punto de poder responder a periodistas de todo el mundo que han acudido a entrevistarle.
COMENTARIO
En medicina trabajamos sobre la base de probabilidades. En realidad ignoramos muchas cosas y pocas veces tenemos la completa seguridad del diagnóstico o del pronóstico.
En una entrevista la madre de Terry anima a todos a no dejar de luchar: "siempre hay una esperanza", dice.
Nos parece de gran interés considerar casos como el de Terry Wallis a la hora de valorar la indicación de tratamientos que algunos darían por fútiles y sin embargo han sido determinantes para el presente caso.