(14/8/2008) Por unanimidad quedó aprobada la ley que reconoce a estos trastornos alimentarios como una enfermedad. Las obras sociales y las prepagas deberán prestar "todos los tratamientos médicos necesarios para la atención de las enfermedades".
Después de casi nueve meses de debate, el Senado aprobó el miércoles la ley que establece que los trastornos alimentarios como la obesidad, la bulimia y la anorexia deben ser considerados enfermedades e incorporados al Programa Médico Obligatorio.
Asimismo, la ley obliga a las obras sociales y a las empresas de medicina prepaga a incluir entre sus prestaciones "todos los tratamientos médicos necesarios, incluyendo nutricionales, psicológicos, clínicos, quirúrgicos, farmacológicos, y todas las prácticas médicas necesarias para la atención de las enfermedades".
Uno de los impulsores de esta ley es el nutricionista Alberto Cormillot, quien asistió ayer al Senado y celebró cuando fue aprobada por unanimidad de los 54 senadores presentes. También estuvo en el recinto la titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), María José Lubertino, que remarcó que en el "mapa de la discriminación" del país la obesidad está en tercer lugar, después de la pobreza y la xenofobia hacia los residentes bolivianos.
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