Andrew Gumbel.- The Independent
Un 10 por ciento de los 189 millones de usuarios de la Internet en Estados Unidos sufren de adicción a su equipo de cómputo.
Los Angeles. Un grupo cada vez mayor de profesionales de la salud mental en Estados Unidos ha señalado el surgimiento de un nuevo problema psiquiátrico, equiparable al alcoholismo, el abuso de las drogas y el juego compulsivo: el desorden de adicción a la Internet.
Un empleado de oficina debe concentrarse en su trabajo cotidiano, pero pasa muchas y valiosas horas jugando futbol americano de fantasía en la computadora. Un ejecutivo tiene tanto apego por su Blackberry que lo último que hace antes de acostarse es consultarla, y vuelve a hacerlo en el momento mismo en que abre los ojos al día siguiente.
Algunas personas pasan tanto tiempo en línea que dejan de salir a la calle, sus matrimonios se arruinan y se sienten abrumadas por la depresión y los sentimientos suicidas.
Según estimaciones citadas por The New York Times, se puede decir que hasta 10 por ciento de los 189 millones de usuarios de la Internet en Estados Unidos son adictos a sus computadoras y dispositivos de mano. Otros profesionales no están tan seguros; se preguntan si la adicción a la Internet no es sino una nueva plataforma para otras patologías como el juego o la obsesión por la pornografía, y descartan la idea de la Internet como una nueva fuga.
Otros aún no se deciden a categorizar el problema. La revisión obsesiva del correo electrónico ¿entra en la misma categoría que gastar múltiples horas cada día jugando EverQuest y cualquier otro juego de la red? ¿Enviar mensajes instantáneos es tan dañino como los juegos de apuesta en línea? ¿Las charlas sexuales con extraños en los salones de chat para adultos son un problema conyugal tan serio como la infidelidad sexual?
Hilarie Cash, directora de los Servicios para Adicción a la Internet y la Computadora en la ciudad de Redmond, a las afueras de Seattle -hogar de Microsoft-, ha identificado una corriente química específica -un flujo alto de dopamina- generada por los juegos, e incluso por algo tan sencillo como recibir un e-mail. Declaró al New York Times que ha visto múltiples casos de ansiedad y depresión en sus pacientes.
Otros pioneros en el campo han desarrollado programas de 12 pasos para arrancar a las personas de la adicción a estar en línea, o creado grupos de ciberviudas para las esposas de adictos que tienen "aventurillas" en la red.
Una de las muchas definiciones del desorden de adicción a la Internet, propuesta por Jennifer Ferris, psicóloga de Virginia, apunta a siete signos reveladores, entre ellos una sed de pasar más tiempo en línea; temblor o incluso movimientos involuntarios de los dedos cuando el usuario está lejos de la computadora, disfunciones en las relaciones cotidianas con amigos y compañeros de trabajo y, en casos extremos, pérdida del empleo o del matrimonio.
Por lo general la Internet está en ascenso. Un informe del proyecto Pew sobre Internet y la vida en Estados Unidos, realizado el verano pasado, descubrió que más de la mitad de los adolescentes del país se conectan día a día, en comparación con 42 por ciento hace cinco años.
Y sus impactos económicos negativos comienzan a cuantificarse. La firma consultora empresarial Challenger, Gray & Christmas calculó en fecha reciente que sólo el futbol americano de fantasía costaba a los empleadores estadounidenses 200 millones de dólares en competitividad perdida cada temporada.
Fuente: The Independent
Traducción: Jorge Anaya
La Jornada |