Un reciente estudio apunta que el uso abusivo y frecuentemente compulsivo del teléfono móvil supone un trastorno, además de un importante gasto mensual para millones de familias.
Fecha de publicación: 15 de diciembre de 2004
La Federación de Consumidores en Acción, FACUA, ha constatado que el abuso del móvil puede convertirse en una adicción para muchos consumidores que llegan a sufrir trastornos físicos y psicológicos, como ansiedad, palpitaciones y sudores, cuando olvidan el móvil en casa, su tarjeta de prepago se queda a cero, se quedan sin cobertura o se les agota la batería.
Para avisar a la ciudadanía de estos efectos, FACUA ha lanzado una campaña bajo el lema "¿Tu vida es móvil?" protagonizada por una joven unida a su teléfono a través de unas cadenas que le cuelgan del cuello. Sin obviar sus innegables ventajas, la organización de consumidores intenta hacer reflexionar a los usuarios para que piensen si se están convirtiendo en "móvil dependientes".
Muchas familias están dando de baja las líneas fijas de casa en la falsa creencia de que el ahorro de la cuota mensual va a compensar el incremento del gasto en móvil. No es así. De hecho, una llamada nacional desde un móvil es más cara que una internacional a Estados Unidos o Europa desde un fijo. Llamar desde cabinas públicas o establecimientos también es mucho más barato que desde el móvil. Sin embargo, su uso decrece de forma progresiva.
Un estudio realizado en Gran Bretaña en el año 2000 por el British Medical Journal señala que los cigarrillos están siendo sustituidos por los móviles en las manos de los adolescentes. Su conducta respecto a estos aparatos electrónicos es en muchos casos igual de obsesiva y adictiva que con el tabaco.
Otro estudio realizado sobre más de 150.000 usuarios, esta vez de la Universidad de Lancaster, revela que uno de cada tres está enganchado a su teléfono, cifra que dobla la de otro estudio similar del año anterior.
De hecho, la publicidad de la telefonía móvil no insiste en las tarifas ni en las prestaciones, sino en la libertad, independencia y facilidad de comunicación que este aparato proporciona a los usuarios.
Esta supuesta sensación de libertad, afirma el informe de FACUA, puede transformarse en dependencia o, cuando menos, derivar en un uso claramente despilfarrador de los móviles.
Fuente: Consumer Eroski