¿Quién no ha pensado que la cantidad de agua que toma en el día, no es suficiente para eliminar las toxinas y mantener una buena salud del cuerpo? Con tantas dietas y anuncios publicitarios que nos obligan día con día a tratar de adelgazar nuestra figura, es común escuchar que “debemos tomar mucha agua”.
Pero ¿esto es completamente cierto? Según un estudio realizado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en México se consumen más de 17 millones de litros de agua en un año, actualmente ocupa el segundo lugar a nivel mundial con 169 litros de consumo de agua embotellada por persona anualmente y es el primer lugar en América Latina. Asimismo, se sabe que es recomendable tomar al menos 2 o 3 litros de agua al día, pero comúnmente las personas no toman en cuenta el agua que también se consume en los alimentos como las verduras y frutas, las cuales contienen gran cantidad de líquidos.
Si tú conoces, has visto o posiblemente eres de aquellas personas que cargan con su botellita de agua de un lado para otro, pueden ser posibles víctimas de la llamada: enfermedad del agua, o mejor dicho, potomanía (palabra que proviene del griego potos, bebida, y mania, locura). Esta enfermedad que se entiende como una adicción u obsesión a beber agua durante todo el día, aún sin sentir el deseo o la necesidad de hacerlo, es provocada por aquella ambición de adelgazar o de mantenerse sano. Y aunque se escuche extraño, la realidad es que no es sano tomar agua en exceso, bien dicen que todo con exceso es malo... hasta el agua.
Para darnos una pequeña idea de lo que esta obsesión puede ocasionar, es indispensable conocer el funcionamiento de nuestro cuerpo el cual está constituido por las dos terceras partes de su peso por agua. Los riñones son aptos para expulsar durante todo el día varios litros de orina, y en caso de deshidratación, conservar el líquido vital y solamente deshacerse de 500 mililitros. Hay que saber también, que diariamente se pierden 750 mililitros de agua a través de la piel y los pulmones gracias a la evaporación, y aún así esta cantidad puede incrementar en caso de estar expuesto a clima cálido o se practique algún tipo de ejercicio.
Según fuentes españolas, especialistas del Hospital Ramón y Cajal en Madrid, España, es muy improbable que esto se deba a un desajuste fisiológico, es decir que la potomanía se genere por problemas en el mecanismo del cuerpo, sino que el beber agua a todas horas en exceso y sin tener sed, es resultado de un desequilibrio psiquiátrico relacionado con el control de impulsos. Esto como resultado del constante bombardeo publicitario y mercadológico que se percibe en los medios, donde se recalca la importancia de tomar demasiada agua así como de la persistente obsesión por mantener y obtener una figura delgada.
Pero, ¿cuáles son las consecuencias de esto? El tomar más agua de la que nuestro cuerpo necesita, puede provocar la expulsión de proteínas y minerales como el potasio, el calcio, el sodio, entre otros; a través de la orina, los cuales son necesarios para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, es decir, se produce una descompensación nutricional.
Como resultado de lo anterior, pueden ocurrir diversos daños, en el cuerpo, entre ellos se encuentran: falta de memoria, convulsiones, parálisis cerebral, dolor de cabeza, envejecimiento acelerado ante la pérdida masiva de potasio a través de la orina, así como el detrimento de ritmo en el corazón lo cual provoca falla cardiaca y en los casos más graves, la muerte.
Por esto, es importante recordar que una persona sana y sin problemas de riñones, debe beber al menos un litro de agua al día, aunque lo aconsejable es que ingiera de 1.5 litros a 2 litros al día (de acuerdo al peso corporal y estado de salud de la persona en cuestión). Esto nos dará como resultado: piel hidratada, limpieza interna del cuerpo la cual se verá reflejada externamente, gracias a la humectación de órganos y eliminación de toxinas. Claro está que los beneficios de tomar agua son inmensos y sobrepasan lo negativo que puede significar el tomar agua, pero es ineludible recordar que ni siquiera el agua en exceso es saludable.
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