Soy paciente en tratamiento por trastorno bipolar. Llevo 13 años en tratamiento con la enfermedad. Cuando yo tenía 18 años, (ahora tengo 35), no jugaba a ningún juego de azar por dinero. Pensaba firmemente que las loterías y máquinas estaban hechas para recaudar dinero y ganar siempre el dinero del apostante. Entonces conocí estudiando en la universidad a un amigo que me dijo que la mejor manera de hacerse rico era apostando a las quinielas de fútbol. Yo creé un programa de ordenador para hacer combinaciones condicionadas y montamos una peña de 16 personas con los estudiantes y profesores de la universidad. El resultado fue que gastamos en total 36 mil ptas. y nos tocó al final un premio de 400 ptas. Pasó el tiempo y estuve sin jugar, pero comencé a perfeccionar mi método de apuestas a las quinielas hasta que en el año 1996 formé otra peña con tres personas a través de Fidonet. Entonces jugamos en total 4.800ptas. y ganamos 40 mil ptas. Entonces fue cuando me asusté y dejé de jugar. ¿Por qué? Había visto varios programas de televisión y leído libros sobre ludopatía y pensaba que yo tenía un problema con el juego. En el año 2001, copié una quiniela de Internet y la jugué reducida a 13, y me tocó 30 mil ptas. el dinero lo gasté en comprarle una joya a mi madre y prostitución. Dejé de jugar. Aunque esporádicamente jugaba a la primitiva o bonoloto. En el año 2003 conocí en internet una peña de primitiva que garantizaba el premio. Y me apunté. Me tocó un premio ridículo de 0,50€uros y pasé del tema. Pero a partir de esa fecha comencé a programar sistemas informáticos para calcular reducidas de quinielas de fútbol o calcular en primitiva los números más frecuentes o últimamente con Euro Millones también he desarrollado sistemas... El resultado es que llevo 2 años que juego prácticamente todas las semanas al Euro Millones y la Primitiva de Jueves y Sábado. Al año gasto 400€ en juegos de azar tipo ONCE, y LAE. Lo que empezó siendo un juego entre amigos en la universidad se ha convertido en una adicción a mis 35 años. Me gustaría volver a tener 18 años y estar convencido que el azar es indomable. Estar convencido que el único ganador es el LAE.

«Para recuperarte, la familia es muy importante»

Yo me he tirado veinticinco años jugando, con una temporada de cuatro años en los que ya no jugaba, pero, como no conocía a nadie que me pudiese enseñar cómo se podía dejar esto, volví a recaer. No sé decir exactamente cómo empieza la ludopatía, puede ser que por la manera en que ha transcurrido tu vida, por cómo ha sido tu familia… Yo empecé a jugar poco después de casarme, también porque antes no existían tantas máquinas como hay ahora; hoy, toda la sociedad está llena de frases que te invitan a cosas que no son reales. Nosotros somos muy infantiles, y el paso de la adolescencia hacia la madurez no lo damos, sino que tenemos muchas ganas de jugar. En mi trabajo –yo estuve en un puesto de mando de una fábrica, nadie notaba nada; el carácter del ludópata es muy amable y muy agradable para el entorno social, pero para la familia es catastrófico. El juego es necesario, pero controlado. Así, durante años malgasté todo lo que tenía. Después entré en una asociación, y llevo tres años y tres meses sin jugar a nada. La base de la recuperación es que tú vengas y te integres; la ayuda de los familiares es muy importante, pero como el enfermo no quiera recuperarse, no hay nada que hacer.

Alfa y Omega 454